Bad Dragon
Erron dejó escapar un suave gemido mientras salía de su cama. Sus pies golpearon el suelo de piedra y el impacto del frío hizo que le temblara la espalda. Se levantó y se sacudió, refunfuñando suavemente mientras se dirigía hacia la ventana. Apartó la tela a un lado, mirando hacia la mañana del Exterior. La luz lo hizo entrecerrar los ojos; su habitación siempre era increíblemente oscura; y escogió algunas vistas familiares que le aseguraron que nada extraño se dirigía hacia él.
–Cierra la maldita cortina – gruñó una voz aturdida detrás de él. –Justo en mi ojo bueno, carajo.–
–Lo siento – se disculpó Erron mientras dejaba caer la cortina por la ventana. –Habia olvidado que estabas aqui –
–Mentiroso – su compañero de cama gruñó mientras su ojo marrón rodaba hacia él.
–Tal vez – Erron resopló mientras caminaba hacia su cama.
El brazo del otro hombre se arrastró más rápido de lo que Erron esperaba de un hombre que acababa de despertar bruscamente. Fue arrastrado hasta la cama, sobre las caderas del hombre, y apenas logró apoyarse contra las cabeceras antes de que unos dedos gruesos se clavaran en la carne de su trasero.
–¿De verdad? – Suspiró pesadamente. –¿Era eso necesario? –
–Me gusta verte desequilibrado – el otro hombre sonrió. –Sólo el tiempo mantiene en tus ojos tienen emoción –
–Imbecil –
Los gruesos dedos de Kano se clavaron con fuerza y Erron gruñó. Su compañero de cama dejó escapar un gruñido de palabras, sobre el único hechizo que el hombre conocía, y Erron tembló cuando sintió que el líquido brotaba de su entrada. Gimió, inclinándose hacia adelante mientras un dedo grueso empujaba el lubricante y lo embarraba contra su entrada.
–Te encanta cuando soy malo – su compañero de cama sonrió.
–No lo haces 'tan bien' – gruñó Erron. –Solo cogeme –
–¿Ansioso ya? –
–Cállate –
Kano echó la cabeza hacia atrás y se echó a reír antes de que su dedo empujara la parte posterior de Erron, este dejó escapar un suave jadeo y arqueó la espalda. Kano le sonrió, metiendo su dedo en el segundo nudillo antes de que comenzara a moverlo lentamente.
–¿Puedes verlo? Todavía ansioso por otra ronda– bromeó. –No te cansaste de anoche, ¿verdad? –
–¿Alguna vez dejas de hablar? – Erron gruñó.
Al menos, esperaba que fuera un gruñido que saliera de su boca y no ese gemido embarazoso de que Kano nunca dejara de tirar de él. Los hombres como Erron no debían gemir como putas baratas; ciertamente no quería que nadie lo escuchara hacer ese horrible ruido. Sin embargo, Kano nunca pareció cansarse de escucharlo. No es sorprendente ya que el hombre era un chico enorme, pero aún molesto.
–Amas mi acento – sonrió Kano. –Los estadounidenses aman el acento –
Erron resopló. No negaría que el acento fuera magnífico para escuchar, pero le gustaría que Kano no lo molestara constantemente. Fue constante. Fue interminable. No podía hacer que el hombre se detuviera, ni siquiera cuando se rompió y en realidad suplicó. Hizo lo que quiso y mando a la mierda la opinión de todos los demás. En cualquier otra situación, podría haber estado impresionado.
Los dientes de Kano encontraron la parte inferior de la mandíbula de Erron. Le mordió con fuerza, magullando la piel; Era el único lugar donde podía haciendo eso. La máscara de Erron cubrió su mandíbula y nadie vio las mordeduras de “amor” que Kano dejó en su carne. A Kano también le gustaba dejar finos arañazos en los muslos de Erron con sus cuchillos. Tampoco nadie los vio, pero tuvo la sensación de que Reptile podía oler la sangre de sus heridas.
–¿Esto es necesario? – Gruñó.
–Tengo que marcarte de alguna manera – Kano le sonrió. –Que todos sepan que su vaquero favorito pertenece al Dragon Negros –
–Nadie ve las marcas, Kano – Erron entrecerró los ojos. –Y no soy del Dragón Negro. Hemos peleado por esto. Maté a Kobra, ¿recuerdas?
El ojo marrón de Kano se estrechó. Hubo un débil gruñido antes de que Kano retirara su dedo de la parte trasera de Erron. Sus manos se posaron dolorosamente en las caderas de Erron, las uñas clavándose lo suficientemente profundo como para romper la piel.
–Sabes, a veces olvido – gruñó. –Tengo que darte un castigo o no aprenderás tu lección –
Antes de que Erron tuviera la oportunidad de recordarle que ambos tenían que poder caminar más tarde, el grande y gordo pene de Kano fue empujado hacia él. Ni siquiera había sentido la resistencia de Kano, pero no debería haberse sorprendido de que el otro hombre fuera difícil de jugar con Erron. Y mordiéndolo, Kano estaba demasiado loco para estar saludable.
El ritmo fue brutal; Kano podría no haber tenido una pito demasiado largo, pero su corpulencia lo compensó. Lo estiró muy bien, pero el ritmo lo hacía más doloroso que placentero. Los dedos de Erron se clavaron en los hombros de Kano, extrayendo sangre mientras luchaba por ajustarse. Cerró los ojos con fuerza, maldiciendo en voz baja mientras sus entrañas eran embestidas una y otra vez.
Hubo un fuerte golpe en la puerta. La cabeza de Kano se giró y su único ojo marrón se estrechó.
–¿En serio? – Gruñó. –Lo juro, si es esa puta lagartija sigue molestando, lo convertiré en un par de botas –
–No veo que te detengas – siseó Erron cuando Kano continuó embistiendolo.
–No veo que trates de moverte – Kano le lanzó una sonrisa maliciosa. –¿Crees que debería decirle que estás ocupado? –
–Si es D'vorah, ella nos matará apenas lo digas – dijo Erron antes de intentar moverse de encima del menor.
Kano lo sujeto con fuerza para rodarlo y lo inmovilizó, presionando la cara de Erron contra la almohada mientras continuaba su ritmo brutal. Erron estaba muy feliz de que la cama no tuviera resortes; los tablones de madera debajo de las pieles no hacían tanto ruido como para alertar a alguien que estaba afuera de la puerta sobre lo que estaba sucediendo. Kano gruñó en su oído, sus fuertes manos se movieron posesivamente sobre los hombros de Erron.
–Ella puede esperar su sangriento turno – gruñó antes de morder la nuca de Erron. –No he terminado con este culo todavía –
–Pudrete – logro escupir el forajido.
Cualquier otro intento de hablar fue ahogado por Kano metiendo sus dedos en su boca. Erron se atragantó un poco por la repentina intrusión, pero aceptó la ofrenda tal como era. Al menos Kano no quería que nadie supiera que Erron estaba siendo cogido en su cama. Ambos apestaban a sexo, pero al menos ese era un olor bastante común en muchos de los hombres del Khan; después de todo, todos amaban a sus visitantes nocturnos.
Kano se retiró antes de terminar y roció su carga sobre la espalda de Erron, este le mordió los dedos en represalia, en respuesta lanzo cargas sobre su hombro mientras mantenía la cara de su compañero contra cama. Los dedos se arrastraron con fuerza a través de su lengua y la piel a través de los nudillos de Kano, cubriendo el interior de su boca con sangre.
–Ve a tratar con nuestro invitado no deseado – gruñó Kano mientras salía de Erron. –¿Tienes que morder eso duro? –
–Tú eres el que empezó – dijo Erron bruscamente cuando se puso de pie.
Rápidamente se puso los pantalones y se dirigió a la puerta. Podía sentir el semen de Kano goteando en su espalda, pero lo ignoró. Si no le prestaba la atención, tampoco lo haría nadie más. Nadie es sabio, de todos modos; Ferra probablemente lo mencionaría y luego Torr le pediría que se callara. A ninguno de los dos les gustaba tener una bala en la rodilla.
–¿Qué? – Dijo bruscamente mientras abría la puerta.
Tuvo que mirar hacia abajo ligeramente para encontrarse con los ojos de Reptile y pudo ver el disgusto en la cara del lagarto. Puede que no haya oído lo que Kano y él estaban haciendo, pero el otro guerrero definitivamente podía olerlo. Al menos, Reptile no haría ningún comentario sobre lo que mercenarios hicieron en su habitación.
–El Khan está convocando una reunión– dijo Reptile, su voz entre gruñidos le llegaban a dar nervios a Erron. –Él quiere a todos la corte real y sus ... asociados allí – señalo mirándolo lentamente con sus ojos.
–¿Eso incluye al Dragón Negro?– Preguntó Erron, tocando un poco el ego del mercenario contrario que lo escuchaba.
–No. El Khan se reunirá con él más tarde –
–Bueno ahora lo se. Ahora vete –
Cerro la puerta en la cara del lagarto y se dio la vuelta. Kano estaba tratando de ponerse una de sus botas, saltando en su pie mientras tiraba del cuero de esta. Erron respiró hondo y se acercó, empujando al hombre un poco más grande hacia atrás sobre la cama.
–No dije que habíamos terminado– gruñó.
–Pensé que tenías una reunión para llegar– sonrió Kano.
Erron entrecerró los ojos antes de inclinarse hacia delante. Presionó un beso en la boca de Kano para terminado acostado sobre su espalda unos momento después. A la mierda con Kotal Kahn, la corte real y sus invitados, ellos podrían esperar, el solo quería seguir disfrutando de otra buena cogida
Con su permiso pero hoy quisiera meter spam de una historia “cosas x de mortal Kombat” donde pronto subiré contenido nuevo como sketches y memes y más.
Ahora sí, no olviden pasar por el perfil de Dvathebestgamer, quien me ayuda a escribir algunos fanfics de aquí, leean sus demás historias son muy buenas, créanme que les encantará y no se arrepentirán
Babai
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