Diana
Tres Años Atrás
Michael
Yace descansando sobre la cama, dormida a profundidad, abrazando la almohada que debía estar bajo su cabeza, sus manos empuñan la camisa que está a su costado sobre aquella blanca almohada, sus labios rosados lucen levemente abiertos mientras que su cabello rizado yace cubriéndole la mitad del rostro. La sabana blanca cubre solo su cintura hasta sus piernas, un pie sale de las sabanas dejando ver sus pequeños dedos moverse sin consentimiento suyo.
La observo...
La mirada inocente se esconde a profundidad, sus largas y rizadas pestañas son lo más bello que puedo contemplar de ella mientras luce dormida, ignorando los sonidos del exterior, mientras se sumerge en aquel mar de relajación profunda.
Acaricio el cabello rizado y sedoso enrollándolo en mis dedos, castaño y corto a la altura de los hombros de aquella mujer. Ladeo mi cabeza tratando de concentrarme mejor en verla, tratando de poder analizar las facciones que nacen a cada segundo de ella. Su perfil es un sinónimo de belleza pura, belleza grande y única que ha heredado. Mi mano viaja hasta la camisa tratado de tomarla, arrugándola entre mis dedos tiro de ella con lentitud para no despertarla, sin embargo, la aferra más a ella impidiéndome tomarla.
Sonrío cómodamente acariciando por última vez su mejilla rosada y suave, bajo de la cama llevando mis manos hacia el pantalón para abotonarlo en seguida, camino descalzo por el frío piso hasta salir de la habitación oscura, el frío es agradable por un corto tiempo, pero ahora, he comenzado a desear que el calor surja una vez más.
Atravieso el pasillo con lentitud, mirando a mi alrededor el desorden que se encuentra en la sala, pequeñas bolsitas transparentes yacen tiradas en el piso completamente vacías, otras, lucen sobre la mesa de centro llenas del polvo blanco por el que gente ha estado matando. Cigarrillos y botellas de cervezas vacías están sobre los sillones. Tomo el cesto de basura y comienzo a depositar las pequeñas bolsas plásticas transparentes en este, las botellas y colillas de cigarros de la misma manera se van hacia la basura, tomo las bolsas con el polvo blanco y las coloco en un estante alto fuera del alcance de ella.
Una vez hecho aquello, dejo el cesto de basura en una esquina para dirigirme al sofá y sentarme con fatigación. Tomo el computador portátil que esta frente a mí y lo abro, viendo parte de las noticias que ocurrieron la noche de ayer. Tres asesinatos en un mismo vecindario, la forma de celebrar de Fred por matar a sus primeras víctimas fue drogarnos hasta más no poder... La idea de festejar de otra manera era repugnante para mí, teniéndola a ella.
Un mensaje entra en aquel computador, el correo electrónico de Styles yace abierto la curiosidad es grande y evidente. Ni hablar.
─ ¿Michael?
Elevo la mirada hacia el pasillo percatándome de la presencia de aquella mujer, talla su rostro con suavidad mientras luce recargada en la pared, la camisa blanca que esta sobre ella es grande, pero como no va a hacerlo si es mi camisa la que usa.
Abierta, deja ver la ropa interior negra de encaje que tanto me gusta contemplarle, sus piernas perfectas apenas si pueden sostenerse, aun luce adormilada, aun luce con problemas de reconocer la estancia en la que se encuentra, lleva sus manos a los costados de su pequeña y frágil cintura mientras comienza a caminar hacia mi dirección.
Deje el computador en la mesita de centro cuando estaba frente a mí, su acción, fue sentarse sobre mis piernas con su rostro casi junto al mío, las manos delicadas de aquella mujer se posicionaron sobre mis mejillas, un acto que amo de ella es que acaricie mi rostro y al final besarme de una manera tan dulce que me hace olvidar la embriagues de los malos ratos...
Cada vez más cerca de mi cuerpo, mis manos se aferraron a su cintura frágil y pequeña, atrayéndola más a mí, sus finos y pequeños pechos chocaron contra el mío, sus manos se dirigieron hacia mi nuca aprisionándome más a sus labios. Una de ellas bajaba y subía sobre mi abdomen, bajaba y subía de manera lenta hasta llegar a los botones de aquel pantalón.
Las mordidas sobre mis labios eran la droga perfecta, pero sus labios sobre mi cuello... Eran una cosa distinta y especial. Bajo mis manos hasta sus glúteos empujadola hacia mí con fuerza, ella gime en mi oído apretando sus dedos sobre mis hombros, mis labios paran en la carne de su cuello tirando de ella mientras repito una vez la misma acción. Gime de nuevo.
Un suspiro ahogado sale de sus labios llevando sus manos hasta las mías, pide que repita la misma acción, pero sin embargo, me niego.
Se aparta con lentitud de mí mirándome a los ojos, la mirada oscura de esa mujer me domina por un par de segundos, muerde con fuerza su labio inferior sin dejar de verme a los ojos.
─Una tercera vez no hace daño ─susurra, río ante su comentario acercándola a mí para darle un beso en sus mejillas, ella sonríe.
─ ¿Tercera? Di, anoche dormiste.
─... ¿De verdad?
Asentí alzando ambas cejas, ella baja la mirada apenada provocando ese leve sonrojado en ella, la tomo del mentón para poder observar lo bella que luce al sonrojarse de esa manera.
─Después de que bebiste aquella cerveza, dijiste sentirte mal, te lleve a la habitación e intentaste abusar de mí.
─Dios, Michael. Deja de ser tan mentiroso.
Mi brazo recibe un leve golpe por parte de su mano, sonrío con gracia, sonrío por ver su hermosa carita sonreírme de esa manera. Vuelve a capturar mis labios en un beso ávido, se junta de nuevo hacia mi cuerpo exclamando lo que hace segundos deje de hacerle. Me susurra entre besos que lo repita, me susurra en el oído que espera ansiosa a esa clase de caricias. Medio sonrió y niego una vez más antes de ser yo quien domine sus labios.
Pequeños sonidos provenientes de la cocina me hacen abrir los ojos aun besándola, Harry ha despertado cubriendo su rostro con un plato blanco para cereal. La risa me domina al verlo descubrir parte de su rostro dejando ver sus ojos, levanta su dedo medio hacia mí y hago la misma acción.
Diana, se separa de mí al notar la presencia de Harry, el hombre solo mantiene una postura relajante antes de abrir la nevera y explotar de risa.
─Chicos de verdad, actúan como si mi presencia les valiera un carajo ─reclama gracioso tomando la garrafa de leche─ ¿no prefieres de esta, Diana? ─Diana lo mira de forma divertida negando una y otra vez, Harry sonríe cerrando la nevera.
─Tu presencia nos importa ─habla Diana─ pero suponíamos que seguías dormido.
Llevo mis manos hacia los botones de la camisa comenzando a abotonarla, ella, desabotona los dos primeros y los dos últimos mirándome con picardía, baja de mis piernas y se encamina hacia el pasillo moviendo sus caderas de manera coqueta, abrocho aquellos botones del pantalón para después levantarme y caminar hacia la alacena.
─Salió en las noticas ─le informo a Harry quien ha comenzado a pelar un plátano, me mira con extrañes─ debemos mantener un perfil bajo hasta con Fred, Harry no quiero problemas por culpa suya.
─El cabrón estaba drogado ─concluyó─ se inyecto morfina con cocaína ¿Qué esperabas?
─Que Jolson hiciera algo al respecto... Hay testigos Harry. Si hablan, esto se ira a la mierda.
Harry no dijo nada, calló al momento en que Diana entró a la cocina, Harry giró sobre sus talones para tomar la caja de cereal que estaba a sus espaldas, ella se dirigió hacia el estante para tratar de tomar uno de los platos, Harry la miraba con una sonrisa mientras Diana se esforzaba por alcanzarlo, era divertido, no lo puedo negar.
Lo tome por ella entregándoselo, agradeció decidida a sentarse frente a la barra y cuando lo hizo comenzó a preparar su cereal con leche. Me miro.
─Dijeron que iríamos con sus familias ─habla─ extraño a Janet.
─Iremos luego Di, hay cosas que debemos hacer primero.
─ ¿Cómo cuáles?
─Irnos de aquí. Las cosas con Jolson están saliéndose de control Di, si el hombre pasa otro mal momento... Dios.
─... ¿Tiene que ver conmigo?
─Con todos, Di ─responde Harry─ Frank y Andrew han cometido bastantes asesinatos a espaldas de Jolson, Baldo nos confirmó que Frank y Andrew nos culparan junto con Fred y Dylen.
─Pero... Fred fue quien
─Lo sabemos ─la interrumpo─ solo te pido que desayunes, te vistas y empaques. Iremos a casa de la madre de Harry y después a la mía. Les diremos que vallan a la estación del tren y tomen rumbo a otra ciudad, ya les diremos cual.
─... Bien.
***
El silencio en el auto es estremecedor, de los pocos silencios que hemos vivido los tres juntos, Diana esta recargada en el cristal de la ventanilla del auto mientras su gorro de lana esta sobre su cabeza, un abrigo color negro esta sobre su espalda, pantalones de mezclilla y botas color negras están presentes en ella, el tráfico en la carretera es un caos, Harry va conduciendo y la frustración se pinta en su rostro al no poder salir de este.
Miro a mí alrededor tratando de buscar una salida, pero Harry ya ha encontrado una. Cuando el auto avanza un poco más, este gira el volante del auto llevándolo a una dirección la cual daba una calle un tanto larga y nada transitada.
Veo a Diana quien lleva un ceño fruncido en su rostro, mira a ambos lados con nerviosismo aparente, mira con preocupación y miedo en su mirada. Un auto entra por donde nosotros lo hemos hecho de manera que el rechinido de los neumáticos es insoportable, ella mira hacia atrás con curiosidad pero al hacerlo, una detonación irradia en el ambiente, grita, grita por la impresión y el pánico, Harry grita una grosería antes de frenar el auto con fuerza y al llevar mi vista al frente, un auto más nos impide el paso.
─Con una mierda...
Del auto que esta frente a nosotros baja Frank, el mismo hombre quien hace tiempo no veía, detrás de él, Andrew con un sonrisa grande, dos más bajan del auto, y al mirar hacia atrás, uno de esos hombres del otro auto ya está apuntando sobre el cristal a Diana.
─Pero miren a quien nos encontramos aquí.
Frank, el hombre se acerca hasta nosotros pidiéndole a uno de los hombres que los acompañaban que abran las puertas del auto, y así pasa, al abrirlas no obliga a bajar. No hubo tiempo de tomar las armas del tablero del auto...
─ ¿Van a algún lado? Porque, ese es el camino para salir de la ciudad.
─Íbamos de paseo ─respondo─ despejarnos un poco.
─... Abran la cajuela del auto.
Andrew camina hacia la parte trasera del auto mientras que otro hombre quita el seguro de la cajuela. Al abrirla, la sonrisa de Andrew es cada vez más grande.
─Ropa y dinero suficiente como para vivir por años lejos de aquí. ¿Tomarían vacaciones por años, Joe? ─habla Andrew cerrando la cajuela, su vista se va hacia el interior del auto, en donde esta ella... ─ ¡Oh por dios! ¡Diana, que alegría verte una vez más!
Trato de acercarme, pero Frank ha colocado su arma demasiado cerca de mi cabeza. Andrew, sube al auto con relajación, Diana parece asustada ¿y como no estarlo? Si ese bastardo abuso de ella.
Trata de acariciar su mejilla, trata de acercarse a ella de manera cautelosa, luce aterrada...
─Andrew, por favor, te desquitaras después ─Frank habla─ me temo que Jolson tiene prisa por ver a estos tipos. Súbanlos a la camioneta.
Cuando Frank dijo aquello, sus hombres comenzaron tomarnos a Harry y a mí de los brazos, forcejeábamos pero era inútil... Andrew ya había bajado a Diana a la fuerza del auto, la tomaba de su brazo con fuerza enterrando sus uñas en ella. Diana forcejaba llorando, forcejaba tratando de zafarse del agarre de Andrew, pero en cambio conseguía que el hombre la aprisionara más.
─Ve con ella en la otra camioneta ─le ordena Frank─ me divertiré un rato con estos cabrones.
***
Gritos...
Gritos irrumpieron en el largo sueño en el que caí... Gritos de súplica, de dolor, gritos de ella...
El dolor de mi cuerpo es desenfrenado, mi estómago me duele, mis costillas punzan sin detenerse... Llevo una de mis manos hasta mi nariz debido al dolor tan grande que siento, la humedad al tocar aquella zona es grande, al ver de qué se trata llego al descubrimiento que es mi sangre...
Una mueca de dolor crece en mi rostro, mi cuerpo arde y quema, mi cuerpo grita de dolor... No puedo siquiera incorporarme, no puedo siquiera sentarme... El lóbulo de mi ojo derecho me quema, la espalda, todo... Todo es insoportable...
Una vez más aquellos gritos son percibidos, llora desenfrenadamente mientras pide ayuda...
Mi ayuda...
Lloro... Y lo hago porque sé que ahora mismo están abusando de ella una vez más.
Logro sentarme en el piso de aquella habitación, la sangre derramada es mucha, es entonces que llego a la conclusión de que Harry no está aquí...
Pasos se aproximas a mí a la habitación en la que me encuentro, cuando la puerta se abre, dos hombres entran tomándome por los brazos, llevándome fuera de la habitación con violencia, los gritos de ella son más fuertes desde aquí... La voz de Andrew, esa maldita voz... Es la siguiente que logro escuchar en donde ella ahora se encuentra...
Cuando llegamos a una de las habitaciones pasamos sin pedir permiso, Jolson y otro tipo están en esa habitación, mientras Harry yace retorciéndose en el piso con dolor... Cuando Jolson me ve entrar, toma su arma dirigiéndose con ira hacia mí, uno, dos, tres, cuatro golpes en mi estómago con esa arma. Uno más termino por romper mi mejilla causando que callera al piso con un duro impacto.
─Les advertí... ¡Les advertí que conmigo nadie juega!
Esta encabronado, encabronado hasta la medula. Patea a Harry con fuerza en el estómago logrando que este se queje con un grito lleno de dolor.
─ ¿A dónde querían ir? ¿Lejos de mí? ¡Nadie escapa de mí! ─grita una vez más mientras apunta su arma hacia mi─ ¡te lo dije bien claro! ¡Una y mil veces te di a entender mis putas reglas! ¿Y terminas menospreciándolas? Mierda Joe...
Al momento de darse la vuelta camino hasta su escritorio tomando un celular, presiono unos cuantos números para llevar en seguida el aparato a la altura de su oído.
─ ¿Ya estas allí? ─preguntó con molestia─ bien, espera mi señal, si Jackson acepta la oferta, dejas en paz a su familia y a la de Styles.
Cuando dijo aquello la presión comenzó a sentirse, hay hombres con mi familia, con la familia de Harry... Jolson arrojo el celular al escritorio volviendo a acercarse a mí.
─Te dije que esa perra, solo servía para trabajos, no para llevártela a la cama las veces que desearas... Tienes tres opciones para poder perdonarte tu maldita idiotez Joe... Tres.
─Jo-Jolson, por favor, de-déjame explicarte.
─ ¡¿Explicarme?! ¡¿Quieres explicarme el cómo desobedeciste cada una de mis órdenes?! No tienes el permiso de hacerlo cuando estuviste a punto de dejar New York, sabiendo que trabajas para mí. ¡Te ofreciste en lugar de tu padre para obedecer cada una de mis putas ordenes!... Ahora... Tienes tres opciones, tres putas opciones en las cuales tendrás que matar, Joe.
─Jolson...
─Tu familia o la de Harry, Harry... Oh, Diana. Elige.
─Jolson...
─Elige... O yo mismo hare que veas como los mato a todos. ¿Te gusta la idea? Podrás ver como al final la mato a ella Joe, como hago con ella lo que Frank y Andrew le hacen ahora mismo.
─... No puedes hacer esto...
─Oh... Claro que puedo. Tienes tres segundos para elegir. Uno, dos...
Todo se había ido a la mierda, todo en lo que un día creí que se calmaría regreso más arrasador que cualquiera de los tornados en mundo... Tan demoledor... Jolson acaba de acabar con mi vida en un parpadeo...
Era mi familia, o la de Harry...
Harry...
Oh Diana...
─Tres...
─... Mataré... A quien tú me pidas...
─Bien... Me gusta como piensas... Pero, sabes la respuesta...
─...
─Esa perra hecho a perder a mi mejor hombre, te transformo en un maldito blando Joe... No tolerare eso jamás... Y te recuerdo... Si llegas a provocarte a ti esa locura... Mataré a todos por igual. ¿Quedo claro?
Asentí... Asentí viendo a Harry quien tenía lagrimas sobre su rostro, los hombres de un principio me tomaron de los brazos con fuerza, cuando Jolson y el otro hombre que estaba con él tomaron a Harry de la misma manera, salieron primero que nosotros, guiándonos hacia donde seguramente estaría ella...
Mi vista se clava en Andrew y Frank, se clava en las sonrisas y rostros de satisfacción... Al vernos no dejo de escuchar los malos comentarios, los comentarios de que se sentía bien tocar algo "mío" Jolson les pide que se retiren, les pide que se vallan a la habitación número quince, ambos sonríen y asienten.
Un arma es colocada en mis manos, Jolson me mira y me pide que entre a la habitación «una sola bala es la que tiene el arma» me dice. Y se que esa bala será para ella...
Quiere que entre solo, quiere que Harry tenga el oído pegado a la puerta... Que escuche la detonación... Que escuche mi llanto...
Al entrar, la puerta es cerrada tras mis espaldas, corro hacia ella, corro sintiendo mis músculos quemar, al estar a su lado me hinco dejado el arma a un costado, está temblando, está llorando con solo aquella ropa interior sobre ella... Las marcas de dedos sobre su piel, los moretones y rasguños que pose me parten el alma... Su cuerpo sumido en el dolor, en la tempestad de todo lo malo de este mundo...
Cuando levanto la mitad de su cuerpo ella me abraza con fuerza derrumbándose en el llanto. Su carita tiene golpes, la sangre sale por su nariz y labios... La observo con la impotencia de no haber podido ayudarla...
─ ¡Lo siento, lo siento tanto mi amor! ¡Por favor perdóname, perdóname por esto!
Niega, niega mientras su llanto es cada vez más grande, lloro con ella abrazándola, tratando de consolar el mal momento que vivió... Pero no hay manera de consolar, cuando se está muerto por dentro...
─... No quiero sufrir... No más...
La mire con mis ojos enrojecidos, su voz débil y muy apenas perceptible me traen como recuerdo la vez que la saque de este lugar... Cuando apenas si podía moverse por la desnutrición tan grande que la consumía
─... ¿Me vas a matar? ─susurró, la mire con atención tratando de buscar las palabras perfectas para mentirle, pero ¿Cómo hacerlo? cuando es bastante lista para saber lo que oculto─ ¿Michael?
Mi respiración se vuelve irregular, el nerviosismo y el miedo ya me han dominado y no sé que hacer, como responderle... Bajo la mirada hasta el arma derrotado, tomándola y empuñándola con fuerza. Las lagrimas resbalan por sus mejillas negando una y otra vez, el gorro color blanco que yacia sobre su cabeza esta a su costado, sus manos lo empuñan con fuerza mientras comienza a bajar la mirada cansada y derrotada.
─Por favor vámonos... ─pide suplicante, su llanto sale una vez más─ ¡por favor vámonos!
Cuando intenta ponerse de pie se lo impido tomándola del brazo con fuerza, niego una y otra vez al mirarla a sus ojos cristalinos, sus labios tiemblan y sus mejillas encharcadas arruinan el color de sus mejillas rosadas. la obligo a que se siente.
─ ¡¿Por qué no nos vamos?! ¡¿qué mierda estas esperando, Michael?!
─... No podemos irnos todavía...
─ ¡¿Pero por qué?! ¡¿qué no te das cuenta del daño?! ¡de la gravedad del asunto!
─... Di... No... No es que no vea la gravedad del asunto... Pero no quiero, no quiero tener que ver como alguien más te hace daño... No lo soportaría...
─ ¿De qué estas hablando? ¡quiero irme!
Cuando cargue el arma ella me miro con temor, ella y sus ojos cristalinos no paraban de observarme con atención y afligides... Negó, negó al momento de saber lo que pasaría... Y cuando intento alejarse la tome del brazo con fuerza... Suplicaba... Suplicaba porque no le hiciera daño... Pero era yo, o seria Jolson...
─Dijiste que amabas...
─Te amo─la interrumpi soltando a un más lagrimas─ te amo como a nada en este mundo... Pero no puedo ver como alguien te mata, y abusa de ti hasta destruirme... No puedo Di... No puedo dejar de pensar en eso... Te pido, me perdones por esto amor...
─... No mereces mi perdón... No lo mereces cuando me has prometido seguridad... Y no esto.
Y sin pensarlo, al estar dolido y destruido, alce el arma hasta la altura de su frente... Tragó duro mirándome, tragó duro acercándose hasta mi. Y al estar abrazandome, suspiró cercas de mi cuello, el suspiro pesado fue angustiante para mi... Me abrazó por el cuello con fuerza, sintiendo la debilidad de sus brazos sobre mi...
─No sé si merecías mi amor... No sé que merecía yo de ti.
─... Merecía amarte... Merecías amarme... ─dije.
─... Merecía alejarme de ti sabiendo lo que eras...
El arma fue llevada hasta su nuca, las lágrimas no paraban de caer, pero el grito de horror se instalo en mi garganta al momento en que tire del gatillo... En ese momento en que sus brazos cayeron a mis piernas...
La puerta fue abierta dejando ver a Harry correr hacia mí, correr con lágrimas y el llanto en su rostro, llevaba sus manos a su cabeza gritando, gritando como nunca antes lo había hecho, maldiciendo... Al hincarse frente a mi acariciaba de manera desesperada el cabello y rostro de Diana, sus ojos abiertos me traían dolor, su mirada plasmada en mi... Me estaba destruyendo... ¿Como pude?
Cerré sus ojos para terminar acariciando su suave y fría piel, mi brazo y camisa estaban cubiertas de su sangre... Cubiertas de la maldad que ahora a comenzado a irradiar en mi...
Una y mil veces me repetía el perdón, miles de veces gritaba al no poder creer lo que había hecho...
Miles de veces me repetía, que fue culpa mía por verme enamorado de su dulzura y de su incomparable andar...
Sasha Kichigina
Como
Diana Walker Abbott
☪ClauJackson25
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