Corro por las calles oscuras de aquella zona, corro detrás de un sujeto el cual ha escapado con un maletín lleno de dinero, salió corriendo por la puerta trasera de la casa al momento en que llegamos a esa casa de dos pisos a cobrar un dinero que al parecer, el sujeto pidió a Jolson prestado, sin embargo, nunca le pago. Drogas es lo que al parecer lleva también en ese maletín color azul marino, es pequeño, con facilidad se puede tomar con una mano. No sé dónde están aquellos dos tipos, seguí órdenes, seguí lo que Michael me grito, seguirlo.

Desconozco las calles en donde estoy, Desoto se apartó de mí hace unos minutos, no sé a qué lado ha ganado aquel can, ni siquiera vi si me siguió al momento de girar por una de las tantas calles por las que vengo siguiendo al tipo.

Han pasado dos semanas, dos largas semanas aprendiendo de estos sujetos, aprendiendo a como robar, a como intimidar, a como pedirle a Desoto que ataque a los que se muestran agresivos y peligrosos con nosotros. No he vuelto ver a mis padres, pero necesito verlos una vez más.

Jolson por su parte ha dado todo de él para que siga en este trabajo, me ha pagado lo bastante bien como para darme mis propios lujos, no me ha permitido ver a Dylan, según, mi hermano está estudiando en casa bastante, sale a hacer cosas importantes como aprender a pintar, lo que él siempre deseo.

El tipo corre rápido, mis piernas arden del cansancio, siento que caeré en seguida sobre mis rodillas... Mi atención se vuelca al perro que ha salido de los callejones, Desoto se ha lanzado hacia el hombre moreno mordiéndolo de las piernas el hombre cae en seguida gritando y pidiendo que lo detenga, no lo hago, no hasta que el tipo suelte aquel maletín que lleva en sus manos.

Los colmillos de Desoto se entierran en la carne del hombre ha roto sus pantalones con facilidad, dejando ver a leguas como muerde la pierna de aquel hombre como si fuese su juguete favorito. El can, sube a las manos del tipo mordiéndolas de igual manera. Un auto se estaciona de forma brusca frente al callejón de este bajan aquellos dos hombres quienes han comenzado a apuntar al tipo.

─ ¡Psszz! ─aquel sonido que salió de los labios de Harry hizo que Desoto se apartara de inmediato del sujeto, aun manteniendo esa postura amenazante. Jackson se acercó al tipo para quitarle el maletín en seguida, abriéndolo y verificando que nada faltara.

─Valla, valla, Joshua... Que buen corredor eres, espero que con las perforadas que el perro te dio sigas corriendo de esa manera.

El hombre no decía nada, gemía por el dolor, gemía por las mordidas que Desoto le dio. Tome a Desoto del collar negro que lo rodeaba para guiarlo hasta el auto, el can es necio, pone todas sus fuerzas para impedir que no lo lleve por ese camino, no le resulta, Harry ha comenzado a ayudarme.

─Me hubiera encantando verlo atacar a este sujeto ─habla Harry sonriente─. Seguramente estuvo mejor que con el sujeto de hace cuatro días.

─Cada vez mejora más ─lo miro sonriendo un poco─ aunque... Me preocupa que seamos nosotros los siguientes, cada vez es más agresivo...

─No pasara eso Collins, sube al auto, llamaremos a Jolson para que venga Con este sujeto. Hoy no pasará la noche.

─Vale. Vamos Desoto, deja de forcejear.

Seguía conduciendo a Desoto al auto, seguía forcejeando con él para que entrara, al momento de subirlo al auto, subí yo en seguida cerrando la puerta de este. Me senté en seguida en el asiento del copiloto mirando a Michael con su celular en manos, acaba de colgar aquella llamada que hace unos segundos comenzó solo para llamar a Jolson y decirle la calle en la que estábamos.

Normalmente suele dejar que Frank haga el trabajo sucio, golpearlos un poco más de la cuenta, amenazarlos a muerte o incluso, terminar con la vida de dicho sujeto. Mi relación con ellos no es del todo perfecta, aun solemos discutir demasiado, en especial Michael, el tipo puede verse serio pero sin duda, él es el que más dolor de muelas causa en mí.

Doy una bocanada de aire antes de verlo acercarse al auto, ha guardado el celular pero el arma sigue en sus manos, Harry esta de cuclillas frente al tipo, su arma es sostenida por ambas manos suyas.

Cuando la puerta del auto se abre, llevo mi vista hacia el hombre quien luce sereno. Entra al auto cerrando la puerta de inmediato, Desoto se acerca a él para recibir su mejor recompensa, caricias y más caricias.

─Dejaremos descansar a Desoto unos días Collins, ha hecho mucho por ahora.

─De acuerdo ─respondo llevando la mirada al can, se aparta de las manos de Michael y camina hacia los sillones del auto para recostarse en este.

─Respecto a tu graduación.

─Solo quiero que mis padres vallan. Nada más.

─Collins...

─Se lo que paso, lo que me dijiste, lo que Harry me dijo... Pero, son mis padres, tienen derecho de estar ese día conmigo, tienen el derecho de poder estar frente a mí, frente a esas variedades de personas. No son malos Joe... No lo son...

─...

─Aprecio mucho lo que tú has hecho por mí, lo que Harry hace por mí, de verdad les agradezco que me enseñen todo esto, les doy gracias por mostrarme que el mundo no es lo que pensaba, pero vamos, sé que tú piensas de la misma manera que yo, no lo admites por pena, o porque sabes que yo tengo la razón.

─... Veré que puedo hacer con respecto a eso.

Solo asentí con mi mirada en él, con mi mirada tranquila y serena, sus ojos están puestos en los míos, aquellos ojos marrones que guardan más de un secreto, su lengua moja su labio inferior al llevar la mirada al frente, un auto ha entrado a la zona, un auto color blanco con los focos encendidos puedo ver en el interior a algunos hombres sin embargo, desconozco sus rostros. Un segundo auto entra a la calle en donde estamos, un auto del mismo modelo y del mismo color.

Lo escucho murmurar algo antes de bajar del auto y cerrar la puerta de un azotan. Lo veo caminar hasta Harry quien se ha incorporado a un costado de aquel hombre, pasa el maletín a Michael nuevamente para caminar hacia el primer auto. Charlie Jolson está aquí, más interesado que nunca en saber quién ha desobedecido sus órdenes de pago.

Frank baja del auto con un arma en manos, luce molesto, luce ansioso, luce con emociones mezcladas al flote. Pongo mi atención en la chica que ha bajado del auto con tranquilidad, su sonrisa es coqueta, la sonrisa que lleva en el rostro y aquel anillo en su dedo me hace saber que es la esposa de Jolson.

La mujer es delgada, luce pantalones negros de cuero y una blusa color blanca, sus zapatillas son altas y negras, su cabello esta suelto hecho ondas, sus labios son rojos y sus uñas largas de color plateado.

Saluda a los dos hombres con los que vivo de manera amigable, la expresión de Jolson me hace saber que no le gusta que les dirija la palabra a ninguno de esos dos hombres. Jolson les dice algo que no logro escuchar, sin embargo, Michael le entrega el maletín siendo abierto por el hombre robusto. Desconfía a que le falte algo. Cierra el maletín y mira a ambos chicos con serenidad, baja la mirada al tipo que se encuentra sentado con sus manos ocultas, después, se da la vuelta ordenando algo con sus dedos.

Ambos hombres se dan la vuelta sobre sus talones, comenzando a caminar hasta mí, Frank, se acerca al hombre que ha comenzado a suplicar por su vida, sin embargo, Frank se limita a gritarle que cierre la boca. Harry sube a la parte trasera del auto, Michael como siempre sube al asiento del piloto encendiendo el auto y comenzando a conducir. Una detonación irradia en mi campo perceptivo, empuño los ojos al saber que nada termino bien para aquel hombre...

***

Ocho de la noche, estoy tomando un baño con agua caliente, mantengo la vista abajo sintiendo el agua caer sobre mi cabeza y resbalar sobre mi espalda, cuello y hombros, un suspiro brota de mis labios debido a la fatigación que siento ahora, han pasado días desde que comencé con esta nueva vida, siendo una cómplice más de los dos hombres que seguramente están bebiendo cerveza. Subo una mano hasta la llave cerrándola, bajo la mano quedándome inmóvil por unos segundos, antes de entrar en razón y salir de ese reducido espacio.

El lugar al que nos mudamos es algo más pequeño, sin embargo, las habitaciones son mejores que las anteriores, es un lugar donde rentan apartamentos con todo incluido, pequeños y con vecinos un poco fuera de serie. Tomo la toalla blanca que está encima del depósito del baño y la envuelvo a mí alrededor, tomo la perilla de la puerta y la giro saliendo de este. Mi vista se clava en el chico de ojos esmeraldas quien tiene su celular en manos la vista en esa pantalla mientras juega un bobo juego de alimentar a un alienígena extraño. No lleva su camisa puesta, la tinta sobre su pecho y brazos la ha dejado al descubierto.

─Deja de mirarme Collins ─pide sin apartar la mirada del celular─. Me estas sonrojando.

Suelto una risa pequeña: ─Al menos Harry, deberías de tener cerebro para saber que nunca debes estar fuera del baño cuando salga yo.

─Aja ─me ha ignorado por completo subiendo su vista hacia mis ojos─ no eres mi tipo Collins, no es por ser egoísta, pero las jovencitas, no son lo mío.

─ ¿Te gustan las ancianas?

─No.

─ ¿Qué edad tienes Styles? No te vez como un hombre que sea viejo.

─Soy un hombre que no se interesa por los años de una persona Lily ─dice acercándose a mí con lentitud─ pero, no quiero que me acusen de ser un maldito pedófilo si al menos llegara interesarme en una niña, que apenas cumplirá los dieciocho años.

─No soy una niña, se es mayor a los dieciséis, estamos en Estados Unidos Harry. Deberías saberlo. No me hará daño, ni a ti el que me digas que edad tienes. Al menos, estaré más cómoda al saber tu edad.

Una sonrisa broto de sus labios al momento en que dije aquello, asintió llevando su celular a los bolsillos delanteros, dio dos pasos más hacia delante haciendo que me introdujera al baño una vez más, su brazo se alza en el marco de la puerta dándole una postura que muestra descanso, lo miro directamente a los ojos antes de que sus labios se abran para hablar.

─Veinticinco ─suelta de pronto con calma, frunzo mi ceño confusa, pensé que tal vez tendría al menos veinte años, veo que me he equivocado.

─Te vez más joven ─respondo de golpe, su sonrisa crece aún más, negando y volviendo a una postura normal.

─Gracias por tratar de quitarme años Collins.

Llevo mi vista hacia el hombre que tiene una cerveza en manos y una sonrisa corta en sus labios, bajo la mirada al saber que pudo haber malinterpretado todo. Me cruzo de brazos por la incomodidad, estoy solo con una toalla alrededor de mi cuerpo, con dos tipos que no conozco del todo.

─Debí haber invitado a alguien para divertirme yo también ─suelta Michael con gracia, el chico de ojos esmeraldas me dedica una última sonrisa antes de girar sobre sus talones y salir de mi vista, se ha dirigido hacia la sala con calma─ te preguntare algo Collins, y espero que me respondas con la verdad y no como lo hizo aquel cabrón que se acaba de ir.

─Estoy con una toalla alrededor de mi cuerpo Joe.

─ ¿Y? no me interesa la posición en la que estés Collins.

─Eres un desinteresado...

─Gracias por el cumplido ─sonrió─ ¿Tienes algo con Styles?

─No es mi tipo ─respondo de pronto antes de caminar hacia la habitación, se adentra conmigo en forma cautelosa, me hace sonreír cuando actúa de esta manera.

─Lo había olvidado, la chica es lesbiana.

─ ¿Y tú? Nunca te he visto con una mujer Joe, seguramente y quiero pensar que tú tienes gustos distintos.

─No Collins, si no me vez con ninguna mujer, es por dos razones que no discutiré contigo.

─Genial, ahora ¿dejas que me vista por favor?

Una sonrisa corta broto de sus labios, asintió un par de veces antes de darme la espalda y quedarse quieto, ¿Qué mierda? Lo vi subir la lata hasta sus labios dándole un sorbo largo, la volvió a bajar al momento en que trago lo que había en su boca.

─Debe ser una puta broma Joe...

─Me pediste, dejarte vestir, no que saliera de aquí Collins.

─... ¿Puedes salir por favor?

─ ¿Vez que la cosa cambia?

Solté una risa pequeña antes de verlo tomar la perilla de la puerta y salir de la habitación cerrándola detrás de él. Suspire, un suspiro de tranquilidad, siendo sincera, me he sentido agusto con esos dos hombres que han hecho todo por mí para cuidarme y enseñarme algunos detalles de la vida. Si, pueden ser fastidiosos e insoportables, ¿pero a quien engaño? Me están agradando de una manera sorpresiva...

A la mañana siguiente desperté con la sorpresa de que Michael no estaba, era extraño ya que siempre estaba aquí a la hora de que yo despertaba, ahora veo que me equivoque. Después de desayunar un cereal con leche, me di un rápido baño y me coloque aquel uniforme del colegio. Harry y yo salimos del lugar de manera serena y tranquila.

Hemos comenzado a bajar las escaleras de cemento llevo mi pequeña bolsa a mis espaldas, no es pesada solo tengo dos libretas en esta, más mi estuche donde suelo guardar mis plumas y lapiceros. La alarma del auto de Harry es desactivada, me acerco a la puerta del copiloto y la abro, subiendo en seguida en un silencio arduo. El hombre de ojos esmeraldas camina rodeando el auto, luce una camisa blanca por debajo de los hombros, pantalones negros y zapatos color cafés, su cabello está atado en un pequeño chongo, lo cual, lo hace lucir algo adorable.

Una vez enciende el auto, comienza a conducir en silencio, su vista está al frente atento a cada auto que sale de la zona, atento a cualquier actividad sospechosa. Mi mirada está en él, espero que me diga a donde fue Michael, saber por qué no estaba esta mañana en su habitación. Llevo mi vista hacia la parte trasera del auto, esta vacío, había olvidado que esta vez Desoto se quedaría en casa, y así fue, estaba dormido por lo cual no quisimos despertarlo, vuelvo a llevar mi mirada hacia Harry, el tipo está demasiado pensativo, más de lo normal.

─ ¿Harry?

Lo llamo, su mirada se desliza con suavidad hacia la mía, eleva ambas cejas esperando a que termine de hablar.

─ ¿Sucede algo?

─Nada importante Collins.

─ ¿Estás seguro? Desde hoy por la mañana has estado algo, pensativo.

─Estoy cansado...

─ ¿De ser buscado?

─No ─sonrió divertido─ de que una niña llorona haga tantas preguntas para saber cómo estoy.

Sonreí un poco mirándolo aún, él, dirigió su vista hacia la carretera nuevamente, mantenía los ojos muy bien abiertos, supongo que ahora que se dio a conocer la noticia del hombre de ayer habrá más seguridad en las calles. Si, como lo escucharon, por la mañana en el televisor dieron a conocer la muerte del hombre del cual, Frank se deshizo con una sola bala, cada vez es más riesgoso este trabajo...

─ ¿Dónde está Michael?

─Fue con Jolson.

─ ¿A qué?

─... A, avisarle sobre un trabajo que hizo hace un par de días...

─ ¿Qué trabajo?

─...

─ ¿Robo a alguien? ¿Por qué quiso esperarse hasta hoy?

─No lo sé Lily, no lo sé.

─Quisiera conocer más de ti, de él... Vivimos bajo el mismo techo y no sé nada de ustedes, nada de su vida, nada de lo que hacían anteriormente, antes de comenzar este trabajo...

─No hay nada que contar Collins, simplemente; éramos unos adolescentes al comenzar este trabajo...

─ ¿Ambos tienen la misma edad? ─asintió─ ¿por qué aparentan menos?

─ ¿Por qué tú aparentas tener solo catorce años Collins?

─Ni idea.

Otra sonrisa abandono sus labios, una sonrisa que me contagio a mí, mire hacia al frente viendo el auto girar por una de las tantas calles de la ciudad, la calle estaba desierta, no había autos, ni siquiera personas, era algo extraño a decir verdad, sin embargo, no le preste importancia a eso.

─Y ¿la llorona tiene novio?

─ ¿Qué no has escuchado a Joe? Soy lesbiana Harry.

─Jajá, maldito cabrón, le gusta molestarte Collins, me lo ha dicho innumerables veces.

─Es... Agradable en cierto sentido...

─Define agradable.

─Harry, por dios. El tipo podrá ser un maldito saco de mierda, pero sé que al menos tiene cordura, lo que muchos no tienen. No lo conozco, se muestra simpático, y lo es, pero... Quisiera saber porque rayos es tan intimidante...

─ ¿Intimidante?

─Si, lo veo y... Su mirada expresa cosas que nunca antes había visto en alguien, muestra temor, preocupación, angustia, una furia tan grande que es difícil de explicar, a veces solo quiero esconderme como una niña pequeña... Y otras, solo quiero enfrentarlo y pedirle por qué actúa de esa manera...

─Michael ha pasado por muchas cosas Collins, cosas de las cuales se ha arrepentido bastante. Ha matado gente inocente, ha secuestrado gente que no debe nada a Jolson, ha robado, asaltado, torturado... Tenerte aquí con nosotros es algo bueno Collins.

─ ¿Bueno? ¿Por qué?

─Por que he notado que con tu presencia, has causado que se ablande un poco.

─...

─No te culpo que quieras saber qué fue lo que lo llevo a meterse en este sucio negocio, yo estuve como un pendejo tras de él hasta que me lo dijo.

─... ¿Es por su familia?

─Si, y no.

─Harry... ¿Quién fue Diana para él? ¿Por qué le molesta que la nombren? Andrew dijo que

─Se lo que dijo ─me interrumpió con brusquedad, ya habíamos llegado al colegio, los estudiantes entran al enorme edificio y otros conversan con amigos, el auto para y mi vista sigue en Harry─. Y créeme, no fue culpa suya lo que le paso a la chica, no obligo a la chica a hacer cosas que ella no quería... Jolson siempre lo ha culpado de algo, que hasta el mismo sabe que es falso.

─ ¿Era joven?

─... Tenía dieciséis años... ─sus manos bajaron del volante─ era una chica que destellaba felicidad, aun viviendo bajo nuestro infierno... Adoraba leer, ese y molestarme era su pasatiempo favorito.

─... Ella, ¿era algo de Michael?

─... Lily

Pequeños golpes en la puerta nos hicieron mirar hacia la ventanilla polarizada, pude ver a Alice parada mirando hacia otro ángulo, el chico de ojos esmeraldas me hizo la seña de que bajara del auto, lo mire una última vez antes de verlo guardar el arma en la guantera del auto, coloco ambas manos en el volante del auto llevando su vista hacia al frente. No me dirá mas, supongo que... Eso yo lo descubriré por cuenta mía. Baje la mirada llevándola al seguro del auto, lo quite para abrir la puerta

─Te enterarás de cosas que desearás no haber sabido Collins... ─lo mire con mi ceño fruncido─. No confíes en nadie, recuerda que el diablo una vez fue ángel.

─...

Lo miraba extrañado, lo miraba con un signo de interrogación en mi mirada... ¿Qué me abra querido decir?