xxxvii. pesadillas perdidas
RENACIMIENTO,
capitulo treinta y siete: pesadillas perdidas!
Centro de desagüe, Costa Africana.
IRINA BAJÓ DEL QUINJET LENTAMENTE Y RESPIRÓ PROFUNDAMENTE, a su lado, se encontraban Tatiana y Erika. La joven castaña sentía a los gemelos Maximoff allí dentro del barco. Se habían adelantado. Tatiana observó a Irina y preguntó—¿Y ahora qué?
—Ultrón se nos ha adelantado.
—¿Qué?—preguntó Tony—. ¿Cómo lo sabes?
—Siento a la gemela.
—Debemos darnos prisa—acotó Steve colgando su escudo en la espalda.
—¿Puedes usar tus poderes, Tat?—preguntó Irina.
La mencionada asintió lentamente y con un movimiento rápido con sus manos, las lanzó como un latigazo hacia adelante, abriendo un portal. Todos se quedaron algo desconcertados, excepto Irina, por los poderes de la nueva recluta—Entren—señaló Tatiana con la cabeza—. Estaremos allí en un segundo.
Y así fue. Todos se encontraban dentro del barco. Asumieron sus posiciones y se acercaron lentamente hacia donde se encontraba Ultrón junto a los Maximoff. Uno de los soldados abrió un contenedor, donde estaban unos tanques que decían Residuos Tóxicos pero luego subió una plataforma, donde había unos tubos con algo dentro.
—"Sobre esta roca construiré mi iglesia"—dijo Ultrón, tomando el tubo—. Vibranium—No dudó en lanzárselo a Pietro.
—¿Sabes?—dijo el que se lo dio—. Ha costado mucho conseguirlo a nivel personal—se rascó la marca que tenía—. Vale miles de millones.
Ultrón soltó una ligera carcajada y cerró los ojos, al parecer con su mente podría transferirle el dinero—Ahora tú también los vales. Están en tus empresas fantasmas—El guardia observaba la cantidad de dinero que ingresaba—. Qué raras son las finanzas—continuó—. Como siempre digo: "Haz ricos a tus amigos, como a tus enemigos...y espera a ver cuál es cual"
—Stark—mencionó Ulysses.
—¿Qué?
—Tony Stark solía decir eso...a mí—respondió él—. Eres suyo.
—¿Qué?¡No!—dijo Ultrón enfadado, agarrando la mano de él. Su guardia quiso sacar su arma pero Wanda lanzó un hechizo para evitar que la sacara—. No lo soy—insistió Ultrón—. ¿Crees que soy una de sus marionetas?¿De sus hombres de hojalata?—Wanda le observó con sus ojos rojos—. Mírame ¿Me parezco a Iron Man? ¡Stark no es nada!—dijo enfurecido y le pegó en el brazo, cortándolo—. Lo siento, lo...seguro que no pasa nada, lo siento. Es que no lo entiendo. ¡No me compares con Stark!—Dicho esto, le pegó una patada para que saliera disparado por las escaleras—. Me molesta. ¡Stark es una enfermedad!
—Ay, Júnior—dijo Tony, aterrizando mientras que Thor, Steve e Irina se ponían detrás de él—. Vas a romperle el corazón a tu viejo.
Natasha y Clint estaban escondidos, Tatiana estaba encima de ellos con una espada que le habían otorgado.
—Si no me queda otra—dijo y observó a los jóvenes—. Vaya, vaya. Irina Morgan y su compañera. Las destructoras.
Irina soltó un gruñido y Tatiana miró a Ultrón con ojos violetas—¿Cómo sabes eso?
—Nadie tiene que partir nada—dijo Thor.
—Tú nunca has hecho un omelette—respondió el robot.
—Me ha ganado por un segundo—dijo Tony.
—Qué gracioso, señor Stark—dijo Pietro—. ¿Se encuentra cómodo?¿Cómo en los viejos tiempos?
—Maximoff, no dejes que él te controle—bramó Irina cambiando a sus ojos de color.
—Aún pueden dejarlo—dijo Steve.
—Oh, lo haremos—replicó Wanda.
—Sabemos que han sufrido—insitió.
—El Capitán América—dijo Ultrón—. El hombre recto y creyente. Fingiendo que se puede vivir sin una guerra. No puedo sentir nauseas pero...Aunque me sorprende que te encuentres enamorado de una asesina
—Detente—dijo Tatiana.
—Tu poder es completamente asombroso, pero a la vez es completamente peligroso, Irina Morgan. Eres catastrófica.
El enojo de Irina incrementaba y sus ojos ya se encontraban azules—Y tú eres un asesino, no lo dudes por un segundo.
—Si crees en la paz, entonces deja que la mantengamos—dijo Thor.
—Creo que confundes la paz con tranquilidad—replicó Ultrón.
—Bla, bla, bla—dijo Tony—. ¿Para qué es el Vibranium?
—Qué bien que lo preguntes—dijo—. Quería aprovechar este momento para comentar mi malvado plan.
Con eso atrajo a Tony, para empujarlo con un rayo. Irina recibió un golpe de Pietro y comenzó la pelea. Se escucharon disparos por todos lados, Tatiana empezó a cortar a los robots que los atacaron. Tony se abalanzó sobre Ultrón. Pietro empujó a Thor para salir corriendo. Erika y Clint les cubrían por arriba, disparando a los robots y a las personas que disparaban. Irina saltó para ayudar, pero cuando quiso ir hasta Wanda ella le empujó con su poder, cayendo entre la carga.
—¡Irina!—gritó Steve.
Tony no se detenía, querían destruir a Ultrón, Thor iba a golpear a uno de los robots que se acercaba, mientras que Steve lanzaba su escudo. En ese tiempo lento, Pietro esquivó a Thor para ir directo a Rogers, dándole un puñetazo en la mandíbula y dejándolo tumbado en el suelo. Thor lanzó su martillo y en un intento de agarrarlo, Pietro terminó junto al igual que Irina, tirado en el cargamento. Irina lo mantuvo quieto con un par de cosas encima—Es mejor que te quedes aquí.
Wanda no sabía qué hacer, hasta que uno de los robots se le acercó—Toca empezar con los juegos mentales.
Ella se escabulló, para empezar con las pesadillas. Thor fue el primero, Wanda hizo un movimiento con las manos y un polvo escarlata hizo que sus ojos se volvieran rojos.
—Thor, situación.
—La chica quiso jugar con mi mente—dijo este—. Tengan mucho cuidado, dudo que un humano pueda mantenerla a raya. Afortunadamente, soy poderoso.
Caminó por los pasillos, pero luego, se encontraba en una sala muy familiar. Había personas, vestidas con atuendos algo peculiares. Al parecer era una fiesta, un festejo de Asgard.
Steve se encontraba corriendo, para reencontrarse con Irina pero Pietro le empujo y ambos terminaron tendidos en el suelo. Wanda se apresuró y les hizo lo mismo que a Thor. La gemela le hizo lo mismo a Natasha, luego a Tatiana. Mientras tanto, Clint y Erika se encontraban disparando flechas.
—A la de tres, Erika—dijo Clint soltando una flecha que los derribó a todos.
El silencio fue presente por un momento, pero había algo de lo que se habían olvidado. Wanda. La gemela apareció y pudo llegar hasta Erika, soltó un chillido y sus ojos se volvieron rojos. Clint le produjo un electrochoque y la gemela se quedó quieta.
—Ya me han controlado la mente. No me gusta.
El segundo gemelo apreció y lanzó a Clint a un lado. Pietro cargó a Wanda y observó a la castaña, para luego irse.
—Sí, corre, anda—dijo Clint.
—¡Quien quede en pie, hay que moverse!—gritó Tony—. ¿Chicos?
Natasha tenía una visión de su infancia, como había sido entrenada para ser una asesina. Bailar ballet, practicar disparo y...su graduación. Aquello era lo que le atormentaba, matar personas inocentes, era algo que ella no quería. Recordaba ser trasladada en una camilla para su graduación, recordaba ver aquellos instrumentos que le atormentaban. Observó, luego de eso, a su hija. Intentando de escapar de una explosión en un aeropuerto, sin conseguirlo. Soltando su arco y mirando al cielo.
Steve se encontraba en una fiesta, la época era antigua, y ahí le recordó. Se veía todo real, muy real, aunque pareciera un sueño. Había gente bailando, sacándose fotos, riendo en las mesas y ahí lo comprendió. La guerra había acabado. Se encontró en la pista de baile, algo confundido, hasta que una voz familiar le sacó de sus casillas.
'¿Listo para nuestro baile?'
Peggy Carter. Cerró y volvió a abrir los ojos, pero Peggy ya no estaba, estaba Irina.
'¿Steve?'
Thor se encontraba confundido entre la fiesta, personas bailando, por todos lados. No sabía qué hacer, sudaba bastante. Pero alguien colocó una mano en su hombro, cuando se giró, se encontró con un hombre de piel oscura. '¿Es él?¿Es el hijo de Odín?'
'Heimdall, tus ojos'
Este tomó el rostro del dios entre sus manos 'Lo ven todo. Te ven conduciéndonos a Hel'
Thor no podía estar más confundido, pero repentinamente, Heimdall empezó a ahorcarlo.
'¡Aún puedo salvarlos!'
'¡Estamos todos muertos!¿Es que no lo ves?'
Thor le empujó y empezaron a irradiar los rayos de él. 'Eres un destructor, hijo de Odín'
Y vio visiones, las gemas del infinito. Hasta Irina lo vio.
La rubia caía desde las alturas, se dio cuenta de que su cabello no estaba largo. Estaba corto. Todo se desmoronaba a su alrededor y ella solo caía. Veía que una tormenta venía. Una tormenta de todos sus recuerdos. El accidente. La muerte de sus padres. El reclutamiento. La doctora Alyna Krostov. Todo. Que la destrucción volvía a la realidad. Vio a un hombre con un guante de oro, con seis gemas en él.
'El final...está cerca.'
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