Capítulo.- 37

Dos días han pasado desde aquel acontecimiento que aún muchos no olvidan, dos días desde que supimos que Andrew Banner está en un hospital recuperándose de lo sucedido, en un hospital el cual ha estado rodeado de policías de toda clase.

La noticia de que Andrew Banner estaba vivo después de aquel incidente se esparció como cualquiera de las enfermedades de siglos antiguos, la noticia ha invadido radios, televisiones, periódicos e incluso revistas. Páginas de internet y redes sociales están esparcidas de aquella noticia de la cual, no puedo decir que estoy feliz, pero tampoco puedo decir que estoy preocupada por aquel hombre.

Las autoridades han afirmado que Andrew está bien, pero que en una especie de coma en el cual puede tardar días e incluso semanas en despertar. Jolson está desesperado y asustado por lo que pueda suceder, tanto que ha comenzado a idear planes para sacar a Andrew del hospital o incluso, terminar con el trabajo que aquellos hombres desconocidos no terminaron.

Michael y Harry han tratado de localizar a dichos sujetos que atacaron contra Andrew, sin embargo no veo que los esfuerzos de ambos hombres vayan a traer frutos. No hay pistas del paradero de aquellos hombres por lo cual hace más difícil que Michael y Harry actúen conforme al plan que ambos se plantaron.

Sin duda alguna, los problemas en la ciudad están por la cima, muertes, asaltos, nuevos traficantes de droga se han presentado en la ciudad lo cual hace que el trabajo de los hombres de Jolson sea escaso...

Después de lo ocurrido con Michael el mismo día del incidente de Andrew, el hombre no me ha dirigido la palabra como solía hacerlo, me causa un poco de gracia por el simple hecho de que se comporta como un infeliz, pero además, me causa rencor, me causa culpa por haber pensado mal de él y de Harry...

El día de ayer por la noche fui despertada por risas provenientes de él y de la que bien podría ser Charlotte, Harry estaba en aquella conversación junto con la chica que hace semanas trajo al apartamento seguramente recuerdan a la tipa que pensaba que era necesario que yo supiese su nombre ¿no? Bueno, pues esa chica de nuevo piso el apartamento.

El punto es, que no pude sentir una molestia enorme por presenciar a Michael riendo con Charlotte, si, sé que no somos nada, sé que no debería de sentir celos o enojo, pero... Lo hice.

─Tierra llamando a Lily ─la chica que está en frente mío truena sus dedos frente a mi rostro trayendome a la realidad, llevo mi mirada hacia Alice quien sonríe de manera grande y sincera─ vaya, eres difícil de traer a la realidad, llevo llamándote hace minutos, incluso el mesero te llamaba.

Mire al hombre de camisa blanca, pantalones y delantal negro y piel blanca mientras me miraba con una sonrisa blanca y brillante, sus ojos son oscuros como la noche, toma con precisión su bolígrafo y su libreta pequeña de apuntes, suspira y vuelve a sonreír.

─ ¿Desea ordenar algo? O ¿gusta volver a imaginar un poco más?

─... ─ ¿se está burlando de mí? Porque eso parece. Asiento apenada mientras me acomodo mejor en aquella silla después, subo mis manos a la barra y lo miro─ yo... Quisiera un brownie y un latte de vainilla...

─Bien ─respondió al momento de anotar─ y ¿para usted señorita? ─miró sonriente a Alice.

─Si, yo quisiera un baguette y un café con leche.

─Muy bien, en seguida traeré sus pedidos.

El mesero, giró sobre sus talones y comenzó a caminar en dirección hacia la cocina, baje la mirada al sentir la mirada divertida de Alice sobre mí, y al levantarla solo la pude reír en un nivel bajo.

─Atractivo ¿cierto? ─dijo risueña, solo negué sonriendo.

─Olvídalo, no es de mi tipo.

─Claro que no, tu prefieres hombres como Harry o como Michael, que sean malos, extrovertidos, dioses de la belleza pura, no me lo niegues.

─Oh, ya cállate.

Alice sonrió mientras tomaba la carta de los menús para la tarde de hoy, son casi las siete de la tarde y hoy me la he pasado de lo mejor a lado de Alice, pude contactarla al pedirle su número a Harry, ya que el tipo tenia comunicación constante con Cardi, Harry me hizo el favor de averiguar aquel número con Cardi y bueno, aquí estoy hoy con Alice.

Hemos hablado de muchas cosas con respecto a su vida y con la relación de sus padres, con las decisiones que deberá de tomar para estudiar en una muy buena universidad y pues... Bueno, no la noto del todo feliz y complacida.

La sonrisa que llevaba en mis labios poco a poco fue desapareciendo para transformarse en una línea recta acompañada de una expresión distante y seca.

─ ¿Sabes? ─Alice habla con voz clara y suave─ hemos hablado de mi vida y de lo mucho que te extrañe ─sonreí─ pero... No me has contado casi nada de tu vida con ellos, Lily.

─No hay mucho de qué hablar Alice, solo... Casi nada.

─Tu rostro dice lo contrario.

─... Me voy a volver loca Alice, me están volviendo loca.

─ ¿Michael y Harry? Pero ambos tipos se van bastante cuerdos Lily.

─Deja a un lado el sarcasmo Alice... Yo, yo no me siento bien estando en esto... Es mucho trabajo, estrés, peligro... Alice esto poco a poco se está saliendo de las manos de Michael, de Harry, de Jolson... Si esto sigue así, la mitad de los hombres de Jolson terminaran diez metros bajo tierra.

─He escuchado las noticas ─dice mirándome─ mis padres están aterrados desde que paso el incidente de la preparatoria, dejaron su viaje para ir conmigo. Comprendo que tú estés igual de asustada.

─El miedo es temporal Alice... Mi preocupación es permanente...

─Escuche lo de Andrew... Vaya, sigo sin creer que de verdad le haya pasado eso.

─... Me alegra que le haya pasado aquello...

─ ¿Qué?

─...

─Lily ¿Qué has dicho?

─Alice, el tipo se lo merece...

─Nadie se merece que le disparen y lo dejen inconsciente Collins... Es un ser humano.

─ ¿Pensarías lo mismo si ese tipo te hubiese violado sin piedad, Alice?

─... ¿Qué?

─Olvídalo ─me levante de aquella silla mirándola─ no lo entenderías Alice.

Y cuando estuve a punto de dejar aquella mesa para ir directo a los baños, la mano de Alice sostuvo mi brazo impidiéndome que siguiera avanzando, la mire mientras su rostro tenía una expresión distinta, una expresión de curiosidad, miedo, angustia, molestia... Emociones y expresiones mescladas que me hicieron saber que ahora, ella exigía una explicación.

─No lo entenderé... Pero tratare de ponerme en tu lugar por segundos, Lily... ¿Qué sucedió?

─... ─suspire entrecortadamente y después, me dirigí hacia la silla para volver a sentarme. Baje la mirada al igual que mis manos hasta que sentí como ambas tocaron mis piernas, mire a la chica que esta frente a mí por segundos─ Jolson le había pedido a Michael asistir a los edificios, tal parece que tenía un trabajo para él, y así fue.

─...

─Al llegar, Andrew estaba abusando de la sobrina de Carl... y... Dios, fue aterrador... Jolson me dijo que tenía un trabajo para mí, vigilar a Liam, y cuando fui con él, Andrew llego y... Me fui... Lo horrible de esto es que el bastardo me siguió hasta unos pasillos y... Me violo...

─... Lily yo

─No digas que lo sientes ─empuñe mis ojos─ no lo hagas...

─... ¿Michael y Harry hicieron algo al respecto?

─No, yo les pedí que no lo hicieran... No quisiera saber que Jolson les dio una paliza por mostrarme interés.

─Por el amor de Dios Lily... pero... ¿te sientes bien?

─...

─ ¿Lily?

He tenido tantas sensaciones Alice... Sensaciones que me hacen estremecer y llorar por el temor... Por la preocupación de mi vida...

─Lily

─Tengo miedo... Tengo miedo de que esté embarazada Alice...

─... Lily

─ ¡Alice conozco los síntomas! ─alce la voz al sentir mis lágrimas resbalar por mis mejillas─ los mareos, el sueño, esas inmensas ganas de devolver... Tengo miedo Alice... Tengo mucho miedo...

─Andrew debe pagar por esto Lily, él

─ ¿Andrew? ─pregunte confundida, una risa me asalto mientras la negación se hacía presente─ estoy segura que Andrew no tiene que ver en esto Alice...

─...

Estuve con Michael dos o tres veces...

─Lily...

─No hubo protección por parte de ninguno Alice, yo... No sé qué hacer.

─... Tienes que decirle...

─ ¿Decirle? ¿Para qué me vuele la puta cabeza?

─No lo hará Lily... Es parte de su responsabilidad asumir esto.

─Alice

─ ¡Tiene que ver por ti, no solo por él!

─...

─Y si aún no confirmas eso, es momento de que lo hagas lo más pronto posible Lily... Y sé, que tendrán que planear algo.

─... Lo conoces, Alice. Y sabes lo que me pedirá que haga... Lo sabes, con tal de que nadie se entere de esto...

─Si se ha preocupado por ti, si se acostó contigo en esas ocasiones... Estoy segura de que ambos, pensaran en algo... Pero confirma bien esto que me has contado, Lily.

Alice tenía razón, debía aclarar bien mis dudas, organizar mis ideas y... Quizás, planear el cómo saldré de esta... Tengo miedo, tengo esta horrible sensación de pánico que poco a poco comenzara a dominar mi cuerpo. Veo al mesero dirigirse hacia nosotras con aquellos pedidos que le hicimos hace minutos, bajo la mirada tratando de ocultar mis lágrimas pero sin embargo solo consigo que el tipo se dé cuenta de que algo está mal conmigo.

Al colocar la comida frente a nosotras me mira un par de segundos para después darse la vuelta y dirigirse hacia la mesa de un grupo de jóvenes quienes ríen y conversan de manera amigable.

─Trata... De no pensar en eso Lily. Veremos qué hacer con lo que te ocurre...

─...

***

Ahora me encuentro caminado sola por las calles de la ciudad, ha comenzado a oscurecer y sé que las calles muy pronto comenzaran a ser peligrosas. Alice, se ofreció a acompañarme pero le dije que estaba bien que yo me fuera sola, no quería alejarla de las calles que estaban cercas a su hogar, no quería arriesgarla a que le sucediera algo, es por eso que ahora soy yo la que camina sola por las calles.

Cruzo la acera al verificar que ningún auto me siga, y al hacerlo mi mirada viaja hasta una pequeña farmacia situada en la esquina de la calle, me quedo para frente a esta por unos segundos antes de suspirar y dar algunos pasos hasta esta.

Mis manos, empujan el cristal de las puertas con delicadeza y al entrar dejo de sostener el cristal para contemplar como las puertas se cierran solas.

Solo una mujer y un hombre de avanzada edad se encuentran en el sitio, y en la caja una mujer de unos cuarenta años es la que se encuentra ayudando a los ancianos. Cuando camino hasta la mujer ella me mira y después me dedica una pequeña sonrisa, trato de no mirarla tanto a los ojos, ya que sinceramente, no me gustaría que me reconociera...

─ ¿Te puedo ayudar en algo querida? ─suena amable, su voz es cálida y sincera, pocas veces me he topado con gente que de verdad ama su trabajo, con gente que es amable en pocas palabras.

─Si, yo... Qui-quisiera comprar una... Una prueba de embarazo...

─Oh, claro que si cariño te muestro las que tengo.

─Por favor, solo...Comprare la que mejor tenga...

─La mejor te costara sesenta dólares cariño.

─Está bien... La llevare.

La mujer asintió con tranquilidad para girar sobre sus talones y dirigirse a una estantería, al tomar una caja color blanca con un diseño en esta camino hasta la caja registradora mientras el detector de precios hacia su trabajo con la ayuda de la mujer.

Cuando le entregue el dinero ella tomo el cambio y me lo entrego junto con aquella prueba que ya había colocado en una bolsa plástica color blanco. Agradecí en un murmuro casi perceptible y salí del lugar a toda prisa.

Casi corría por las calles, solo quería llegar al a apartamento y descansar, pensar bien las cosas, razonar con lo que ahora estaba pasando... Pensar en lo que hare si esa prueba me da positivo... ¿Cómo mierda se lo diré? ¿Cómo lo tomara? Sé que Andrew no tiene que ver en esto, y lo sé porque yo vi, yo lo vi terminar fuera de mí...

Mis pensamientos eran tan fuertes que no me di cuenta de que ya había llegado al apartamento... Suspiraba mientras subía las escaleras con prisa, los autos de ambos sujetos yacen estacionados en la misma zona de siempre. Al llegar al apartamento saque las llaves de mi chaqueta para depositarlas en la cerradura y después girar las llaves con normalidad.

Al entrar, mi mirada se fue directamente hacia la sala en donde pude contemplar a Michael bebiendo una cerveza mientras que Harry yacía de pie sacando algo de la nevera. Cerré la puerta al estar por completo dentro del apartamento.

La mirada de Michael, recorrió mi cuerpo hasta llegar a la bolsa plástica que yacía sobre mis manos, su ceño se frunció con delicadeza al notar el logo de la farmacia que estaba en la bolsa. Camine hasta el pasillo con normalidad ignorando su mirada, sin embargo los pasos de alguien cada vez eran más cercanos a mí.

Al entrar a la habitación coloque la bolsa en el cajón de la mesita de noche y pronto lo cerré sin aplicar demasiada fuerza.

─Y... ¿Cómo te fue? ─la voz de Harry me hizo girar hacia la puerta, yace cruzado de brazos mientras su mirada está en mí, detrás de él yace Michael aun con su ceño fruncido y tal pareciera que ahora se encuentra buscando aquella bolsa plástica que venía conmigo.

─Oh, pues... Nada mal, conversar de nuevo con Alice fue bueno. Ya la extrañaba ─sonreí.

─Es bueno saberlo ─tranquilo y feliz, Harry frota sus manos para continuar─ pensaba en preparar algo para cenar, siempre cocinas tú así que... Bueno, intentare hacer algo esta noche.

─Oh, te lo agradezco Harry pero... No tengo hambre, comí con Alice y, bueno, tú me entiendes.

─Ya veo, bien, creo que esta vez solo cenaremos Michael y yo. Deberías descansar Lily, tuviste un día largo ─menciono Harry antes de darse la vuelta y comenzar a caminar hacia el pasillo.

Bajo la mirada una vez los ojos de Michael chocan contra los míos, me siento en la cama mientras comienzo a jugar con es dedos, mientras pienso, suplico y anhelo que no entre a la habitación.

Pero mis deseos y anhelaciones son en vano.

El sonido de la puerta ser cerrada me pone la piel de gallina, sus pasos son lentos pero resonantes y su aroma varonil cada vez es más fuerte y exquisito.

Empuño los ojos al momento en que su silueta me cubre por completo, mis rodillas comienzan a tambalearse lentamente mientras que mis labios ya han comenzado a titilar. Estos malditos nervios ya han comenzado a atacarme...

Abrí los ojos con lentitud mientras subía la mirada de la misma manera, una línea recta esta sobre sus labios, su mirada sigue observándome con delicadeza, sigue mirándome con un afán desesperado de que yo lo mire la misma manera.

─Fuiste a la farmacia ¿a qué?

─... Necesitaba comprar algo...

─ ¿Algo? ¿Qué es algo para ti, Collins?

─Toallas higiénicas ─dije con rapidez─ eso compre.

─... No has siquiera ocupado las que siguen en el baño, Lily.

─...

─Han pasado quince días, y siguen allí.

─Y-yo... Me gusta ser prevenida. Además, ¿qué mierda te tiene que importar cada cuando las uso y cuando no?

Una sonrisa carente de humor escapo de sus labios, simpático... Simpático al hacer aquellas acciones.

Trago saliva mientras mis ojos no dejan de recorrer sus movimientos, y al verlo cruzarse de brazos niega un par de veces antes de bajar ambas manos a sus costados y observarme de una manera que hizo erizar mi piel.

─No te molestare más con eso ─menciono girando sobre sus talones mientras sus pasos cada vez eran más cercanos a la puerta, al abrirla lo mire salir de esta con naturalidad─ descansa.


***


Han pasado un par de horas desde que llegue, no había salido de la habitación hasta hace apenas veinte minutos. Me había concentrado leyendo un libro que tome de la mesita de noche, la mayoría de los libros tienen las hojas rasgadas o muy amarillentas lo que me hace saber que estos libros son muy antiguos.

Después de dejar de leer aquel libro, me comprometí a tomar un baño lo más pronto posible, sinceramente estoy agotada, estoy cansada hasta la medula y por ahora solo quiero tocar la cama para caer en un profundo sueño.

Cuando cierro las llaves de la regadera, abro el cancel y dejo aquella tina antigua en la cual me sumergí por un par de minutos, tomo la toalla blanca que estaba encima de aquel mueble de metal para comenzar a envolver sobre mi cuerpo.

Al terminar con el procedimiento, meto mi mano en aquella tina para quitar el pequeño chuponcillo que obstruía que el agua escapara.

Gire sobre mis talones para tomar la perilla y girarla con normalidad. Salí del baño caminando hasta la habitación, el silencio en el apartamento es enorme, sé que Harry no está y sé que Michael seguramente está en la sala viendo la televisión o incluso puede estar dormido sobre alguno de esos sillones.

Cierro la puerta de la habitación una vez me adentro a esta, tomo la ropa que esta sobre la cama para comenzar a vestirme.

Coloco mi ropa interior y después mi pijama que consistía en un short cortó con pequeños diseños de bichos tiernos y una blusa blanca con pequeñas hojas de árbol.

Tomo la toalla y comienzo a secar mi cabello de manera rápida, mi mirada se dirige hacia la pequeña mesita de noche en donde deposite aquella bolsa con la prueba de embarazo.

Estoy nerviosa... Y sé, que nada bueno saldrá de esto...

Los golpes que han comenzado a emanar de la puerta me sacan de mis cavilaciones, dejo la toalla y me dirijo hasta la puerta para abrirla, el rostro sereno de Michael es el que puedo contemplar, atento a cada expresión mía recorre mi cuerpo con cautela haciéndome estremecer.

Hago la misma acción que él y después prosigo con darme la vuelta y seguir secando mi cabello.

─Iré a la tienda de servicio ¿ocupas algo?

─Nada por el momento ─respondo sin siquiera mirarlo.

Una ráfaga de escalofríos recorre mi cuerpo al sentir cada vez más cercas el suyo, me estremezco por completo al sentir sus manos deslizarse sobre mis caderas para bajar lentamente hasta mis glúteos y al final trazar un camino de caricias sobre mis piernas.

El frote que mis manos hacían con la toalla sobre mi cabello, cada vez disminuyeron más, cada vez era más lento el movimiento que mis manos hacían y todo gracias a esa sensación de escalofríos que no dejaban de amenazarme, de recorrerme y de condenarme a un infierno que ya había dejado de sentir hace tiempo...

Suspiro dejando la toalla con nerviosismo...

─No era mi intención gritarte así ─murmuró. Su cuerpo, cada vez estaba más junto al mío, sentía su respiración sobre mi espalda, sentía lo bellos de mi piel erizarse por completo al recibir aquel escalofrió─ tampoco era mi intención asustarte...

Gimo al momento en que su mano se introduce en la parte trasera de mi pequeño short, sus dedos fríos tratan de tomar la temperatura cálida de mi piel, suelto un suspiro al momento en que mis manos se apoyan contra la cama, empuño los ojos al sentir sus dientes morder con delicadeza el lóbulo de mi oreja para después bajar con lentitud hasta mi cuello y hacer la misma acción.

Sus dientes muerden con suavidad mi cuello, sus labios se deslizan sobre mi hombro mientras su respiración choca contra mi piel.

Al separarse de mí, recupero el aliento de aquel momento en que cual pude sentir, aquella sensación de excitación con solo esos roses y mordidas que me proporcionaba.

Al colocarme de pie, sentí sus manos aprisionar mi cuerpo con fuerza, sus manos se colocaron en mi vientre pegándome a su cuerpo con dureza. Sus labios, una vez se habían colocado sobre mi cuello, dándome mordidas placenteras que me hacían gemir y suspirar a cada segundo.

Sus manos, tomaron el inicio de mi blusa subiéndola con rapidez sobre mi cuerpo hasta quitarla por completo, siento una fría ráfaga de viento apoderarse de mi piel y pronto, sus manos han comenzado a adueñarse de mis pechos, escabullendo sus manos por debajo de mi sujetador y brindando caricias leves y suaves.

Siento como ahora desliza mi short sobre mis piernas y cuando este toca el piso me gira con rapidez para poder devorar mis labios como tanto había deseado que lo hiciera.

Sus manos bajan hasta mis glúteos para empujarme con fuerza hacia su cuerpo, gimo al sentir el roce que su erección ha provocado por encima de mis bragas y, es entonces que me hace sentar sobre la cama para poco a poco comenzar a recostarme sobre esta.

Esta entre mis piernas, besándome sin piedad, torturándome al introducir sus dedos dentro de la tela de mis bragas, gimo sin descanso, me retuerzo sobre el goce y el éxtasis de sentir sus dedos acariciarme sin detención.

Mis manos, toman la tela de su camisa comenzando a subirla por su torso y pecho y por ultimo quitarla por completo al estar encima de su cabeza.

Araño su espalda sin el consentimiento de lo que poder hacer, muerdo su hombro desnudo al sentir el ritmo aumentar, y cuando siento que estoy a punto de correrme, el sujeto para de inmediato, me mira con excitación y con un fuerte deseo, muerde su labio inferior de manera exquisita y después, baja la mirada hasta mis pechos.

El sostén, ha comenzado a deslizarse sobre mis hombros, los tirantes ya están fuera del alcance de mis brazos y para él, es la puerta para entrar al juego que ya pretendía comenzar a experimentar.

Sus manos aprisionan mis pechos desnudos, sus labios bajan hasta ellos para besarlos y morderlos, mis suspiros son profundos y mis gemidos son constantes, mis rodillas han comenzado a temblar al momento en que veo como sus manos han estado jugando con el cierre y botón de aquel pantalón.

Aunque le pida que pare, no lo hará...

Sus labios húmedos se deslizan por en medio de mis pechos, bajando lentamente hasta mi vientre, labios cálidos y húmedos, suaves al contacto con mi piel, y sus caricias que han comenzado a surgir una vez más en mi cuerpo.

Quiero hacerte mía una vez más, Lily...






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