Capítulo.- 40
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Mis rodillas han comenzado a temblar, el movimiento que estas hacen es imparable, siento como si alguien tomara mis piernas e intentara doblarlas, siento como el frío recorre mi cuerpo de una manera inhabitual, pero sé que el temor y la preocupación crecen cuando todo en mi ser ha comenzado a hormiguear...
La punta de mis dedos es helada, juro poder sentir los dedos de mis pies de la misma manera aunque ahora un par de calcetines y zapatos deportivos estén sobre mis pies.
Subo y bajo la mirada con miedo y angustia, subo y bajo la mirada implorando que esto solo sea una pesadilla...
Una pesadilla en la cual solo experimente el vivir con dos asesinos y traficantes de droga...
Una pesadilla en la cual solo tuve que sobrevivir por minutos, una pesadilla en la cual viviera que es estar en este trabajo, en la cual supiera los riesgos de enamorarme de una de estas personas...
De uno de los asesinos que se han empeñado a buscar por tres malditos años.
El nudo se instala en mi garganta por voluntad propia, los párparpados han comenzado a sentirse pesados y mis ojos han comenzado a arder por las lágrimas que se han empezado a acumular en ellos.
Trago saliva llevado mí mirada hacia la pared de color blanco, fijo mi vista en esta tratando de no llorar, tratando de no derramar ni una sola lagrima.
Aún recuerdo el primer día que los conocí, recuerdo aquel momento en el que Michael me dijo que frente a él nadie lloraba, nunca comprendí el porqué de esas palabras pero, anteriormente llore frente a él, con miedo, con pavor, con aquel mal presentimiento de sentir que él me haría callar con un golpe, con un regaño, con lo que fuera... Sigo viviendo con ese medo pero hasta ahora, nada de eso ha llegado hasta mí.
Pero presiento que pronto sucederá...
─ ¡Respóndeme con una mierda! ─su grito ronco y profundo me hizo sobresaltar sobre mi lugar, mi mano derecha subió hasta mi brazo izquierdo para comenzar a rascarme tratando de evitar que el llanto me abandonara.
Empuño los ojos asustada y temerosa las lágrimas comienzan a caer y solo puedo pensar lo peor... Siento su mano sujetar mi brazo con fuerza, suelto un gemido desgarrador por la fuerza que ahora aplica en mí, Harry, arrebata la prueba de embarazo de la mano de Michael y entonces me la pone enfrente de mi rostro.
Jamás los había visto así de molestos... Ni siquiera cuando rompí aquella carísima botella de ron que Harry había conseguido en una antigua tienda de vinos y licores.
─ ¿Es tuya? ─Harry pregunta molesto, no digo nada─ Lily ¿es tuya?
─...
─ ¡¿Por qué putas no respondes?! ─llanto... Ese maldito llanto desgarrador me ha hecho romper más de lo habitual, mi rostro yace empapado, siento un terrible dolor en la sien y garganta─ ¡¿Es que acaso se tiene que aplicar violencia contra ti?!
─ ¡Deja de gritarme! ¡Cállate y deja de gritarme! ─la fuerza con la mis palabras salieron hicieron que el chico de ojos esmeraldas solo se molestara más, trate de hacer que Michael me soltara pero me era imposible, me tenía bien sujeta, me estaba lastimando.
─ ¿Qué deje de gritarte? ¡¿Qué deje de gritarte cando estas embarazada Collins?! ¡¿Cómo mierda exiges eso sabiendo que ahora cargas con una mierda Collins?!
─ ¡No es tu puta responsabilidad lo que pase con mi puta vida Styles! ¡No es tu puta responsabilidad y nunca lo será, no tienes el jodido derecho de gritarme y hablarme como si fuera una jodida mierda que no sabe en lo que se ha metido!
Mi cuerpo, fue pegado a la pared con brusquedad, la mano de Michael me logro empujar con fuerza hasta esta y después simplemente cubrió mi boca con su otra mano... No los conozco... No los conozco...
Me siento indefensa, me siento... Insegura... Desprotegida... Me siento como la típica chica enamorada de un patán... Un patán que me está lastimando de una manera tan nefasta que me asfixia, me mata...
Sus ojos son oscuros, no destellan emoción alguna más solo un odio infinito hacia mi persona... Jamás olvidare esa mirada, la cual poco a poco fue bajando hasta llegar a mi vientre.
El odio, el repudio, el asco... Todo eso y más se pudo describir en esa mirada oscura.
Una vez más aquella prueba de embarazo está a su disposición, la mira por unos instantes de volver a recorrerme con la mirada.
─Te preguntare una vez más, ¿hace cuánto que lo sabias Collins? ─con sus manos fuera de mi alcance, trate de responder, pero tenía miedo, tanto miedo de que fuera a matarme de una paliza aquí mismo, en esta habitación─ ¡habla!
─ ¡Hoy mismo! ─grite con desesperación, siento que me quedare sin voz, siento que me quedare sin nada en cuestión de segundos─ ¡hoy lo hice!
─...
Fuerza, valor, no sé cómo mierda aún estoy de pie, no sé cómo he soportado aun el estar aquí, mirándolos a ambos, mientras me observan con odio y una desaprobación total... Michael gira sobre sus talones mientras sus manos son llevadas con desesperación hasta su cabeza y después solo miro a Harry aun con sus ojos sobre mí, aun expresando aquella maldita mirada de molestia...
Mi respiración es entrecortada, irregular, el llanto aún sigue presente y esta no ayuda mucho a que pueda respirar mejor.
El sonido de la prueba de embarazo estamparse contra me hace sobre saltar en mí mismo lugar, empuño los ojos mientras me comienzo a abrazar a mí misma, solo quiero escaparme ahora más que nunca...
─No sé porque mierda sigues aquí... ─dice en un murmuro perceptible── no sé cómo carajo no te has ido Collins...
─... N-no es solo culpa mía...
─Tienes razón ─esa brusquedad me hizo mirarlo, y él me miraba a mí con molestia y con una gran rareza que me era difícil acostumbrarme a su mirada─ fue culpa mía por no haber puesto mis limites ante ti, fue culpa mía por haber estado tan centrado en ayudarte ¡fue mi culpa el haberme aprovechado de una estúpida, que tal parece fue inteligente para comprar una puta prueba de embarazo pero no para malditas pastillas!
─ ¡Lo lamento! ¿Si? ¡Lamento no haber podido pensar eso! ¡Lamento el haberme encariñado contigo! ¡Lamento demasiado el haberme sentido segura a tu lado, tanto que no me importo y no medí las consecuencias de mis actos! ¡Lamento el haber llegado a estorbarles aquí y exponerlos a esto cuando no se lo merecían!
─...
─... Lamento, el poder haber confiado en mis propios pensamientos para creer que esto alguna vez podría funcionar de verdad... Lamento demasiado el haberlos considerado mi familia después de todos sus cuidados. Y tal vez lo lamento, porque por desgracia no tuve esos malditos consejos de mi madre, de mi padre, lo lamento tanto por haberme embarazado cuando ni tú ni yo, somos responsables de nuestras propias vidas... ¿Pero saben? Lo que no puedo lamentar es el lindo comportamiento que han tenido conmigo en algunas ocasiones, no puedo lamentar el haberme sentido querida por segundos, minutos, horas... Oh incluso semanas... Eso no lo puedo lamentar...
─... ─un suspiro salió de los labios de Michael, profundo y de desesperación, lo único que pude hacer fue observarlo con un afán de que comprendiera el dolor que sus palabras ocasionaban en mí, ese dolor tan amargo que me dolía en el alma, los miraba, esperaba algo, lo que fuera, quería que de verdad vieran la sinceridad de mis palabras, el dolor y la alegría que esto ocasionaba en mí.
─Por favor... Di algo...
─Llama de nuevo a Regí, Harry ─serenidad ante todo, no podía describir lo que sentía de verdad, no podía─ que se apresure Harry... Esto tiene que llegar a su fin.
Harry, tomo su celular de la mesita de noche y se dirigió a la salida de la habitación, lo veía como presionaba los números que estaban en la pantalla, Michael hizo la misma acción de caminar hacia la puerta para salir, pero lo detuve tomándolo de su mano derecha. La frialdad con la que se detuvo fue más que suficiente para notar aún más su enojo. Seguía llorando, seguía implorando porque me mirara como aquellas veces en las que su mirada dulce y sincera era la única con la que me sentía segura, feliz, protegida...
─Suéltame, Collins.
─No... No, no lo hare, por favor escúchame...
─ ¿Escucharte? ─giró hacia mi dirección con enfado─ ¿Qué debo escuchar de ti Lily?
─... Michael, es de ti... Este embarazo es por ti...
─No estoy negándote que no sea por mi Collins. Se lo que hice y cuantas veces lo hice... Pero esto, esto no es lo que yo pedí, lo que yo quise.
─ ¿Y crees que es lo que yo quería?
─Por eso vendrá Regí.
─ ¡No quiero abortar!
─ ¡¿Entonces quieres morir a manos de Jolson cuando se entere Collins?! ¡¿Quieres arriesgar tu vida?!
─... No es mi vida la que está en peligro Michael... Es la tuya... Por eso quieres que aborte, por eso quieres que
─Solo cierra la boca ya, Collins... Quiero ayudarte.
─... Entonces yo no estoy dispuesta a aceptar tu ayuda... Vete ya...
─...
─ ¡Déjame sola por el amor de Dios!
Lo vi tomar la perilla de la puerta y cerrarla con fuerza, lo cristales de la ventana retumbaron con fuerza, solo sentía esa necesidad de terminar con este dolor pero también, quería seguir como si nada, quería seguir adelante con...Oh sin su apoyo...
─Que se pudra en su propio infierno... No abortare...
***
Michael
Una hora después
Nadie está para nadie, después de que todo está a punto de terminar...
Todo se está repitiendo, la condene a esto, la dañe, la lastime... La estoy matando yo mismo con mis propios engaños, juegos, e incluso mentiras...
Todo está mal, no quiero esto, pero tampoco quiero dejarla a la vista de todos, a la vista de Jolson, a la vista de personas que podrían acabar con ella... Conmigo.
Esto lo hago por ella, no por mí, lo hago por su bienestar, lo hago porque quiero verla bien, porque quiero verla vivir por más tiempo. No quiero arriesgarla a esto, la he arriesgado bastante exponiéndola a un mundo de crimines, asaltos, asesinatos.
Ella no merece esto... No merece mi protección.
Regí llego hace hora aproximadamente, una hora en la cual directamente se fue hacia la habitación de aquella mujer, no ha salido, no ha venido a decirnos algo a Harry y a mi...
Estoy sentado frente a la mesa, esperando cualquier sonido de la puerta de aquella habitación abrirse, sin embargo no hay nada de ruido... Solo las voces del exterior, solo aquellos sonidos de las patrullas recorrer la ciudad, los sonidos de los trenes a lo lejos.
Harry, reaparece en mi campo de visión mientras me extiende un vaso lleno hasta la mitad de un líquido color dorado, lo veo a los ojos por unos instantes antes de tomar aquel vaso y colocarlo sobre la mesa.
─ ¿Crees que Andrew tenga que ver en esto? ─su curiosidad es grande, sin embargo, me atrevo a romperla con una negación, se sienta frente a mí con una mirada de impacto─ entonces tú
─Es mío Harry ─lo miro.
─...Michael yo
─Por favor ya no digas nada... Ya no Harry... Y-yo estaba tan desempeñado en tratar de olvidar a Diana que no puse atención en lo que hacía, no vi cuánto daño le estuve haciendo, no supe... Y hasta hoy lo veo Harry...
─... ¿La quieres?
─ ¿Qué?
─Que si la quieres.
─...Harry
─Michael... He visto como la miras, como la proteges, como la añoras en silencio... Esa puta ausencia tuya Michael, solo la tuviste con una mujer y después de tantos años, la volviste a tener.
─...
─No es necesario que la hagas hacer algo que ella no quiere solo por miedo a volver a perder a alguien que te ha cambiado en cierto sentido.
─Harry por el amor de Dios
─Vete con ella, Michael...
─Harry
─Michael, has vivido en la mierda por tres putos años. Ya es momento de que, mi amigo, mi hermano, haga algo que siempre deseo formalizar en algún momento... Lily es una mujer... Que ha pasado por la misma mierda que tú.
─Sabes que no puedo, sabes que esa mierda que ella ha pasado ha sido por culpa mío Harry...
─... Estarás allí para ella Michael... ¿No?
─...
─Antes de que la obligues a hacer algo de lo que no tú estás seguro, piénsalo, has algo bien por ti, has algo bien por ella... Ella no merece sufrir más... Mucho menos tú.
─ ¿Y tú? Jolson no se quedara tranquilo hasta que le digas a donde nos fuimos Harry... Sabes lo que pasara...
─Michael... Mi padre está en prisión, mi madre me odia y Gemma... Gemma es una niña que ni me recordara con el paso del tiempo. Piénsalo...
─No arriesgare ningún pellejo, Harry... Nada cambiara...
─...
Pasos provenientes del pasillo me hicieron ponerme de pie, pude ver a Regí en una completa serenidad que era diga de decirme todo aquello que quería saber.
Un suspiro se escapa de los labios de Regí y después se sienta en uno de los sofás para acomodarse y mirar hacia nuestra dirección.
─ ¿Puedo decirte felicidades, Michael?
─...
─Está por cumplir tres semanas... Esta devastada Michael...
─Regí...
─No la harás abortar Michael... La chica, quiere tener a tu hijo...
─... No, no Regí, ella tiene que abortar.
─Michael ─regí se colocó de pie mientras comenzaba a acercarse hacia nosotros, sus manos están dentro de sus bolsillos y su mirada está plasmada en mi─ sabes que te quiero como a un hijo... Pero a veces, me dan ganas de proporcionarte unos cuantos golpes... ¿No lo ves? Lily está embarazada, me conto todo, conto los días en los que tuviste elaciones con ella, incluyo el día en que Andrew abuso de ella... Tiene casi tres semanas Michael... Casi tres semanas.
─Regí ella no debe estar embarazada.
─Y tú no debiste jugar con fuego Michael... La chica es responsable de algo que sabe que estuvo mal, ¿Dónde está tu responsabilidad Michael? Ella es joven, tiene dieciocho años Michael.
─Y yo veinticinco Regí, eso no cambia nada, por el amor de Dios...Regí, no quiero que nada malo le pase.
─Michael, tienes dinero a tu poder, dinero el cual sé, no ocupas como deberías, deja que la chica se vaya, deja que la chica haga algo de diferencia en ella misma. No quiere abortar Michael ella quiere tener a ese hijo tuyo, ella lo quiere Michael. Y tú no puedes interferir en las decisiones que ella tome.
─Regí esto lo hago por su bien, por su maldita seguridad ¿Qué no comprenden? La quiero a salvo, no quiero condenarla a esa carga no quiero que la vean después de meses... Con una enorme barriga Regí.
─Pero comprende hijo, tampoco puedes interferir en el embarazo en el cual ella desea experimentar a más profundidad.
Harry suspiró con pesadez antes de beber por completo de aquel licor que estaba en el vaso de cristal, me senté sobre la silla sintiendo la pesadez de todo este problema, me senté para pensar en alguna solución que pudiese venir a mí. No tengo cabeza para pensar en que puedo hacer por ella, no sé qué carajo hacer para ayudarla a ella a salir de este embrollo...
Un suspiro agotador sale de los labios de Regí, el hombre, mete una de sus manos a aquella chamarra color negra, para de esta sacar un frasco de color blanco no muy grande ni muy chico, el tamaño era el adecuado.
Colocó el frasco de pastillas frente a mí mientras su mirada seguía en aquel frasco plástico. Observe la etiqueta de aquel frasco percatándome de las letras y números que este contenía y, cuando tome el frasco con mis propias manos, pude darme cuenta que estas pastillas ya habían estado hace tres años en esta casa...
─... Ella puede tomarlas desde la cuarta semana... Oh hasta la semana doce Michael... Piensa bien que quieres para ella, para ti... Piensa bien en si hacer esto es lo correcto.
─ ¿Y piensas que dejarla seguir con el embarazo es correcto Regí? Si Jolson se entera
─Jolson se ira en una semana a lo mucho Michael...tú, Harry y la chica pueden irse de New York. Planear algo Michael... Algo... que haga creer a ese hombre que los tres se esfumaron para siempre.
─Regí
─Michael... Haz algo bien en tu maldita vida. Si la chica quiere proseguir con el embarazo, es porque de verdad quiere cambiar algo de ella, quiere cambiar algo de ti, de Harry... Ustedes pueden irse ahora mismo, pueden hacerlo y yo no diré nada porque se Michael, sé que la libertad de todo esto es lo que tu anhelas más que nada en este mundo. Y esta es tu oportunidad...
─No soy nadie para poner en riesgo tu vida Regí, ni la de Harry ni mucho menos la de Lily.
─ ¿Mi vida? Mi vida termino cuando Jolson mato a mis dos pequeñas y a mi mujer Michael... No cometas lo mismo que yo, no cometas lo que ya cometiste una vez...
─...
─Me retiro... ─el hombre, giró sobre sus talones mientras comenzaba a caminar hacia su maletín que yacía sobre uno de los sofás, al tomarlo me miro por cuestión de segundos para seguir caminando como si nada hubiese pasado.
Al llegar a la puerta el hombre la abrió y después salió paro en seco al final de la división que da con el interior del apartamento y con lo de afuera.
─Protección es todo lo que Lily necesita Michael... Tal vez cambies de opinión... Llámame si lo haces.
***
He estado en completo silencio, he estado observando con despecho hacia la nada, he estado concentrada en mis propios pensamientos mientras la preocupación sigue en lo más alto de mí.
Cuando Regí llego solo pude imaginar lo peor, un regaño, advertencia, mas gritos de él de los que tuve con ambos hombres, sin embargo no fue así... Jamás olvidare la felicidad de aquel hombre por haber sabido esto que a Harry y a Michael lo mato de rabia y coraje...
«Felicidades Lily, pero fue un mal momento para traer a un hijo a este mundo»
Y tuvo razón en sus palabras, prometió no decir nada, me prometió apoyarme si ellos no lo hacían, y también, me prometió hablar con ambos hombre y uno en especial... Michael...
No sé qué hare, mi decisión está tomada, pero no sé si pueda ser la correcta, no sé si pueda cuidar de un niño en este mundo, si tenga apoyo... Si logre sobrevivir...
Le conté todo a Regí, todo... Incluyendo del día en que Andrew Banner me violo... Todo fue contado con mis propias palabras y aún sigo sin asimilar mi situación... Tengo tanto miedo que no sé qué mierda hare para lograr superar este temor tan sofocante...
Escucho pasos aproximarse al pasillo, sigo sentada en aquella cama guardando silencio, guardando mis lágrimas y solo manteniendo mis ojos cristalinos y húmedos.
Cuando la puerta es abierta, la silueta de Michael es la que observo, entra sin decir nada a la habitación cerrando la puerta en completo silencio y después, un suspiro saliente de sus labios hace que inhale aún más la tensión del ambiente.
Camina hacia mi dirección, no me atrevo a verlo, no aun después de cómo me grito, no aun después de que me pidiera hacer algo de lo cual no estoy a favor...
Veo que coloca algo en la mesita de noche y después, observo como coloca otra cosa un poco más pesada. Miro hacia mi costado percatándome de la presencia de un vaso con agua y un frasco de pastillas. Y después, me atrevo a mirarlo con despecho.
─Termina ya con esto Lily.
─... ¿Te asusta morir, Michael?
─No.
─Entonces, déjame continuar con esto.
─ ¿Dejarte continuar con un maldito embarazo, Collins? ¿Es que eso lo que quieres?
─Quiero que me dejes continuar con algo que quiero para mi... No te estoy pidiendo tu parte Joe... Solo te pido, respetes mi decisión.
─ ¿Crees que tu decisión será muy importante para Jolson, Collins? ¡Te va a matar cuando lo sepa!
─ ¡¿De cuándo acá te importa mi vida, Joe?!
─ ¡Desde siempre Collins! ¡Desde que llegaste a cambiar la vida de este bastardo de mierda me he interesado por protegerte, por cuidarte!... por amarte como lo mereces...
─... Tú no me amas Michael... Y nunca lo harás...
─Lily
Cuando se acercó a mí para colocar sus manos sobre mis mejillas, retrocedí un poco mirándolo con despecho, bajó sus manos con sequedad mientras sus ojos marrones seguían intactos sobre los míos... Trague con dureza apretando mis puños, mis ojos abandonaron los suyos y fueron directamente hacia el frasco de pastillas.
─No sé qué mierda paso con el hijo que Diana esperaba de Harry ─dije en casi un susurro─ pero te aseguro, Michael... Que no soy Diana, te aseguro que yo si cuidare de lo que ahora, crecerá en mi vientre... No me importa hasta que maldito mes llegue... No me interesa si tengo que morir a manos de Jolson o incluso, por misma obra tuya.
─Collins
─Concéntrate ya en tu puta vida... Y en la vida que pasaste con esa mujer muerta Joe...
─...
─ ¿Quieres que aborte? Lo hare sobre mi cadáver... Vete.
─Collins
─ ¡Vete con una mierda! ─le grite despavorida, le grite sin siquiera medir mi tono de voz─ ¡que te vayas! ─era tanto la exigencia por hacer que se fuera y quedarme sola en esta habitación organizar mis ideas, lo que quería, lo que estuviera bien y lo que estuviera mal...
Me sentía mal, sentía esa esa extraña sensación de tener las emociones revueltas, sentía esa extraña necesidad de querer disculparme, de querer hacerlo por lo estúpida que he sido al no poder aceptar, al no poder investigar, al no poder darme cuenta de las consecuencias que podrían surgir con este maldito sentimiento que creció sin importar nada, que creció sin siquiera poder aclararme la mente y las ideas, creció... Si poder darme una señal de que él jamás sentiría algo por mí...
Palabras muertas, palabras mudas... Palabras que el sabia expresar con una simple mirada, él sabía que mentía y yo seguía cayendo bajo sus engaños y esas incomparables palabras que para mí eran música, porque jamás nadie, o alguien me las decía con la pasión y el sentimiento con las que él las envolvía...
Mi voz flaqueo al igual que mis ganas de poder seguir con esto...
Quiero intentarlo, pero tengo miedo... Quiero experimentarlo, pero me da angustia y temor...
¿Hasta dónde llegare? ¿Cambiare de opinión?
Todo está simplemente en mí, y solo en mí...
Lo veo girar con desesperación mientras sus manos solo suben hasta la altura de su cabeza, su cuerpo sale de la habitación sin dejar rastro alguno de su presencia. Solo aquel vaso de agua y ese frasco de pastillas están allí, intactas... Bajo de la cama con molestia, sin importar que mis pies descalzos toquen el frio piso.
Mis manos toman aquel vaso de cristal y sin mi consentimiento lo arrojo hasta aquella pared blanca, mientras era testigo de como el vaso se rompía en miles de pedazos, la pared cubierta de una mancha grande que iba esparciéndose aún más, era presenciada, al igual que los miles de trozos pequeños que yacían esparcidos por toda la estancia...
No me importa que haya miles de pedazos pequeños sobre el piso, ni siquiera me importa saber que ahora mis rodillas desnudas tocan el piso, sintiendo punzadas recorrer mis piernas, sintiendo el dolor, el ardor, la quemazón...
Pero nada me dolía mas, que el haberme enamorado de un hombre que siempre estará plasmado con la imagen de una mujer muerta...
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