AMENAZAS,
capitulo cincuenta y seis: un amigo cae!

          IRINA MORGAN NUNCA SE HABÍA ENCONTRADO TAN NERVIOSA. Inclusive frente al enemigo. Y no podía creer que todo el plan había fallado. Miró a Erika con los ojos bien abiertos y ella le devolvió la mirada. Hasta Hope se encontraba sorprendida y alarmada, al mismo tiempo.

          —Siempre sospeché que tenías un traje guardado en algún sitio—habló Darren—. La pregunta es...¿Quién es el verdadero Ant-Man?¿Quién es el hombre en el que mi amado mentor confió más que en mi? Scott Lang.

          La imagen de Scott apareció en las pantallas de la bóveda de Futuros. Irina guió su mano suavemente a uno de los dobladillos del vestido, donde estaba su arma, la tocó lentamente mientras que miraba a Cross.

          —Un mártir...que se enfrentó al sistema y pagó un alto precio al perder a su familia y a su única hija en el proceso—prosiguió caminando hacia las pantallas—. ¡Es de tu tipo, Hank! Se escapa de su celda sin dejar ningún rastro. Y luego desaparece como por arte de magia...—caminó hasta su maletín para dejar el prototipo en él—. A pesar de no tener nada de dinero. Y ahora me trae el traje de Ant-Man. Lo único que puede competir con mi creación. Y oh...hasta me trae al arma más poderosa de HYDRA: Irina Morgan.

          Irina cerró los ojos con fuerza ante la declaración de Cross, aquel hombre que acompañaba a Mitchell Carson miró fijamente a la rubia. Hank se interpuso inmediatamente—Darren, no lo hagas—dijo él—. Si se los vendes a estos hombres y les entregas a Irina...causarás caos.

          —Ya lo hice—replicó el susodicho con una sonrisa de satisfacción—. Y por el doble de precio...gracias a ti. No es fácil infiltrarse en una base de los Vengadores sin tener a dos de ellos. Por suerte, los rumores corren rápido. Les venderé el Yellowjacket y tendrán a la señorita Morgan. Pero—dijo y sacó un pequeño tubo con liquido amarillo—. Conservaré la partícula. No funciona a diesel. Si quieres combustible, tendrás que comprármelo a mi—miró a Hank—. ¿Cómo llamarías al único hombre que puede armar el arma más poderosa del mundo?

          —El hombre más poderoso del mundo—respondió Hank con tono frío.

          —¿Ya estás orgulloso de mi?

          —Puedes detener todo esto, Darren. Aún no es demasiado tarde.

          —Hace tiempo que es demasiado tarde.

          Todos los guardias que estaban allí sacaron sus armas e Irina junto a Erika también sacaron sus armas. Irina miró fijamente, con sus ojos ahora azules, a Darren Cross. Se sentía furiosa, demasiado furiosa. Le había prometido a Steve que volvería a casa con Erika, y así lo haría.

          —¡Darren!—bramó Hope.

          —Sí crees por un segundo que ellos me llevarán de vuelta a HYDRA—espetó entre dientes—. Juro que te pondré una bala en la cabeza y mataré a cualquiera que se me acerque en esta habitación.

          —Darren, ¿qué haces?—preguntó Hope sobresaltada.

          —Fue igual de incapaz de cuidar de ti, como lo fue de cuidar de mi—respondió Darren con odio en su voz.

          —Tú no eres así—insistió la joven de cabello corto oscuro—. Son las partículas que afectan tu química cerebral.

          Darren miró a Hope con los ojos vidriosos y luego miró a Irina quien mantenía su arma en alto. Al parecer, meditaba acerca de su decisión y todos se mantuvieron estáticos—Espera, espera, espera—interrumpió él tomando el arma de uno de los guardias y todos suspiraron—. Tienes razón. Yo soy el que tiene que hacerlo.

          Hope envió un codazo al guardia que estaba detrás y tomó su arma. Irina avanzó un paso y apuntó cerca de la cabeza de Cross. Erika había sacado su arco y apuntaba directamente al hombre de HYDRA, quien le apuntaba a Irina.

          —Aquí vamos—murmuró Mitchell.

          —Baja el arma—espeto Irina apretando los dientes.

          Scott se estrelló contra el vidrio en un intento de salir. Pero no dio resultado. Irina sentía sus intenciones; Scott quería ayudar.

          —Fui a la casa el otro día para matarlo—dijo Cross con el arma en alto y miró a Hope—. Pero estabas ahí.

          —Estás enfermo y yo puedo ayudarte—respondió Hope apretando los dientes mientras que mantenía el dedo en el gatillo—. Solo baja el arma.

          —No estaba listo para matarte entonces...¡Pero ahora si lo estoy!

          —¡BAJA EL ARMA AHORA!—gritaron Irina y Hope al mismo tiempo.

          —Elegiste el lado equivocado, Hope.

          En cuanto Darren puso el dedo en el gatillo, una explosión provocó que todos se distrajeran por un momento. Scott había salido de su confinamiento. Irina disparó a los guaridas y golpeó a otros, Hope hizo lo mismo. Erika lanzó una flecha que tenía una de las puntas de Hank y terminó derribando a uno de los hombres de HYDRA. Hank estaba golpeando a Darren y Scott estaba derribando a un par mas. Cross presionó el gatillo y la bala se estrelló contra el hombro del doctor Pym—¡Papá!

          Erika corrió hacia él—¡Hank!

          Scott alcanzó a la joven arquera y tomó el cuerpo de Hank—Hank, no. ¿Hank? Escucha, vas a estar bien. ¿Si? Todo saldrá bien.

          La joven arquera apuntó hacia Darren quien al mismo tiempo apuntaba con su arma a la cabeza de Scott—O te quitas el traje, o te vuelo la cabeza y te lo quito yo mismo.

          Scott permaneció quieto y Erika continuó apuntando. Hope se acomodó algo en su oreja y le ordenó a las hormigas que detuvieran a Darren. Cross, al ver que las hormigas comenzaban a atacarle, soltó el arma y agarró su maleta antes de retirarse. Irina observó que Mitchell se iba, pero, no le dio importancia. Todos estaban con Hank y una alarma comenzó a sonar. Luis ya estaba empezando el plan de extracción.

           —Papá, ¿puedes moverte?—le preguntó Hope a Hank y este asintió.

          —Debemos sacarlo de aquí—dijo Scott y miró a Erika—. Váyanse con él.

          —Ve por ese traje—respondió Hope.

          —Lo haremos—dijo Irina y luego miró a su compañera—. Pon a Hank a salvo y vete a la base. Le prometí a Steve que volverías sana y salva.

          —¿Y tú no vendrás conmigo?—replicó la joven castaña.

          —Volveré en cuanto detengamos a Cross, lo prometo—dijo antes de seguir a Scott—. ¡No dejes que Steve venga por mí!

          Ambos cruzaron el umbral y dos agentes les esperaban con sus armas en alto. Irina esquivó las balas y Scott pasó por los huecos que las mismas habían dejado; derribó a los dos guardias y se encontró a otros más. Fue al laboratorio de futuros donde se hizo pequeño y otros dos guardias le dispararon. Irina hizo una llave y derribó a uno. Luis apareció golpeando al otro para dejarlo inconsciente. Miró en la maqueta y dijo—¿Scotty?¿Salvé tu vida?¿Scotty?

          Lang volvió a su tamaño original y estaba algo cansado. Miró a su amigo y le agradeció, este se encogió de hombros y dijo—¿Somos los buenos?

          —Sí, Luis—respondió Irina rodando los ojos.

          —Somos los buenos, ¿no?

          —Sí.

          —Se siente muy raro.

          —Lo sé, pero aún no terminamos—dijo Scott—. Vamos, Irina.

          —¡Ahora vete antes de que todo explote!

          No tardaron mucho en seguir a Darren. Irina subió rápidamente todas las escaleras y cruzó la puerta, escuchando un grito de Darren—¡Vámonos!

          Ella, junto con un ejército de hormigas con alas, corrió hacia Cross; quien comenzó a dispararles. Irina hizo un escudo para evitar las balas, pero sintió que Scott había recibido una bala. O más bien, su mascota.'¡Ant-thony!'

          —¡Vamos!

          El helicóptero comenzó a subir y tomó vuelo rápidamente. Irina Morgan tomó impulso y saltó por la azotea. Aseguró un gancho en uno de los pies del helicóptero y salió volando junto a él. La rubia sintió a Scott cerca y comenzó a subir por la soga que estaba atada al gancho. Cuando subió, rompió el vidrio y Darren Cross sacó su arma. Scott entró y él disparó, Irina entró por la puerta para apuntar con su arma a Cross.

          —¿Pensaron que podían detener el futuro con un hurto?—preguntó Darren apuntándole a Scott con la pistola.

          —¡Nunca fue un simple hurto!—gritó Irina.

          Una explosión se escuchó desde lo lejos, Irina observó como el edificio de Pym Tech se destruía y desaparecía en menos de un segundo.

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