Capítulo.- 16

Mi vista se pasea por la enorme estancia que esta frente a nosotros, recorro cada cuadro y cada decoración que se encuentra a nuestro alrededor, llevo la mirada hacia mis zapatos húmedos debido a que cuando bajamos del auto mi pie se metió a un pequeño bache que estaba repleto de agua, no puedo quejarme, siempre he dicho que mis pasos son muy torpes.

Suelto un suspiro fastidiado para ahora llevar mi mirada hacia el hombre que está a mi costado sentado con sus brazos cruzados y con la vista hacia el techo blanco y liso.

Hablar de Diana no es fácil para él, no es fácil para él tener que nombrarla y hablar las maravillas que Harry me contó sobre ella alguna vez, sigue herido, sigue sufriendo por ser el responsable de que esa mujer no este mas a su lado...

Me prometió contarme todo sobre ella algún día, lo hizo sin dudarlo, dijo que tenía derecho saber qué clase de persona era ella, y que clase de persona es él... Está completamente relajado sentado en esa silla negra. Pareciera como si no estuviese ahora en este mundo... Su pecho sube y baja debido a su respiración, una respiración normal.

─Puedo saber... ─hablo captando su atención─ ¿a qué se refería Jolson con llevar a la chica?

No hay indicios de molestia, sin embargo su ceño comienza a fruncirse con lentitud mientras una sonrisa pequeña lo asalta. Se acomoda mejor en aquella silla irguiéndose hacia adelante, ha entrelazado sus manos para llevar su vista hacia estas y después la lleva hacia adelante.

─Se acerca tu cumpleaños y sé que querrás descansar. Supongo que no te gustaría pasar un día conmemorable huyendo de la policía.

─... Nunca festejo mis cumpleaños...

─Bien, somos dos.

Volvió a llevar su vista hacia sus manos entrelazadas mientras suspiros salían de sus labios, abrí la boca para decir algo pero la cerré de golpe en seguida, sin embargo, la duda era grande, así que hable.

─ ¿Cuándo podre conocer a sus familias?

La pregunta pareció haberlo sacado de sus ideas, me miro con sorpresa por aquella pregunta. Muerdo por completo mi labio inferior mirándolo él sonríe y suelta una pequeña risa.

─ ¿Qué? ─suena ofensivo─ ¿conocer a mi familia?

─Si, digo... No tiene nada de malo...

─...

─ ¿Lo tiene? ─pregunto.

─No, no lo tiene Lily. No tiene nada de malo que quieras conocer a mi familia.

─Tratas de ocultarla y lo sé, pero, puedes confiar en mi respecto a que mantendré la boca cerrada Michael... No diré nada a nadie...

─Bien... Lo pensare... Solo quiero que sepas Lily, que Alice no nos acompañara.

─... ¿Se quedara a cargo de la mujer que nombraste?

─Si.

─ ¿Alguien especial para ti o Harry?

─... Lily, en estos momentos, hay alguien más especial para mí, que una simple puta.

─...

Lo mire y él a mí. Después, llevó su vista hacia al frente una vez mientras mordía su mejilla interna y mecía su pie de un lado a otro. No dejaba de examinar sus facciones, no dejaba siquiera de contemplar la persona tan serena que es...

La puerta en donde aquella mujer y hombre entraron fue abierta, dejando ver a aquella bola de pelo negra con café y orejas puntiagudas, chilla al verme, jala a la mujer con fuerza de aquella cadena que esta sobre su cuello, no puedo sentirme feliz y levantarme de esa silla para correr hasta donde mi amigo me espera ladrando con fuerza y firmeza, su chillido es agudo al momento en que lo abrazo y beso, su lengua viscosa pasa por todo mi rostro mientras que sus patas delanteras golpean mi pecho con fuerza debido a la emoción que siente al igual que yo.

Michael opto por venir por él, ya que había recibido un mensaje de aquella mujer confirmándole que el can había salido muy bien de aquella pequeña cerradura de esa herida y, aunque el perro perdió mucha sangre por fortuna, pudieron salvarle la vida.

La cola pequeña del can se mueve con rapidez mientras le digo toda clase de halagos, las sonrisas de la mujer y del hombre que están frente a mi es inmensa, casi puedo jurar que sus mejillas terminaran por romperse... Desoto para de lamer mi rostro para recibir las caricias del hombre que lo trajo aquí, el can lame su mano un par de veces antes de ladrarle de forma tierna y aguda, río ante ese acto de mi amigo peludo.

─Es un buen perro ─dice aquella mujer─ esperemos que su recuperación sea rápida, pero... No está preparado para correr grandes distancias. Ni siquiera para saltar encima de las camas o de los sofás, la herida puede abrirse y deberán traerlo de nuevo.

─ ¿Hubo indicios de agresividad cuando le inyectaron la morfina? ─la pregunta de Michael me hace mirarlo.

─No, no, para nada ─responde el hombre─ pero... Trato de atacar a mi asistente, por fortuna estábamos con él ayudándolo.

─ ¿No hubo daños? ─pregunto mientras acaricio las orejas puntiagudas de Desoto.

─No, nada de eso señorita. Logramos tranquilizarlo, se alteró al momento en que ambos dejaron la clínica. Pero todo estuvo mejor después de minutos. Le recetare algunos analgésicos, esto deberá hacer que el perro lo coma en algún pedazo de salchicha, puede que la herida le duela, después de siete puntadas, es comprensible que le moleste.

─Bien amm... Me gustaría saber el total de la cuenta ─pide Michael con amabilidad, llevo mi vista hacia él con mi ceño fruncido ¿de verdad pagará?

─Por supuesto, sígame por favor.

El hombre y la mujer se dan la vuelta para caminar hacia una barra de color blanco, encima de esta hay un teléfono inalámbrico, un computador, papeles, y galletas para perros, cuando Michael pasa a mi costado tomo su mano sintiendo algo extraño al momento de tomarla, baja la mirada hacia mi frunciendo su ceño.

─Es mi perro... Yo debo pagar por esto.

─Y yo fui quien lo metió en esto Lily.

─... Al menos, déjame ayudarte con la mitad de los gastos...

─No.

─... Fue culpa mía que esto le pasara, yo no debí aceptar que mi perro participara en esto... Por favor, me sentiré mejor si tan lo menos... Aceptaras la mitad del dinero...

El tipo hace una mueca de disgusto, la nariz de Desoto hace que suelte su mano debido a las caricias que el can nuevamente a comenzado a pedir, él sonríe un poco y asiente llevando sus manos hasta su cintura, saco con rapidez algunos dólares de mis bolsillos entregándoselos en seguida, se da la vuelta y se aleja hasta donde están aquellas personas.

Miro a Desoto quien brinca contra mi cara pegando su nariz húmeda contra mi nariz, me quejo mientras este se ha colocado en posición de juego, bien, me han entregado un perro loco...

***

Estamos en el auto una vez más y ahora vamos de camino al apartamento, solo espero que Harry se emocione al saber que nuestro pequeño cómplice de cuatro patas está bien y por supuesto espero, que el enojo se le haya pasado...

Veo a Desoto por el espejo retrovisor quien no deja de dar de vueltas por los asientos del auto. De pronto, se deja caer en estos gruñéndole a la nada.

Michael niega, de la misma manera que yo lo miraba por el espejo retrovisor, es divertido ver a mi amigo en la posición en la que ahora se encuentra, saca su lengua mientras esta choca contra su nariz negra y húmeda, sus ojos están clavados hacia al frente.

─Si sigue comportándose de esa manera, Lily, juro que lo lanzare del auto. Me esta comenzado a asustar.

─Está feliz... O quizás, sea lo que le estuvieron inyectado...

─Si quizás.

─ ¿Ira con nosotros si vamos con tu familia y la de Harry?

─Quizás, después de todo, él más que nadie merece descansar.

─Bien, eso me pone feliz...

No digo nada más, llevo una sonrisa enorme en mi rostro y todo gracias a él...

Cuando llegamos a los apartamentos, debo cargar a Desoto para que no haga tanto esfuerzo a la hora de subir por aquellos escalones, no es pesado, pero sin embargo, bloquea toda mi vista sobre todo en la manera de golpear mi rostro con su cabeza. La risa incesante de Michael me hace querer reír de igual manera, nunca lo había escuchado reír de esta manera, creo que hoy es un día único y especial para escucharlo.

Al llegar al segundo piso bajo a Desoto, el can, comienza a rascar la puerta con desesperación de querer entrar, supongo está cansado, supongo que tiene hambre y sed... Espero a que Michael abra la puerta pero lo veo buscando con la mirada algo en específico.

─Harry no ha llegado ─murmura.

Busco su auto, y en efecto, el hombre de ojos esmeraldas no ha llegado al apartamento, Michael gira hacia la puerta para depositar la llave en la perilla y abrirla de inmediato. Desoto entra ladrando y corriendo por toda la estancia, lo llamo tratando de que no corra, tratando de que no salte a los sofás como ha comenzado a hacerlo, sin embargo, me ignora.

Entro al apartamento por completo al igual que Michael, este cierra la puerta con llave como de costumbre y deja aquella cadena de Desoto en una silla gastada. Cuando Desoto baja del sofá va directamente al plato de comida que contenía las últimas croquetas que dejo es el contenedor. Cambio su agua y pronto comienza a beber de esta.

Dormirá pronto, de eso estoy totalmente segura.

─ ¿Hablaras con Alice respecto a lo que Jolson te dijo, Lily? ─su voz me hace girar a verlo, solo asiento─ bien. Por tu bien y por el de ella. Espero lo hayas comprendido.

─Si, lo hice. No tienes porque preocuparte... Espero que sus padres regresen pronto y al menos tenga quien la proteja ─camino hacia él─ además... Ella entenderá.

─Eso espero.

Asiento lento girando sobre mis talones para adentrarme al pasillo, comienzo a caminar en seco con la mirada baja y mis manos entrelazadas, suena difícil de admitir, pero no quiero que Alice se valla... No cuando ahora más que nunca me he sentido bien estando con ella... No cuando ahora su compañía aquí es la mejor...

Paro en seco para girar y encararlo. De nuevo observándome...

─Gracias por todo lo que has hecho por mi... ─suelto en un susurro perceptible─ creo que... No soy la única agradecida contigo...

─Lo sé... ─responde─ lo hice por ti Lily... Has pasado por tanta mierda que perder a tu perro seria lo que terminaría contigo...

─...

─No podía dejarlo morir o simplemente ignorar que nada malo le pasaba. Es tu perro y tu mejor amigo por lo visto.

─Si, tienes razón.

Él dio algunos pasos hacia mi dirección, quedando a pocos centímetros de distancia, mi mirada y la suya chocan provocando miles de emociones únicas y especiales.

─ ¿Me odias, Lily?

─... ¿Por qué debería hacerlo?

─Por ser tan mierda contigo.

─... No te odio... Es solo que a veces no te entiendo...

─No trates de hacerlo...

─Supongo que, quedare cuerda si lo intento.

─Dalo por hecho.

Sonreí un poco bajando la mirada, me apena sonreír frente a él, me apena que me mire como lo hace... Miles de sensaciones recorren mi cuerpo y mente, sensaciones que rara vez, he llegado a sentir y todo por él...

Su mano sobre mi mentón hace que suba la mirada hacia él con delicadeza, niega en repetidas ocasiones y lo hace, por la misma razón que yo... No entendemos lo que pasa... No entendemos nada respecto a estas acciones...

Sentir sus labios sobre los míos es una sensación de la cual debo acostumbrarme a sentir, es una sensación de la cual ahora más que nuca debo disfrutar... Sus labios y los míos se mueven al compás mientras mis manos yacen alrededor de su cuello atrayéndolo más a mí, sus manos sobre mi cintura le han ayudado a cortar la distancia existente entre nuestros cuerpos,

Quiero pedirle que pare, pero también, quiero pedirle que no se detenga...

Una revolución se arma en mi mente debido a los pensamientos tan abrazadores, sus manos, han dejado mi cintura bajando lentamente sobre mis glúteos y en un momento a otro, estoy contra la pared con mis piernas entrelazadas en su torso...

Al abandonar mis labios se va hacia mi cuello, mordiéndolo con voracidad y con fuerza, gimo por la sensación de dolor y placer que implanto en mí, gimo por cada mordida que planta en mi cuello, gimo por la manera tan desesperante de querer tirar de la carne de mi cuello...

Lleva una de sus manos hasta mi cabello enredando sus dedos en este logrando hacer mi cuello hacia atrás teniendo acceso toda la demás parte blanda de mi cuello... Atrapo sus labios con avidez, él los muerde y devora con desesperación, su respiración es agitada, gruñe contra mi boca al momento en mis abajan hasta los extremos de su camisa, esta vez no hay negación por parte suya, he comenzado a subirla con desesperación hasta dejarlo al descubierto... Su cuerpo levemente ejercitado me hacen querer recorrerlo con mis manos, sin embargo, mis manos recorren su espalda ancha y tensa.

Sus manos bajan hasta mi blusa tomándola de las extremidades para subirla por completo, me sonrojo al momento en que muerde su labio inferior con fuerza, sus manos se posan en mi cintura pegándome con fuerza a su cuerpo, gimo en bajo logrando sentir sus labios una vez sobre mi cuello, sube al lóbulo de mi oreja para comenzar a besar y morder con intensidad.

─Para ─susurro entrecortadamente─ por favor... Ha-Harry y Alice llegaran...

A la mierda con ellos.

Una risa me asalta mientras trato de recuperar mi respiración sin embargo, la no ayuda mucho a que yo trate de recuperarla. Llevo mis manos hasta sus hombros y lo aparto con lentitud, me mira con interrogación.

─En serio... N-no quiero que tengas problemas con Harry por esto...

─ ¿Yo? ─pregunta con serenidad─ ¿no serás tú la que no quiere tener problemas con Styles, Lili?

─No es eso...

Traga saliva con dureza para después mirar hacia la sala, me baja con un poco de brusquedad mientras yo ahora trato de cubrirme, estoy en sostén y ahora esto se ha vuelto algo incómodo para mí...

─Michael... Sabes que no es bueno que tengas problemas con él por culpa mía... No cuando ambos cargan con armas a todos lados y pueden provocar algo de lo que se arrepientan...

Hace una mueca al mirarme con molestia, suspiro y empuño los ojos por algunos segundos, cuando los abro, sigue mirándome con molestia.

─ ¿No es por eso, o si Collins?

─Michael...

Sus manos suben hasta mis brazos bajándolas a los costados dejándome al descubierto de nuevo, su frente choca contra la mía logrando que nuestras narices rocen su respiración cálida y entrecortada me pone la piel de gallina, sus dedos trazan trayectos sobre mi piel y pronto, llegan hasta mis caderas.

─Me estas comenzando a hartar Collins... ─gruñe con arrogancia pegando mi cuerpo junto al suyo, empuño los ojos soltando un quejido─ y detesto que comiencen a hartarme...

Abro los ojos mirando la tonalidad oscura que han adquirido sus ojos, esa tonalidad oscura deseosa hace que lo mire por segundos, antes de bajar la mirada a sus labios y besarlo con lentitud, veo, que lo lento no es de su agrado...

Una vez más, empuja su cuerpo junto al mío provocando un gemido ahogado, ha mordido mi labio inferior con fuerza mientras procede a juntarme por segundos junto a su cuerpo tibio... Sin embargo, voces nos hacen separar en segundos, Harry y Alice están subiendo las escaleras del edifico.

─Se nos ha agotado el tiempo, Lily.

Su voz ronca me hace estremecer, siento la necesidad de seguir besándolo, siento la necesidad de saber hasta dónde hubiésemos llegado si no lo hubiese frenado, recoge su camisa y comienza a caminar con esta hasta la sala ignorándome por completo, suspiro liberando todo el nerviosismo para yo también tomar mi camisa y adentrarme a la habitación.

Horas más tardes nos encontrábamos en aquella sala comiendo un poco de pizza que Harry decidió encargar para cenar, Alice se encuentra dándose una ducha, después de todo ella no quiso cenar debido a la falta de apetito. Prefirió darse la ducha y después ir a dormir por el cansancio que se había acumulado en ella.

Silencio absoluto abunda en la sala, el sonido de la televisión es el único presente mientras los comentaristas narran aquel partido de futbol americano, hombres de uniformes color blancos y color vino corren alrededor de la cancha enorme tratando de bloquear a los opuestos del equipo para conseguir aquel balón ovalado.

La cerveza que está en la mano de Michael luce medio vacía, ha bebido algunas cuantas de esas y aún mantiene el conocimiento para saber de lo que se habla en la televisión. Mantengo el plato con la pizza en esta en mis piernas mientras tomo la lata de Coca-Cola que se encontraba a mi costado, le doy un sorbo algo corto para dejar de nuevo la lata en aquel lugar.

Harry toma una rebanada más de pizza mientras su vista está en la pantalla de aquel televisor, no me ha dirigido mucho la palabra, tampoco Michael, no después de lo que paso por la tarde lo cual tuve que frenar todo por temor a un problema mayor.

Desoto está encima del tapete color beige mordiendo uno de sus juguetes favoritos, sin embargo, el can deja de jugar con él cuando Harry le ofrece un pedazo de pizza con trozos de salchicha en esta.

─ ¿Iremos a Seattle en autobús? ─el hombre de ojos esmeraldas pregunta con sequedad, Michael niega.

─Conduciremos.

─Bien. ¿La chica con quien se quedara?

─Cardi la cuidara, le he dicho a Jolson que ella se hará cargo por unos días de Alice. Dos o tres a lo mucho.

─ ¿Puedo saber quién es Cardi? ─pregunto en voz baja y con amabilidad, Harry me mira y después lleva su vista al televisor.

─Nadie con importancia ─responde.

─...

Un suspiro brota de mi garganta, hago una mueca bajando la mirada y me aproximo a dejar el plato con la orilla de la pizza en la mesita de centro, me levanto del sofá dispuesta a irme a la habitación.

Estos días, me he sentido mal conmigo misma, he aprendido a no tener que abrir la boca de más, he aprendido a callar y a preguntar cosas que debo saber... Sin embargo... Mis aportaciones han sido en vano... No me siento en confianza, no me siento en apoyo, no me siento como debería sentirme...

Siento que solo llegue aquí para arruinarles la vida de matones a estos sujetos...

Una lagrima resbala por mi mejilla al pensar que tal vez, si mis padres hubiesen pagado el dinero de las drogas, yo aún seguiría con mi hermano Dylan, con mis padres, al menos, mi hermano Dylan me quería por lo que era, me sentía querida por él y por Desoto... Cuando llego a aquella habitación cierro la puerta para caminar hacia la cama, me recuesto en esta de lado y entonces pasa... Una vez más, vuelvo a llorar en esa cama...

Cuando Alice entro a la habitación, ya había dejado de llorar, pero seguía suspirando de manera entrecortada, suspiros largos y profundos que no daban a entender nada bueno... La mujer, fue con Harry hacia su casa para traer un poco de ropa, me comentó que pronto tomaría un autobús a Texas para irse con sus padres, estos se enteraron sobre lo ocurrido en el colegio pero por fortuna Alice invento un gran excusa para no meterse y meternos en un aprieto...

Sus padres le dijeron que en pocos días estarían en Texas y ella tendría que ir hacia ellos. Cuando termino de vestirse, sentí el peso de su cuerpo a mi costado, sus manos acariciaban mi cabello con suavidad mientras el silencio seguía presente.

─Siento lo que paso con ambos esta mañana...

─... No es tu culpa... Es con lo que debo lidiar a diario Alice...

─... No deberían tratarte así... No cuando perdiste a tus padres y solo le queda tu perro y hermano en el mundo...

─...

─Sabes... Tal vez, puedas venir conmigo a Texas.

─... ¿Sabes que es mala idea, verdad?

─Si... Pero valdrá la pena.

─ ¿Puedo confesarte algo? ─le pregunte a la mujer que paro de acariciar mi cabello, la mire esperando una afirmación, al encontrarla, me incorpore en la cama sentándome a su lado─ a veces... He pensado tanto en aceptar lo que Andrew me propuso hace tiempo Alice...

─ ¿El tipo de hoy? ─asentí─ ¿Qué te ha propuesto Lily?

─... Trabajar para él... ─la mire, ella entendió enseguida, su ceño se frunció negando una y otra vez─ al menos, con él no tendría que vivir la mierda que vivo a diario Alice...

─Lily...

─Alice... ─mis ojos se cristalizaron─ no sabes que tan jodida estoy... No sabes por todo lo que he tenido que pasar, mi vida ha sido una mierda desde que mis padres comenzaron a drogarse, perdí amigos, perdí a mi novio, perdí a las mejores amistades que pude tener... Perdí el amor de mis padres hasta que decidieron vendernos a mi hermano y a mí a Jolson... Sufrí mucho Alice... Sufrí porque no creía que mis padres pudieran avernos hecho esto mí a hermano y a mí... Y paso... A veces deseaba que alguno de ellos dos terminara con mi vida tan miserable Alice... Y cuando supe en donde dejaban esas armas...

─Lily, para...

─Pensaba en quitarme la vida Alice... Soy un estorbo aquí, soy un maldito estorbo para esos dos hombres que lo único que quieren es protegerse a sí mismos, quieren depender de ellos... Es jodido que te tomen como una segunda opción, que no vean cuan jodida estas, que no vean que estas derrumbándote por dentro por no poder comprender que, nunca fuiste lo que esperabas para muchos...

─...

─Quiero irme de aquí Alice... Quiero hacerlo... Pero no puedo tomar el valor para hacerlo... Porque solo soy una maldita cobarde...

─... Eres más que eso Lily... Has soportado todo eso y sigues aquí... Y te prometo que sabrás que tú vales mucho más de lo que tú creés.

─...

***

Al día siguiente me encontraba fuera del apartamento con Desoto, el clima es algo frío por lo cual mis guantes color rosados están cubriendo mis dedos del frío. El can solo está sentado a mi costado mirando a todas direcciones mientras su lengua cuelga de su boca, saliva bastante y hasta ahora desconozco la razón...

Acaricio su cabeza con delicadeza sin siquiera mirarlo, sigo con la vista al frente, sigo mirando con atención a las personas que circulan con normalidad por las calles, sin preocupaciones, sin tener miedo a que la policía los arreste por cometer asesinatos o por servirle al hombre más peligroso de New York.

La puerta de la casa es abierta a una velocidad adecuada, sin embargo no volteo para saber de quién se trata, bajo la mirada hacia mis manos que están extendidas al aire, entrelazadas y jugando una con la otra.

El olor a cigarrillo invade mis fosas nasales, ese aroma tan fastidioso y poco agradable... El humo, es expulsado de la boca del hombre que se ha posado a mi lado, en la misma posición que yo salvo que una mano sostiene aquel cigarrillo blanco con una franja delgada color verde... Poco a poco se agota, y agradezco que el olor pronto desaparezca...

─Harry y yo saldremos hoy por todo el día ─lo mire─ hay asuntos que arreglar. Alice se ira hoy por la noche, llame a la mujer y vendrá, espero estar aquí para cuando ella llegue.

─ ¿Es importante que solo vallan ustedes dos?

─Lo es. ¿Por qué?

─... Creía que... Quizás podría ir con ustedes...

─Debes quedarte. No podemos llevarte y dejar sola a Alice aquí ─lo mire─ necesito que te quedes a cuidarla.

─... Está bien... ─volví a bajar la mirada al momento en que la lleve al frente.

─Oye ─tomo mi barbilla, lo mire─ necesito que te quedes... Necesito que estés bien.

Trataba de no mirarlo a los ojos, trataba de no prestarle aquella atención que soltaba tan fácilmente... Pero no lograba hacerlo... Aunque me doliera su indiferencia a veces sentía cosas inexplicables por él... Sentía cosas que pocas veces logre sentir con solo una persona en el mundo y él, él ha hecho que vuelva a sentir esas cosas tan inexplicables... Sé que es malo... Sé que fue bueno y puro alguna vez, sé que... Suele ser las dos cosas al mismo tiempo... Pero a veces, solo preferiría una de esas dos cosas...

Trague saliva con pesadez mientras su lengua mojaba sus labios con suavidad, mire aquella acción prestándole toda la atención del mundo, pero sin embargo, algo más llamo mi atención...

Dos camionetas color negras se estacionaron con una brusquedad increíble detrás del auto de Harry, el derrapón que dieron aquellas camionetas dejaron las marcas negras de los neumáticos en el piso... Él soltó mi mentón llevando su mirada hacia al frente, su ceño fruncido muestra más que confusión... La puerta vuelve a abrirse y de esta puedo contemplar a Harry luciendo confuso por aquel sonido tan brusco y sorpresivo.

─Hijos de perra... ─murmura Harry con molestia, lo miro.

─Lily, ve adentro y enciérrate junto con Alice ─Michael me ordena con voz casta.

─ ¿Por qué? ─la confusión irradia mi sistema al ver la reacción de ambos hombres, las puertas de las camionetas son abiertas y de estas, hombres bajan con normalidad, dos de cada camioneta, dos hombres que hasta ahora son unos completos desconocidos para mí, con ellos, baja una mujer, rubia, ojos azul verdoso y delgada, una mujer que a simple vista sé que es peligrosa... Sonríe al verme, sonríe como el gato de Alicia en el país de las maravillas... Y los hombres, solo hablan entre ellos antes de tomar lo que parecieran ser maletines de dinero...

─Es tarde... ─dice Harry─ saben que está aquí Joe... Saben que Lily trabaja para Jolson...

─... Pero no saben de Alice... ─murmura Michael─ Lily, ve con ella y dile que no salga de la habitación...

─De acuerdo...

Cuando estoy a punto de dar la vuelta, escucho la voz de aquella mujer que ha llamado a ambos hombres, paro de inmediato mirándola con atención a cada movimiento que hace.

─Espero que ella sea más grande que la perra de Diana, Joe ─la mujer alza la voz como si no le importase nada, como si fuera tan simple para Michael tragar ese nombre de aquella mujer─ ¿también la matarás? ─habla una vez más sonriente, Michael luce molesto─ reconsidera llevársela a Andrew cuando no te sirva más para satisfacerte sexualmente.

La miro una última vez antes de ver a la chica dedicarme una sonrisa llena de pesadez, de hipocresía... Una sonrisa, que no avisaba nada bueno...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top