Capitulo 11: ~Práctica de un vals~

El tiempo pasaba rapido y cuando Mors se dio cuenta de esto. Ya habian llegado a Pitch Black World para la practica del vals.
El no queria hacer eso, no queria bailar, no queria casarse. Pero ya nada valia la pena, Justim dejo bien en claro lo que pensaba y no habia nada que el pueda hacer para hacerle cambiar de opinion.
Solo le quedaba era pasar el resto de la eternidad con alguien que no amaba.

-Mors, hijo, no estes triste. Sabes que me lastima demaciado el verte asi...- Sin trataba de hacer algo para subirle el animo a su hijo, pero esto no parecia funcionar, el chico no demostro una sola pizca de interes en algo desde que salieron del castillo y eso empezo a preocupar más de lo que estaba a Sin.

-...- Ni siquiera se digno a contestarle.

Mientras la pareja con su hijo se dirigian al castillo, en este mismo se encontraban, no solo los dioses y diablos con pocos de sus subordinados. Si no, tambien la Bruja y Hechicero del mar, junto con sus familiares.
Wadanohara estaba sentada junto a Samekichi, y en el regazo de este estaba el hijo de ambos, Minami, comiendo un chocolate.
Al lado de la pareja estaba Tatsumiya, tratando de poder visualizar a su hijo, sin lograrlo.
Al lado de la bruja, se encontraban sus tres familiares. Memoca jugaba con sus alas, Dolphi sostenia la mano de Fukami, el cual acariciaba el vientre de su, reciente, esposa delfín.
Al lado de Tatsumiya, estaban Old y Meikai. El tiburón cicatrizado tenia en sus brazos a su hija, la cual estaba tomando su biberon.

-¿Cuando crees que llegue Mors?- Pregunto el hechicero a su esposo. Old no estaba prestando atenció, ni siquiera habia escuchado a Meikai, estaba MUY ocupado muriendo de ternura por su hija.
-¿Old? ¿Me estas escuchando?- No necesitaba preguntar, era obvio que el tiburón estaba muy concentrado en su hija como para prestarle atención. Pero eso no tenia nada de malo. -...Entonces...no te importara que haga esto.- Tiro levemente de la corbata de su esposo haciendo que su cabeza girara en dirección a la suya y planteo un beso en los labios de Old.

-¡¿PERO QU-...¡DIABLOS MEIKAI!- Grito sonrojado a más no poder, mientras Shiroi reia de su padre.

-¡Hahaha! ¡Lo siento, no me resisti!-

En las sillas que estaban adelante de Old y Meikai, estaban Licorice e Ivlis, junto con sus cuatro retoños. Okashi que estaba jugando con su peluche de Satanick, Hikari estaba comiendo, y Yosogai que solo estaba tranquilo, sosteniendo la mano de Kuroi, que estaba sentada en el regazo de Licorice.

Ivlis se dio vuelta y vio a Meikai. -¡Meikai! Pense que no vendrian.- Hablo el diablo, llamando la atención del hechicero, que solo sonrio.

-De hecho, al principio no íbamos a venir. Pero Wizard nos rogo para venir, hehe- Río nervioso, mientras rascaba su nuca. Recordó muy bien las súplicas de su hijo para que vayan al castillo de Satanick y participar en la práctica.

Mientras ellos dos hablaban. Reficul, Sin y Mors habian llegado. Sullivan los habia recibido, les indico donde sentarse y les enseño la mesa donde habia pastel y otros bocadillos, para que coman mientras esperaban a la diablesa y sus padres. Mientras que Reficul y Sin fueron a sentarse, Mors salio al jardin del castillo.

-... ¿Por qué...?- Lagrimas empezaron a salir de sus ojos, y habria empezado a romper en llanto, si no fuera por una voz muy familiar que lo llamo.

-Hermano, ¿Esta todo bien?- Al darse vuelta, no pudo creer a quien estaba viendo, su querida hermana menor, Nymphaea. Ella tenia una expresión preocupada en su rostro.
No podia dejar que lo viera, se limpio las lagrimas en su ojo y solo asintio. -Mors... No me mientas... Se que no estas bien... Mamá me conto lo que paso ¿Te enamoraste del dios de dioses?- Vio la expresión en el rostro de su hermano.

"Si" quería contestarle, pero no podia, sentia un nudo en su garganta que casi no lo dejaba hablar. La joven sólo soltó un suspiro, se acercó al demonio y lo abrazo con todas sus fuerzas. Como si fuese la ultima vez que lo abrazaría. Mors no pudo contenerse, las lagrimas volvieron a salir de sus ojos, mientras sollozaba apoyando su cabeza en el hombro de su hermana.

-É-él no siente la mismo... S-solo fui un jugete para él... Y... D-duele...- Murmuró, aún entre sollozos. Nymphaea sólo abrazaba y acariciaba la espalda de su hermano. Odiaba verlo así.  Odiaba pensar que el dios de dioses, quien todos decía era un ser amable, que se preocupa por todos y millones de otras cosas de él, fue capaz de usar a Mors como un simple juguete. No era verdad... Ella quería descubrir la verdad... ¿Pero como? Nadie la ayudaría, todos estaban muy concentrados en la boda, para la cual solo faltaban pocos días.

-Tranquilo Mors... Estoy segura que eso no es verdad... Mejor vayamos a dentro y comamos algo, debes de tener hambre...- Dijo con un tono dulce en su voz. Ayudó al demonio a parase, y le dio un pañuelo para que limpiará las lagrimas que aún estaban en su rostro. Lo que menos querían ambos, es que sus madres los vieran y comience un interrogatorio ahí mismo.

Al entrar, ignoraron a todos los demás seres presentes y se dirigieron a la mesa en la que estaban los bocadillos y pasteles.
De reojo, Mors pudo ver a Justim, el cual estaba sentado junto a Vicers. Trato de ignorarlo lo mejor que pudo. Pero el dios tenía una mirada... Igual de trsite y destrozada como la de él mismo.

-Vamos Justim... T-trata de sonreír un poco al menos...- Vicers, tratando de mantener la calma, intentaba que su hermano muestre algo que no sabe a tristeza o arrepentimiento. Pero era imposible, parecía como si el dios tan feliz, radiante y amable había sido remplazado por uno completamente diferente. Con una  mirada que parecia la de un muerto. Y lo peor... ¡Ni siquiera le había hablado en todo el maldito día! ¡¿Qué demonios le habían hecho a su tierno y energético hermano?! -O-oye no puedes seguir así por siempre...- La mirada de Justim al decir eso, parecía decirle "¿Eso es un reto? Por que puedo hacerlo" trato de evadir la mirada de su hermano, tratando de concentrarse en otra cosa. -¡P-pasteles! ¿Quieres A-algo de pastel? Eso siempre te sube el animo...- Pero nada, Justim sólo ignoro su comentario y dirigió su mirada a otro lugar. -T-tomare eso cómo un si...- Se levantó de su asiento y se dirigió Hasta la mesa donde estos estaban, y de paso saludaria a Liliya.

Mientras veía a su hermano pararse e ir hacia una mesa con comida, el dios sólo se quedo ahí, en su asiento, mirando su bufanda y jugueteando con está. Sus pensamientos estaban concentrados en una sola cosa. En lo que le había dicho a Reficul, para que esta se lo digiera a Mors. Sentía como las lagrimas se formaban en sus ojos, pero las limpio rápidamente. No quería llorar, no debía llorar. Pero era tan doloroso, ese nudo en su garganta aún seguía y su corazón le dolía como nunca antes. Se arrepentía de todo. De estar ahí, de lo que le dijo a Reficul, de lo que hizo con el hijo de la diablesa... Y el haberse enamorado de Mors. En estos momentos quería gritar y salir corriendo de ahí, pero no podia hacerlo. No porque al ser el dios de dioses debía de dar el ejemplo, si no por el miedo de en su escape encontrarse con Mors.
Una voz lo saco de sus pensamientos, no era la de Vicers, era la de Sullivan anunciando la llegada del diablo junto a su esposa e hija. Levantó la vista levemente. Hayami se veia hermosa, Mors tenía tanta suerte de tenerla como su prometida, y pronto... Como su esposa. Hayami y Satanick comenzaron a bailar, mientras se sonreía mutuamente con la misma felicidad. Muchos que estaban sentados decidieron unirse. Etihw junto a Kcalb, algunos subordinados de otros diablos y dioses, y Elux arrastraba a Siralos para bailar. Río levemente al ver a esos dos. Desde que ellos eran niños, siempre supo que Siralos y Elux acabarían juntos de una forma u otra. Entre las parejas, pudo ver a Sin bailando junto a Mors, apesar de no tener piernas, la mujer bailaba muy bien a sus ojos, era divertido ver como el demonio de ojos muertos de tropezaba un poco intentando hacer bien los pasos.

Por un momento, cuando Mors dirigió su mirada a los pocos que aún seguían sentados, se encontró con la de Justim. Ambos se quedaron mirando por unos segundos que parecieron eternos. Al final, Justim apartó la mirada a otro lugar, pero Mors no. El demonio siguió mirándolo por un momento, hasta que Sin llamó su atención.

-¿Hijo? ¿Estas bien?- La suave voz de su madre lo saco de su trance al mirar al dios, volvió a mirarla. Solo asintió lentamente, concentrándose el sus pasos. -... No, no estas bien... Y yo voy a arreglar este asunto.- Dijo con firmeza, mientras soltaba su manos y se dirigía hacia donde estaba el dios de ojos dorados. Antes de que le pudiera decir algo, Sin Lo miro de un  forma que le decía "No intentes detenerme o estarás castigado por los siguientes 3 siglos"
Al llegar donde estaba el dios, estoy se asustó cuando se percató de su presencia.

-¿S-sin? ¿N-necesitas al-... -La mujer no lo dejo terminar, lo habia tomado de la mano, levantándolo de su asiento y llevándolo donde estaba Mors. Sentía como comenzaba a sudar por cada paso que Sin le hacía dar. Al darse cuenta, ya estaba frente al demonio, el cual estaba igual de nervioso y asustado que él mismo.

Tomó la mano de Mors y la entrelazo con la de Justim, mientras su cola de serpiente hacia que se acerquen más el uno al otro.

-¡Los dejo solos, adios~!- Dijo Sin con un tono alegre, pero que sonó amenazante para ambos hombres. 

Ambos se miraron. Con mucha incomodidad, Justim puso su mano en el hombro de Mors, mientras que el demonio ponía la suya en la cintura del dios para comenzar a bailar lentamente y con cierta incomodidad. Muchos se les quedaron mirando, ambos bailaban muy bien. Hayami se dio cuenta de que todos había dejado de bailar y quería saber el por que, al detenerse de bailar, pudo ver como Mors y Justim bailaban concentrados en los ojos del otro. La diablesa no pudo evitar sonreír con ternura.
Mientras tanto con el demonio y el dios, ambos estaban concentrados en el baile y mirando los ojos del otro, como si fuera Lo único que existiera en ese mundo, y mientras bailaban parecía que todo a su alrededor había desaparecido. Justim pudo ver como en los labios de Mors se formaba una leve sonrisa, y pronto los suyos también, pero esta era una sonrisa de felicidad. Felicidad que no duro mucho, al recordar donde estaba y en que situación. Rápidamente se soltó del agarre de Mors y miro a su alrededor, completamente asustado.

-Y-yo... Yo... T-tengo que irme...- Sintio como las lagrimas salieron de sus ojos y sin más salió corriendo de allí para salir del castillo.
Mors se quedo en shock, pero esto solo fue por unos minutos. Luego, vio la cara de su madre, Sin. La cual le hizo una seña para que fuera tras él. Fue lo que hizo sin dudar.

Corrió tras el dios Hasta los jardines, sin importarle lo demás. Busco con la mirada a Justim, hasta que lo vio tratando de buscar un lugar por el cual irse, pero no se lo iba a permitir. Corrió tras el y lo sujeto del brazo con fuerza, sin ninguna intención de soltarlo.

-¡¿M-mors?! ¡S-sueltame!- Trato de safarse del agarre del demonio, pero era imposible, lo estaba sujetando con demasiada fuerza.
Mors tiro del brazo de Justim y lo acercó a él, ambos quedaron cara a cara. El dios podía sentir como sus mejillas se sentían cada vez más calientes. Sin pensarlo dos veces, Mors unió sus labios con los de Justim. El de ojos dorados se resistía al beso, pero no podia hacerlo por mucho tiempo, lentamente cerró sus ojos y correspondió al beso del demonio.

Esto no estaba bien, Mors lo sabía. Sabía que no debía hacer esto, no debía estar besando a Justim en un lugar donde cualquiera podía verlos, pero no le importaba. Tomó al dios de la cintura y lo apego más a su cuerpo, mientras seguía besandolo. No le importaba nada, ni Reficul, ni Hayami, ni esa estúpida boda. Solo le importaba Justim.
El beso era largo, ambos lo estaban disfrutando demasiado. El dios abrazo a Mors, sin romper ese beso.

Ninguno de los dos era consciente que cierta demonio de cola de serpiente y ojos celestes estaba observando la escena con asombro y felicidad por su hermano.

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Hace tanto que no actualizada esta historia y hoy tuve ganas de seguir y terminar este capítulo.  Y como soy mala... Los dejo en suspenso (?

¡AL CARAJO MI FALTA DE INSPIRACIÓN! ¡YO SEGUIRÉ ESCRIBIENDO! >:V

Well... hoy no tengo nada que decir. Así que nos leemos en el próximo capítulo!

Buenas noches (???

BYE-BYE 💙💙💙

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