Había pasado una semana más o menos después de lo sucedido anteriormente. Pero esta vez no nos enfocamos en la princesa ni en nuestro caballero azabache sino en la habitación de los reyes del reino de Kalos.

Grace: Ash hizo un buen trabajo al salvar a mi hija.

Rey: Si, es un guerrero muy fuerte. Oye, amor, voy a hablar seriamente con Ash.

Grace: ¿Sobre que? Que yo sepa, Ash está haciendo un excelente trabajo como el protector de nuestra hija.

Rey: Es precisamente eso, pienso dejarle bien en claro que Serena es una mujer que él no puede tener.

Grace:  Mi hija es una hermosa y joven mujer. Ella puede tener al hombre que quiera, incluso a Ash si ella quiere.

Rey: ¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? 

Grace: No me digas que sigues con esa tontería de casar a Serena con el príncipe Alan de Hoenn.

Rey: Es lo mejor para ella y para el reino.

Grace: Serena ya te ha dicho en miles de ocasiones que no está interesada en contraer matrimonio con Alan, ella no lo ama.

Rey: Es mi última palabra, Serena se casará con el príncipe de Hoenn.

Grace: ¿Como es posible que sacrifiques la felicidad de nuestra hija para la supervivencia del reino? 

Rey: Es lo mejor para ella y para el reino. Con el tiempo, ella aprenderá a amar a su futuro esposo y se dará cuenta del favor que le hice. Piénsalo, con Alan tendrá una hermosa casa, herederos y todas las atenciones que una mujer puede pedir.

Grace: Pero.....

Rey: ¿Que quieres? ¿Que le entregue a mi hija a un tipo como Ash Ketchum? Lo que puede llegar a sentir por él es algo pasajero, lo olvidará tarde o temprano. ¿Acaso olvidaste como nos conocimos? Nuestro matrimonio no fue por amor pero terminamos por amarnos con locura. No parabas de decirme que no me amabas y míranos ahora, con dos hijos y más de 20 años de matrimonio

Grace: Odio admitirlo, pero tienes razón. Mi hija tiene mejor futuro al lado de Alan que de Ash. 

Rey: ¿Ves, mi amor?

Grace: Pero no separes a Ash de Serena, eso la pondría triste. 

Rey: Como dije, solo le dejaré las cosas claras.

Y con eso dicho, la pareja tomó caminos distintos. A pesar de lo dicho, Grace todavía estaba insegura. Esto es lo mejor para su hija, toda mujer desearía un hombre como Alan por sobre Ash. Esto era lo mejor ¿verdad? ¿Que podría saber una mujer que no amo ni fue amada antes de tener esposo? 

Con la cabeza en alto, el rey se dirigió a la casa del protector de su hija para hablar con él. Pocos notaron su presencia ya que no quería levantar mucho escándalo. Al llegar, Delia lo reconoció y lo invito a pasar al instante. Y allí lo vio, entrenando con su padre en el campo. Él sin duda era fuerte, y al ser tan joven significaba que solo sería más fuerte con el tiempo. 

Rey: ¡Ash!

Ash: Hola, mi señor.- hizo una reverencia- es un gusto para mí que visite mi hogar. ¿Se le ofrece algo de comer? Mi madre cocinó mucho. 

Rey: Aprecio tu invitación, joven. Pero tendrá que ser un no esta ocasión, solo vine a hablar contigo un momento.

Ash: Eh... claro ¿que desea decirme?

Rey: Ni que se te ocurra pensar en mi hija como algo más que una amiga.

Ash: ¿Eh? ¿Que está diciendo?

Rey: No lo niegues. Una mujer como mi hija es difícil de  no desear para cualquier hombre. Te pido por favor que no te acerques a ella con otras intenciones que no sean amistad.

Ash: .......

Rey: Y bien, Ash.

Ash: No tiene que preocuparse, nunca cruzo por mi cabeza esa idea. La princesa siempre fue una mujer intocable para mí y siempre lo será. 

Rey: Gracias, Ash. Te aseguró que esto es lo mejor para Serena, de esta manera será feliz. 

Ash: Mi prioridad como protector de la princesa es su felicidad. Si su felicidad se da sin mí pues que así sea.

Rey: Gracias, estaré esperando tu presencia en el castillo mañana. No olvides que acordaste volver mañana.

Ash: Allí estaré, señor. 

El rey se retiro de vuelta al castillo y para variar, Ash estaba pensativo otra vez.

Ash: Esto es lo mejor, debería estar feliz por Serena y su futuro feliz. Tendrá un esposo como se debe y hijos. Entonces, ¿por qué demonios me siento tan vació? ¿Por que demonios me enoja no ser parte de su felicidad?........ ¡BASTA, ASH! Tú eres solo una maquina para matar, un guerrero sin sentimientos o voluntad. Nada más que eso......... Nada ..... más ...... que eso. 

Mientras tanto, la pelimiel yacía pensativa encima de su cama en su cuarto. Sus interacciones con Ash habían sido nulas ya que el azabache decidió pasar más tiempo al lado de su familia. Necesitaba hablar con Ash sobre lo que sintió cuando le dio esa medicina que salvo su vida. No sabía como pero cuando sintió las manos de Ash sobre ella en ese estado, logró sentir algo en su interior, un sentimiento muy fuerte hacia ella. 

No perdió ni un minuto y se puso una capucha para no ser reconocida e ir a hablar con Ash en su casa. No fue tan difícil escabullirse fuera de su castillo ante la ausencia de Ash, camino por las calles hacia la casa de su protector. Toco la puerta y se encontró frente a frente con la madre de Ash.

Delia: Buenas tardes ¿Que se le ofrece?

Serena: Buenas tardes. ¿Está Ash?

Delia: ¿De parte de quién?

Ash: ¿Quién es, madre?- dijo llegando al lado de su madre.

Serena lo vio y se puso un poco nerviosa. Ash sostenía en sus brazos a su hermana menor, Amanda mientras dormía.

Serena: Ash.

Ash: Princesa Serena.

Delia: Oh es cierto. Mis disculpas, princesa Serena, no la había reconocido por la capucha.

Serena: No se preocupe.

Ash: ¿Cuál es el motivo de su visita, princesa?¿Acaso se siente mal, necesita algo?

Serena: No. Solo necesito hablar contigo , ¿puedes?

Ash: Por supuesto, princesa. ¿Puedes hacerte cargo de Amanda, madre?

Delia: Por supuesto.- recibe a su hija menor de manos de su hijo mayor.

Ash: Venga, princesa. Podemos hablar afuera.

Ash como de costumbre se comporto amable y caballerosamente con la princesa mientras salían al campo donde Ash entreno con su padre desde que era un niño de 4 años.

Serena: ¿Estás seguro de volver a entrenar tan pronto? No ha pasado mucho desde que regresaste de ese viaje que hiciste.

Ash: No puedo permitirme dejar de entrenar, princesa. Debo estar listo para cualquiera que trate de hacerle daño a usted.

Serena: Ash, yo quería.

Y de la nada fue interrumpida por una criatura que saltó a sus brazos mientras estaba distraída con Ash.

Serena: Fennekin.

Fennekin: Fenn.

Ash: Por lo visto no pudo aguantarse las ganas de venir a abrazarte.

Serena: ¿Pero como llegó aquí?

Ash: El viaje que hice no fue tarea fácil pero fui ayudado por Pikachu, Greninja y Charizard.

Serena: ¿Charizard?

Ash: Si, ahora que vio lo que soy capaz, su deseo de vencer parece haberse extinguido.

Serena: Ash, mira.- dijo señalando al frente.

Pikachu: Pika- dijo sonriente.

Ash: Pikachu, ¿como haz estado?

Pikachu: Pika- dijo muy alegre pero inesperadamente se fue.

Serena: ¿Eh? ¿Adonde va?

Ash: Parece que quiere que lo sigamos. Que pesado.

Serena: Pues, vamos- dijo muy energética corriendo al bosque.

Ash: ¡Espere, princesa!- pero la chica lo ignoro y no tuvo más elección que adentrarse en el bosque con ella.

Lo que vieron a continuación fue simplemente hermoso. Un montón de Pokemon luminosos iluminaban elegantemente un árbol en la oscuridad del bosque.

Todos los pokemon con los que jugaba Serena cuando era pequeña estaban rodeandolos como si quisieran una acción de parte de ellos.

Serena: Guau todo se ve tan lindo.

Ash: Si, princesa.

Serena: Este decorado es tan bonito como mis fiestas de cumpleaños. Sabes, cuando era pequeña me encantaba bailar en ellas. Era  muy único.

Ash: ¿Le sigue gustando bailar, princesa?

Serena: Pues, últimamente no. Ya que desde que cumplí 12 años, siempre vienen  príncipes de otros reinos a invitarme a bailar. No podía decirles que no. 

Ash: ¿Por qué no baila un poco, princesa? Yo la estaré mirando para que nada pase.

Serena quería bailar, eso era innegable pero esta vez no quería bailar sola. Esta vez quería a un compañero y ella por alguna razón, sabía quién quería como compañero.

Serena: Ash¿Te molestaría bailar conmigo?

Ash: ¿Eh?

Serena: Oh lo siento. No debí haberte pedido eso, olvídalo.

Ash: Descuide, princesa. Será un honor bailar con usted.- dijo extendiéndole su mano.

Serena solo se sonrojo y tomó la mano del azabache para irse ambos al centro de todo para empezar a bailar. Los dos nunca habían bailado acompañando, es más, Ash jamás se le había ocurrido bailar. Con dificultad, lograron hacer la posición correctamente y los pokemon hicieron música para ellos con instrumentos hechos con la naturaleza.

Ash y Serena bailaban pero ya no con dificultad, ahora lo hacían diferente. De alguna manera, ambos supieron como expresarse emociones el uno al otro que nunca pensaron sentir. Serena por primera vez sintió tener un compañero de baile que la abrazaba, le sonreía dulcemente, le hacía olvidarse de sus alrededores y la llevaba a poder tocar el cielo.

Mientras, el azabache no mostraba inexperiencia pues su corazón lo guiaba, ya no usaba sus instintos de batalla o otra cosa. Su corazón le decía como hacer más disfrutable todo para Serena, pero ahora él también lo disfrutaba. Disfrutaba bailar con la princesa y todo lo que lleva un baile tan singular como este.

El baile finalizo y ambos solo se miraron mutuamente. ¿Que era esta necesidad de verse reflejados en los ojos del otro? ¿Que era este abrazo que ninguno de los dos quería que termine? ¿Era....?

Serena besó a Ash. En esos momentos, todo lo que habían vivido pasó por la mente de Ash mientras que Serena solo disfrutaba de la boca de su protector. ¿Que era este nuevo sentimiento hacia la princesa que había sentido Ash desde que regreso?

¿Que significaba este beso de Serena para él? ¿Que es lo que Serena le está tratando de transmitir?

Bueno, aquí el nuevo capitulo. En realidad debería haber estado ayer pero al parecer hubo problemas con Wattpad y no pude colgar nada. Como sea, disculpen por la tardanza. Espero que les guste este nuevo capitulo, dejen su voto si así fue, sígueme si quieres y comenta lo que quieras. Hasta otra, chao