Capítulo.- 21
Mi corazón late con fuerza...
A un ritmo rápido, un ritmo que solo significa la emoción y la ansiedad por escuchar aquellas palabras provenientes de Michael... Miedo, emoción, ira... Esas emociones son las que ahora se han adueñado de mi persona, se han adueñado de cada parte de mi cuerpo...
La adrenalina invade mi sangre, esa sensación tan asombrosa es la responsable de que quiera ir hacia ese hombre...
Es imposible que lo hayan capturado, es imposible que esto haya sucedido...
No sé qué decir, como lograr que las palabras salgan de mis labios para preguntarle todo lo que quiero, para saber si ahora podremos ir hacia él... ¿Cómo hacerlo? Cuando ni siquiera puedo sostenerme en mis dos pies...
Tambaleo mientras un zumbido aparece en mi cabeza, apoderándose de mis oídos, apoderándose de todo lo exterior que se encuentra frente a mí, las voces de las personas presentes son solo ecos, ruidos inaudibles...
La bilis sube por mi garganta, el nerviosismo y la ansiedad me están matando, me están matando con estas ganas tan horribles de devolver...
Unas manos se posan sobre mis hombros, el tacto de los dedos deslizarse sobre mis brazos me hacen llevar la mirada hacia el frente, su rostro llamándome es lo único que puedo ver... No escucho lo que me dice, no puedo descifrar lo que trata de decirme...
Me guía hacia una silla, me guía para hacer que me siente en esta, poco a poco he podido lograr escuchar las voces de manera más clara, he podido dejar de escuchar aquel zumbido que estaba por volverme loca...
Sus manos aprisionan mi rostro, mis manos tiemblan y mis rodillas se tambalean sin parar, trago saliva con dureza pero en cambio las ganas de devolver aumentan.
Trato de decir algo, trato de hablar, pedirle explicaciones, pedirle cualquier cosa con respecto a esa noticia que me ha dejado helada...
No puedo articular ninguna palabra, no cuando ahora lo único que quiero es echarme a llorar...
─De-debemos ir ─apenas si puedo hablar, apenas si sé lo que digo─ debemos ir...
Una negación en su mirada es presente, muerde su labio inferior por completo. Las llamas de sus dedos se deslizan con suavidad sobre mis mejillas borrando los rastros que las lágrimas han dejado tras comenzar a caer de mis ojos.
─No podemos ir... No hoy Lily, espera hasta mañana...
─No... No puedo esperar... No cuando lo tienen Michael, no cuando lo han encontrado.
─Es peligroso ir de noche.
─ ¿Peligroso? ¿Más peligroso que esto? ─dirigí mi mano hasta el mango del arma que descansa dentro de mis pantalones, el me miraba atento, me miraba con pena y con un poco de nerviosismo─ no hay nada más peligroso que esto y lo sabes...
─...
─Por favor... Volvamos a New York...
Hay confusión irradiando en su mirada, una confusión tan grande que es difícil de explicar, Katherine se niega, Katherine se niega a permitir que su hijo abandone esta casa... Quisiera quedarme, quisiera hacerlo pero ahora hay algo muy importante que quisiera descubrir, el saber quién es ese hombre está presente en mí, nada más me importa, solo ir hacia aquel hombre que se encuentra en New York...
Baja sus manos de mis mejillas, se levanta con lentitud sin quitarme la mirada de encima, quiero que diga algo respecto a lo que le pedí pero no hay palabras salientes de sus labios...
─Debes llevarla, hijo ─Joseph habla con serenidad─ sabes que puede pasar cualquier cosa si la haces esperar...
─Mi hijo no saldrá hoy Joseph ─Katherine reclama con molestia, sin embargo, Joseph ignora su comentario─ acaba de llegar... No permitiré que vuelva a ponerse en riesgo...
─Nuestro hijo ha pasado por mucho Katherine... Que viaje de noche por la autopista y llegue hasta aquel lugar no será nada comparado con lo que hace... Y lo sabes perfectamente...
─... No estoy de acuerdo con eso... No lo estoy Joseph...
─Madre ─Michael la mira con atención, la mujer niega una y otra vez con sus ojos húmedos, la mujer es bastante nerviosa con respecto a lo que su hijo hace, no está de acuerdo con lo que acaba de pasar, no está de acuerdo con dejar ir a su hijo una vez más─ te prometo que volveré lo más pronto posible...
Ella, no respondió nada, se dejó caer en aquella silla que estaba detrás de ella, con la mirada perdida, con la mirada llena de tristeza y rencor... Está asustada, preocupada por la vida de su hijo, preocupada por cada reacción que él pueda tener.
─Vallamos por Harry y nos iremos en seguida.
Cuando él dijo aquello me levante de la silla con su ayuda, proseguimos a caminar fuera de la cocina, proseguimos a dirigirnos en busca de Harry. Él lo llamaba mientras subía las escaleras que daban con el segundo piso, yo lo seguía con mi vista baja en aquellos escalones de madera, al llegar al segundo piso de la estancia se dirigió hasta la habitación en donde al entrar Harry se encontraba abriendo el armario que se encontraba en esa habitación, pequeñas cajas de balas están tiradas sobre el piso, su arma en manos mientras trata de poner aquellas balas en el cartucho del arma, Michael caminó hacia él al ver al hombre temblar, temblar por enojo, temblar con gran presión...
Michael trataba de quitarle aquella arma, trataba de hacerlo razonar en cuanto al odio que sentía hacia aquel hombre... La negación de Harry era tanta que era como si en ese momento quisiera acabar con él de todas las maneras posibles, quiere matarlo, quiere matarlo y yo no sé el porqué...
Michael sostiene el arma entre sus manos, Harry la sigue sosteniendo de aquel mango de color negro, se niega a soltarla, se niega a dejarla en manos de Michael...
La mirada de Harry es húmeda, sus ojos son rojizos al igual que su rostro, la presión ha hecho que las lágrimas salieran a flote, sus manos tiemblan y sus labios titubean. Michael, toma el control del arma, toma el control pidiéndole a Harry que se calme y no cometa ninguna estupidez frente a su madre. Niega un par de veces antes de mirarlo a los ojos para quebrarse por completo.
─Ese hijo de perra no merece vivir Joe... No merece vivir a lado de mi madre y hermana... ─la mención de Harry hacia aquel hombre me llama la atención.
─No puedes hacer nada ahora Harry.
─Quiero llevarme a Gema de aquí... Quiero llevarla a New York, Joe.
─Después... ─la mano de Michael se posa en el hombro de Harry, este, lo mira negando una vez más─ no será hoy Harry, ni mañana, pero te prometo que te ayudare a llevarte a Gema y apartarla de tu madre y ese sujeto. Te pido, no pierdas la cordura, no quiero llamar la atención hoy Harry... No quiero que sepan en donde están nuestras familias.
─...
─Debemos regresar a New York, han encontrado al asesino de los padres de Lily.
La tensión inundo el ambiente cuando la mirada pesada y cristalizada de Harry se posó en mí. El hombre no sabía que decir, seguía en sus asuntos, seguía en aquellos asuntos que lo habían condenado a romperse frente a Michael, frente a mi...
─Volveremos pronto ─habla de nuevo─ y te prometo, Harry... Que sacaremos de aquí a Gema, cueste lo que cueste.
Sin más palabras, Michael giró sobre sus talones dispuesto a salir de la habitación en la que estábamos, Harry ahora trataba de secar a profundidad sus lágrimas con gestos disgustosos, gestos dolientes e irreconocibles para mí... Al dejar de borrar las lágrimas caminó en dirección hacia la puerta ignorando mi presencia.
Mire hacia la mesita de noche encontrándome con aquel retrato de Diana y aquellos dos hombres, la cobertura de polvo sigue presente en las esquinas del cuadro, lo tomo entre mis manos prestándole toda la atención del mundo, decidida a bajar con el entre mis brazos...
***
Cuando ya estábamos fuera de la casa, me encontraba dentro del auto, asustada, nerviosa y confundida... La actitud de Harry frente a su madre ha sido otra, una distinta y poco amable, el hombre, Gerard se ha esmerado bastante para hacerlo enojar, se ha esmerado tanto para querer que Harry haga una estupidez frente a su madre. Pero Harry ha sabido controlarse frente al tipo...
La puerta del auto luce abierta, miro a mi perro recibir unas cuantas caricias de la pequeña Janet, y otras más de la hermana de Harry, quien luce algo extrañada, la niña no habla mucho y cuando Janet o Katherine le hacen alguna pregunta la niña mira a Gerard como si pidiese permiso para hablar...
Se me es extraño y algo curioso la manera en la que la niña lo mira; irradia dolor, irradia temor, irradia más que incomodidad...
─Vuelve cuando quieras, Lily ─Joseph me saca de mis cavilaciones al momento en que su voz enronquecida me llama, lo miro atenta─ me sorprendió ver a una mujer más a lado de mi hijo y de Harry... No espera volver a ver a mi hijo trabajando con una mujer tan esplendida como tú... Espero, que de verdad encuentres la paz que necesitas al saber quién es ese hombre.
─... Le aseguro que así será... Y-yo siento mucho tener que irme y obligar a su hijo a llevarme hasta New York pero
─Se lo que significa para ti estar allá Lily, sé lo que significa ─interrumpio.
─...
─Suerte.
Joseph, giró sobre sus talones llevando la mirada en alto, levando la mirada hacia su hijo quien yace abrazando a su madre con fuerza, Katherine no quiere que se valla, no deja de repetirle que no quiere que nada malo le pase, que no quiere perderlo para siempre, Michael le niega todo aquello con palabras sinceras, con palabras de aliento grandes y puras... Ama demasiado a su familia como para hacerles esa clase de daños...
El sonido de la puerta del auto cerrarse me hace mirar hacia al frente, Harry ha subido al auto en la parte del copiloto, tal parece que no conducirá, tal parece que ahora lo único que quiere es irse de la casa sin nada más que decir...
Gema, su hermana lo mira con tristeza desde una parte alejada al auto, Gerard la toma de la mano guiándola hacia aquella casa que está a un costado de la de los Jackson, la madre de Harry hace lo mismo que Gerard, tomar a la niña de la otra mano y guiarla hacia aquella casa en completa serenidad y molestia...
─ ¿Por qué ese odio, Harry?
Lo miro por el espejo retrovisor esperando que él haga la misma acción, un suspiro sale de sus labios al momento en que sube la mirada hacia ese espejo, odio... Su mirada irradia odio.
─Por ser un maldito machista cobarde... Por ser esa clase de pendejo que cree tener el control sobre mi madre y hermana... Por ser ese cabrón que mando a prisión a mi padre con una jodida herida de bala...
─Harry yo
─Por favor no digas que lo sientes... No lo hagas...
─...
─Mi madre no hará nada Lily, mi madre esta "enamorada" de ese bastardo, enamorada del hombre que casi mata a su esposo por un jodido disparo al corazón...
─... ¿Lo engaño?
Asintió bajando la mirada, yo seguía viéndolo por el espejo retrovisor─: Lo engaño, se hizo la víctima para después irse de la casa dejándonos solos a mi hermana y se mí, mi padre se hizo responsable de ambos, el hombre trabajaba todo el puto día y toda la puta noche... Apenas si conseguía algo de dinero para poder alimentarnos, mi madre se fue con todo el dinero Lily, no dejo nada... Un día mi padre llego y cuando llego fue atacado por la espalda por ese mal nacido de Gerard... Nos obligó a irnos dejando a mi padre inconsciente, inventado que mi padre era un maldito loco desequilibrado que intento matarnos y al final por la locura él se intentó matar... La policía le creyó todo... Todo. ¿Y a mí? A mí me tacharon de loco... Escape de casa, me metí con Jolson y jamás volví con ellos... Se por Gema que Gerard las golpea y agrede... Pero mi madre... Esa mujer lo adora.
─Solo vienes por Gema... ─respondí obteniendo su confirmación, Desoto subió al auto pasando por el frente mío, se colocó a mi costado.
─Algún día me la llevare de aquí... Algún día, espero poder verla todos los días, estudiando, jugando, creciendo como debería...
─Y la verás ─Michael subió al auto en completa relajación, al cerrar la puerta de este yo cerré la puerta de mi costado─ y te puedo prometer, Harry, que cuando tengas a Gema en tus brazos le podrás dar un balazo a Gerard en los testículos.
Una risa se apodero de mí, Harry lo miró con división, una diversión apenas notable en su rostro pero la cual le hizo sonreír un poco. Michael, encendió el auto dispuesto a manejar por horas en la oscuridad de la autopista, decidido a llevarme hasta aquel lugar con tal de saber quién fue el asesino de mis padres...
***
Horas de recorrido en la oscura autopista, horas de recorrido en un silencio perturbador...
Mi piel se eriza al mirar a los cristales del auto para toparme con nada más y nada menos que terrenos solitarios, no hay siquiera casas a la vista, no hay siquiera postes de luz en la autopista... Solo las luces del auto son las que iluminan el panorama en el que estamos...
El clima es frío, la lluvia paró hace horas pero dejó como rastro un ambiente helado y poco agradable hasta el momento.
Michael sigue conduciendo sin detenerse... No ha descansado de las horas que lleva sentado frente a ese volante, ni siquiera Harry quien tiene la oportunidad de hacerlo al igual que yo.
─ ¿Puedo decirles algo? ─pregunto con voz temblorosa, Harry me mira por el espejo retrovisor esperando a que hable, tomo el cuadro que estaba debajo de un abrigo color gris, cuando Harry lo ve, abre los ojos como plato, deja de mirarme por el espejo retrovisor para girar hacia mi dirección y quitarme el cuadro.
─ ¿De dónde lo has sacado? ─su pregunta invade el auto, Michael se ha percatado de aquello que viene con nosotros en el auto sin embargo sigue conduciendo.
─Estaba solo en aquella habitación, llena de polvo... Merecía... Venir con ustedes ¿no?
Ninguno dice nada, guardan silencio aun con Harry mirándome con la serenidad que ahora luce. Muerde su labio inferior y asiente lento. Me entrega el cuadro y al recibirlo vuelvo a colocarlo debajo de aquel abrigo gris.
─ ¿Te ha contado? ─pregunta entusiasta, asiento.
─Ahora los entiendo... Cada parte de lo que sucede a su alrededor...
─...
─Dejare de hacer preguntas estúpidas... Al igual, que dejare de ponerme en riesgo con Andrew o Frank...Lo prometo.
Sin pensarlo, les había estado prometiendo cosas que no sabría si podría cumplirles, les había estado prometiendo cosas que hasta ahora para mí serian difíciles de cumplir... Ahora sabiendo la verdad de Diana para mí, sería difícil lidiar con Frank, con Jolson, con Andrew, sería difícil de saber si me controlaría frente a ellos, si sabría despistar mi enojo, mi temor, esas ganas de gritarles todo aquello que se comenzó a acumular en cuanto aquella verdad...
Pero, de algo si estaba segura... Y era, que Michael y Harry no podrían soportar volver a hacer algo como aquello, algo como aquello que hicieron con Diana...
Pasando dos horas, nos encontrábamos atravesando la ciudad de New York, las mismas cuatro horas de recorrido fueron las presentes, esas cuatro horas llenas de pánico, de temor... Estoy nerviosa y aún sigo sin explicare el porqué, cuando por fin conoceré al hombre que asesinó a mis padres...
Hace minutos que Michael llamo a Frank, hace minutos que se supo con exactitud en donde estaban localizados...
Aquel edificio en el que Jolson hace sus negocios es en donde se encuentran aquellos hombres...
Michael y Harry me ha dicho que ignore todo lo que vea en aquel lugar, me han pedido que no me aparte de ellos por ningún motivo...
No sé en qué zona nos encontramos ahora, ni siquiera sé que rumbo ha tomado Michael ahora... Pero lo que si se es que nos dirigimos a aquel edificio en donde los conocí... Estoy nerviosa, la tensión que siento es enorme, la adrenalina volvió a apoderarse de mi sangre, siento frío, ese frío acompañado de los diversos escalofríos que amenazan con ponerte más ansiosa de lo normal...
Michael, hace girar el auto por una calle la cual da directamente con un callejón, el olor a alcantarilla es fuerte, pero lo que escucho en seguida es lo más torturoso que escuchare ahora...
Al llegar a aquel edificio, veo a dos hombres sostener con fuerza a una mujer, una mujer que lleva su rostro cubierto por algo negro... Cubre toda su cabeza pero sus gritos por desgracia no puede cubrirlos... Mi piel se eriza de inmediato, la atención se la lleva aquella mujer que hasta ahora desconozco que es lo que sucede con ella... Cuando el auto se estaciona frente a aquel auto de donde bajaron a la mujer, ambos hombres toman sus armas del tablero del auto.
Michael, mira atento a aquellos dos hombres quienes ríen mientras forcejean con aquella mujer, en cambio Harry luce más que decidido a bajar y ayudarles con ella. Sucede, cuando Harry abre la puerta del auto y baja de inmediato.
─Desoto vendrá con nosotros ─dice Michael─ andando.
Cuando bajamos del auto, Desoto comienza a ponerse nervioso, los gritos de la mujer siguen siendo torturadores para mí y ahora sé que lo son para el can quien levanta sus orejas y gruñe con agresividad, trato de calmarlo, pero no pasa, no cuando el can comienza a ladrar de manera tosca y ruidosa...
La mujer calla, calla al recibir un comentario de uno de los hombres al decirle que el perro la atacara si no se calla, ahora, el sollozo de aquella mujer es lo único perceptible, Desoto sigue gruñendo pero no como solía hacerlo... Bien, se ha calmado...
Nos adelantamos a aquel edificio con Harry de tras nuestro, hombres y mujeres se encuentran en el enorme edificio, bebiendo, hablando, la actividad del sitió es sobresaliente, tal pareciera que la mayoría de los atracos y secuestros suceden a estas altas horas de la madrugada...
Giro mi rostro hacia atrás asegurándome de que Michael y Harry me sigan, Michael me pide que siga caminando, me pide que mantenga la vista al frente hasta llegar a aquellas escaleras las cuales están completamente solas...
Seguimos caminado sin parar, ignorando todo lo que ocurre en el edificio, ignorando los gritos de suplicas de hombres y mujeres... Son secuestros... Todo lo que hay aquí son secuestros... Mi respiración es dificultosa, a tal grado que siento que caeré al piso en seguida pero sin embargo sigo en pie.
No sé cuánto hemos caminado, hemos subido escaleras y escaleras hasta que llegamos a un piso en específico, Andrew, Frank, Jolson y otros dos tipos están a lo largo del pasillo hablando, la mujer rubia y de mirada profunda esta con ellos, luce molesta, luce atenta a cada palabra que aquellos hombres presentan, pero la molestia en su mirada es tan grande y misteriosa para mí.
Cuando lleva su vista hacia el inicio del pasillo su serenidad la mantiene a raya, Frank la mira con atención dirigiendo su mirada hacia nosotros, el hombre sonríe con hipocresía.
─Valla, llegaron... Que gusto tenerlos aquí ─la falsedad de su voz es eminente, hubiese deseado no vernos esta noche.
─Todos esos gritos de esa mujer atraerán a gente, Frank ─Harry responde exasperante─ ¿Qué ya no hay un puto orden aquí?
─Lo había, desgraciadamente Fred se fue a cubrir a un compañero de trabajo ¿quieres ofrecerte?
─ ¿De quién es hija? ─pregunta Michael mientras toma el cigarrillo que Frank ya le había ofrecido al acercarse a nosotros.
─Carlos, es hija de Carlos... El cabrón salió esta mañana de New York con más de cuarenta mil dólares en efectivo. Veremos si regresa al enviarle un dedo de su hija ─la risa que salió de los labios de Frank fue de total felicidad y alegría, tal parece que tipo ama su trabajo... ─Lily... Tenemos un regalito para ti, todo gracias a Andrew ─dijo mientras encendía un cigarrillo─ ¿quieres acompañarme a verlo?
─... Si no es molestia y mucho pedir... Quisiera que Michael, Harry y mi perro me acompañaran a verlo...
─Y nosotros de igual manera te acompañaremos. Síganme.
Frank giró sobre sus talones para comenzar a caminar hacia aquellos hombres y mujer que nos miraban con una línea corta en sus labios, al adentrarse a una de las habitaciones sumergidos en una charla amena nosotros nos acercamos ignorando a los dos hombres que se habían quedado fuera de la habitación, el lugar es iluminado por un solo foco que cuelga del techo húmedo y agrietado, las paredes son de color versos con manchas color rojas en esta.
Pero nada adorna más la habitación que aquel hombre que yace atado en una silla gastada con su labio reventado y golpes en todo su rostro y manos... Un rostro desconocido para mí, pero para ellos... Un rostro conocido...
─Cristian Bell... ─Miro a Michael al mencionar aquel nombre y apellido, el tipo rie con gracia al ver a Michael.
─Cuando me dijeron que vería rostros conocido pensé en las dos perras de Jolson... ─el tipo mantiene la cordura suficiente para hablar, Harry se cruza de brazos negando una y otra vez─ ¡valla, pero si tienen a una perra más con ustedes! Que bonita zorra han conseguido.
Jolson, le ordena a Frank que le de un golpe al hombre y este arremata con hacerlo en el estómago de aquel sujeto. La ira está presente en mí, no dejo de verlo, no dejo de tratar de reconocer su rostro... Ese rostro que a pesar de recibir un duro golpe sigue sonriendo.
─ ¡Maldita perra, deja de mirarme! ─grita enfurecido, me niego a dejar de verlo.
─ ¿Conociste a mis padres? ─hablo─ Andrea y Javier Collins...
─Que te importe una mierda si los conocí, no estoy aquí para que una perra más me haga este tipo de preguntas.
Michael se dirigió hacia él tomando su arma con una mano para apuntarle en la sien al tipo que ahora luce con un rostro de diversión, Jolson, luce impaciente.
─No estoy de humor para escucharte decir idioteces Cristian... Collins te ha hecho una puta pregunta.
─Y yo no estoy de coña para ver tu maldita cara, asesino de mierda.
Harry, tomo su arma de sus vaqueros apuntando a una sola dirección de ese sujeto, niega una vez antes de mirarlo a los ojos.
─Michael y Collins saben que desee dispararle en los testículos al hombre que yace con mi madre Cristian ─habla Harry con voz ronca─ no me hagas quitar ese deseo haciendo eso con los tuyos.
─ ¿Te debían algo? ─Frank pregunta mirando a Cristian, el hombre niega y luego asiente, luce drogado... Muy drogado...
─ ¿Qué si me debían? Por dios, me debían mucho... Matarlos fue lo mejor. ¿Cómo dijiste que te llamabas? ─preguntó hacia mi dirección.
─...
─ ¿Eres la nueva perra de estos dos? Oh ¿serás una zorra? Lo que Charlotte no ha logrado ser para estos dos cabrones.
─Cierra la boca Cristian ─habla Michael.
─Fue mejor matar a esos dos cabrones, fue lo mejor que he hecho en mi puta vida, fácil, rápido y lo mejor de todos fue que pude gozarlo, pude gozar asesinar a una maldita pareja que estaban solos sin compañía de nadie ¡les tiene que importar una mierda si los mate o no! ¡Merecían morir! Pestes como ellos eran una maldita plaga sin fin, una puta plaga al igual que tú siendo cómplices de estos bastardos. Basuras inservibles es lo único que hay en este jodido lugar y tus padres eran una de esas basuras, eran unos jodidos inútiles.
La rabia, era tan grande que en ese momento me dejo de importar todo, él seguía hablando y hablando, sin importarle que mi presencia estuviere allí en esa habitación...
Dolía bastante, el escucharlo decir como los había asesinado, dolía hasta el infierno...
Fue involuntario el movimiento que hice para sacar mi arma y llevarla hasta la altura de la cabeza de aquel sujeto... Tan involuntario que no pude jalar el gatillo como tanto quería... Mi mano temblaba de la furia, temblaba del enojo y de la tristeza por esas crudas palabras que salían de sus labios...
Es un hombre sin corazón... Un hombre insensible que me ha contado la manera tan desechable de lo que pudo hacer con un arma...
Me piden que tire del gatillo, me piden que termine con él de una vez por todas... No puedo...
No cuando me mira a los ojos llenos de rabia al decirme todo lo que hizo con mis padres, todo lo que pensó hacerle a mi madre... No cuando su sonrisa es tan grande que podría romper su mandíbula...
Bajo el arma derrotada, viendo por última vez el rostro de Michael, las lágrimas caen y la negación se filtra en mi sistema.
Empuño los ojos con fuerza al escuchar una detonación en la estancia... Me giro abrazando a Harry con fuerza, abrazándolo mientras sentía su pecho subir y bajar con frecuencia... Una detonación más es escuchada por mí y por los demás...
Lo ha matado... Michael lo ha matado...
Chillo inconsolable, no porque lo haya matado, si no por el dolor tan grande que sentí al ver a un sujeto que jamás en mi vía había conocido, chillo por no poder aceptar que mis padres murieron por obra suya... Chillo... Por no poder hacer algo más que solo llorar bajo el consuelo de Harry...
Lo que Jolson dice para mi es irreconocible, Andrew y Frank ríen, ríen por ver a aquel tipo muerto, callado sin decir alguna maldita idiotez por su parte...
Me apartan de Harry con fuerza, con molestia, los hombros me han dolido por la fuerza aplicada, me han dolido por sentir esos dedos aferrarse a mi piel con firmeza. El rostro arrugado de aquel hombre yace mirándome con molestia, yace mirándome con una pizca de felicidad en su rostro... Hace que empuñe el arma con fuerza en mis manos sin dejar de mirarme. La aprieta, la aprieta junto con mis manos.
─No se mira a los ojos Collins... No se mira a los putos ojos de tu oponente cuando estas apunto de matar... Y tú ─se giró hacia Michael─ mas te vale enseñarle eso... O seré yo quien le enseñe como lo he hecho con su maldito hermano. ¿Ha quedado claro?
─Jolson
─ ¡No quiero putas negaciones Jackson! ¡Quiero honestidad, quiero asesinos, no quiero putos cobardes trabajando conmigo y ella es una de esas cobardes al mirar a los ojos! ¡Quiero, que me obedezcas!
─... Lo que ordenes, Jolson...
─Y tú... Espero más de ti... ─volvió a dirigirse a mi─ no quiero que esto termine como una tragedia más...
Lo mire, tragando saliva y con las lágrimas cayendo de mis mejillas lo mire...
─Te doy dos días... Dos, días... Vendrás aquí, y mataras con tus propias manos a un cliente que me ha estado dando un terrible dolor en... Tú ya sabrás donde... Te conviene hacer bien... Y no perjudicarte... Ni perjudicar más a Michael o a Harry...
─Y-yo
─ ¡Lo harás! ─gritó haciéndome sobresaltar─ el asesino de tus padres fue aniquilado y no por ti... Veré, si eres más lista o más estúpida que Diana...
Ahora... Sígueme, Collins.
☪ClauJackson25
Próximas actualizaciones
Dos veces por semana.
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