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Era día de fiesta
¿la celebración? Nada más ni nada menos que el matrimonio de Son Hyunwoo y Yoo Kihyun. Aquél día especial fueron invitados varios de los amigos y familiares, quienes compartían en un pequeño salón de eventos; los invitados ascendían a poco más de veinte.
Con apuro Hoseok y Hyungwon llegaron a las puertas del lugar, algunas miradas de las personas que se encontraban en las últimas sillas se posaron en el castaño y el pelinegro que entraban de la mano y se sentaban entre leves jadeos de cansancio.
—Por poco llegamos tarde, Hoseok — se quejó Hyungwon levantando la vista sobre las personas.
—Pero aún no le pone el anillo —comentó Hoseok. —aún sigue siendo una amenaza potencial. — el pelinegro también levantó la vista mientras reía y vio que Hyunwoo iba vestido de manera estupenda, no por nada lo había apodado Playboy; el sujeto se veía bien con lo que fuera que usará. Por otro lado su esposo, Kihyun, era un castaño de piel blanca y delgado, hermoso para algunos, con belleza rara para otros; este iba vestido también de una manera glamurosa y, para ser sinceros, llamaban bastante la atención pues ambos se veían particularmente bien juntos.
La ceremonia pasó entre lloriqueos, los cuales no justificaba para nada Hoseok, se suponía era un día especial y no comprendía la razón por la cuál habría de llorar; se levantaba cada vez que tenía que hacerlo y aplaudía cuando lo requería la situación. El rechiflido por parte de Hyungwon cuando ambos novios se besaron aturdió un poco al mayor, pero sonrió por lo emocionado que parecía su novio y solo lo dejó pasar después dar un leve golpe en su brazo.
Ya en la fiesta todos los invitados disfrutaron de ver bailar a los novios, se acercaban y los abrazaban para platicar sobre la vida después de ese especial día. A Hoseok todo aquello le pareció cansado, pero lindo; disfrutaba de ver lo felices que eran los padres de ambos y la alegría del Playboy parecía ser infinita también. permanecía sentado en una de las mesas de la parte exterior que tenía un mantel blanco cubierto por otro azul oscuro perfectamente doblado que hacia juego perfectamente, tomó de su copa de vino y la bebió lentamente mientras clavaba la mirada en Hyungwon, quién hablaba con el Playboy muy a gusto.
Es lindo...
Pensó al percibir las lindas expresiones de cuando su novio estaba contento por algo. Bajó la copa y apoyó la barbilla en su mano, miró al montón de personas que hablaban de un lado y luego miró hacía la fuente de chocolate que tantas ganas daba de pegarse a ella; lo hubiese hecho, de no ser que seguía una dieta que era estricta. Cuando volvió su vista al frente, donde se encontraba Hyungwon, se asustó por haberse encontrado de frente con Kihyun, el esposo de Hyunwoo.
—No te culpo si te parece una reunión aburrida, no tiene meseros expertos y tampoco una comida de hotel cinco estrellas. Lo siento por eso. —la sonrisa del castaño mostró toda la sinceridad de sus palabras, aquel chico de cerca podía ser atractivo para cualquiera.
—No. —se disculpó de inmediato —No es eso. El problema no es la fiesta, el problema soy yo, no me gustan este tipo de cosas; pero justo pensaba que era lindo.
—¿Lindo?
Hoseok miró al castaño beber de una copa que traía en la mano y luego notó que lo miraba fijamente esperando su respuesta —Sí, lindo. Creo que es una reunión de esas a la que puedes asistir una vez al año y salir satisfecho. — Kihyun rió por la sinceridad del mayor y miró hacia atrás, a donde estaba su esposo y Hyungwon.
—¿Es cierto que estás saliendo con, Hyungwon?
—Claro, llevamos varios años saliendo. Justo ahora está terminando sus estudios en América, pero al regresar del todo planeamos comprar una casa más espaciosa. Quizá-
—¿Los dos? — Hoseok se detuvo y soltó el aire riendo.
—Es demasiado orgulloso como para aceptar que se la de; saldrá con su típico discurso de que es un hombre que es capaz de ayudar a su pareja y esas cosas.
Los dos soltaron a reírse porque encontraron similitudes en sus relaciones. Hablaron sobre sus parejas y sobre el temperamento que poseían, parecía que era el lugar de procedencia que los hacía ser tan malgeniados a veces; para Hoseok, Kihyun era una joya de hombre, era inteligente y dedicado al hogar también, hablaba de adoptar niños y de vivir una vida en familia que nada tenía que ver con lo que estaba preeviendo él junto a Hyungwon, así que sintió una punzada de envidia al sentir que también quería experimentar qué se sentía ser padre.
Tal vez por eso había pensado en una casa más grande.
—Se nota que lo amas. —el comentario repentino del castaño lo desencajó un poco.
—¿A quién? ¿A Hyungwon?— preguntó ignorando la obviedad del comentario.
—Claro que sí, lo amas mucho ¿cierto? — Hoseok no vacilaba en decir cuánto amaba o podía amar a Hyungwon, para él eso era algo sencillo de decir. —Sí, lo amo a morir—contestó orgulloso de lo que sentía —Espero compartir mi vida con él, pero no sé qué piensa sobre todo eso.. —confesó.
—¿Sobre el matrimonio? —Kihyun levantó una ceja curioso, incluso más que al principio.
—Sí, no sé qué pensará sobre casarse con un viejo como yo. — se hizo burla, pero lo que sentía era serio. El temor a ser rechazado lo frenaba mucha veces.
—No exageres ¿Cuántos años tienes?
—34 años. — Kihyun abrió los ojos totalmente impresionado por la confesión, aquél pelinegro no parecía pasar de los veinticinco años de edad; creyó que mentía, pero él no perdía la seriedad en su rostro.
—Bueno, están juntos y eso es lo importante. Deberías dar el primer paso. — lo animó pero Hoseok no se encontraba convencido de eso.
—Estás loco. —el mayor bebió un gran trago de su segunda copa de vino. —eso no es solo imposible, es totalmente loco. Jamás podría obligar a Hyungwon a casarse conmigo.
—Él no hará nada que no quiera. — le recordó con frescura y confianza — si desea compartir contigo su vida aceptará, y si no quiere nada serio entonces simplemente rechazará tu oferta.
Hoseok se lo pensó, pero definitivamente era esa parte del rechazo lo que más le perturbaba.
—Kihyun, mi amor, ven que tus tías quieren una foto contigo. — lo llamó una señora encantadora a quién le presentaron como la madre de Kihyun.
El se apresuró una vez la escuchó. —¡Voy mamá! —el rubio se despidió con un apretón de manos y comenzó a caminar, se detuvo y volvió a mirarlo —Ten confianza hyung, sé que todo saldrá bien para los dos.
Para Hoseok pensarlo era muchísimo más fácil que decirlo, vio a Kihyun alejarse con una sonrisa en e rostro y reunirse con un grupo de señoras que vestían de manera peculiar, le pellizcaban las mejillas y le acomodaban el traje una y otra vez, mientras reían como brujas; echó un lamento por el pobre novio después de levantarse y caminar para buscar a Hyungwon, sus palabras le llegaron a la cabeza.
De verdad no sería nada fácil.
◇◇◇
la reunión acabó con total éxito, algo que poco pasa en ese tipo de eventos, pues siempre hay algún contratiempo. Hyungwon manejó por toda la carretera mirando al frente y de vez en cuando lanzaba un mirada a Hoseok que iba extrañamente callado; tan bien lo conocía, que de una dedujo que algo le preocupaba y mucho.
Llegaron al fin a casa, el pelinegro bajó en silencio y Hyungwon habló sobre lo cómodo que se sintió en la reunión, en un intento por robar algunas palabras de Hoseok que se encontraba ido, pero el intento fue fallido; sólo obtuvo un "estuvo divertido" de su parte. Entraron y Hyungwon se sintió aún más preocupado y ansioso por la actitud de Hoseok, este entró al baño y tardó un tiempo antes de salir para sentarse en la cama.
En silencio Hoseok observó al castaño quitarse la camisa, se encontraba encantado de verlo ahí de pie frente a él tan bello e imponente; se animó a si mismo y se dijo que sólo había una oportunidad en la vida, que todo saldría bien. Abrió la boca para emitir la primera palabra, pero fue interrumpido por Hyungwon.
—¿Quieres casarte conmigo, Hoseok? — Hyungwon seguía dandole la espalda, se negaba a dar la vuelta y ver la reacción del mayor.
¿Fue buena su pregunta? O por el contrario ¿estaba molesto por su alocada propuesta?
Cuando Hyunwoo le dijo que alguien como Hoseok podía fácilmente decidir hacer su vida con alguien más si sentía muy aburrido, se asustó; no quería perderlo por nada del mundo y la distancia que tenían ahora era significativa, así que después de pensar mucho simplemente optó por lo que mejor le pareció, y eso era compartir un lazo más fuerte con Hoseok.
El mayor no dijo nada por un momento, cuando al fin le regresó el aliento y sintió que podía decir algo, aclaró la garganta y vio girar a Hyungwon luciendo ansioso—Esto...
—Sabes que te amo, ¿cierto? — Hoseok asintió con la cabeza y fijó los ojos en la existencia del castaño.
—Entonces ¿qué dices? ¿aceptarías casarte conmigo?
Todo en su cuerpo vibró al ver a Hyungwon caminando hacia él, sus movimientos eran algo torpes, se había sentado al lado de Hoseok con su torso desnudo y lo miró con ojos de súplica. Por todo lo que sentía el mayor no supo más que reír, rió fuerte, tanto, que su risa retumbaba por la habitación.
—Santa cachucha, Hoseok ¿qué es lo gracioso? ¿Sabes lo asustado que estoy? ¿Acaso hay alguien más? —el desespero y la duda comenzaban a ser evidentes en el rostro del castaño.
—Dios, no. —dijo con obviedad el mayor. Secó algunas lágrimas que se le habían escapado de la alegría. —estoy tan feliz de que lo hayas dicho primero, Hyungwon. Pensé que me iba a volver de piedra por lo nervioso que estaba, quería decírtelo desde que salimos de la fiesta.
El alma le regresó al cuerpo al más alto, suspiró aliviado y después sonrió; por un momento pensó mucho y dudó hasta el punto de sentirse inseguro de sí mismo, pero la respuesta de Hoseok logró disipar toda duda y abrió paso a una nueva fase en la que los dos serían unos inexpertos, pero la cual afrontarian juntos con amor y por ellos mismos....
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• • •
Fin.
Espero que les haya agregado esta historia, ahora hemos llegado al final, así que agradezco muchísimo el apoyo y el amor que le dieron a esta historia.
Muchas gracias de verdad.
Nos vemos en próximas actualizaciones y lanzamientos.
❤️❤️❤️❤️
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