xxix. archivos viejos


LA VIOLENCIA Y LA CAÍDA,
capitulo veintinueve: archivos viejos!



UN MES DESPUÉS.

Escocia.

          IRINA MORGAN BAJABA DEL QUINJET CON LOS VENGADORES EN UN GANCHO, se sentía que el frío se impregnaba en su traje e Irina hizo una mueca de asco. Odiaba su traje nuevo en estas circunstancias. Bajó lentamente por una ladera y observó hacia arriba, Natasha y Clint le seguían, y más arriba estaban Erika junto con Steve y Thor. Tony había bajado primero para asegurar el terreno, pero el doctor Banner se mantuvo dentro del quinjet.

          Al llegar al suelo, Irina vio bajar a sus compañeros, pero se extrañó al no ver a Banner acompañarlos. Tocó su oreja derechas y habló—¿Por qué Bruce no viene con nosotros?

          —Porque él es un código verde, lo necesitaremos si las cosas se ponen feas—respondió Steve en el auricular—. No le gusta estar en el campo de batalla.

          —Eso es razonable.

          El resto del equipo bajó sin problemas y los ganchos fueron hacia arriba hasta ocultarse en el quinjet, Banner cerró la compuerta y el quinjet se escondió en el cielo. Steve observó a todos los presentes y dijo—Todos armaremos parejas, el lugar es demasiado grande—observó la mochila que Erika llevaba—. ¿Qué llevas allí?

          —Explosivos.

          Steve iba a decir algo pero Irina lo detuvo—Steve, mejor no preguntes. Natasha y Clint pondrán los explosivos.

          —¿Por qué tengo que estar con él?—Natasha rodó los ojos mientras lo señalaba.

          —Porque prefiero quedarme tranquila con ustedes dos que con una chica de un año menos con ganas de explotar todo—respondió Irina—. Erika irá conmigo para ver los archivos.

          —Perfecto—dijo Steve y miró a Thor—. Tony y Thor vendrán conmigo, a ver si encontramos algo.

          —Si encuentran el cetro, solo tómenlo y pónganlo a salvo—indicó Tony colocándose el casco—. No quiero ver sus caras dentro de una hora.

          Todos se esparcieron con sus respectivos grupos y fueron hacia los lugares asignados. Irina corrió junto a Erika por los pasillos y fueron disparando a cada cámara que las registraba. Bajaron un par de escaleras y tiraron un puerta debajo.

          —¿Cómo van con los explosivos?—preguntó Erika.

          —Ya casi están—dijo Natasha.

          —¡Ni siquiera hemos puesto el segundo!

          —Gracias por el apoyo, Clint.

          —No fue nada, Nat.

          Erika e Irina rodaron los ojos mientras bajaban las escaleras, se escuchó la voz de Steve resonar en sus orejas—Menos mal que no son pareja, se supone que los comunicadores se usan para las misiones y no para esto.

          —¿Soy yo o todos se despertaron de mal humor?—preguntó Irina.

          —Irina, concéntrate en la misión—reprochó Steve.

          —Creo que la misión se pone más emocionante—dijo Erika observando entrar a un par de soldados—. Busca la ubicación, te cubro.

          Erika sacó su pistola y comenzó a disparar sin cesar, Irina buscaba en su PDA la ubicación de los archivos pero al no encontrarlos soltó un gruñido.

          —Tony—dijo presionando su oreja derecha—. ¿Me has enviado los archivos de ubicación?

          Por un momento el silencio abundó y solo se escuchaban los disparos de Erika.

          —¿Me das una mano con esto?—preguntó la joven arquera cargando—. Sabes, yo no tengo balas infinitas.

          Irina salió e hizo un movimiento brusco con las manos y los soldados salieron disparados hacia atrás. La castaña volvió a su posición anterior y Erika le quedó mirando con una de sus caras serias.

          —Uhm...¿gracias?

          —No fue nada, Erika—respondió y volvió a tocarse la oreja derecha—. Tony...

          —¿Ups? Jarvis, por favor enviale los archivos de ubicación.

          —¿Alguien ha encontrado el cetro?—preguntó Thor.

          —Nat y yo estamos entrando, pero no lo hemos encontrado—dijo Clint.

          —Aquí tampoco—habló Tony.

          —Dios, que nadie lo encontró—añadió Erika rodando los ojos.

          'Datos recibidos' indicó el PDA.

          —Ya tengo la ubicación—dijo Morgan—. ¡Vamos!

          Las dos chicas corrieron por el pasillo rápidamente y vieron que una alarma comenzaba a sonar, bajaron un par de escaleras e Irina pudo localizar la habitación—Creo que es aquí.

          Ambas entraron y observaron que habían demasiados papeles allí. Erika hizo una mueca mientras recorría la habitación con sus ojos azules. Chasqueó la lengua mientras que Irina se acercaba a los papeles perfectamente ordenados y con una fina capa de polvo.

          —Creo que ellos se quedaron en la etapa antigua—murmuró Erika.

          —Jarvis, analiza la habitación—indicó Irina alzando el PDA—. ¿Puedes ver algún dato de relevancia?

          Un holograma analizó la habitación completa y luego se apagó. Irina esperó una respuesta mientras que Erika jugueteaba con una flecha explosiva.

          —Lamentablemente no hay datos de relevancia acerca del cetro, agente Morgan.

          —Mierda, vinimos aquí para nada—dijo Erika balanceando su flecha explosiva.

          —Erika, deja la flecha explosiva—murmuró Irina volteándose—. Prefiero una flecha normal y no una explosiva.

          —¿Encontraron algo?—preguntó Steve.

          —No hay nada del cetro en los archivos, digamos que están un poco viejos—respondió Irina—. ¿Ustedes?

          —Nada.

          —Y no lo encontraremos aquí—añadió Tony—. Jarvis ha escaneado toda la base y el cetro no se encuentra. Todos vuelvan al quinjet.

          —Banner, vamos al punto de encuentro—dijo Steve—. Los quiero a todos fuera de esta base en 5 minutos.

          —Hecho, nos vemos allí—dijo Irina y observó a Erika—. Ahora sí, puedes jugar con tu flecha.

          —Quiero detonar la bomba—declaró la muchacha—. ¿Puedo?

          —No—dijo Clint.




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Manhattan, Nueva York, Estados Unidos.

          Morgan se había despedido del equipo para poder ir a su habitación y descansar por todo el esfuerzo hecho a lo largo del día. Al no conseguir el cetro, el equipo estaba más empeñado a conseguirlo pero los resultados iban de mal en peor. La castaña caminó por los pasillos silenciosamente pero se detuvo al escuchar una voz femenina. En realidad, ella reconoció a esa voz. Era Maria Hill. Se escondió detrás de la pared y escuchó atentamente a la conversación.

          —Apuesto a que Gonzales no estaba contento cuando le dijiste que no estaba invitado a esta conversación—dijo María Hill observando a Coulson¹, Irina no tardó en darse cuenta con quien hablaba.

          —Yo, bueno, no estaba muy contento cuando hizo un agujero en mi base y me echó—respondió el agente del otro lado de la pantalla—. Todos vivimos con decepciones...y ahora mismo, tenemos problemas mayores.

          —¿Eso significa que lo has encontrado?—escuchó a María.

          —Supongo que HYDRA no sabe que el cetro de Loki fue el arma que me mató pero apuesto a que saben que puede controlar mentes.

          —En sus manos, es catastrófico. Ya tenemos a una telepata aquí—dijo Hill—. Irina Morgan. Una ex-recluta de HYDRA. Lo ha estado buscando junto al equipo por un año y un mes. Hoy han llegado de Escocia con las manos vacías.

          —¿Morgan?¿La asesina más buscada en el mundo?

          —Hay que agregar que ella no es la única, el Soldado del Invierno—respondió la castaña—. Coulson, por favor dime donde está.

          —Sokovia.

          Irina recordó su visión. Las niñas que jugaban en la nieve, la doctora Krostov, el gran establecimiento. Ahora todo se conectaba y lo mejor de todo es que ella estaba en lo cierto.

          'Sokovia.'

          —Estoy seguro de que List se dirige allí ahora mismo—añadió.

          '¿List está allí?' se preguntó Irina.

          —Te he enviado todo lo que he encontrado de la localización de Strucker.

          Por un momento, recordó a Strucker.

          —Coulson, ¿por qué no le dices a Gonzales porqué querías entrar realmente a la base de HYDRA?

          —Créelo o no, hace que se vote cada decisión.

          —Lo sé.

          —Y estaba seguro de que si hubiese sido honesto habría perdido todos los votos, así que hice todo lo que tenía que hacer.

          —Una última cosa. El protocolo Theta...¿está listo?

          —Sí, lo está. Hora de traer a los Vengadores.

          Irina salió corriendo de allí y fue hasta la parte más alta de la torre. Se sentía mareada, demasiado, se apoyó en la baranda mientras intentaba respirar con normalidad. Coulson no mentía. Ella podía ver que el cetro estaba allí, sentía a su amiga.





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