Michael
No había sensaciones en ese momento, todo era blanco por un momento, no podría describirlo como tranquilidad, como bienestar. No podía describirlo como la mejor noticia que me habían dado, tampoco podía describirlo como la noticia que "paso" las expectativas de alguna buena, pero... si podía describirla como la noticia más hiriente, déspota y desinteresada...
Podía describirla como la peor noticia de mi vida...
La mujer de la cual estaba profundamente enamorado había cometido la peor injusticia que alguien podría imaginarse, me sentí estúpido, me sentí insignificante...
Y por primera vez en mi vida, me sentir un poco hombre...
Aquella mujer de mejillas rosadas y sonrisa blanca, aquella mujer de cabellos de ceda, aquella mujer de piel suave y delicada... Aquella mujer que me destrozo por completo, no merecía siquiera mis caricias, mis cariños que con tanto afán le daba... No merecía desperdiciarlos en ella...
Mi Diana...
Aquella alma pura y de encanto sin fin, aquella niña risueña y carismática...
Estaba embarazada de alguien más...
Mi mejor amigo.
Me resultaba imposible imaginar a aquella niña traviesa siendo testigo de lo que es tener a alguien en tu vientre, me resultaba inimaginable que ella, después de que yo la cuidara ante todo, me pagara de una manera tan... Ilógica. Pero me di cuenta de que Diana jamás volvería a ser mi niña, mi pequeña... Aquella dulce mujercita que me hipnotizo con su incomparable sonrisa y forma de mirar.
Me di cuenta de que ella, no era mía y que nunca lo seria...
No podía siquiera mirarla a los ojos, no podía después de escucharla gritarme que estaba embaraza, no después de que me grito con amargura y desespero que Harry era el responsable de aquel embarazo en el cual ella jamás puso negación...
Fue voluntad propia o decepción, quizás enojo, quizás remordimiento el haber levantado mi mano y estamparla contra la mejilla de aquella mujer...
Aun la escucho sollozar, aun la escucho llorar... Aun puedo escucharla decirme entre suplicas que la perdonara, aun la escucho decirme entre susurros que me
amaba... Aun la escucho hablar, después de que aquella bofetada que le proporcione...
¿Y Harry? Sigue allí, sentado, mirando hacia la nada mientras sus ojos yacen de un color rojo, mientras las lágrimas resbalan de sus mejillas sin control.
─ ¿Por qué?
La pregunta vuelve a cruzar mi mente al momento en que aquella mujer baja la mirada aun con su mano sobre aquella mejilla, su cabello rizado yace cubriéndole el rostro por la mitad, sus ojos son hinchados y su nariz roja, su cuerpo tiembla levemente, su cuerpo pide a gritos que esto se detenga.
─ ¿Por qué?
Una vez más la pregunta sale de mis adentros, mirando a aquel hombre que yace encorvado cubriendo su rostro con desesperación, una y otra vez me repetía mil veces lo mucho que él y Diana completaban mi vida y, lo repetía por su incomparable compañía...
─ ¿Harry?... ¿Por qué?
Silencio puro que no daba más de que hablar... Aquel silencio tan repugnante que se había centrado en ambos, simplemente no me daría respuestas apropiadas... No lo haría...
Un asentimiento corto acompañado de una sonrisa falsa apareció en mí como por arte de magia. Dos pasos hacia atrás y después pasos hacia el interior del pasillo eran los siguientes que me guiaban hasta mi habitación.
Sabía lo que me esperaba, sabía que aquel comportamiento de ambos no era digno de ellos, en especial cuando ella comenzó a acercarse más a Harry, debía suponerlo, debí haberme marchado cuando antes pude...
No sé siquiera que estoy metiendo en una de las maletas color negras con rueda que yacían encima de mi cama, no sé siquiera si hago o correcto...
Me hinco y rebusco debajo de la cama aquella pequeña caja de zapatos, en la cual al abrirla puedo ver la gran cantidad de dinero que hay en esta, tomo la caja y la coloco encima dela cama, sacando cada fajo de billetes para meterlos entre aquella ropa en la cual no me interese en acomodar, mi arma, obsequio de mi padre es colocada de la misma manera y después cierro la maleta y a bajo de la cama apresurándome hacia la salida.
Sus llamados son altos, pero la ignoro hasta salir de aquel apartamento...
Bajo las escaleras con rapidez escuchando sus pasos, sus llamados, bajo las escaleras con un afán desesperado de irme de su vista, de hacerla que se vaya de mi vista...
Al llegar al final de las escaleras camino hasta aquel auto de color gris, quito la alarma abriendo la puerta para subir mi maleta de inmediato, siento sus brazos rodearme por la espalda, siento su llanto, su respiración dificultosa, siento la necesidad de quedarme y protegerla al saber lo que se aproxima para ella... Pero no puedo, no debo...
Me doy la vuelta apartándola con un poco de brusquedad, escuchándola murmurar por un perdón, por una disculpa, escuchándola llorar como nunca antes la había escuchado... Y cuando la aparte, comencé a caminar hacia el otro lado del auto para subir e ignórala por completo...
Sí, me duele el alma, me duele verla así, me duele saber que... Quizás nunca fui nada para ella, muy poco, algo innecesario algo erróneo.
***
Conduje por la autopista por la madrugada alrededor de cuatro o cinco horas, solo para poder llegar a Seattle con mis padres, Harry y yo hicimos lo posible por trasladar a nuestras familias fuera del alcance de Jolson, las cosas con el hombre han ido cambiado poco a poco y esto se ha hecho una tortura para nosotros.
Conduje sin siquiera detenerme a pensar, ¿qué pasaría con Harry y con Diana?, conduje sin detenerme a pensar ¿qué sucedería si Jolson sabe que Diana está embarazada de Harry? No lo había pensado, no me detuve a pensarlo, simplemente fue una acción inmediata el irme de New York...
Katherine ha puesto la tetera de cerámica sobre la mesa de madera, después coloca un plato con galletas para comenzar a servir el té en las tazas blancas.
Un suspiro abandona sus labios al sentarse a mi lado, no dije nada cuando llegue, simplemente le llame y le pedí que saliera a abrirme la puerta, si, fue una gran sorpresa para ella el verme aquí...
─Nunca imagine que llegarías a esta hora ─su voz es tan cálida y reconfortante, tomo la taza blanca y le doy un sorbo corto para volver a colocarla sobre la mesa─ creí que... Diana y Harry vendrían contigo. ¿Dónde están?
─... Quizás... Pensando en qué hacer con el embarazo de Diana.
─... Michael ¿Qué has dicho?
─...
─Michael ─exigente, mi madre se coloca de pie mientras me mira, siento sus manos a cada costado de mis mejillas, mientras me exige, mientras me aclama que la mire y al hacerlo, su mirada muestra confusión y molestia total─ ¿Qué has dicho?
Me pongo de pie sin quitarle la mirada de encima, niego un par de veces antes de desviar mi mirada hacia la puerta de la cocina, mi padre ha entrado mientras me mira con una gran confusión y una gran felicidad por verme aquí una vez más.
─Por el amor de Dios... Muchacho ─mi padre camina hacia mí con felicidad, extiende sus brazos para recibirme en estos brindándome un gran abrazo acompañado de palmadas en la espalda─ que bueno que estas aquí hijo ─al apartarse de mí, desvió mi mirada hacia la puerta, suspiro─ ¿estás bien hijo? ¿Qué te pasa? ¿Dónde están Harry y Diana?
─... He venido solo, papá... Yo, iré a descansar, estoy agotado...
─Michael
─Mañana hablaremos ─lo interrumpo─ necesito clases de tiro papá...
─... Está bien hijo, te espero temprano en el auto.
***
Y como solía traerme a este lugar de niño, volvió a hacerlo. Me trajo al bosque como los viejos tiempos, aquellos tiempos en los cuales me enseñaba a cortar leña e incluso a disparar a botellas de cristal o plástico, a aquellas latas vacías que llevaba consigo a varios lugares, y lo hizo con el propósito de querer ayudarme.
Empuño mi arma una vez más al momento en que el me da las indicaciones, jalo el gatillo sin pensarlo y una vez más le doy a una de esas latas. Joseph sonríe orgulloso y después coloca una más, y nuevamente se repite el mismo procedimiento de antes.
El hombre baja la mirada mientras dice algo que no logro percibir y es entonces que me acerco a él para entregarle el arma.
A mi padre siempre le han gustado, han sido su admiración desde siempre y claro estaba que él no podía perderse la diversión.
Camino con las manos en mis bolsillos hasta la orilla de un pequeño lago, en el cual puedo ver a los lejos algunas personas en un bote pescando, concentrados mientras beben lo que pareciera ser cerveza.
─Tu madre no dejo de insistí en toda la noche para que hablara contigo, Michael.
─ ¿Me darás el pase para librarme de la charla emocional, papá?
─Esta vez no ─respondió con normalidad─ me gustaría conversar bien contigo, hijo, te noto... Diferente.
─ ¿En qué sentido?
─No lo sé, eso es lo que quisiera saber hijo... Ayer llegaste sin avisar, nunca haces eso, Harry ni esa muchacha venían contigo. Me preocupa que hayas escapado.
─No soy Randy, Joseph ─me gire hacia él─ no lo soy, simplemente quise venir, tomarme unos días.
─ ¿Unos días? Mmh. Raro en mi hijo... Michael ─volví a girar hacia aquellas personas─ ¿has estado consumiendo drogas?
─No, no aun...
─Hijo, tu personalidad me dice lo contrario, soy tu padre, eres mi hijo, no está tu madre ni hermanas a la vista. Sabes que puedes confiar en mi muchacho. ¿Paso algo grabe?
─... No quiero que mi madre, ni hermanos ni hermanas se enteren Joseph... No quiero...
Sus pasos sobre la graba, se hacían cada vez más cercanos hasta el momento de sentir una de sus manos sobre mi hombro, lo mire.
─ ¿Se trata de Harry y Diana? ¿Verdad? ─asentí─ sabes... No deberías estar aquí, cuando tienes responsabilidad del otro lado hijo.
─... Harry la embarazo... No hay responsabilidades de mi parte papá.
─Oh, claro que las hay... Diana... Diana es mujer que paso por mucho hijo, por mucho. Harry y tú la salvaron, le dieron hospedaje, comida, cariño... Una amistad. Nada más... Oh, ¿es que acaso le ofreciste algo más?
─No...
─ ¿Qué es Diana para ti, hijo?
─... No lo sé...
─ ¿No lo sabes? Y entonces ¿Por qué te has molestado tanto en eso? En ningún momento la chica y tú fueron novios ¿o sí? No se comprometieron, no están casados, nada... Simplemente son dos personas que experimentaron algo que todo ser humano experimenta, te di mi punto de vista de esa mujer, te dije que tan bien y que tan mal la veía... Lo amable, hijo, no disfrazara nunca la mala experiencia, reputación o incluso vida de la persona que posee la amabilidad.
─...
─Harry... Harry es un chico que siempre ha estado allí para ti, y tú para él. Es como el hermano que siempre quisiste tener hijo, es tu mano derecha y lo sabes. Has estado con Harry por bastante tiempo, al comenzar este trabajo Harry ya era parte de una gran amistad contigo, era parte de nuestra familia... Yo, solo veo que es momento de que tú actúes ahora, es momento de que tú apoyes a esa mujer y a tu mejor amigo a salir de esta.
─ ¿Cómo mierda quieres que lo haga Joseph? ¿Cómo? Por el amor de Dios... ¡No puedo verlos a los ojos Joseph!
─No te pido que lo hagas... Te pido vayas, y los apoyes a como dé lugar...
─...
─Sabes que sucederá si Jolson se entera hijo... Y te aseguro, que te arrepentirás si no haces lo correcto ahora mismo...
─... Es una tortura padre... Una puta tortura sin fin...
─Si, lo sé... Pero es tu decisión hijo ─giró sobre sus talones caminando con normalidad hasta el auto.
Me arrepentiré... Pero no sé qué puede ser lo correcto...
***
Pasaron dos días en los cuales me dedique a pensar la gravedad del asunto por el cual había pasado en este tiempo... No tenía contacto alguno con Harry o con Diana, no sabía cómo estaban o incluso a que habían llegado las cosas con ellos dos.
Jolson me llamo, le dije que había salido de la ciudad a causa de que quería un descanso temporal, dos, tres días en los que estuviese alejado de todo aquello que era dañino para mí. Me creyó.
Ahora, me encuentro conduciendo por la ciudad de New York, mis ideas aún no se organizan con claridad, la charla con Joseph fue algo que me ayudo bastante pero también fue algo de lo cual no sabía o quería escuchar con atención.
Mi mirada se ha clavado en aquel edificio en el cual sé que encontrare a aquella mujer y hombre, quizás ambos planean el que harán, quizás ambos sea encuentren en un debido aprieto más que nunca.
Estaciono el auto y miro hacia el frente, observando a las personas transitar somos común mente acostumbran a hacerlo... Y luego estoy yo, dentro de un auto, recordando lo que provino de los labios de aquella mujer...
Enciendo el auto de nuevo, estoy dispuesto a irme. A cualquier lado, pero que no sea aquí...
Sin embargo, algo me impide marcharme. Apago el auto y bajo de inmediato de este cerrando la puerta, no me intereso dejar las llaves de este dentro, simplemente, quiero callar este presentimiento tan malo que había aparecido en mi...
Subo las escaleras corriendo sin miedo a tropezarme, las subo con rapidez observando cada escalón detalladamente, observando cada piso en el que me encontraba, hasta que llegue al piso en donde vivía. El agua salía desde el interior del departamento, salía como si hubiesen dejado la llave del fregadero abierta...
Tome la única llave de la puerta de mi bolsillo trasero y pronto la introduje en la cerradura para abrir la puerta de inmediato. No hay nadie en la sala y tal parece que el agua no llegara a la zona de la sala y cocina, el pasillo está inundado con agua aun introduciéndose en las habitaciones, es entonces que me doy cuenta que el agua está cayendo desde el interior del baño...
Oh no...
La preocupación llega a mí al momento en que pienso lo peor, camino con rapidez hasta el pasillo introduciéndome cada vez más, sintiendo el miedo y el pánico atacar a punzadas con cada paso que doy y, cuando llego al baño trato de abrir la puerta pero esta luce cerrada con llave...
─ ¡Walker! ─grito el apellido de aquella mujer con desesperación, sin embargo no escucho respuesta suya─ ¡Walker! ─trato una vez más, pero de nuevo no hay respuesta...
Como una opción, tomo mi arma y apunto hacia la perilla del baño, jalando el gatillo logrando que la perilla y parte de la puerta se destrocen... Es entonces que tiro el arma y entro al baño encontrándome con aquella mujer dentro de la tina antigua inconsciente...
Reacciono de manera involuntaria, introduciéndome dentro de aquella bañera mientras trataba de sacar el cuerpo de esa mujer del agua...
Tome ambas manos de ella sacándolas del agua, aun desprenden sangre, sus muñecas, sus brazos... Tienen cortadas profundas que aún me resultan difíciles de ver...
Pasos apresurados por el pasillo me hacen llevar la mirada hacia la entrada de la puerta, Harry con bolsas recicladas en las manos es el hombre que aparece en mi campo de visión, tira las bolsas al piso y corre hacia mí tratando de ayudarme con aquella mujer que aun respira... su ropa esta empapada, su cabello igual, es una suerte que aun respire y que siga teniendo pulso...
Fría sin compasión, sus labios son pálidos al igual que su rostro, una vez más trato de reanimarla dándole respiración de boca a boca, una vez más trato con desesperación mientras presiono con un poco de fuerza su pecho... Harry corrió de inmediato por el botiquín, sin pensarlo solo actuó al ver aquellas grandes aberturas en brazos y muñecas de esta mujer...
Y de pronto, comenzó a toser con desesperación sacando el agua que había ingerido al introducirse en la tina antigua, suspire con alivio, suspire por verla recobrar la conciencia... Cuando Harry llego, el hombre simplemente suspiró agradeciendo y acercándose a aquella mujer, quien no dejaba de verme con sus ojos cristalizados. Negué un par de veces antes de empuñar los ojos con fuerza y girarme para darle la espalda, si no hubiese legado a tiempo, hubiese muerto...
***
Sus manos, han sido vendadas en su totalidad lo hicimos después de haber parado el sangrado y haberle cocido aquellas heridas. Ahora, Harry se encuentra colocando un broche pequeño en la venda izquierda para que esta no caiga, mi mirada no deja de recorrer el rostro de Diana, sus labios siguen pálidos al igual que el resto de su rostro.
Cuando Harry se levanta, me mira agradece en un susurro por haber estado aquí, solo asiento para verlo salir de la habitación de inmediato. La incomodidad es grande, sobre todo el verla a ella aquí, después de haber hechos otra cosa que termino por decepcionarme.
Giro sobre mis talones decidido a irme y dejarla descansar.
─Abortare ─aquella palabra me hace parar en seco, giro sobre mis talones mirándola sentarse sobre la cama─ abortare...
─... Diana
─No quiero esto... No lo quiero...
─...
─No lo quiero Michael, ni Harry y sé que mucho menos tú.
─Es tu decisión Diana, no mía. Es tu vida con la jugaras y comenzase a jugar. ¿Crees que matarte te ayudaría?
─N-no pero
─ ¿Y porque lo hiciste? ¿A qué te llevaría eso que acabas de hacer Diana?
─... Solo quiero volver a tenerte a mi lado...
─Yo no Diana... Yo no...
─...
─ ¿Sabes algo? El día en el bar, por la fiesta compromiso de Charlie y Rachel, cuando Harry te dijo "perra" no sabía a qué mierda se refería... Ahora lo sé...
─Michael
─Eres mi responsabilidad, Diana. Mia y de Harry... No me iré, pero tampoco quiero que me vuelvas a dirigir la palabra... No quiero saber de ti Diana... Tampoco quiero ser ese hombre insignificante de nuevo.
─Michael yo te amo...
─ ¡Y yo a ti Diana!... Pero eso, eso de lo cual quieres deshacerte no es mío y aunque lo fuera, Diana. No lo querría cercas de mí por ningún motivo...
─...
─Y no lo querría por el simple hecho de perderte a ti Diana... porque tú para mí, has tenido un significado grande en mi vida, un significado que... Estaría dispuesto a todo Diana, a todo con tal de sacarte de este país...
─A-aún podemos... ─susurró entre lágrimas─ Michael aún podemos...
─No, no Diana... No podemos... No cuando el daño está hecho, no cuando me has hecho esto...
─Michael
─ ¿Lo mereces, Diana? ¿Mereces el que te saque de aquí? ¿Mereces que te brinde protección?
─... No...
─Eso creí...
Salí de la habitación dirigiéndome hasta la sala, la mayor parte del agua ha sido sacada por Harry, al estarla impulsando fuera del apartamento... Me acerco al hombre que yace sentado en el borde de uno de los sillones que están a la entrada, me mira con normalidad, con nerviosismo, me mira... Con un gran manto de arrepentimiento en él...
Se coloca de pie mientras trata de desviar su mirada hacia un punto en donde no sea él mío, después, vuelve a mirarme con calma.
─Le dije que no tardaría... Le dije que iría a comprar algunas cosas... ─menciona con voz cortada─ yo... Yo solo fui por cigarrillos y algunas cosas para ella y
─Está bien... Es lo importante...
─Gracias por volver... Y-yo no sé qué hubiese hecho si algo malo le pasaba... Yo solo
─Llama a Regí, Harry... Llámalo, que venga y haga algo al respecto con Diana.
─ ¿Qué pasara si avisa a Jolson, Michael?
─No avisara nada, llámalo, que venga lo antes posible... Y de hoy, en adelante, yo solo corresponderé a cuidarla... Has lo que se plazca con ella Harry ─gire para dirigirme al pasillo con lentitud.
─ ¿Es que piensas que esto lo hicimos para herirte, Michael? ─pare en seco al escucharlo hablar─ sucedió una vez y nada más, nunca la había tocado, ese día en el auto ella estaba devastada y yo confundido por lo que habíamos visto... Tú. Charlotte... Comprendí que fue un malentendido, pero ella no Michael... Y mi error fue no haberla convencido... Ella te ama a ti Michael, a mí solo uso como un juguete por minutos...
─Harry
─A mí jamás me mirara como te mira a ti Michael... Porque te ama, porque te necesita a su lado... Estuve de acuerdo con que abortara, solo porque no quiero que la veas de una manera nefasta y desvergonzada... Porque suficiente tuve con herir a mi mejor amigo, a mi hermano, con esto y, torturarte con la presencia de un niño que no es tuyo, sería algo doliente para ti...
─Aunque fuera mi hijo, Harry... no pondría la vida de Diana en peligro solo por un embarazo...
─...
─Jamás la expondría a eso... No cuando ni ella puede cuidarse sola.
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