Harry
E
lla era diferente, inevitable, inefable. A veces tan tierna, tan cálida, tan niña. A veces tan fría, tan distante, tan mujer. Era ella, sencillamente ella.
Pero lo que entendía de esa mujer es que solía ser insatisfecha con lo que poseía, con aquello que detonaba atención hacia su persona. Nunca he visto a una mujer tan insatisfecha como ella, no en lo material si no en parte a lo físico, en parte a aquello que le traía placer puro y sincero de varias maneras...
No podía decir que estaba loca, que era una mujer necesitada de algo que cualquier hombre pudiese darle en solo una noche y pocos minutos o incluso horas, pero si podía decir que esa inconformidad de ella era presente, era mostrada a simple vista , era fácil de deducir... Fácil de interpretar.
Diana podrá ser una mujer divertida, linda, amable, dependiente... Pero también, esa mujer tiene defectos y son los defectos que menos se esperan de una mujer...
La puerta de aquel local que estaba frente a mí se abre dejando como melodía aquella campana que avisa sobre una persona que ha entrado al negocio o incluso que pudo haber salido. Llevo la mirada directo hacia aquella puerta logrando ver a la mujer que entró hace más de treinta minutos a buscar libros, sí, me pidió que la trajera a la librería puesto que deseaba comprar libros con lo poco que Jolson le ha pagado. Diana no es una persona que gane mucho, no es una persona que sepa empuñar un arma, no es una persona que sea valiente tratándose de atracos o asesinatos...
La mujer rie levemente mientras se despide de aquella anciana que yace acompañándola a la puerta, Diana ha logrado entablar una conversación con aquella anciana que al parecer sigue sufriendo la pérdida de su esposo, quien según Diana la mujer le conto fue brutalmente asesinado tras no querer dar el auto en el que el hombre viajaba rumbo a su casa.
Diana desde entonces, ha estado socializando con aquella mujer al menos tres o cuatro veces por semana buscando como excusa perfecta el venir a leer libros o incluso a comprarlos.
Cuando la anciana entra de nuevo al local, Diana rodea el auto con una leve sonrisa en su rostro y al abrir la puerta del copiloto sube en seguida sosteniendo al menos cinco libros de diferente tamaño y color, los coloca sobre sus piernas al momento en que decide cerrar la puerta del auto y cuando lo hace procede a colocarse el cinturón de seguridad. Al colocarlo dirige su mirada hacia mi dirección aumentando más aquella linda y brillante sonrisa.
─Y sigo preguntándome ¿Qué tanto haces en ese lugar Di?
─Lo que hace cualquier lector Harry ─la voz que sale de sus labios es divertida, rueda los ojos al cielo para después volver a mirarme─ escoger que libros serán buenos para leer.
─Al menos podrías leer uno cada semana o dos, no tres o dos libros por semana Di.
─Harry, si tuvieras buenos gustos por la lectura y cerebro sabrías que es lo bueno de este mundo y que vale la pena desvelarse leyendo un capitulo tras otro.
─Aja, si y ¿vale la pena nuestros reclamos Di?
─Cada reclamo, Harry ─respondió tranquila.
Sin más que decir, encendí el auto decidido a marcharnos del lugar en el que nos encontrábamos, la chica ha dejado de mirarme para ahora dedicarse a llevar su vista hacia los libros y comenzar a escoger cual será el primero que comenzara a leer.
Conduzco por la ciudad en silencio, Di ya ha comenzado a leer un libro del cual desconozco en su totalidad, ya está oscureciendo, la lluvia ha comenzado a caer sobre la ciudad y los parabrisas del auto se agitan de un lado a otro eliminado los rastros de aquella gotas que golpean contra el cristal.
La música suena de aquella radio del auto, baja, música relajante que ella coloco al conectar su reproductor de MP3 tal parece que la música clásica es lo que mejor la hace concentrarse en la lectura.
Llevo mi vista hacia el indicador de combustible dándome cuenta que el tanque ha comenzado a quedarse vacío, hago una mueca antes de girar por una calle y comenzar a dirigirnos hacia la estación de servicio más cercana, Diana ha elevado la mirada observando las calles, después mira hacia el medidor de combustible para descifrar porqué cambiamos de ruta.
Coloca lo el libro que llevaba sobre sus manos en el asiento trasero junto a los demás, después comienza a peinar su cabello rizado con los dedos de sus manos, observando la puntas con su ceño fruncido y leves muecas que hacen sus labios.
Se recarga por completo en el asiento del auto una vez ingresamos a la estación de servicio la cual parece estar completamente sola y al colocar el auto junto a uno de los depósitos de combustible, Diana quita el cinturón de seguridad para abrir la puerta del auto y bajar de inmediato.
Rodea el auto para tomar la manguera que será conectada al auto y comenzar a llenar el tanque, la chica luce encantada con poder mojarse bajo la lluvia, tal parece que este ha sido uno de sus pasatiempos favoritos desde siempre, miro el enorme cartel que esta frente a nosotros con los precios del costo de la gasolina, bajo del auto con mi billetera en manos antes de sacar algunos dólares y depositarlos en una pequeña caja en la cual solo los trabajadores de esta zona tienen permitido abrir, Diana retira la manguera después de que el tanque ya ha sido lleno, después ambos subimos al auto en completo silencio.
Cuando cerramos las puertas el seguro automático es colocado, sin embargo puedo notar que algo no anda bien con aquella chica que solía reír hace un par de minutos atrás. Me acomodo mejor sobre mi asiento para dedicarme a mirarla y cuando nota que la miro, medio sonríe apenada.
─ ¿Qué? ─pregunta confusa, sonrío.
─Hace minutos no dejabas de hablar aun leyendo. Después callaste.
─... Es solo que... No quiero llegar al apartamento... Sé que ella seguirá allí y él actuara de manera distinta una vez más...
─ ¿Eso te preocupa?
─No me preocupa...Me molesta Harry... Me molesta que Charlotte sea una persona tan egoísta, tan... Una persona que se cree dueña de todo...
─ ¿Ese es tu coraje?
─Sabes cuál es mi verdadero coraje ─murmura al momento en que su labio inferior es levemente mordido por sus dientes, baja la mirada soltando un suspiro de fastidio─ no quiero ir al apartamento aun...
Me miro con aire exasperante, solo medio sonreí para bajar la mirada al momento en que la lleve hacia el frente, apague el auto en seguida, lo apague por querer darle el placer a ella de sentirse bien por un momento. Las gotas de la lluvia pegaban con fuerza en el auto, la lluvia ya había incrementado y las luces del auto ya habían sido apagadas en su totalidad.
Por el rabillo del ojo, pude presenciar con claridad como aquella mujer se desprendía de aquel suéter color negro de manga larga y gruesa para colocarlo sobre el tablero del auto, después, la sorpresa llego a mi, tras poder verla frente a mis ojos sentada sobre mis piernas, no sonríe, no hacía nada más que mirarme y analizar cada una de mis facciones.
Sus manos, son llevadas hasta mis hombros con lentitud y al estar sobre estos sus dedos se deslizan sobre ellos con detalle.
─ ¿Has sentido atracción por dos personas distintas Harry? ─su voz es clara y directa, frunzo el ceño tratando de encontrar respuesta a su pregunta pero nada sale de mis labios─ Michael hace eso...
─Diana
─Y tú lo sabes... Viste lo mismo que yo...
─Fue un malentendido con Charlotte.
─ ¿Y lo de Rachel y Jolson? ─golpea contra mi respuesta, callo y lo hago porque no sé qué decir ─lo sé... Se lo que sientes al ver a la persona que amas teniendo sexo con alguien más... Comprendo el dolor que causan sus palabras hacia ti cuando te reprimen que eres el único o la única, comprendo la sequedad de sus palabras al estar interesados en alguien más... Comprendo el dolor que sientes al saber que el amor que ella te juro tenerte se esfumara en una peste como Jolson y no en alguien como tú.
Las manos de aquella mujer bajaron hasta mi pecho, poco a poco bajaban sin parar hasta llegar a mis piernas. Sus ojos jugaban con los míos, sus labios se abrían y cerraban al no saber que decir y sus dedos se escabullían sobre la parte inferior de mis piernas.
La oleada de escalofríos que recorrió mi cuerpo eran estremecedores, seguía repitiendo el mismo proceso una y otra vez, lo repetía con el afán desesperado de hacer que mis manos se colocaran sobre su pequeña y frágil cintura y cuando estas llegaron hacia aquella pequeña zona, sonrió un poco antes de conducir sus manos a mi entrepierna.
─ ¿Te sorprenderías si te digo, que tú eres la segunda persona que causa emociones en mi Harry?
La observo... Y lo hago sin siquiera detenerme a mirar a otra parte que no sean sus ojos oscuros. Sus manos, han viajado hasta las extremidades de su blusa color negra, han viajado hasta esta para tomar la tela entre sus dedos y subirla con lentitud. El sostén color negro queda a la vista en un abrir y cerrar de ojos, su mirada se desliza sobre mi antes de llevar nuevamente sus manos a mis hombros y acercarse hasta mí, los centímetros que nos separan ahora han sido cortados, cortados por su acercamiento tan repentino que me hizo erizar la piel por completo.
Suaves y fríos, sus labios se mueven al compás de los míos, sus labios tratan de tomar una temperatura cálida ante aquellos roces, tratan de dominar los míos como ella lo imagina, como ella lo desea...
Y sin mi consentimiento, sus manos bajan hasta los botones de mi camisa comenzando a apartarlos de los agujeros de esta, poco a poco, lentamente siento sus dedos fríos acariciar mi piel con lentitud... Siento aquella camisa que llevaba puesta deslizándose sobre mis brazos...
Me aparto de ella por un momento antes de sentir sus manos sobre el cierre de aquel pantalón que yo portaba. Un escalofrió más recorre mi cuerpo al sentir sus dedos jugar con este, al sentir sus dedos tocarme de una forma excitante.
─Has que lo olvide por minutos u horas Harry ─insistente, Diana desabotona el botón de mi pantalón, empuño los ojos con fuerza sintiendo su mano posarse sobre mi entrepierna─ has que lo olvide como él me olvido estando con Charlotte.
***
Michael
La noche esta por caer, no hay señales de Diana ni de Harry, ni siquiera han respondido las llamadas que les he comenzado a hacer desde hace minutos. Estoy preocupado, y lo estoy por tratarse de un asunto tan delicado estando fuera del apartamento sin un arma, sin algo que puedan usar para defenderse.
Vuelvo a mirar por la puerta para descartar si aquel sonido del auto es proveniente del de Harry sin embargo solo es un auto que se ha estacionado frente a los edificios que están cruzando la calle.
Un suspiro abandona mis labios al momento en que vuelvo a dirigir mi mirada a aquel aparato electrónico que yace sobre mis manos, vuelvo a llamar a Harry, lo hago esperando que esta vez responda la llamada y me de alguna razón de que ha pasado con ellos. Pero todo es en vano, mis pensamientos, mis emociones, todo y por causa del aparato ahora lo ha apagado.
Cierro la puerta de la casa devolviéndome a la sala en donde yacen Dylen, Fred y aquella mujer que hasta ahora no ha dejado de drogarse e incluso hace algunas horas había tenido sexo con Dylen y hace unos segundos estaba dispuesta a volver a tener sexo con Fred.
Yace sentada sobre Fred sosteniendo un cigarro que hizo ella misma con una hoja de papel y con la marihuana que esta sobre la mesita de centro, yace encima de Fred mientras lo besa de manera desesperante, mientras Fred aprovecha cada centímetro de la piel de aquella mujer para acariciarla, para plasmar sus manos y labios en ella.
─A mi tampoco me responde ─Dylen habla exhalando el humo de su cigarrillo, lo miro─ seguramente están bien.
─Harry siempre responde, estando aún en algún asunto serio Dylen...
─Sé que ambos están bien, quizás decidieron esperar a que la tormenta pasara, ha comenzado a llover fuerte.
─...
─Y si no es así ─Charlotte, hace presente su voz agitada y entre cortada mientras Fred besa su cuello de manera desesperante─ ponte a pensar que Harry y ella decidieron parar en un motel, conociéndolo sé que sería capaz de todo por aprovecharse de una jovencita Michael.
─...
─ ¡Joder Charlotte! ¡Vuelve a lo tuyo con una mierda y deja de hablar estupideces! ─Dylen alza la voz con molestia, por última vez miro a aquella mujer que me ha dedicado una mirada llena de incredulidad, una mirada de esas en las cuales se advierte de algo.
***
Harry
Ha suplicado porque no me detenga...
Me ha rogado, me ha exclamado... Que no deje de hacerla sentir menos en este preciso momento...
Sus caderas se mueven al ritmo en que mis manos la guían a trazar un camino lento hacia adelante, sus manos yacen apoyadas sobre el tablero del auto mientras sus ojos lucen más que empuñados, mientras que su cabeza yace erguida hacia atrás, mientras su cuerpo carece de una fina capa de sudor.
Sus movimientos de caderas comienzan a ser ms rápidos y un poco más profundos, es en ese momento que siento la respiración fallar, es en ese momento en que aquella mujer ha comenzado a temblar, en que ha comenzado a recuperar su postura para verme directo a los ojos y pronto recargar su frente contra mi hombro desnudo.
Un gemido ronco abandona mis labios, los jadeos que salen de ella son constantes, los pequeños gemidos que dan a notarse apenas si son presenciados por mí y cuando quiero apartarla simplemente se aferra a mí, se aferra como si quisiera cometer el acto más estúpido que podría cometerse estando en este trabajo...
Trato una vez más, pero me es imposible hacerlo, me es imposible cuando ya hemos llegado al final del orgasmo.
Su respiración es grande y entrecortada, su cuerpo tiembla más de lo normal, su respiración cálida choca contra mi cuello y sus manos, se deslizan torpemente sobre mi pecho. Recargo por completo mi cabeza en el asiento del piloto para abrir mis ojos, para abrirlos y pensar en el maldito aprieto en que me he metido...
Es tarde para arrepentirse Styles.
Eleva su mirada por un segundo antes de quitar su cabeza de mi hombro y mirarme con dulzura, con picardía pero también con una pizca de preocupación y vergüenza... Muerde su labio inferior con fuerza para después bajar a mirada y comenzar a dirigirse hacia el otro asiento.
Como puedo, comienzo a subir mi bóxer y pantalón los cuales se encontraban a la altura de mis rodillas, puedo verla por mi rabillo del ojo que yace vistiéndose de manera apresurada, yace vistiéndose como si acabaran de descubrirnos.
Tomo mi camisa arrugada y comienzo a colocarla sobre mi cuerpo, abotono cada uno de los botones y pronto me encuentro dirigiendo mi mirada hacia aquella mujer quien ya se ha comenzado a colocar aquella blusa negra que llevaba puesta, me mira y asiente lento dándome la autorización para que comenzara a conducir.
Suspiro con dificultad, llevo la mirada hacia el frente y enciendo las luces del auto, lo enciendo y pronto comienzo a conducir en un amargo silencio.
Al llegar al apartamento ella bajo en completo silencio, bajo sosteniendo la pila de libros que había comprado, la lluvia seguía, avanzaba rápido para llegar pronto a las escaleras y cuando yo comencé a seguirla pude sentir la incomodidad de aquello que había surgido entre ambos.
Silencio.
Silencio puro y asfixiante al subir las escaleras, silencio puro e incómodo al estar frente a la puerta...
Cuando tome las llaves de mis bolsillos le dirigí una leve mirada al igual que ella a mí, coloque la llave en el cerrojo para girar la llave un par de veces y empujar la puerta con un poco de fuerza para abrirla.
Nuestra mirada se dirige hacia los dos hombres que yacen sentados sobre el sofá mientras beben un poco de ron y otras bebidas. Michael muestra un rostro de preocupación al vernos entrar, Diana hace lo posible por sonreír y fingir que nada paso. Y yo, yo trato de no hacer notar mi culpa.
Diana baja la mirada y se adentra al pasillo en completo silencio, dirijo mi mirada hacia aquella mujer viéndola mirarme de manera serena antes de adentrarse a su habitación y cerrar la puerta con un poco de fuerza, suspiro y bajo la mirada comenzando a caminar hacia aquellos hombres, Michael se ha puesto de pie.
─Harry es tarde ─dice exasperante, asiento lento mientras me dejo caer en uno de los sofás─ ¿Qué sucedió? ¿Está todo bien?
─... Todo está... Bien, todo está bien Michael. Hubo un problema con el auto... La estación de servicio nos quedaba algo lejos y... Lo siento.
Dylen me mira extrañado, evito mirarlo antes de bajar la mirada, encorvarme hacia el frente y entrelazar mis manos. Suspiro.
Escucho los pasos de Michael alejarse al momento en que avisa que ira a saludar a Diana, Dylen está de acuerdo y yo solo asiento con delicadeza. Los pasos de Michael comienzan a alejarse, es en ese momento en que tomo aquella botella medio llena para comenzar a beber de ella de forma profunda, quiero deshacer la culpa que siento, quiero deshacer el rencor que he comenzado a sentir...
Michael... Lo siento tanto.
***
Michael
Raros, confundidos, temerosos, avergonzados...
Fue el aspecto que ambos dieron al entrar al apartamento, el temor de Diana era grande y notorio y la confusión de Harry emanaba más que cualquiera de sus emociones... Creo que no fui el único quien lo noto, ya que Dylen lo había notado de la misma manera que yo.
Algo no andaba bien...
Cuando me dirigí a la habitación de Diana, golpe un par de veces la puerta antes de abrirla con lentitud y verla sentada sobre su cama sosteniendo un libro de pasta gruesa color azul marino.
Su mirada esta sobre el suelo, yace mirando un punto en específico mientras que sus pies están levemente cruzados. Me recargo en el marco de la puerta por unos segundos, analizándola, observando sus facciones, observando cada uno de esos detalles que he notado no destallan como es su costumbre.
Me adentro por completo a la habitación cerrando la puerta, me acerco a ella a paso lento y al estar a su costado me siento en aquella cama que yace adornada con peluches de todo tipo. Empuña los ojos y baja la mirada.
─ ¿Paso algo Di? ─niega un par de veces antes de abrir sus ojos y mirarme.
─Estoy cansada... Me duele la cabeza.
─ ¿Quieres que te traiga alguna pastilla?
─Quiero dormir ─dice tangente─ solo eso... ¿Podrías dejarme?
─Diana
─Solo quiero dormir Michael... Solo eso. Por favor... Sal y déjame dormir por favor...
─... De acuerdo. Bien, descansa Di.
Me levante de su cama para posicionarme frente a ella, trate de hacer que me mirara, trate de hacerlo, pero solo conseguí su rechazo, ese rechazo que tanto me dolió...
***
Harry
Dos semanas después
Midtown Bar 11:27 P.M
Para muchos ha sido una de las mejores noches que se ha vivido en compañía de la gente de Jolson, para muchos, ha sido una velada maravillosa bebiendo, jugando pool y cartas.
Pero no puedo decir lo mismo...
No cuando se festeja en este bar solo por una razón que hasta ahora sigue destrozándome el alma más que nada en este mundo...
Aquella mujer de la que felizmente me enamore hace años, se ha comprometido con Jolson, si, Rachel, aquella mujer de piel aceitunada y cabello largo, de sonrisa encantadora y ojos celestiales... No puedo dejar de reprimirme por esto, no puedo imagíname el dolor siguiente que poco a poco se ira haciendo presente...
Me enamore de una mujer que estaba fuera de mi alcance, me enamore de una mujer con la cual tuve las mejores aventuras de mi vida... Me enamore de una mujer que no le importo hacerme sentir miserable y torpe frente a los que sabían sobre este amorío...
Sobre la barra, yace un vaso de cristal con cerveza, lo tomo mientras le doy un sorbo largo, mientras absorbo el líquido mirando hacia es mujer y Jolson...
Ella me mira y su perfecta sonrisa se desvanece n un abrir y cerrar de ojos... Gira su rostro hacia otra dirección y después procede a reír ante un comentario que Tatiana hizo sobre ella...
─ ¿Harry? ─la voz de aquella mujer me hace sobresaltar, me giro hacia su dirección mirándola con detenimiento, su rostro muestra serenidad, sus brazos están cruzados y su posición es un poco erguida. Frunzo mi ceño.
─ ¿Qué quieres Diana?
─... Yo... Yo quería saber si querías jugar pool con Dylen, con Michael y... Conmigo...
─Mierda Diana ─dije con incredulidad─ ¿Cómo cojones puedes estar tan tranquila después de lo que paso en el puto auto? ─susurre con molestia, ella frunció su ceño con ofensa.
─No estoy tranquila... Pero tampoco puedo actuar como si algo hubiese pasado entre nosotros Harry... Michael sospecha ─dice mirando hacia Michael, este ir ahora no nos ve, sin embargo Dylen lo hace─ Dylen igual sospecha...
─Diana por favor... Vete de mí vista.
─No solo fue mi culpa Harry... ─dice con voz quebrada─ tú no te negaste...
─Y no lo hice por imbécil ─le dije de golpe─ ¿es que acaso estas acostumbrada a que te traten como una perra Diana?
─...
─ ¿Es que acaso te gusta tener sexo con distintos hombres al igual que los putos perros? ¡Deja de molestarme, deja de actuar como si nada hubiese pasado!
─...
Simplemente la vi correr hacia la salida, simplemente la vi salir mientras sus manos subían hasta los extremos de sus ojos, borrando lo que parecieran ser lagrimas...
Tatiana me grito mientras que Cardi hacia lo mismo, Rachel se apartó de Jolson al contemplar la escena que varios vieron incluyendo al hombre al cual traicione, incluyendo al hombre que ahora se dirige hacia mí para recibir una jodida explicación.
Rachel me miro una última vez antes de salir por la puerta por la que salieron aquellas mujeres en busca de Diana, odio y desprecio es lo que percibí en su mirada...
Me arrepiento profundamente de haberle dicho aquello.
***
Narrador
Con lágrimas cayendo de sus ojos, aquella mujer estaba más que decidida a no intervenir más en la vida de Harry, a no pararse frente a él, a no dirigirle la palabra... A olvidar que existía bajo el mismo techo que el suyo...
El frío de la noche golpeaba su rostro mientras seguía corriendo sin rumbo fijo por el enorme estacionamiento del lugar, mientras sus ojos eran las puertas a saber que estaba arrepentida de lo ocurrido, del dolor que le causaba llevar esa pesada carga en ella...
Si, fue su error meterse con el mejor amigo del hombre que ama...
Las manos de alguien la sujetaron del brazo, aquella mujer giro hasta encontrarse con el rostro de preocupación de Rachel, con aquella mujer quien hasta ahora era una de sus manos derechas. Diana sin pensarlo, la abrazo hundiendo su rostro en el pecho de su amiga, hundiendo el dolor y las lágrimas en aquel abrazo que decía más que mil palabras.
Rachel acariciaba su cabello con delicadeza, lo acariciaba con lentitud, sus uñas hacían caricias en las hebras de este y pronto, apartó a Diana de ella para poder mirarla con tristeza.
─ ¿Que fue todo eso Di? ─Rachel pregunta con tono delicado, Diana solo niega un par de veces antes de empuñar sus ojos, abrirlos y mirar hacia el cielo oscuro con remordimiento─ Diana por favor... ¿dime que paso?
─ ¡Quiero olvidar lo que paso en ese auto con Harry y conmigo! ─gritó señalando hacia el auto que estaba a pocos metros de ellas, Rachel abrió los ojos como plato ante la respuesta de Diana─ ¡quiero dejar de tortúrame con algo que a él le importa una mierda!
─Diana...
─Quiero olvidar lo que paso en el auto... Quiero olvidar él cómo me llamo... ¡Quiero dejar de sentir un si cuando es un no!
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