LA VIOLENCIA Y LA CAÍDA,
capitulo dieciséis: siente los golpes!

          SAM WILSON MANEJABA POR LAS CARRETERAS DE WASHINGTON QUE ESTABAN COMPLETAMENTE TRANSITADAS, Irina Morgan repasaba lo que había dicho Sitwell en aquella azotea, los blancos se elegirían al azar y probablemente...ella acabaría matando a medio mundo por HYDRA. Sitwell estaba del lado de la ventana, mientras que Irina iba en la parte del medio y Natasha en la otra con Erika en sus piernas. Steve iba de copiloto.

          —A HYDRA no le agradan las infiltraciones—dijo Sitwell.

          —¿Porqué no las tapan con corcho?—dijo Sam con sarcasmo.

          Irina rodó los ojos—Sam, por favor, cállate.

          —El lanzamiento del proyecto es 16 horas, tenemos poco tiempo—anunció Erika intentando de aligerar la tensión.

          —Lo sé, lo usaremos para evitar las pruebas de ADN, para entrar en los helicarriers—dijo Steve.

          —¡¿Qué?!¡¿Estás loco?!—replicó Sitwell—. Esa es una idea terrible.

          De repente, el vidrio de Jasper se rompió y un brazo metálico se hizo presente en él sacándolo por la ventana. Irina escuchó un arma cargarse.

          —¡Diablos!—gritó Irina y se fue hasta el asiento de Steve, se sentó en sus piernas.

          Natasha saco sus armas. Se escuchaban disparos, hasta que Steve puso el freno de mano y al hacerlo, dos personas salieron disparadas hacia delante, ambas se detuvieron en el asfalto y no tardaron en levantarse. Irina abrió los ojos de par en par, no sabía que hacer, simplemente se hallaba al borde de la muerte, y no terminaría tan bonita. Erika extendió su mano con una pistola, con claras intenciones de dispararle al soldado.

          Repentinamente, sintieron un empujón, era de una camioneta que estaba detrás. Ésta los arrastró hasta el soldado y su compañera. El soldado hizo una maniobra y terminó en el techo del coche junto a ella. Sam le puso el freno al auto y se escuchaba la fricción que hacían las ruedas sobre el cemento. Irina buscaba su arma, que había caído en el suelo y no la encontraba.

          Mientras tanto, el Soldado del Invierno y Prodigy se pararon en el techo, Irina pudo sentirlo. El soldado se arrodilló en el techo y con su brazo de metal sacó el volante del auto y lo lanzó lejos. Irina gritó pero debía admitir que encontrar a sus compañeros fue un profundo alivio.

          —¡Maldición!—gritó Sam.

          Irina juntó sus manos mientras que un aura azul empezó a emanar de sus manos. El soldado—junto a Prodigy—saltó hacia la camioneta y se quedó al frente. El empuje producido por la camioneta negra ya había cesado, pero Sam ya no tenía el control del auto. Se chocaron con otro auto y contra el límite de la autopista, pero sintieron otra embestida producida por la misma camioneta, provocando el vuelque del auto de Wilson. Steve agarró a las chicas, para luego observar a Wilson.

          —¡No se suelten!

          Steve rompió la puerta, protegiéndolos de romperse algo. Salieron disparados varios metros, Sam salió rodando y se puso detrás de un auto. Irina y Steve se levantaron, las Romanoff se pusieron a su lado.

          —¿Están bien?—preguntó Steve, intentando no alarmarse.

          La camioneta se detuvo, el soldado pisó el suelo y veía como sus compañeros se bajaban de él. Prodigy saltó de la camioneta y vio a Ultraviolent fijamente. Uno de los secuaces le entregó un arma, en ese mismo instante, los tres jóvenes se paraban. El soldado cargó el arma y disparó, era una granada.

          —¡Corre, Nat!—gritó Irina, empujándolas.

          Steve preparó su escudo y cuando recibió una granada, salió volando, otra fue para Natasha y su hija, quienes la esquivaron ágilmente. Rogers terminó provocando un vuelque de un autobús, mientras que sus compañeros de equipo seguían ahí arriba.

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          Los ayudantes del Soldado del Invierno disparaban sin piedad a Natasha y Sam. Mientras que Prodigy se abría paso hacia su compañera. Las dos agentes disparaban sin cesar pero sabían que no tenían balas infinitas. Pero por un momento se habían separado.

          Prodigy se acercó a Morgan, para lanzarle un puñetazo pero ella se lo devolvió en el estómago. Utilizó sus dedos para usar las partes del auto destruido. Se las lanzó con destreza y ella las esquivaba. Bajó los brazos lentamente y le miró con sus ojos azules, Tatiana le miró con enojo—Debes venir con nosotros.

          —No me obligues a lastimarte, Tatiana—habló Ultraviolent, haciendo movimientos lentos—. No eres así, me conoces.

          —Pierce me ha enviado a buscarte—respondió la muchacha, la máscara que tenía le puso más grave su voz—. Y no lo diré una segunda vez.

          —No volveré a HYDRA, lo dejé claro cuando salí de la base.

          Sintió que Prodigy sonreía con sarcasmo, pero sacó su arma y empezó a dispararle. Irina no tardó en crear un escudo para que las balas no terminarán en su cuerpo. Luego hizo un movimiento girando las manos en sentido contrario y Tatiana terminó por terminar contra una pared, semi-inconsciente. No tardó mucho en recobrar la conciencia y mirar con furia a Irina.

          —Lo vas a lamentar, Ultraviolent.

          'Créeme, ya lo hago' Pensó la castaña.

          Tatyana se abalanzó sobre ella y empezó con un golpe que fue directamente hacia el estómago de Irina, la aludida soltó un gemido de dolor y soltó un golpe en la mandíbula. Luego vio que ella se tambaleó hacia atrás, no tardó en levantarse e ir para pegarle otra patada. Cuando fue a ello, su compañera fue más rápida que la misma Morgan. Sostuvo su pie en su intento de pegarle y esta recibió otra patada en la mandíbula. Hizo un rol hacia atrás y esquivó otra patada. Juntó sus manos y esperó a otra patada, al hacerlo, ella separó sus manos conectados al aura azul. Detuvo el golpe y luego giró las manos haciendo que Tatiana saliera volando. La muchacha fue hasta un auto y lo empujó para extender sus manos y que salieran rayos de él.

          Irina juntó sus brazos, creando un escudo con sus poderes ante la explosión del auto y divisó la figura de Tatiana — ahora Prodigy — que estaba lista para atacar. Irina se levantó y le miró con sus ojos azules—¡Deja de hacer esto, Tatiana!—gritó, manteniendo el aura aún en sus manos—. No voy a pelear contigo.

          La mencionada sonrió de lado, con ironía—Por mi, bien.

          Estaba a punto de lanzar un golpe pero esta vez, Irina movió rápidamente sus manos y brazos, inmovilizando a su amiga en el asfalto. Tatiana le miró con enojo, forcejeó ante el metal que la inmovilizaba. Irina no tardó en hacer una mueca, fue hasta ella y le quitó el arma—Lo siento—murmuró y sin más salió corriendo.

          —¡MORGAN!

          El soldado apuntó donde estaba Sam y disparó, Romanoff le cubrió disparándole al soldado, La pelirroja cruzó hacia el otro carril e hizo un rol hacia adelante para esquivar un auto. Buscó a Erika con la mirada, y la había encontrado. La chica Barton apuntó una flecha hacia la camioneta y respiró hondo. Tenía al mínimo tres, dos segundos para lanzar. Así lo hizo, la camioneta explotó en mil pedazos y ella sonrió.

          —¡Erika, corre!—gritó Irina corriendo hacia ella. Ambas corrieron hacia el otro carril, esquivando las balas que les impedía llegar hacia la espía rusa. Natasha usó autos como escudo pero no servían, hasta que el soldado les apuntó y presionó el gatillo.

          Lanzó una granada al auto y cuando explotó, la espía rusa lanzó un gancho para evitar la caída de sus compañeras y las tres terminaron en el suelo para luego correr. Se produjo una explosión detrás de ellas pero ignoraron el comentario.

          El soldado dejó su arma y le dieron otra, para poder supervisar desde arriba. Irina corría junto a las Romanoff, observando aquel autobús que estaba volcado, Natasha sostenía con firmeza sus armas. Erika mantenía su arco tensado e Irina había logrado quitarle un arma a Tatiana.

          El soldado miraba fijamente el escudo de Rogers, hasta que un disparo le obligó a cubrirse. Ese fue el tiro de Natasha. Fueron múltiples. La gente gritaba y las chicas siguieron corriendo. Prodigy no tardó en salir de su trampa hecha por Ultraviolent, corrió hacia el auto destruido y observó que el soldado se había quitado los lentes. Este se giró y disparó hacia abajo, pero las balas llegaron hacia ellos por Natasha e Irina. Tatyana se cubrió y disparó, observando que las tres chicas corrían mirando hacia atrás. Sus ojos se encontraron con el soldado y frunció ligeramente el ceño.

          —Ty v poryadke? (¿Estás bien?)—inquirió, mientras que recargaba su arma—. YA nashel v nem (La encontré, es ella).

          —YA zabochus' o nikh (Yo me encargo de ellas)—dijo el soldado—. Poisk Iriny (Busca a Irina)

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