xlii. peleas contra vengadores


AMENAZAS,
capitulo cincuenta y dos: peleas contra vengadores!



          EL PROGRESO DE SCOTT AUMENTÓ MUCHO EN LOS ÚLTIMOS DÍAS. Eso enorgullecía mucho a Hank Pym. Ya podía atravesar una cerradura completamente, había evolucionado mucho con las hormigas, tenía mejor puntería. Sin embargo, las peleas contra Irina no iban tan bien. Scott intentaba derrotar a la ex-asesina de HYDRA pero le era imposible. Derrotar a una vengadora no era tan sencillo.

          Sin embargo, lo que iban a hacer hoy no era tan sencillo.

          Todos se encontraban reunidos en el laboratorio de Hank Pym, esperando a que el susodicho llegara. Erika y Morgan habían vuelto de su quinjet con sus cosas—incluyendo el traje de Erika, ya que Irina lo tenía en la base de los Nuevos Vengadores—, y Erika se encontraba con su traje puesto mientras que Irina cargaba su arma. Scott frunció el ceño y preguntó—¿Saben que no iremos a matar a nadie, verdad?

          Irina le miró de mala gana y respondió—Sabes que esa es la pregunta más estupida que he escuchado en este siglo, ¿no?—Lang rodó los ojos e Irina sonrió—. Sé que me quieres, Scotty.

          —Uh, no sabes cuanto—replicó Erika colocándole una punta a su flecha.

          —Bien, señoritas, tenemos que poner en marcha el plan—dijo Hope entrando junto a Hank.

          Scott frunció el ceño—¿Cuál plan?

          —Para freír los servidores de Cross y borrar todo sobre el Yellowjacket, necesitamos este pequeño dispositivo—dijo Hank esparciendo un plano que llevaba el nombre de 'Stark Industries'.

          —¿Qué es esa cosa?—preguntó Erika frunciendo el ceño.

          Hank se palmeó la cara ante el comentario irrelevante de Erika y la joven arquera se encogió de hombros—Es un dispositivo que creé para SHIELD, cuando se estaba empezando a crear—mostró un par de planos sobre un edificio de Stark Industries—. Aquí es donde lo han confiscado. Es un prototipo de desviador de señal.

          —Pan comido—murmuró Irina con una sonrisa.

          Scott la miró de reojo con los ojos bien abiertos—¿De donde has sacado tanta confianza?

          —Porque ya he entrado, en más de una oportunidad—replicó la rubia.

          —La última etapa de tu entrenamiento, Scott, consiste en una incursión furtiva—dijo Hank mirando a los jóvenes—. Irán en un avión, Irina y Erika se lanzarán desde la parte oeste para llegar a pie y tú—señaló a Scott—. Sobrevolarás el edificio e irás con las hormigas.

          —Este prototipo sirve para contrarrestar los bloqueadores de transmisión que Cross instaló en la bóveda de Futuros—añadió Hope.

          Hank le tendió a Erika una foto de los edificios de Stark industries y por un momento ella se preguntó donde quedaban; ella sabía la ubicación de cada una de las bases que pertenecían a SHIELD. Le pasó la foto a su compañera y ella la miró con atención, llegando a la conclusión que la misión sería sencilla. Infiltración, búsqueda y sustracción—lo último no sabía si Hank lo haría—. Irina le pasó la foto a Scott y luego observó a Hank al ver que perseguía.

          —Hoy en día está juntando polvo, es uno de los antiguos depósitos de Howard Stark en Nueva York—dijo el científico—. Debería ser muy fácil.

          —Y lo será—replicó la rubia—. Podremos hacerlo. Nos mantendremos en contacto...ahora, muévanse.

          —Buena suerte—dijo Hank al ver que los tres se alejaban.




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Nueva York.

          Irina mostraba cierta curiosidad al ver que habían llegado a Nueva York tan rápido. La muchacha frunció el ceño al ver que todo esto le resultaba conocido. Uno de los pilotos, pagado por el propio Hank Pym, les indicó que estaban llegando a la zona de salto y ambas respondieron asintiendo. Erika le tendió un paracaídas a su compañera y ambas se lo pusieron, Scott las miraba de soslayo—¿Ya se van?

          —Todo esto sigue un plan, Scott—dijo Irina abrochándose el paracaídas en la parte del pecho—. Te cubriremos.

          Erika se llevó un dedo a su oreja derecha—Estamos en posición, Hank. ¿Nos recibes?

          —Fuerte y claro.

          Irina tocó un botón rojo y la compuerta se abrió lentamente. La luz penetró en la oscuridad del avión de carga y las chicas pudieron ver con claridad el sol iluminando el césped y los árboles que se encontraban allí. Ambas se miraron y, al asentir, las dos saltaron al vacío.

          —Hank, las chicas ya saltaron.

          —Perfecto, ahora es tu turno—dijo Hank—. Sobrevuelas la zona objetivo. Chicas, ¿han aterrizado bien?

          —Sí, Hank, estamos bien. Pero todo esto me resulta tan familiar...—respondió Irina.

          Y no mentía. Irina frunció el ceño al ver el espacio tan verde con flores a su costado. Ambas fueron lentamente hacia adelante. Todo esto les hacía acordar a la base de los Vengadores.

          —Hazlo ahora, Scott.

          —Escuadrón A, ¡Ahora!—escucharon a Scott—. B, ¡Ahora! Muy bien, Ant-Thony, no me dejes caer esta vez.

          —Uhm...chicos—dijo Erika.

          —¡Es una gran transición pasar de terrones de azúcar a esto!

          —Manten la calma, Scott—dijo Hank.

          Erika hizo una mueca—Uh, ¿Irina?

          —¿Qué?—replicó ella revisando su arma.

          —Creo que debes ver esto—dijo ella señalando hacia adelante.

          Irina frunció el ceño y se adelantó, para cuando vio lo que tenía frente a sus ojos, se frenó de repente. Tragó duro y se mantuvo quieta. Estaban en la base de los Vengadores, donde ellas pertenecían y en donde ellas estuvieron ausentes por casi un mes—Esto no debe estar pasando...

          —Estamos muertas—murmuró Erika.

          —Uh, chicos, creo que tenemos un problema—escucharon a Scott—. Hank, ¿no dijiste que era un deposito viejo?¡No lo es!¡Hijo de perra!

          —Si nos ve Steve, estaremos perdidas—murmuró Irina y miró a Erika—. Y yo necesito mi traje.

          Al ver a Irina avanzar, Erika la detuvo—¡¿Qué es lo que quieres hacer?!

          —Ayuda a Scott a buscar ese prototipo y no dejes que nadie te vea—replicó la rubia mirándole fijamente—. Si vamos a vencer a Cross, necesitaré mi traje.

          —¡Aborta, Scott!¡Aborta ahora!

          —No, está bien. Parece que no hay nadie en casa—dijo él.

          —Hank, yo ayudaré a Scott, Irina irá por su traje.

          —¿QUÉ?—la voz de Hank resonó fuerte en todos los oídos.

          Irina corrió por el bosque, rodeando la base por afuera. Al encontrar un punto de conexión, echó a correr con todas sus fuerzas. Evadió cámaras y agentes que rondaban por allí, buscó si había alguna ventana abierta. Sonrió abiertamente al ver una en el tercer piso y levitó hacia ella. Entró silenciosamente por la ventana y miró hacia ambos lados para ver si había alguien por allí. Los trajes se encontraban en el nivel dos, donde estaba la sala de entrenamiento y algunas oficinas.

          —Bien, estoy en el techo del edificio.

          —Hay alguien en casa, Scott—dijo Hope—. Erika, dame tu posición.

          —¡Llegando al objetivo!

          La rubia caminó por el pasillo con tranquilidad y escuchó voces cerca, caminó hasta una puerta que estaba abierta y escuchó la voz de Steve junto con la de Tony—Ya no sé dónde buscar, Tony. Se fue con Erika y...desapareció.

          —No debes ponerte paranoico, Cap, ella sabe como cuidarse sola—escuchó a Tony responder—. ¿La has llamado?

          —Más de treinta veces.

          —¿Y si yo lo intento?—dijo él e Irina sintió que tocaba los botones del teléfono.

          —No pasa nada, no puede verme—divisó a Scott y luego escuchó a Sam Wilson decir "Puedo verte"—. Oh, puede verme. Hola, soy Scott.

          Un pequeño ruido salió por el bolsillo de Irina, provocando que la sangre de la muchacha se helara. Cerró los ojos y maldijo en voz baja, sintiéndose tonta por arruinar el plan. Sintió que Steve y Tony se acercaban al ruido, la rubia se mantuvo contra la pared. Steve salió por la puerta y giró su cabeza para continuar escuchando ese sonido. Se encontró con los orbes azules que extrañaba, sin embargo, sabía que Steve estaba empezando a enojarse. Tony salió y soltó una carcajada—Con que aquí estas, pequeña flor.

          —¿Acaba de decir 'Hola, soy Scott'?

          —Uh, Erika—murmuró Irina—. Corre lo más rápido que puedas.

          Y sin más, Irina se echó a correr hacia el otro lado. Steve gritó su nombre antes de perseguirla, Tony también lo hizo. La rubia tomó las escaleras de emergencia, para bajar rápidamente hacia el nivel dos. Cruzó el umbral y escuchó que Steve gritaba su nombre otra vez. Morgan corrió hasta girar en el pasillo y se encontró con la puerta donde se encontraban las armas y los trajes de los vengadores. Al entrar, buscó su traje con rapidez y lo escondió tras su chaqueta. Se puso contra la pared y escuchó los pasos de Steve y Tony—No debe haber ido muy lejos.

          —Perdí la imagen—dijo Hank.

          —Sam y él están dentro del edificio—declaró Erika—. Volveré a mi escondite, acaban de descubrir a Irina.

          —Ya casi lo tengo—replicó Irina en voz baja.

          Steve entró en la habitación e Irina se quedó quieta. Examinó todos los trajes para ver si estaban, pero faltaba el de su novia. Morgan se movió rápidamente y salió de allí para buscar una ventana. Al ver que había una cerca de allí, la abrió rápidamente y se subió en ella.

          —¡Irina, no!—escuchó a Steve.

          —Tengo el traje, chicos—dijo ella y miró a Steve que se acercaba rápidamente—. ¡Lo siento, Steve!—Y saltó.





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