Capítulo.- 32

El frío cala hasta los huesos, el aire sopla con fuerza mientras el sonido que este provoca viaja alrededor para tumbar las hojas de los árboles que yacen marchitándose poco a poco, el otoño se acerca y el clima poco a poco va cambiando. Una de mis estaciones favoritas del año es esta, el sentir el frío, el sentir el viento, el sentir las gotas de lluvia que comenzaran a caer más seguido cubriendo la enorme ciudad que asechamos a diario.


Cierro la puerta del auto antes de subir la mirada hacia adelante, antes de observar las calles oscuras que están a nuestro alrededor. Los focos que están en cada esquina apenas si pueden alumbrar la estancia, uno de ellos titila sin parar y sé que esa es una señal nada agradable...

El momento perfecto para los delincuentes es este, el foco está apunto de fundirse lo que significa atracos a las tiendas y casas que están cercas de la avenida, asaltos y asesinatos...

Desoto gruñe sacándome de mis cavilaciones, sus orejas elevadas prestan atención a cada suceso que se presenta en el ambiente, luce tenso, luce desconfiando, luce como si presintiera el peligro de esta nueva misión para ambos...

Michael comienza a caminar con un poco de prisa, veo a mi amigo de cuatro patas antes de emprender camino hacia el hombre de rizos quien yace tomando su arma con ambas manos, subiendo y bajando la guardia hace que me ponga más nerviosa de lo normal...

El lugar en el que nos encontramos es limpio, no hay paredes pintadas por los vándalos, no hay persona alguna en las calles, salvo nosotros y aquellos hombres que seguramente ya han estado asechando en aquella casa de la fiesta...

Aceleramos el paso un poco más, Desoto va por delante olfateando y vigilando lo que pareciera ser la zona en la que nos encontramos y cuando para, es cuando Michael y yo paramos hasta ver que el can vuelva a avanzar confiando de haber hecho bien su trabajo.

Ha pasado ya un tiempo desde que Desoto sufrió el peor ataque de su vida, aún sigo sin poderme perdonar lo que sucedió, sigo sin poder creer que mi mejor amigo casi pierde la vida y todo por la maldad de algún hombre que de verdad no tuvo la compasión para poder dejarlo tranquilo...

El sonido de la música es presenciado por los tres, Desoto se detiene en seco y después retrocede algunos pasos antes de correr con alegría hacia mi dirección, sonrío un poco antes de acariciar las orejas de aquel perro y mirarlo directamente a los ojos.

─Ve ─digo antes de verlo correr hacia aquella dirección con firmeza, Michael y yo seguimos el paso hasta ver una camioneta de los hombres de Jolson estacionada frente a aquella casa.

Andrew y Frank bajan de aquella camioneta sumidos en la serenidad, sumidos en la concentración mientras cargan aquellas armas que yacen sobre sus manos. Tengo tiempo de trabajar con ellos, tengo tiempo de saber sus movimientos y mañas y aun no me acostumbro a poder verlos a la cara... Sigo atenta a cada acción que ambos hagan, sigo alerta a lo que Michael me dijo sobre ambos, en especial sobre Andrew.

Ambos hombres cierran las puertas de la camioneta para acercarse a nosotros paro en seco antes de acercarme más de la cuenta a esos sujetos, llevo mi mirada hacia Desoto quien yace olfateando una vez más el área.

─Maldito Marcus ─habla Andrew─ un perro no nos ayudara para nada, necesitamos a los perros de Jolson. Hay una mierda de gente dentro de aquella casa.

─No necesitamos a los perros de Jolson, Andrew ─Frank habla arrogante─ Desoto sabe lo que hace, el perro es listo y es lo que necesitamos ahora. Tan solo observa ─Frank se cruza de brazos mientras una corta sonrisa aparece en su rostro─ el perro hace algo que los otros no, olfatea y va primero que los demás... Es preventivo y eso me gusta.

─Como sea ─responde Andrew─ ¿vamos?

─Vamos... Ian y Zach ya están cercas de la casa ─responde Frank─ si algo sale mal... Lily, saldrás de la casa de inmediato.

─ ¿Por qué? ─pregunto confunda, Frank baja la mirada mientras le quita el seguro a su arma.

─Si llaman a la policía y si la policía te ve, te investigaran y si te investigan, sabrán quién eres y todo se ira a la mierda Collins ─Michael responde con voz ronca, frunzo mi ceño para después asentir y bajar la mirada.

─Bien... Comprendo.

─Vamos entonces.

Al momento de decir aquello, la puerta de aquella casa parecía ser abierta, Zach e Ian al parecer se pusieron alerta antes de correr hacia una dirección que no diera con la vista de aquellas personas que al parecer saldrían de la casa. Nosotros nos regresamos hasta el otro lado del auto cubriéndonos de aquellas personas que ya habían salido del auto, Desoto por fortuna logro correr detrás de Ian y Zach...

Hay voces a lo lejos acompañadas de risas carentes de humor, me levanto un poco para poder ver a través del cristal de la camioneta a las personas que han salido de la casa. Mi atención se vuelca en los jóvenes que ya se encuentran fuera de la casa despidiéndose de un hombre que reconocí en seguida. Liam está allí, parado junto a una mujer que luce un vestido color rojo, pegado al cuerpo dejando ver su estupenda figura, luce tacones altos de un color plateado los cuales le hacen lucir asombrosa con aquel vestido.

Frunzo mi ceño al ver que al menos cinco adolescentes se dirigen hacia un auto muy bonito y al parecer nuevo, es entonces que entro en razón para darme cuenta que aquella chica de cabello lacio y negro, es la hija de Liam...

Sigo observando a la chica quien ya ha abierto la puerta del auto, sus acompañantes a han abierto las otras para tener acceso y poder entrar a este de forma inmediata. Las luces del auto son encendidas y pronto el motor del auto es escuchado por todos los que nos encontrábamos allí.

El auto paso frente a nosotros, ese auto color blanco que iba siendo conducido a una velocidad apropiada de una adolescente que al parecer sabia los riesgos de tener un auto... Dirijo mi mirada hacia la casa en la cual pude notar que Liam y aquella mujer ya habían entrado a aquella casa para cerrar la puerta.

Pronto, Michael se coloca de pie antes de guardar su arma en la parte trasera de sus pantalones. Andrew y Frank hacen lo mismo.

─Lily y yo iremos por ella ─responde Michael decidido─ entren por Liam y por su esposa.

─Trataremos de hacerlo, sigue habiendo gente en la casa.

─Llámenme si necesitan algo. Lily, vámonos.

Michael comenzó a caminar de forma rápida hasta donde yacía el auto estacionado, cuando comencé a seguirlo mire hacia atrás para silbar con fuerza haciendo que Desoto saliera de la oscuridad para correr hacia mí. Pronto, comenzamos a correr hasta el auto y al llegar a este subimos de forma inmediata sin siquiera abrochar los cinturones de seguridad, Michael, ya había comenzado a conducir de manera rápida buscando por las calles aquel auto del cual de pronto hubiese parecido que la tierra se lo hubiese tragado.

Ayudo a buscar aquel auto, pero no hay señales de este, Michael gira por una de las avenidas de la zona la cual da directo a salir de las residencias pequeñas que yacían en este sitio y cuando pensamos que todo estaba perdido, el auto apareció casi frente nuestras narices.

Sonreí victoriosa, aunque el nerviosismo ya había aparecido de la misma manera, tenía miedo, miedo a que esto terminara siendo un total fracaso... Michael, ha tomado la distancia de aquel auto teniendo en cuenta que no quiere ser descubierto, teniendo en cuenta que esto es lo más importante que ahora estamos haciendo. No debe haber fallas, no debe haber errores, no debe siquiera haber sospecha alguna de que estamos siguiendo aquel auto...

No dice nada, sigue atento a cada giro que hace el auto para adentrarse a alguna avenida, es entonces que el auto se dirige hacia uno de los túneles de la zona, la sonrisa que se formó en su rostro fue sinónimo de que algo nuevo había nacido de ese maravilloso hombre que yacía a mi lado.

─Conducirás el auto Lily ─dice el mirándome─ me llevare a tres en el auto de la chica y tú a los otros dos.

─... ¿Podrás?

─Preocúpate por ti por ahora.

─Bien...

Aceleró un poco al momento en que el auto de aquella chica ya se había introducido al túnel, comprendí lo que aria, comprendí su plan a la perfección y entonces saque mi arma quitándole el seguro... La maniobra que hizo con el auto me puso la piel de gallina y fue que se atravesó frente al auto de aquella chica logrando al menos un rose pequeño de su auto y el de ella...

Baje de inmediato del auto apuntando con el arma, él hizo lo mismo que yo mientras apuntábamos a aquel auto color blanco, desde el interior del auto pudimos ver los rostros de pánico de aquellos adolescentes, pudimos ver el nerviosismo que había nacido en ellos.

Michael, se acercó hasta la puerta del auto forcejeando para poder abrirla, la chica ya había colocado el seguir al auto al igual que sus demás acompañantes...

El sonido del cristal siendo roto me hizo estremecer, fue entonces que mire a Michael golpear una vez más el cristal con el mango de aquella arma. Los gritos de horror de las tres mujeres que se encontraban fueron más agudos de lo esperado y, al momento en que Michael metió la mano en donde iba el cristal, abrió la puerta logrando tomar a aquella chica del brazo, la chica gritaba y forcejeaba, lloraba y pataleaba con fuerza, esta aterrada...

El chico que iba alado de ella bajo del auto furioso, estaba decidido a enfrentarnos, estaba decidido a cometer un error... Pero todo fue en vano.

─ ¡Quédate en donde estas! ─Michael gritó amenazante mientras apuntaba al chico, este, volvió a dar un paso más, fue en ese entonces que dispare a un costado de este volviendo a escuchar los gritos de aquellas mujeres, el tipo paró.

─El siguiente ira para ti ─amenazo, el chico me mira con temor antes de dar un asentimiento corto─ ¡quiero que lancen sus celulares fuera del auto ahora mismo!

El chico, metió una de sus manos a los bolsillos de su pantalón tomando su celular y tirarlo al piso, mire hacia el interior del auto observando que los demás hacían lo mismo. Michael les ordeno que bajaran del auto en completo silencio llevando sus manos hasta su cabeza, ellos obedecieron y bajaron del auto cumpliendo las órdenes del moreno.

─Yo iré por delante Collins, sígueme y suena la bocina si pasa algo, las dos amigas de Brenda irán contigo.

─Bien... ─me acerque a las dos mujeres que me miraban con temor, las tome del brazo a ambas guiándolas hasta el auto de Michael, y al hacerlas subir Desoto comenzó a ladrarles de forma grotesca. Lo calle de inmediato mientras el can se brincaba al asiento del copiloto.

Cuando Michael hizo subir a aquellos jóvenes al auto, cerré ambas puertas del auto colocando el seguro automático de inmediato, puse mi atención en ellas por medio del espejo retrovisor, puse mi atención en Desoto quien no ha dejado de gruñir e intimidarlas con sus colmillos... Puse atención al hombre que ahora ya ha comenzado a conducir aquel auto...

Ha pasado casi una hora desde que comenzamos a conducir, las cosas van bien hasta ahora, Michael no ha dado señales de molestia por medio de aquellos adolescentes que lleva con él en aquel auto, espero que todo marche bien.

Desoto sigue atento a las dos mujeres que no han dejado de llorar y consolarse entre ellas mismas, han rezado, han llorado porque nada malo les pase, sin embargo veo que ahora la fe no está de su lado...

Vuelvo a mirarlas una vez más por el espejo retrovisor antes de toparme con la mirada de una de ellas, su maquillaje yace corrido, la máscara negra para pestañas yace sobre sus húmedas mejillas, el labial ojo que llevaba puesto desde un principio ha desaparecido a causa de la mordedura de labios que con tanta frecuencia hacía en ella.

─... ¿A-a dónde vamos? ─pregunta con voz entrecortada, llevo la mirada hacia el frente al percatarme de que Michael ya ha girado por la última calle que nos llevara a la casa de Jolson─ ¿Qué nos harán?

No dije nada, ni siquiera volví a mirarlas, Desoto seguía alerta, está nervioso, está al tanto de lo que ambas hagan o digan... Paro el auto detrás de la camioneta que yacía conduciendo delante de mí, las enormes rejillas de la residencia son abiertas dejando ver a los hombres que yacen vigilando el perímetro, vuelvo a avanzar a la hora en la que Michael vuelve a conducir hasta llegar al interior de la residencia... Llegamos...

Caminamos por los enromes pasillos de la casa de Jolson, los cinco adolescentes han vuelto a estar juntos, las tres mujeres lloran desconsoladas mientras que los dos hombres se mantienen al margen de no caer en el llanto o romperse frente a nosotros y frente aquellas mujeres quienes al parecer para ellos son importantes.

La música clásica se escucha al fondo, música relajante, música de la cual puedo decir que es mi favorita... La voz de aquella mujer que canta es exquisita, los sonidos de pianos, violines y más son la combinación perfecta para poder gozar de esto por un buen tiempo...

Cuando estamos al frente de una puerta de la cual proviene aquella música, Michael abre la puerta sin siquiera tocar, dejando a la vista a ese hombre que yace mirando hacia la ventana mientras fuma un apesto puro, recorro la estancia percatándome de que Rachel está allí, sentada, con la mirada fija en la chimenea, observando los troncos consumirse con lentitud, mi mirada también viaja hacia aquel niño que yace detrás de un lienzo grande el cual esta sostenido por un caballete, mi hermano Dylan me mira con recelo, me mira con una confusión notoria en su mirada... Y después, pasa su mirada sobre el hombre de rizos quien ya ha comenzado a verlo de la misma manera.

─La chica está aquí ─Michael habla sin quitarle la mirada de encima a Dylan, Jolson lleva su mirada hacia nosotros, una sonrisa lo asalta y poco a poco se acerca hasta nosotros.

─ ¿Dónde está Natasha?

─Hubo un cambio de planes ─Michael mira a Jolson─ tal parece que Brenda planeaba salir a disfrutar de su cumpleaños sin compañía de sus padres.

La chica, Brenda, tiene la mirada baja, sus manos están entrelazadas y sus rodillas tiemblan levemente. Jolson, camina hasta ella en completo silencio, en completa calma y al estar frente a la chica, se pone de cuclillas frente a ella para sonreírle de manera grande y atemorizante.

─Sera divertido jugar con tu padre al enterarse que estas aquí... ─la chica, alzó la mirada en medio del llanto, después empuño sus ojos volviendo a llorar─ es una pena que tu estés aquí y no tu pariente... Carl... Es una lástima... Veremos si tu padre tiene testículos para entregar a su hermano y rescatarte.

─...

─James ─Jolson, llamó a uno de los hombres armado que estaban en la sala, James se acercó hasta nosotros para mirar a Jolson.

─A ellos, llévalos al sótano, contactare a sus padres más tarde. Necesitamos dinero para pagarles a estos hijos de perra ─Jolson se colocó de pie para sonreírme de manera sincera─ merecen miles y miles de dólares... En especial tú, Lily... Tienes ovarios nena, tienes ovarios para haber hecho esto.

─... Michael y Harry me enseñaron todo lo que se...

─Tal parece que estos imbéciles por fin han aprovechado el tiempo en algo y no en abusar de jovencitas ─Jolson, giró sobre sus talones para caminar hacia Dylan, mi hermano se encuentra limpiando un pincel delgado mientras este es sumergido en agua por un corto tiempo─ Dylan va por el mismo camino ─Jolson sonrió con gratitud─ muy pronto los hermanos pasaran a ser enemigos de trabajo Collins, Dylan es fuerte, Andrew lo ha ayudado bastante enseñándole buenas cosas.

─... Ojala que Andrew lo enseñara a amar y respetar a sus padres a pesar de todo lo sucedido ─respondo con molestia mirando a Dylan, este frunce su ceño y baja la mirada con una sonrisa corta─ ¿podemos irnos ya? ─digo mirando a Michael─ quiero ir con Harry ahora...

─.Lo que digas ─responde él en completa serenidad.

─ ¿La preparas para que ella te mate al final Joe? ─Dylan habla con firmeza, me giro hacia mi hermano mirándolo abandonar aquel banco en el que estaba sentado─ ¿para eso la preparas? Es una pérdida de tiempo cuando te podría matar ahora mismo si quisiera.

─Mocoso de mierda ¡cuida tus putas palabras! ─Michael alza la voz con molestia, Jolson solo sonríe mientras posa una de sus manos por el hombro derecho de Dylan.

─Retírense, Michael... Y gracias por esto. Esperen noticias mías mañana...

─Bien ─Michael gira sobre sus talones para caminar hacia la salida de aquella sala, para en seco antes de levantar la mirada y tomar la manija de aquella puerta─ los demás seguramente siguen encontrando la manera de como traer a Liam y a Natasha, Jolson, sería bueno que los llamaras... Buenas noches.

Una vez salimos de la casa de Jolson, Michael y yo subimos al auto de él en completo silencio, Desoto ya estaba arriba de este mirando por la ventanilla y al vernos comenzó a ladrar de alegría por vernos volver sanos y salvos. El auto de aquella mujer yace a un costado del de Michael, apagado con las llaves en él, tal parece que los hombres de Jolson lo cuidaran por lo tanto...

Michael encendió el auto en completa relajación y cuando ya estaba decidido por irse, puso en marcha el vehículo abandonando la casa de forma inmediata. No dice ninguna palabra, su ceño esta fruncido en su totalidad y su mandíbula luce más apretada de lo normal, quiero decir algo, lo que sea, pero nada sale de mis labios por el momento, nada sale de ellos y todo por no querer cometer el error de hacerlo molestar aún más.

Sé que Dylan no le agrada y sé que a Dylan no le agrada Michael en lo absoluto, sé que quizás Dylan tenia las ganas suficientes de hacerlo molestar pero ¿con que propósito? Al igual ¿con que propósito pudo haberle dicho aquello a Michael?

¿Matarlo? ¿Yo? No hay razones coherentes para poder hacer eso, ni siquiera existe algo que me haya hecho querer asesinarlo ahora mismo... Oh al menos, es lo que yo creo.

No hay música en el auto, no hay siquiera el mínimo sonido que suele escucharse al estar viajando en el auto. Solo los sonidos del exterior son los presentes, los sonidos de los demás autos que son escasos. Personas que quizás apenas han salido de la jornada de trabajo listas para ir a descansar a sus casas, adolescentes que quizás salieron a divertirse un poco y ahora mismo se dirigen a sus hogares. Ese tipo de personas son las que quizás están a estas altas horas de la madrugada...

Una vez llegamos a los apartamentos Michael estaciona el vehículo justo detrás del auto de Harry, recorro el lugar con la mirada percatándome de que Regí sigue aquí, el hombre tal vez decidió quedarse a cuidar de Harry en lo que Michael y yo regresábamos de aquel trabajo al que Jolson nos mandó.

El auto fue apagado en su totalidad, abrí la puerta del auto y baje en seguida sosteniendo la puerta para que Desoto bajara de inmediato y una vez fuera del auto, cerré la puerta mirando al hombre que ya hecho el mismo procedimiento que yo.

Comienzo a caminar con calma hasta aquel edificio y una vez frente a este comienzo a subir las escaleras con calma mientras Desoto ya se encontraba subiendo las escaleras de forma rápida. Detrás de mí los pasos de aquel hombre ya eran presentes, en el recorrido no dijo ni una palabra y ahora dudo que lo haga de la misma manera.

Al llegar al piso en donde vivimos, el hombre saco las llaves de los bolsillos de sus pantalones para después insertarla en el cerrojo de esta. Al abrir la puerta pudimos ver a Regí sentado en uno de los sofás mientras al parecer se encontraba bebiendo una cerveza, un cigarrillo yace en aquel cenicero que se encuentra en la mesita de noche, encendido y consumiéndose lentamente.

Regí se coloca de pie al vernos para dar algunos pasos hacia uno de los otros sillones y tomar lo que pareciera ser un saco de color negro. Regí camina hacia notros al pasar su saco sobre su hombro mientras es sostenido por una de sus manos.

─Necesitamos hablar Michael ─Regí pide con una voz de preocupación a Michael, lo miro de manera discreta antes de ver como Desoto se subía a uno de los sofás, volví a llevar mi mirada a Regí.

─ ¿Pasa algo? ─Michael pregunta con conformidad, Regí asiente lentamente antes de soltar un suspiro profundo.

─Michael... Le he administrado grandes dosis de morfina a Harry para disminuir el dolor de aquella perforación... La morfina inyectada sobre él, pasaron los límites a lo que debería ser en realidad. Lo malo de esto es que...

─ ¿Qué? ─pregunto confundida, Regí me mira.

─Tras el dolor que Harry experimenta por aquella bala, abrió su herida y tuve que volver a cerrarla. El dolor es grande Michael... Le he inyectado grandes porciones de morfina y siento que ha sido demasiado... Temo por su salud Michael, temo por su vida... Si la herida se llegase a infectar...

─Mierda ─Michael murmura entre dientes, lo miro sin entender aun lo que sucede.

─ ¿Qué? ¿Qué sucede?

─Lily... Si Harry empeora por desgracia debemos llevarlo a un hospital... Y si sucede eso, lo reconocerán y lo arrestaran por ser un involucrado en la muerte de miles de personas y por ser un cómplice de la muerte de aquella mujer... Diana.

─...

─Harry por fortuna no entro en ningún trance de coma, está bien, puede moverse haciendo cosas con calma pero no es recomendable que lo haga por aquella herida... ─Regí habla con voz temblorosa, tiene miedo, está preocupado, asustado.

Michael parece estresado, sus dos manos están sobre su cintura mientras su mirada es lanzada al techo blanco y liso, niega un par de veces antes de dirigir su mirada a Regí quien ahora traga saliva con dureza.

─Sabes que hacer Michael, si necesitas algo no dudes en llamarme. Buenas noches.

Al decir aquello, Regí se dirigió hacia la puerta listo para abandonar el apartamento y marcharse sin nada más que decir. Michael camino detrás de él sacando un tema nuevo relacionado con lo que le sucedió a Harry y es entonces que yo provecho para caminar hacia el pasillo con rapidez y pronto adentrarme a la habitación de Harry en completo silencio.

Mi mirada viaja hasta la cama donde yace aquel hombre recostado con su ceño fruncido, luce en completa serenidad mientras sus ojos yacen cerrados, siendo presionados con fuerza mientras que sus labios hacen apariciones de leves muecas, muecas llenas de incomodidad.

Camino un poco más hasta él con mis brazos cruzados, con la mirada puesta en un punto fijo, Harry gran su rostro hacia mi dirección para verlo abrir sus ojos con calma, una sonrisa pequeña se plasma en sus labios al verme y es entonces que la sonrisa que yacía oculta en mi rostro aparece cargada de felicidad. Pero, desaparece al momento en que recuerdo que fue culpa mía que esto pasara, dejo de sonreír al recordar que si no hubiese sido por mi Harry estaría bien, quizás ahora mismo estaríamos conversando, riendo o incluso comiendo pizza o hamburguesas con cervezas.

─Me alegre al ver tu bella sonrisa Collins ─murmuró mirándome aun con aquella sonrisa sobre él─ ¿Qué tal tu brazo? ─la debilidad de su voz es clara, le cuesta trabajo hablar.

─Bien... Está bien...

─No pareces estarlo.

─... Me preocupas... Regí dijo que

─Se lo que dijo ─me interrumpió cerrando los ojos con delicadeza, llevó su vista hacia el techo para quedarse así─ se lo que dijo...

─...

La ráfaga de viento que entro por la venta causo un escalofrió en mí y claro estaba que en Harry, me acerque hasta la ventana para cerrarla y después de cerrarla, camine hasta Harry para tomar el extremo de una manta y extenderla alrededor de su cuerpo, la sonrisa de Harry ha crecido aún más, lo miro con una pequeña sonrisa divertida sobre mi rostro para al final terminar de colocar aquella manta sobre su cuerpo.

─Puedo acostumbrarme a este tipo de tratos ─Harry menciona con voz dulce─ ¿me traerás el desayuno a la cama Lily?

─Que te den por el culo Harry ─respondo riendo antes de golpearlo levemente en la mejilla.

─Parece que estarás bien ─la voz de Michael me saca de mis cavilaciones, lo miro sonriendo─ ¿Qué tal te encuentras?

─Sigo vivo, siento decirte que seguiré jodiendote la vida Joe.

─Bien, me alegra escuchar eso ─Michael camino hasta él para después depositar un frasco pequeño a un costado de la mesita de noche. Harry lo mira con su ceño fruncido─ es una cada ocho horas Harry, los analgésicos te harán bien.

─Una cada ocho horas... ¿Qué si aumento la dosis?

─Te morirás ─Michael suena directo, sonrío por los bajos al ver el rostro de Harry─ una Styles, no quiero limpiar vómito y mucho menos quiero llevarte a un hospital.

─Bien... ¿Dónde estaban?

─Haciendo un trabajo ─respondo─ queríamos capturar a Carl... Pero... Todo fue en vano, al menos una cosa salió bien de esto.

─ ¿Qué?

─Descansa ─Michael hablo─ mañana hablaremos de esto, es tarde y debes descansar.

─... Está bien... Espero no hayan hecho algo malo Joe...

─No es malo, es pésimo Styles, descansa ─fue lo último que dijo Michael antes de salir de aquella habitación, mire a Harry una última vez antes de girar sobre mis talones y caminar hasta la puerta.

Tome la perilla de la puerta impulsándola hacia mí para así cerrarla con calma, un suspiro salió de mis labios al momento en que decidí a aventurarme hasta la habitación.

Cerré la puerta en silencio para caminar hasta la cama y sentarme en esta, tome el arma que yacía oculta en mis pantalones y la coloque en la mesita de noche junto con aquella fotografía de aquella mujer con Michael y Harry, sonreí por un momento antes de pasar mi vista por la habitación, antes de recorrer mis maletas que siguen en un mismo lugar con todas mis cosas incluidas en estas.

Me levante de la cama para caminar al enorme guardarropa que se encontraba a pocos metros de la puerta, tome la pequeña manija de aquel guardarropa para abrirlo, las esporas de polvo se hicieron presentes acompañados de dos pequeños estornudos que nacieron dentro de mí.

Hay variedades de prendas dentro de este guardarropa, al igual que las variedades de colores, lleve mi mirada a la parte baja del guardarropa viendo como había algunas cajas de zapatos en este. Tome la primera caja que vi para abrirla y observar aquellas botas tipo aquera que estaban en perfectas condiciones, después de dejar la caja a un costado, tome lo que parecía ser una caja vacía, no pesaba ni nada por el estilo así que la deje a mi costado.

Tome otra caja y al abrirla, pude notar un par de tenis color negros con algunas leves manchas de lo que pareciera ser lodo. Un suspiro sale de mí al ponerme de pie nuevamente, estiro mi mano hasta una prenda que yacía interesante para mí y al tenerla sobre mis manos la observe con atención.

Una chaqueta de cuero roja es la que observo, tiene algunos cierres solo por adornación sin embargo dos de ellos que se encuentran al frente funcionan a la perfección.

─Su gusto era raro ─la voz que suena a mi costado me hace voltear, lo veo cruzado de brazos mientras yace recargado en el marco de la puerta─ decía que odiaba vestir con piel, pero recuerdo el día en que me pidió frenar el auto para comprar esa chaqueta.

─Es agradable la manera en que vestía ─admito─ tiene ropa linda.

─ ¿Te queda? ─pregunta con amabilidad entrando a la habitación, no respondo, veo como camina hasta mi para después mirar por encima del armario y estirar su mano hasta la altura de este, lo veo tomar algo con ambas manos para después entregármelo de forma serena, lo mire.

Cundo tome la caja de color blanca cubierta por una fina capa de polvo, lo mire una vez más antes de verlo sentarse sobre la cama con su mirada puesta en mí. Quite la tapa de la caja encontrándome con lo que parecía ser un gorro color blanco...

Un gorro que me llevo al pasado, al pasado de recordar lo que él me conto respecto a Diana...

Es el gorro que llevaba el día en que murió...

Lo mire, observe el gorro que yacía dentro de la caja y después lo tome con mis manos mirándolo atentamente. No hay rastro de sangre, no hay ningún rastro de suciedad, el gorro tejido luce completamente como nuevo...

─Michael es

─El gorro que uso el día que la asesine... ─respondió con dificultad─ si, es ese gorro Lily.

─... Creí que... Que te habías desecho de él...

─Estaba pensando en hacerlo, al igual que todo esto Lily, a ropa, los libros, los cuarzos, los cuadros y dibujos colgados en la pared todo eso sería donado o tirado a la basura.

─...

─Quédate con lo que quieras ─dijo de pronto al momento en que se colocó de pie.

─Yo, yo no sé si sea lo correcto...

─Lily ─camino hacia mí, al estar frente a mí una de sus manos subió hasta mi mejilla izquierda para comenzar a acariciarla de forma lenta y tierna, suspire.

─Michael ─su nombre abandona mis labios con dificultad, miro sus labios por segundos antes de subir mi mirada hasta sus ojos marrones...

─Me dará mucho gusto saber que al menos esas cosas se quedaran contigo, que con algún desconocido...

─...

─Gracias por estar aquí, pequeña mierdecilla.

Una sonrisa carente de humor abandono mis labios, él de igual manera sonrió un poco antes de besar mi frente y caminar hasta la puerta en completo silencio, al salir de esta cerró la puerta a sus espaldas, y entonces me puse a pensar;
si esto sería lo correcto...










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☪ClauJackson25

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