Capítulo.- 42
Una vez mi madre me dijo─: Que si te van a querer a ratos, es mejor que no te quieran.
Pero lo que nunca me dijo, fue una solución para hacer algo cuando alguien que te quiere a ratos es mi propia debilidad...
Desperté con lágrimas resbalando por mis mejillas y, todo fue por un sueño que me dejo con ganas de seguir viendo a esa mujer que un día fue mi centro de apoyo en todo momento. Soñé con aquella mujer que siempre ame, que siempre quise a pesar de sus tratos, a pesar de este enorme conflicto en el que ella y mi padre nos metieron a mí y a mi hermano.
La soñé con un enorme pesar, con cariño y un odio desvanecido... Pero algo que aún recuerdo y trato de recordar aun es verla hablar... Pero no podía escuchar nada salir de sus labios...
Era como si ella fuese una persona muda... Oh como si yo, fuese alguna persona con problemas para escuchar, su desesperación en el rostro era tan grande, que me lleno de temor y preocupación el soñarla actuar de esa manera. Algo quería decirme, trato de decírmelo...
Mi mirada comenzó a explorar la estancia en la que me encontraba, el aroma varonil que esta desprende me hace caer en cuentas de recordar en donde y porque estoy aquí... Mi cuerpo sigue cubierto por aquella cobija de color azul mientras soy consciente de que mi cuerpo poco a poco ha comenzado a recobrarse de este trance de sueño.
Me incorporo con lentitud de la cama mientras la cobija poco a poco comienza a caer a mi costado, frunzo el ceño con delicadeza al sentir un pequeño calambre en mi pierna sin embargo he comenzado a moverla para hacer que este desaparezca en su totalidad. El dolor apenas si es presente.
Cuando el dolor pasa, bajo de la cama y camino hacia la puerta tomando la perilla y girándola para salir de la habitación. No hay ruido en la estancia, asomo mi cabeza a la habitación observando que está limpia de aquel vómito, me avergüenzo por no haber podido llegar al baño en seguida...
Camino por el pasillo en completo silencio y al girar la estancia me encuentro con una figura delgada, de una estatura como la mía, cabello negro largo y suelto, se encontraba sentada en uno de los sillones mientras se encontraba leyendo un libro de pasta roja, trataba de leer el título del libro sin embargo, cuando la mujer llevo su rostro hacia mi dirección, se levantó de golpe dejando el libro en la mesita de centro. Apenada, toma el vaso medio vacío de la mesita de centro para sostenerlo con sus manos temblorosas.
¿Quién es ella?
─Lo siento mucho... No debí ponerme tan cómoda... ─dice nerviosa, su voz me es familiar...
─ ¿Se te ofrece algo?
─Y-yo, bueno, un hombre me dijo que esperará aquí... É-él esta abajo hablando con un hombre... Me dijo que no tardaría...
─...
─ ¿Quién eres?
─Nicol... Nicol Kiev... ─porque no puedo recordar esa voz y ahora este nombre.
─ ¿Puedo saber tu edad?
─Qui-quince años...
─ ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Michael te ha traído?
─No, no... Me trajo un hombre a la fuerza... Michael solo me dió un poco a gua y un libro para leer... Y-yo no quiero que tengas problemas con tu novio por mí...
─... No es mi novio... ─lleve la mirada al piso─ no es nada de mí.
─Lo siento... Y-yo ya no hablare...
La chica bajo la mirada entrelazando sus manos mientras las llevaba al frente de su vientre, lleve la mirada hacia Desoto quien desde hace tiempo no ha dejado de mirarla. Esta alerta, pocas veces ha estado en esa posición...
Llevo una vez más la mirada la chica observándola con detenimiento, lleva puesto un vestido color azul claro el cual le cubre las rodillas, zapatos de color negro y un pequeño broche en su cabello. Observo sus manos notando pequeños golpes en estas, golpes que se han tornado de un color morado y verdoso... Miro con más detenimiento su rostro notando pequeñas manchas de los mismos colores en su pómulo y cuello...
Tiembla mucho, traga saliva con dureza y trata de evadir a toda costa mi mirada. Me acerco a ella y noto como brinca en su lugar para retroceder dos pasos.
─Tranquila... No te haré daño...
─... Por favor... S-solo quédate allí...
─De acuerdo, muy bien lo haré... Solo quiero ayudarte... Estas muy lastimada ¿Qué sucedió?
─No lo sé... No lo sé...
─ ¿No sabes? Pero ¿cómo no vas a saberlo si estás muy lastimada?
─No recuerdo... Te juro que no recuerdo...
La puerta del apartamento se abrió de golpe dejando ver a un hombre de cabello castaño y corto, fornido, chamarra de piel y pantalones de piel... Detrás de él Michael entra con una mirada que no dice más que una advertencia para que cierre la boca y me vaya del sitio ahora mismo.
El hombre me mira por unos instantes antes de girar su rostro hacia Michael y recibir una negación de él.
La chica ha retrocedido y al verla bien del rostro, al ver bien sus facciones y gestos, entro en cuenta de que esa adolescente es hija de una de mis vecinas de aquel antiguo vecindario en el que vivía, de aquella mujer que Jolson llevo a los apartamentos el mismo día que encontramos muertos a mis padres...
Oh no...
Trato de decir algo, sin embargo, fallo en mis intentos de hacerlo, entro en razón y en cuenta que Michael podría ponerse como loco si hablo, pero la duda es grande y existente... Quiero hacer algo... Lo que sea.
Veo como el tipo camina hacia la chica para tomarla del brazo con fuerza desmedida, la chica grita y chilla con horror, grita de una forma que ha comenzado a alarmar a Michael y sobre todo al hombre que hasta ahora, desconozco su nombre.
Desoto ha comenzado a ladrar y a gruñir, se acerca con violencia a la chica que sigue gritando y chillando de manera que ha comenzado a desesperarme... ¿Qué mierda ocurre?
Veo como Michael cierra la puerta con fuerza antes de que los vecinos escuchen con más claridad los gritos de aquella adolescente que aún no me explico que hace en este lugar. Veo con claridad como aquel hombre saca un arma de la parte trasera de su pantalón, lo que me lleno de coraje fue ver al tipo apuntarle a aquella mujer con fuerza sobre su sien, la chica grita y suplica por su vida... Lo siguiente, fue lo que me lleno de más ira...
Ver como aquel hombre tomaba a la chica del pelo mientras la sacudía con fuerza exigiéndole y gritándole que se callara o la mataría aquí mismo.
─ ¡Con una mierda, déjala ya! ─grito con fuerza mientras me acercaba hacia él con ira, el tipo me miro y en un dos por tres ya me apuntaba a mí con su arma y su dedo sobre el gatillo. Pare en seco mirándolo.
─Vaya, tenemos a alguien con ovarios para meterse en lo que no le importa.
─Y también tendrás a alguien con testículos que se meterá a defender a la mujer a la que le apuntas Malcom ─la voz casta de Michael me hizo girar a verlo, apunta hacia aquel hombre, lo hace sin siquiera quitarle la mirada de encima─ baja el arma y lleva contigo a esa adolescente.
─Me dijiste que estabas solo ─el tipo murmura con fastidio, vuelvo a verlo a los ojos mientras su mano libre sigue sosteniendo el cabello de aquella mujer─ ¿sigues pagando por putas Michael?
─Más respeto, Malcom... Y te pido, te marches ahora mismo antes de que alguien aquí llame a la puta policía y conozcan mi jodida ubicación.
─Michael defendiendo a una perra... Vaya, eso es nuevo... ¿Cuál es tu nombre? ─el tipo pregunta con una sonrisa de oreja a oreja, sigue apuntándome, y Desoto ya ha notado que la verdadera amenaza es este hombre.
Gruñe y muestra los colmillos mientras yace erguido hacia adelante, sus orejas yacen atrás y su cuerpo tenso me ha comenzado a llenar de nerviosismo. Va a atacarlo sin mi consentimiento...
─Baja el arma Malcom ─una vez más Michael repite al hombre que baje el arma, tal parece que ha notado lo mismo que yo, sin embargo el tipo sigue apuntándome.
─Dime tu nombre ─me repite─ tal parece que no sabes quién soy yo... Y que puedo hacer con tan solo conocer tu rostro.
─... Nunca escuche de ti... Seguramente eres un gran asesino de mierda...
─Tienes ovarios para hablarme así ─murmura, mi corazón comenzó a latir con más fuerza al momento en que el arma fue llevada hacia Desoto, hacia mi mejor amigo de cuatro patas...
─ ¡Por favor no! ─exclamo con nerviosismo─ ¡basta ya!
─Te he preguntado tu puto nombre.
─ ¡Lily Collins! ─grite desesperada, sinceramente no comprendía que mierda estaba pasando, no conocía a este tipo, no sabía que puto desorden mental tenia...
Una sonrisa más grande se apodero de su rostro, bajó el arma con normalidad, como si nada hubiese pasado... Camine hacia Desoto arrodillándome a su costado mientras lo tomaba de la cadena que caía alrededor de su cuello.
El seguro del gatillo del arma de Michael ha sido desprendido, lo miro, aprieta su puño libre con fuerza mientras su mandíbula está más que tensa, noto cual furioso esta, noto la maldita mirada de odio que desprende de él tan fácilmente...
─La famosa Lily Collins... Tus padres procrearon a una tipa habladora, con ovarios y sobre todo, atractiva...
─Ya lárgate Malcom ─una vez más la voz de Michael es presenciada por mí.
─Lo haré, lo haré, tienes testículos para seguir aquí Joe... Si fuese tú, me hubiese ido de inmediato ─el hombre, soltó a la chica del cabello y metió su mano a la bolsa delantera de su pantalón, note como sacaba de esta un pañuelo de color blanco.
La chica, al momento de dar dos pasos hacia adelante fue tomada una vez más por ese hombre, para ver como este se acercaba a ella y le susurraba algo que para mí era difícil de escuchar. La chica solo se queda estática y segundos después asiente bajando la mirada...
─Llamare a la policía, para que reclamen el cuerpo de su madre ─ ¿Qué mierda? ─Mark se hará cargo de todo lo demás.
─...
Sin más palabras, el tipo empujó a la chica con fuerza para que estará comenzara a caminar, ella estaba temblando, llorando, estaba terriblemente atormentada por todo lo que estaba pasando... Aquella mujer que solía hablar con mi madre, murió, la mujer que fue a dar la pista del asesino de mis padres... La madre de Nicol aquella adolescente estudiosa y que ahora ha comenzado a conocer el infierno...
─Collins ─volteo mi rostro hacia Michael─ toma tu teléfono, ropa, dinero, lo que necesites.
─ ¿Qué?
─Obedéceme ahora.
─...
─ ¡¿Qué putas esperas?!
***
No sé qué mierda empaque... Ni siquiera sé que cosas me faltaron o incluso que cosas traje de más...
No sé qué mierda está pasando...
El miedo es tan grande que siento esas ganas inmensas de devolver, no he dicho nada, ni siquiera me he dignado a ver a Michael.
Conduce con velocidad, lo hace sin importar llamar la atención de los transeúntes, no entiendo nada, no entiendo la aparición tan repentina de aquel hombre, ni siquiera entiendo cómo fue posible que aquella chica llegara hasta ese apartamento y peor aún el cómo es posible que su madre este muerta.
Tomó el auto de Harry...
No quiso usar su auto por una extraña razón que aun desconozco y como el auto de Harry seguía en los apartamentos simplemente lo uso.
Inhalo y exhalo con profundidad, me he comenzado a marear debido a la velocidad con la que conduce, pero de un de repente el auto se detiene...
Lo veo bajar con rapidez mientras observa a todas partes, las calles siguen solas y la lluvia sigue en su punto más alto. Ha rodeado el auto hasta llegar a mi costado y abrir la puerta de inmediato, mi mirada viaja hasta parte de su chamarra observando una abertura que me lleva a observar aquella camisa color blanca manchada de algo, algo que me hizo erizar la piel...
─Michael ¿Qué es eso?
─Baja del auto Lily.
─Michael...
Su mano, toma la mía para bajarme del auto con un poco de fuerza, Desoto ya ha bajado y ahora que las puertas del auto están cerradas, nos encaminamos hacia una casa que más bien da el aspecto como si fueran pequeños edificios muy juntos, recuerdo este sitio... Recuerdo que aquí fue donde Michael y Harry mataron al tipo de la gasolinera, al tipo de recién llegue a ver al llegar a este trabajo...
Cuando entramos a aquella casa puedo notar que hay muebles. Puedo notar que está libre de polvo, libre de cualquier rastro de suciedad...
Sigue tomando mi mano, no sé qué pasa, su mano esta helada, temblorosa, su cuerpo tenso y lleno de una fina capa de sudor. Me sienta sobre una silla y después se arrodilla frente a mí. Jamás lo había visto así de nervioso, de aterrado...
─Escúchame con atención Lily ─murmura─ por favor, escúchame con atención...
─Michael ¿Qué ocurre?
─Prométeme que no te iras de aquí Lily.
─Michael
─Prométemelo Collins, prométeme que te quedaras aquí... Pase lo que pase conmigo o con Harry...
─...Me estas asustando Michael...
─Lily, te lo imploro... Prométemelo... Prométemelo ahora...
─...Te lo prometo pero por favor, cuéntame que pasa... ¿Qué ocurre? ¿Quién era él? Ella era hija de la mujer que Jolson llevo a los apartamento el mismo día que encontramos muertos a mis padres Michael...
─Lo sé, lo sé Lily pero... Por favor escúchame, te suplico, no salgas de este lugar si no regreso.
─... De que hablas... ¿A dónde iras?
─Collins, ese hombre trabaja para uno de los traficantes que llegaron aquí a la ciudad, traficantes, con los que hice un trato Lily...
─... No entiendo Michael ─la desesperación y el temor tiñen mi voz, el lleva ambas anos hasta mis mejillas aprisionando mi rostro con fuerza, coloco mis manos encima de las suyas y lo miro con mis ojos cristalizados.
─Lily... Yo soy el responsable de que Andrew este en el hospital al borde de la muerte.
─... ─no podía asimilar lo que me había dicho, no podía darme a la tarea de organizar mis palabras, no podía siquiera tener una reacción, lo miro pero no sé qué expresa ahora mi mirada, lo miro, pero no sé qué mierda decirle.
─Estaba tan encabronado por lo que te hizo... Fui yo quien les pago para que lo mataran en la ciudad, fui yo quien les dio las coordenadas de donde estaba... Lily, te juro, que no sabía que Dylan estaría con él... Ni siquiera sabía que Frank estaría también en ese sitio.
─...
─Lily... Mate a la madre de esa chica...
─ ¿Por qué lo has hecho? ¡¿Qué mierda hacías en mi antiguo vecindario Michael?!
─... Malcom vive allí... Le prometí llevarle droga por lo que hizo... Y cuando ambos salimos de su casa, una mujer llamó mi atención al haberla visto antes... Fue cuando dijo que me recordaba... Fue cuando... Gritó a su hija que llamara a la policía... No podía permitir que la llamará y me arrestaran a mi o a Malcom, no cuando soy buscado Lily... Y-yo corrí hacia la casa de la mujer mucho antes de que cerrara la puerta, Malcom me ayudo a entrar y entonces... El golpeo a la mujer con fuerza haciendo que esta cayera al piso... Su hija gritó y entonces... Malcom comenzó a golpearla hasta dejarla inconsciente. Tenía medo Lily... Tenía miedo de que la mujer me delatara y... Fuese más buscado... Tuve que matarla... ¡Mate a una mujer inocente Lily!
─... ─estoy estática ante sus palabras, ante aquella historia que hasta ahora me ha dejado atónita...
La mato, lo hizo sin siquiera medir las consecuencias... Lo hizo una vez más, mato a una mujer inocente, a una mujer que no debía nada a nadie... Michael jamás había asesinado a ninguna mujer después de haber asesinado a Diana... Jamás lo hizo y no lo hizo por debilidad... No encuentro palabras para decirle, ni siquiera sé que
mierda debe estar sintiendo ahora al saber que mato a una mujer que era madre de una adolescente de quince años.
Bajo la mirada tragando saliva con dureza, no puedo dejar de pensar en esa mujer, en su hija... En el infierno que ahora la han condenado con un hombre al cual conocí por minutos y se, que es un maldito maniático...
─La policía te está buscando una vez más... ─murmure.
─No lo sé... N-no sé si la chica o la mujer alcanzaron a dar mis datos...
─ ¿Por qué te reconoció Michael?
─...
─ ¿Michael? ¿po-porque?
─Lily, tengo que decirte algo que me está matando lentamente... Ya no puedo más con esto... No puedo Lily...
─...
─He tenido que hacer tantas cosas para salvar la vida de tu hermano y la tuya... Que la última cosa que hice fue la que me mato por Lily...
─Michael
─Siento ser una mierda contigo, siento mucho que no creas en mis palabras cuando te digo que te quiero, que eres especial para mí, siento mucho no poder ser yo quien tenga que acompañarte en una carga como esta Lily... Pero quiero que sepas, que te quiero, y que quiero que hagas lo que mejor te convenga en tu embarazo, por primera vez en tres años me he sentido feliz Lily, lo he hecho y lo fui por un momento al ver esa prueba de embarazo...
─Michael...
─Pero no mereces traer a alguien al mundo, sabiendo que tú no lo veras con la misma cara y felicidad...
─Por favor, para... Para ya Michael...
─... Perdóname por ser tan mierda... Pero es la única manera en la que conseguirás salir viva de aquí...
─...
La puerta de aquella casa comenzó a ser golpeada con un poco de fuerza y desesperación, Michael se levantó con rapidez caminado fuera de la pequeña sala en la que nos encontrábamos, me siento tan confundida, me siento tan perdida y dolida... No sé qué mierda pasa, no sé qué sucederá de ahora en adelante... Ni siquiera sé, que creer de sus palabras...
Llevo mi vista al frente al momento en que veo a Harry colocar dos de sus maletas en el piso. Un suspiro sale de mis labios al saber que quizás ambos planearon algo para juntarnos y salir de esta ciudad, Harry no me dice nada, ni siquiera me mira, simplemente camina hacia la ventana para bajar las persianas y caminar hacia las otras para hacer el mismo procedimiento.
─La ciudad está llena de policías Joe ─Harry habla desde lo que pareciera ser la cocina─ hubo un tiroteo cercas de la cuarenta y cinco, dos hombres heridos, además de una mujer muerta. ¿Qué carajo pasa?
Cuando Harry entra a la sala una vez más, Michael suspira y se dirige hacia un sofá para sentarse, Harry lo mira con rareza antes de dirigir su mirada hacia mí. Me coloco de pie y camino hasta él posándome frente a su cuerpo y rostro. Su ceño se frunce ligeramente y después, mira a Michael.
─Estoy lista para salir de esta ciudad...
***
Acaricio la cabeza del perro que yace acostado sobre mis piernas, acaricio con gran cariño y amor sus orejas recorriéndolas como si se tratase de la cosa más delicada del mundo.
Mi cuerpo, está en el piso mientras la posición en la que me encuentro es sentada contra la pared. No sé ni siquiera si yo debería estar en esta habitación en la que me encuentro. Recorro la estancia pintada de un color verde grisáceo, hay cuadros pequeños colgados sobre las paredes de este mientras puedo notar como el polvo cubre el cristal en una fina capa.
Hay un armario de color madera recargado justo enfrente de aquella cama que tal pareciera nunca fue usada por ninguna persona. La mesita de noche que esta junto a la cama llama mi atención al ser la portadora de una lámpara algo antigua, un recipiente color blanco con flores color rosa palo también están allí presentes, y un despertador de aquellos que salen en las películas de jóvenes universitarios.
Aparto a Desoto con delicadeza de mis piernas para colocarme de pie y encaminarme hacia una pequeña estantería de libros.
Observe cada cosa que se encontraba allí desde el más pequeño adorno hasta el libro más grueso. Hay fotos de pinturas y otras de paisajes, simplemente es una habitación que denota alegría...
Un sobre de color amarillento llama mi atención, parece viejo debido al color sin embargo al tomar el sobre puedo sentir y notar que estaba en lo cierto. Una oleada de escalofríos recorre mi cuerpo haciendo que mi piel se erizara por completo.
Frunzo el ceño al llevar mi mirada hacia la ventana de la cual cortinas largas de color perla cuelgan de estas cayendo y tocando el piso. Camino hacia la ventana con el sobre en manos al momento de haber llegado hasta la ventana, asome mi cabeza siendo testigo de la lluvia aun caer sobre la ciudad. Recargo mis brazos sobre la ventana para mirar con más detenimiento la lluvia y ahora aquella carta.
Comienzo a abrir aquel sobre encontrándome solo con una pequeña carta de la venta de esta casa, nada con importancia al parecer.
─La casa fue hipotecada a una mujer que se fue a Londres ─al girar sobre mis talones me topo con la mirada de Harry, el hombre ha entrado a la habitación con sequedad, toma un cuadro del estante y lo mira─ el banco se la quitó y poco después fue hipotecada, la mujer prefirió dejarla e irse a Londres con sus padres y esposo. La compramos al momento en que vimos la oportunidad, creíamos que nadie se entraría de esta casa si algo malo llegaba a pasar.
─Es grande...
─Si, lo es.
─...
El silencio y la incomodidad crecieron conforme pasaban los segundos, Harry coloco aquel cuadro en el estante y después se sentó sobre la cama mirando hacia aquel perro quien hasta ahora no ha hecho más que estar acostado en el piso mientras se llame sus patas delanteras.
Hace su cuerpo hacia adelante al momento en que sus manos son entrelazadas, después suelta un suspiro cansado y de fastidio.
─Michael me contó lo que hizo con aquella mujer ─me miró─ también lo que hizo con Andrew.
─...
─Por él, por mí y por ti... ¿Qué más debemos hacer para salvarnos a todos Lily?
─Creí que estarías con Ian.
─No evadas lo que te acabo de preguntar...
─...
─ ¿Pensaste que harás? ¿Has pensado que tu cuidado será mayor de ahora en adelante?
─Lo sé... Lo he pensado, pero... Y-yo seguiré con esto Harry...
─Se que lo harás Lily... Michael me lo dijo.
─No lo veas como un distractor para ustedes Harry...
─ ¿Distractor? De lo único que Michael y yo hablamos Collins, es de la amenaza que puede ser para ti. Jolson puede hacerte daño Lily, a ti, a Michael. Lily solo queremos que comprendas que, esto no es una vida fácil.
─Sé que no lo es Harry... Pero, quiero intentarlo... Déjame intentarlo.
─Quiero mantenerte a salvo Lily... Si Michael no lo hizo al menos déjame
─No abortare Harry... Por favor basta, deja de ser tan duró contigo mismo al querer forzarme a hacer algo que yo no quiero... No es tu maldito problema, no es tu vida Harry.
─...
─Quiero esto y, créeme que si no fuese así les hubiera tomado la palabra al primer instante en que me lo pidieron... ¿Por qué no comprenden?
Harry, se colocó de pie con rapidez, dió algunos pasos hacia mi dirección logrando que retrocediera al instante, al chocar contra la pared simplemente sentí sus manos aprisionar mi rostro con delicadeza, empuñe mis ojos mientras colocaba mis manos encima de las suyas y después la realidad llego a m al oírlo hablarme.
─Lily, mírame, mírame por favor... ─negaba lentamente, sentía sus dedos recorrer mis mejillas, mi nariz, todo aquello que tuviesen sus dedos a su alcance, al abrir los ojos, pude ver esa mirada de preocupación, de miedo, de algo que desconocía de este hombre─ ¿es esto lo que de verdad quieres?
─... Estoy segura de que lo quiero, Harry... Quiero esto para mi vida... Por favor, comprendan que, que esto es lo que quiero y lo que de verdad quiero sentir y experimentar.
─...
─No nos harán daño Harry... Porque nos iremos de New York... Tú, Michael y yo... Y, y estaremos a salvo Harry, sin que nadie se dé cuenta de esto... Podrás hacer lo que más te guste sin miedo a correr de la policía, podrás tener una vida que poco a poco será normal...
─No me preocupa mi vida Lily, me preocupa la tuya...
─... Deja de preocuparte Harry... Si tanto te importa ayudarme, ayúdame a que comprendas que este embarazo no cambiara nada... Por favor...
Un asentimiento corto se construyó en él, lo veía con impresión, lo observaba con ese afán tan desesperado de que siguiera manteniendo su mirada en mí, pero al verlo bajar su mirada y sus manos de mi rostro, no pude evitar abrazarlo con fuerza al verlo a los ojos, al verlo derramar algunas lágrimas que yacían resbalando sobre sus mejillas.
Pocas veces los he visto llorar, pocas veces los he visto asustados y preocupados... Pocas veces he podido abrazarlos para hacerles entender que todo estará bien. Y ahora, solo quiero que comprenda que más que nunca necesito de su ayuda, de su apoyo porque esto, sé que esto para él y Michael es una gran carga de desesperación.
Cierro los ojos por segundos al sentir aquella calidez que sus brazos me transmiten, cierro los ojos al sentir esa linda paz que fluye de ambos...
Al abrir los ojos, mi mirada viaja hasta aquella puerta observando la silueta de aquel hombre quien yace recargado en el marco de la puerta mientras su mirada yace perdida sobre Desoto, un suspiro sale de mis labios al verlo asentir y sonreír a medias y al darse la vuelta para salir de aquella zona, volví a cerrar los ojos...
Mientras pensaba e imaginaba, que todos, saldríamos vivos de esta... Y así será...
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