Capitulo cuarenta y dos.
Narra Melody.
-Mel, ¿quieres algo de tomar?- pregunto mi amiga sonriendo mientras abría sus carpetas.
- No, gracias Dani- contesté sonriendo.
- Que idiota, olvidé el manual en la biblioteca ¿podrías subir y buscarlo?- dijo buscando en su mochila.
-¿Desde cuándo los dejas en la biblioteca?- pregunté riendo, ella siempre llevaba todo en su mochila o tirado en su cuarto.
- No lo sé, solo hazme el favor- dijo algo nerviosa, me puse de pie y me dirigí a las escaleras, juraría que escuche la puerta del cuarto de Danielle a mis espaldas, pero seguí caminando hasta llegar hasta la biblioteca y notar que la puerta estaba entre abierta.
- Manual- susurré buscando entre los libros cundo escuche la puerta cerrarse e instantáneamente el sonido de la llave cerrando.
- Lo siento, pero necesito hablar- su voz me sobresalto.
- ¿Qué haces aquí?- pregunté nerviosa.
- Necesito hablar Mel, no soporto más esto- dijo seriamente.
- Harry, ya escuché la historia- dije bajando la mirada.
- Si pero sigues sin perdonarme… te extraño, extraño tus caricias, tus besos, te entiendo pero, por favor entiéndeme a mí- ¿Qué debía entender? Estaba perdida desde esa noche, no pensaba por eso no entendía, él me decía que era su única chica hasta eso-Creí que la que me besabas eras tú- me dolió escuchar eso.
- Harry acabas de decir lo peor que pudiste haber dicho- dije mirándolo fijamente- No puedes decir que me extrañas a mí y a mis besos si los confundes con los de una…perra- dije enojada.
- Pero…- trató de excusarse- Harry no soy tan única como dices, entré y te vi besando a otra, no esperes que te perdone…tampoco es fácil para mí- admití cristalizando mis ojos.
- No parece- susurró algo enojado.
-¿Disculpa?- pregunté aumentando mi furia.
- Te besaste con tu amiguito por si no recuerdas- dijo sin mirarme a los ojos.
- Eres el menos indicado para plantear el tema, lo golpeaste y es un tema que tampoco hablamos pero aprovecho para decirte que eres un idiota, ¿Cómo te atreviste a pegarle?- pregunté, a cada segundo mi enojo aumentaba más y nuestros tonos de voz tambien.
- ¿Qué querías que haga, que lo felicite?- dijo sarcásticamente.
- ¡No Harry! Que me dejes en paz- dije soltando un par de lágrimas y sentándome en el suelo duramente.
- No, Mel por favor- escuché sus pasos hacia mí y se sentó a mi lado.
- Por favor no llores, te voy a dejar en paz si es lo que quieres- dijo tomando mi mano, lo mire a los ojos, esa conexión que tanto extrañaba, esas joyas de color verde que solían mirarme por horas.
- Harry…¿En qué momento nos convertimos en esto?-pregunté apretando su mano, dudó en responder.
- No lo sé, pero vivir así no es vivir- susurró sobre mis labios.
- Por favor no- susurré entre lágrimas.
- No te voy a besar, solo, Melody solo prométeme que vas a ser feliz- pidió en un tono triste, ¿a qué se refería?
- ¿Qué?- no entendía su pedido.
- Promételo- pidió dolorido.
- Lo prometo, pero ¿Qué sucede?- pregunté alarmada.
- Nada, solo…Lamento haberte hecho pasar por eso. Nunca fue mi intención lastimarte- se puso de pie y beso mi cabello, me puse de pie rapidamente.
- ¿A dónde vas?- le pregunté al verlo caminar hacia la puerta.
- A mi casa, Mel- dijo dándose la vuelta.
- Ok- respondí bajando la mirada.
- Te amo- susurró antes de tomar un juego de llaves de su bolsillo, haciéndome confirmar mis dudas, había sido un plan de ellos, para mejorar las cosas…el cual no resulto, salió por esa puerta para hacerme sentir que la habitación se volvía un desierto.
- Te amo, Harry- susurré al saber que no escuchaba…pero esa pregunta volvió a mi cabeza…¿En qué momento nos habíamos convertido en eso?
Alguna gente dice que el amor de tu vida se encuentra cuando eres mayor, otros dicen que aparece en cualquier momento de tu vida, hasta en tu infancia…yo lo tuve en las dos formas… Mi vida no tenía sentido, la relación con mis amigos no era la misma, tampoco la de mi madre, a veces me preguntaba por qué Dios me había arrebatado a mi padre… porque me dio una vida tan perfecta para quitármela de repente…
La vida es como una canción, puedes solo sentarte y dejarla pasar…o puedes ponerte de pie, bailarla y disfrutar cada segundo…
Nadie nace sabiendo cómo manejar su vida, nunca vino con instrucciones y eso es lo bueno, aprendes a construirla, con derrumbes y construcciones, pero esas construcciones necesitan un soporte…yo perdí mi soporte, la razón de sonreír, un día me levante pensando que Harry es un humano y todos cometen errores, pero instantáneamente mi mente proceso algo…No fue su error, y eso fue lo que yo nunca vi, cegada por el dolor nunca vi que Harry solo fue una víctima, al igual que yo…Y estaba dispuesta a arreglarlo…
-Mamá, voy a salir- dije abriendo la puerta y abrochando mi abrigo.
- ¿A dónde?- pregunto asomándose por la cocina.
- A casa de Gemma- dije sin dejarla responder ya que cerré la puerta para correr por la calle camino a su casa, necesitaba hablar, decirle que fui una idiota al no perdonarlo, que mi vida sin él nunca iba a ser feliz, sin él, mi promesa nunca se cumpliría, ÉL era mi felicidad.
-Hola Tía, necesito ver a Harry- expliqué agitada, Anne me miro alarmada.
- Cariño, Harry no está- se movió para dejarme pasar, permitiéndome observar a Gemma con un sobre en su mano caminando hacia la puerta, al verme escondió en su espalda el sobre rápidamente, pero llegue a verlo.
- Hola ¿Cómo estás?- sus nervios eran igual a los de Anne.
-¿Qué sucede?- pregunté alarmada, me estaban desesperando.
- Mel… Harry se fue- no entendía en lo absoluto.
-¿A dónde?- dije casi gritando, Gemma seguía escondiendo algo.
-¿Qué tienes ahí?- pregunté rápidamente, negó lentamente.
- Gemma, por favor, necesito saber sobre Harry- dije a punto de explotar, me extendió el sobre blanco, el cual decía ‘Melody’ con la clara letra de Harry, sentí un nudo en mi estómago al presentir algo malo en mi interior.
- ¿Dónde diablos esta Harry?- pregunté tomando el sobre, nadie contestó, desesperada subí las escaleras para correr a su cuarto, abrí la puerta y mi corazón se destrozó en mil pedazos, como un maldito cristal.
- ¿Qué sucede?- pregunté confundida observando ese cuarto totalmente vacío, que seguía teniendo ese dulce aroma, cerré la puerta quedándome sola en el interior de su habitación, para clavar la vista en el sobre, cerré los ojos para volver a abrirlos y sentarme en el piso para romper el sobre.
Melody:
Lamento no haberte dicho esto… Me llegó una noticia desde California… Mi antiguo colegio me recomendó en una de las mejores universidades, lo raro es que me aceptaron… Me prometí que si no me perdonabas iba a dejarte ir, y comenzar una nueva vida... Cuando leas esto, voy a estar a kilómetros de Londres, créeme que no es fácil, pero esta es la única forma de que podamos seguir con nuestras vidas, no te enojes con los demás, les pedí que no te digan nada, no me podría haber despedido de ti, solo quiero que sepas que… Eres lo mejor que me pasó en la vida, me diste los mejores momentos que tengo en mi corazón, eres la mujer más hermosa que conocí en toda mi vida…Y te perdí, espero que alguien te de lo que no te di… Espero que encuentres a ese hombre que ames por el resto de tu vida, y que sea el padre de esos hijos que tanto deseas, solo espero poder recordarte toda mi vida, recordar el sabor de tus besos, tu hermosa sonrisa, tus carcajadas, tus llantos, tus caprichos…Pero por sobre todas las cosas, recordar esos ‘Te quiero’ solo quiero decirte que te agradezco por enseñarme lo que es el verdadero amor… Te amo más que a mi propia vida Melody…Gracias por todo.
Por siempre… Tu Harry.
-No- susurré dejando caer todas las lágrimas que se acumularon a medida que leía- No te pudiste haber ido- susurré apretando la carta contra mi pecho- ¿Qué hice?- me pregunté sintiendo las lágrimas saladas sobre mis labios… La respuesta era fácil, lo había perdido…Para siempre, Harry se había ido.
_
Me puse de pie para bajar rápidamente las escaleras.
-¿Cuándo se fue?- pregunté desesperada.
- Hace media hora- corrí hacia la puerta.
-¿A dónde vas?- preguntó Anne alarmada.
- A buscarlo- dije abriendo la puerta.
- Te llevó- gritó Gemma.
- Rápido- dije desesperadamente, subimos a su auto y la adrenalina en mis venas no era barrera para el fio que recorría mi cuerpo el clima era un asco y la lluvia lo empeoraba.
- Genial, más tráfico- dijo arrancando rápidamente, haciendo chillar las llantas del auto.
-Más rápido Gem, necesito pararlo- dije ansiosa.
- No es mi culpa que no lo perdones y el idiota se quiera ir- dijo acelerando.
- Solo conduce por favor- pedí enojada, pero en ese momento al doblar no topamos con una fila interminable de autos.
-¿Qué rayos sucede aquí?- pregunté totalmente fuera de mis casillas.
- Es zona central Melody, esta llenó de gente que va a su trabajo, siempre hay tráfico, y más con lluvia- estábamos a diez cuadras del aeropuerto y esto no parecía avanzar.
- Diablos- susurré para abrir la puerta y mirar desconcertada hacia todos lados.
- ¿A dónde crees que vas? Está lloviendo a cantaros mujer- dijo frenética Gemma.
- No voy a dejar que Harry se valla, solo ve a casa- dije comenzando a caminar rápidamente hacia el aeropuerto.
-¿Que rayos hago caminando? –grité haciendo que alguna gente me mirara, comencé a correr entré la gente con un solo objetivo... Harry.
Faltaban dos cuadras y mi corazón pedía a gritos encontrarlo, chorreaba agua de mi ropa, cabello y rostro, me dolía la garganta pero yo solo corría, las posibilidades de que él este en el aeropuerto eran prácticamente nulas, había transcurrido casi una hora desde que salió de su casa, pero yo solo necesitaba intentarlo.
-¿Dónde estás?- pregunté entrando rápidamente para toparme con filas interminables de gente con maletas y caras largas- Por dios Harry, tienes que estar aquí- susurraba repetidas veces... Mi celular comenzó a sonar.
-¿Hola?- pregunte sin mirar hacia la pantalla.
- ¿Lo encontraste?- la voz de Danielle estaba del otro lado.
- No, no lo veo, tengo miedo- dije trotando alrededor de las filas buscándolo.
- Amiga, su vuelo salía hace diez minutos- dijo algo triste, mire mi reloj, 09:40.
- Lo perdí Danielle- susurré entré sollozos.
- No sabes cuánto lo siento- dijo nerviosa.
- Luego hablamos-corté para darme la vuelta y encontrarme con el gran ventanal que daba a la pista de aviones… Intentando saber que sucedería ahora ¿Qué sería de mi vida sin Harry?
-¿Melody?- mi corazón dio un vuelco, me di la vuelta para verlo allí a unos cinco metros parado con una gran confusión en su rostro.
- Estas aquí- susurré sin fuerzas para correr rápidamente hacia él y abalanzarme sobre sus labios, lo besé como nunca antes, después de tanto tiempo volví a poseer esos dulces y delicados labios, al reaccionar me tomo por la cintura muy fuerte, como si pudiera escaparme.-Perdón, perdón soy una idiota, lo siento tanto- dije rápidamente, tomo mi rostro entre sus manos.
-¿Qué haces aquí?- preguntó rodeándome con sus fuertes brazos, haciéndome sentir protegida.
- No puedo vivir sin ti Harry, nunca voy a ser feliz sin ti, eres el hombre que quiero para ser el padre de mis hijos, eres lo mejor que me paso y ahora sé por qué no te perdone antes- dije tomando su rostro.
-¿Por qué?- preguntó confundido.
- Por miedo a volver a perderte si te perdonaba- afirme para acercarme y darle el beso con más sinceridad que pude dar en mi vida.
- Pero te lastime, Melody-dijo inseguro.
- Me lastimaste más abandonándome- dije tomando sus manos- Te amo Harry…Te amo más que a nada en este mundo-le dije por primera vez, sus ojos se llenaron de un brillo que ilumino mi mundo, haciéndome sentir algo que no sentía hace demasiado tiempo, completa felicidad.
- Te amo, Melody… -todo volvía a cobrar sentido. Mi vida volvía a comenzar pero esta vez no habría un final.
Fin.
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Hiiiiiiiiiii.
Bueno, este el final de la fic y realmente espero que les haya gustado, falta el epilogo el cual publicare en estos días. Muchisimas gracias por los votos y comentarios a lo largo de la fic.
Agradeceria muchisimo si pudieran pasar por en mi nueva fic "Fireproof.", como el resto de las fics en mi pagina, es de Harry. Por favor, haganme saber que piensan de ella, nuevamente gracias por todo.
All the love.
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