🗝Único
*Pov Jungkook*
Son más de las 4 de la madrugada, y estoy intentando escapar de casa de mi novio.
No puedo subir al segundo piso, porque sé que ahí está él esperándome; tampoco puedo salir corriendo porque ni siquiera sé hacia donde huir. Sólo estoy aquí, en el sofá, pensando en como escapar o en si sería mejor quedarme quieto hasta que salga el sol.
¿Cómo pasó todo ésto?, bueno, habrá que regresar unas horas.
*Flashback*
Por la mañana, estaba hablando por teléfono con mi novio, Taehyung, planeando vernos más tarde.
Tenemos un par de años juntos, así que en general, hay confianza de todo tipo; dicho ésto, se me ocurrió proponerle un plan nuevo, algo que había querido hacer hace tiempo, pero que no me había atrevido a decir.
"¿Porqué no pasamos la noche juntos?, es decir, dormir ambos en mi casa, o en la tuya si lo prefieres", dije como sugerencia.
"¿A qué viene esa propuesta?", respondió él con una linda risita.
"Llevamos mucho tiempo como novios, y de verdad amaría poder compartir la cama contigo, es una experiencia que me agradaría tener", expliqué algo nervioso.
No sabía si él aceptaría, puesto que era una cosa completamente nueva; pero tenía esperanzas de que accediera.
"De acuerdo, puedes quedarte en mi casa, sería lindo. También me gustaría hacerlo en realidad", dijo con un toque de felicidad y algo de preocupación.
No entendí el porqué de su reacción angustiada, pero no quise preguntarle en ese momento. Prefería sacar el tema en persona, así podríamos hablar mejor.
Eran casi las 3 de la tarde cuando llegué a casa de Taehyung; había tenido ocupaciones y cosas por dejar hechas antes de salir, así que demoré un poco.
Cuando me abrió la puerta, Tae se veía preocupado, como si algo realmente malo le hubiera sucedido apenas; sin embargo, me miró y cambió su expresión a una sonrisa de inmediato, cosa que lejos de calmarme, me dejó con más dudas.
"¿Qué pasa amor?", pregunté cuando él me dio espacio para entrar.
"No es nada, te lo cuento en la noche", respondió dándome una dulce sonrisa.
Yo traté de no pensar de más, no quería arruinar el ánimo de mi novio con más preguntas, y confiaba en que me decía la verdad: que no era tan importante, y que me lo diría más tarde.
Aunque definitivamente, debí insistir en saberlo antes de que me fuera imposible irme...
10 de la noche, estábamos listos para ir a la cama y cubrirnos del frío que comenzaba a sentirse; teníamos planeado ver una película antes de dormir, para así conciliar mejor el sueño.
Ya estaba todo listo, y yo realmente me sentía genial... Es decir, tenía a mi novio abrazado, con nuestras piernas entrelazadas y su cabeza en mi pecho, mientras veíamos por enésima vez su película favorita.
Era hermoso, había imaginado tantas veces ésta escena, que ahora no podía creer que fuera real.
Pero entonces, ahí comenzó lo extraño, iniciando con el regreso de aquella preocupación reflejada en la cara de Tae.
Ahora sí me diría qué le pasaba, y en el momento, no lo ví como algo malo... Aunque debí tratar de ver más allá de lo que mi novio contaba, porque sí que era malo... Y aterrador.
Taehyung me empezó a contar que hacía unos días había ido al médico, a petición de su hermano mayor; éste último dormía en su casa una o dos noches a la semana, pues ambos se llevaban muy bien.
Él le había confesado que había escuchado como Tae hablaba aparentemente dormido, y que le parecía extraño, considerando que jamás lo había oído antes.
Y que además, le aseguraba que decía cosas muy turbias por la noche en medio de sueños, y que por eso creía que tenía algún trastorno o algo similar. Taehyung, confiando en su hermano, asistió a consulta, en donde le pidieron que se hiciera estudios en un psiquiátrico, puesto que parecía ser algo meramente mental.
"Me dijeron que padezco de somniloquía, es decir, hablo entre sueños y puedo no recordarlo a la mañana siguiente", explicó con la mirada baja.
"Creo que es grave, porque llevo todos éstos días sintiendo que no duermo ni siquiera un minuto, y mi hermano dijo que mis habladurías nocturnas son demasiado perturbadoras", prosiguió.
Yo no podía creer lo que decía.
En primera, no sabía que eso de hablar dormido ya se catalogaba médicamente; y segunda, no pensaba que eso tuviera algo de peligroso o grave como él decía.
Sólo decía incoherencias sin saberlo, ¿qué tan malo podría ser?, pensé.
Taehyung me dijo que realmente deseaba dormir conmigo, pero que no quería afectarme con su padecimiento, así que me ofreció quedarme en su cama mientras él se iba al sofá.
Yo, por supuesto, me negué.
"Ya compartí cama con mis tres hermanos, puedo dormir con lo que sea", bromeé, mi novio rió suavemente.
"Si tú lo dices... Pero debo darte un par de recomendaciones, o más bien, reglas, ¿está bien?", comentó aún con preocupación, yo acepté con tal de que se quedara tranquilo.
En palabras de Taehyung, me enlistó sus normas creadas con el paso de los días:
1. No me intentes despertar mientras estoy hablando, entraré en un ataque de pánico si lo haces.
2. No me respondas a nada, recuerda que yo no sé de lo que hablo, y probablemente acabaría despertando.
3. Si se vuelve demasiado turbio para ti, y no puedes soportarlo, puedes irte de la habitación. No me enojaré si me dejas aquí solo, prefiero tu bienestar.
Le prometí que cumpliría con todo, que no se angustiara por ello, y le aseguré que estaría toda la noche con él, sin irme a ningún lado.
"No puede ser tan malo, descuida amor. Todo estará bien", dije sonriendo, mientras Tae me abrazaba más fuerte.
Se veía bastante consternado, pero hasta ese instante, hubiera podido decir que exageraba.
No entendí cuán extraña era la situación, hasta que se desató un par de horas después.
Media noche.
Tenía a lo mucho una hora que nos habíamos quedado dormidos, cuando me desperté; escuchaba una respiración pesada detrás mío, además de sentir una mirada penetrante sobre mi durante un buen rato.
Era una sensación extraña, y por ello acabé reaccionando de mi sueño, con la intención de averiguar qué pasaba.
Me giré un poco, cuidando no hacer ruido por si mi novio aún dormía. Esperaba no ver nada, o quizá encontrarme con el cachorro que él tenía por mascota.
Pero, en su lugar, me estremecí cuando enfoqué bien mi vista.
Taehyung estaba sentado en su lado de la cama, con las piernas cruzadas y los brazos recargados en el colchón; me miraba fijamente, con una expresión seria y respirando pesado.
Quizá no me habría asustado, de no ser porque en sus ojos pude ver un par de destellos blancos, como los de un gato en la oscuridad. Realmente me asusté por un momento, pero aún así, no hice ruido.
No quise pensar en cuanto tiempo llevaba en esa posición viéndome, pero considerando que incluso sentí su mirada estando dormido, debió ser mucho rato.
Estaba dispuesto a ignorarlo y volver a dormir, creyendo que era una especie de sonambulismo nada más.
Sin embargo, ni siquiera pude girarme de nuevo, pues Taehyung me habló de repente, como si hubiera notado que ya estaba despierto.
"Que bonitos ojos tienes", dijo sin cambiar su expresión.
No respondí por obvias razones, pero me pareció tierno; claramente, no duró demasiado.
"Son tan bonitos, que quisiera quitártelos con un tenedor", su voz sonaba diferente a lo habitual, algo más... Tétrico, y lo que había dicho no ayudaba a pensar en algo positivo.
¿Era real lo que había escuchado?, esperaba que no. Quizá era una pesadilla mía... O una pesadilla que se estaba volviendo verdadera.
"Que piel tan linda, parece ser suave", siguió hablando con aquella voz extraña. Yo traté de prepararme para cualquier cosa que dijera después.
"¿Qué pasaría si te la arranco de los huesos?... Mmm... Llorarías... Amaría verte sufrir cuando te quite toda esa suave piel".
Un escalofrío aún más fuerte recorrió mi cuerpo, sintiendo como mi temor iba aumentando conforme más lo veía y escuchaba.
Su expresión se tornó perturbadora en demasía cuando formó una sonrisa abierta, sin parpadear ni moverse más; sólo me miró, mostrando unos dientes amarillentos y con un líquido cayendo por la comisura de sus labios, el cual no pude descifrar qué era debido a la oscuridad.
Ese no era Taehyung, y tampoco parecía una condición médica nada más.
Quería romper las reglas que me había dicho hacia pocas horas, pero no sabía cómo reaccionaría ante eso. ¿Y si se ponía peor?, ¿qué tal si entraba en pánico y no lograba ayudarlo?, no sabía qué hacer... Y tampoco deseaba dejarlo solo en la habitación.
Era más que obvio que le estaba pasando algo malo, y no precisamente por causas psiquiátricas.
"Te ves asustado... ¿Es porqué Taehyung no está aquí?", volvió a hablarme, su voz se distorsionaba cada vez más. "Pobre de ti, y de él... Ya no pueden hacer nada para librarse de mi".
Librarse... Así que tenía razón. Ese ser usaba el cuerpo de mi novio como conducto, admitiendo él mismo que Tae no estaba ahí, consciente de nada.
No era somniloquía, era algo más, pero no podría descubrirlo quedándome ahí, ¿cierto?
"Te recomiendo que te largues, si es que aprecias tu vida", soltó una breve risa. "Ahora mismo corres un fuerte riesgo de que te mate".
Y aunque suene idiota, le hice caso.
Salí corriendo de la cama, tropezando con las sábanas que aún envolvían mi cuerpo, y levantándome de golpe antes de tocar por completo el suelo. Corrí a la puerta, cerrándola por fuera con la esperanza de que aquel ser no escapara de ahí.
Bajé las escaleras al primer piso, dando zancadas y casi cayendo por ellas debido a mi velocidad; en todo el camino, pude escuchar una risa constante, se burlaba de mi temor y de mi forma inútil de alejarme... Era tétrica y con un eco incesante. Parecía una bruja.
*Fin del flashback*
Así que eso pasó... Al parecer Taehyung está siendo controlado por brujería.
He estado en la estancia desde ese momento, y ahora todavía faltan dos horas para que el sol salga.
Desde la habitación puedo oír como él se ríe como demente, además de decir muchas cosas que no logro entender, parece ser otro idioma.
Se escuchan rasguños, probablemente esté desquitando su ira contra las paredes; también parece que lanzó los muebles, pues sonaron varios golpes muy fuertes y cosas rompiéndose.
Me llama constantemente, con distintos tonos de voz.
Aveces se escucha como la voz de Taehyung; luego cambia a una aguda; y finaliza con una grave, llegando casi a gruñir entre cada palabra.
Repite: "Ven Jungkook. Du burde ha tenkt deg om to ganger før du såret en heks"... Lo ha gritado, susurrado, incluso lo ha dicho riendo con sorna.
No sé que significa, pero me aterra cada vez que lo escucho retumbar como eco en toda la casa.
Y entre tantas cosas, comenzaron a llover pensamientos dispersos en mi cabeza.
¿Porqué no me había ido todavía?, claro, no sabía a dónde correr, pero cualquier lugar sería más seguro que aquí.
¿Porqué?, porque amaba demasiado a Taehyung, siempre creí que era un sentimiento insano, tan grande como para ser real.
Entonces... ¿Porqué lo amaba con tanta intensidad?, jamás lo entendí, y ahora, me lo pregunto cómo algo malo. Cualquier otra persona ya habría huído sin importar nada, dejando a su suerte a Taehyung, sin mirar atrás y probablemente no volvería a tener contacto con él; pero yo me quedé aquí, sigo esperando a que todo se calme, porque no quiero fallarle a mi novio... A pesar de que me mataría ahora mismo si lo desea.
Tuve que analizar mucho para entenderlo... ¿Y saben?, ni siquiera sabiéndolo con claridad, pude evitar que aquel ser maligno obtuviera lo que quería.
Subí a la habitación pasadas las 5 de la mañana, justo cuando volvió a gritar mi nombre.
Entré al sitio, encontrándome con una escena difícil de ver; los muebles yacían destrozados en el suelo, junto a casi todas las pertenencias de Taehyung; las paredes estaban llenas de rasguños y zarpazos, similares a marcas animales; y la puerta ya estaba entreabierta cuando yo llegué.
Me estaba esperando ahí, sentado en el centro de la cama, con las extremidades acomodadas en un sólo punto formando un triángulo, como un gato.
Su cabeza permanecía inclinada a un lado, y gracias a la luz que entró desde el pasillo, por fin pude ver su rostro... Su boca mostraba una sonrisa larga, con dientes amarillos y puntiagudos, llenos de sangre que brotaba sin parar; en sus manos lucían uñas, o garras, negras y extensas; y sus ojos... Eso fue lo que más me perturbó.
Se veían más abiertos de lo común, eran negros y profundos casi en su totalidad, solamente resaltaban dos luces blancas en sus centros.
Me miraba con atención, riendo, soltando pequeños destellos de sus pupilas sin humanidad. Su rostro se había deformado tanto, que en él ya no pude ver ni un ápice de Taehyung.
Él se había ido, y sin embargo, yo aún seguí buscándolo.
Rompí la primer regla que Tae me había dado, y esa fue mi última acción consciente.
"¡Taehyung, despierta!, ¡tienes que reaccionar!", le grité con una débil esperanza de que funcionaría.
No fue así.
No entró en pánico, ni tampoco despertó... De hecho, pareció emocionarse al escucharme hablarle por fin, tanto, que incluso rió nuevamente.
Todo fue rápido desde ahí.
Tan sólo parpadeé por un par de segundos, sintiendo como mis lágrimas se comenzaban a acumular y mi respiración se hacía cada vez más errática.
Cuando abrí los ojos, el ser ya no estaba en la cama.
Lo busqué con la mirada a mi alrededor, y no tardé en encontrar de nuevo su aterradora cara; lo ví en el techo de la habitación, sosteniéndose con sus uñas, y lo siguiente, sería digno de una película de terror.
Giró su cabeza con un movimiento inhumano, rotando su cuello hasta que me vio frente a frente; yo grité como si eso fuera a salvarme, y él emitió un grito agudo que me dejó sordo, literalmente, por unos instantes.
Saltó sobre mi, estrellando mi espalda de lleno contra el suelo, y sujetándome del cuello con fuerza.
No sé qué me hizo... No sé si me asfixió, si me mordió la cara o si me mató con su simple mirada.
Sólo sé que lo último que ví en mi mente, fue la sonrisa de Taehyung, recordándome que a pesar de todo, mi enamoramiento insano hacia él no se fue ni siquiera a causa de mi muerte.
*Pov narradora*
Taehyung había estado fuera de sí durante dos años, justo cuando comenzó el noviazgo con Jungkook.
Antes de su relación, Jeon tenía una novia, con la que había durado ya varios meses; él tenía un secreto, que al final, acabó diciéndole a la chica.
Estaba con ella, para probarse a sí mismo que le gustaban las mujeres, y no los hombres. Por supuesto, sonaba demasiado patético, pero aún así, jugó con la chica por casi un año, haciéndole creer que la amaba.
En realidad, Jungkook no lograba sentir nada real por ella, a pesar de que su novia era prácticamente perfecta.
No quiera herirla, pero fue demasiado tarde.
Él se lo dijo pocos días después de cumplir 11 meses, intentando tener el mayor tacto posible. Pero, ¿cómo podría decirle tal cosa sin sonar mal?... Respuesta, no lo logró.
"Lo siento mucho Winter, eres muy linda en todos los sentidos... Pero no me gustan las mujeres, y lamento haberlo comprobado contigo. Espero llegue otro chico que de verdad te merezca... Adiós Win"; esas fueron las palabras que lastimaron en lo más profundo a la chica.
Todo quizá habría quedado ahí, de no ser porque Jeon se cruzó con una chica para nada común.
Winter era una bruja experimentada, que adoraba usar una apariencia tierna y joven, y que trataba de no utilizar su magia contra nadie; ella practicaba la magia negra más que la blanca, pues le atraía más el arte oscuro por mucho.
Jamás lo había usado para herir a alguien, hasta que Jungkook le rompió el corazón.
La lastimó tanto, que planeó meticulosamente cómo hacer sufrir a Jeon, de una manera nada convencional.
Taehyung era el mejor amigo de Winter, quien no se enteró de la situación jamás; Jungkook no lo conocía de frente, y realmente, no estaba interesado en hacerlo.
¿Cómo acabaron juntos entonces?, por obra de una bruja dolida.
Ella usó su magia negra para crear una conexión similar al vudú, con la cual, pudo controlar por completo a Kim; su mente, sus pensamientos, movimientos, acciones, todo.
Era como si Winter viviera a través del cuerpo de Taehyung, sin que éste lo supiera.
Se apoderó de él con tan sólo un pequeño ritual en su cochera, y de la noche a la mañana, el chico ya había perdido por completo su consciencia personal.
Estaba fuera de sí mismo, y no pudo darse cuenta a tiempo.
Winter hizo que Taehyung se acercara a Jungkook, y el mismo ritual hizo su trabajo; Jeon cayó de tajo en los encantos de su títere humano, haciéndose novios al poco tiempo.
Por eso, Jungkook nunca entendió porqué se había enamorado de Tae, ni le encontraba sentido a sus sentimientos irracionales. Nada era real... Todo había sido obra de la brujería de Winter.
Ella pasó dos años enteros controlando a su "amigo", viviendo en sus zapatos, y cambiando su vida a su antojo, con tal de planear su venganza por rencor.
Sin embargo, lo que empezó como "lastimar a Jungkook de cualquier modo", con el pasar de los meses, su rencor creció gradualmente, sin que ella pudiera controlarlo. Y entonces, acabó siendo "lo quiero ver muerto".
Aquella noche, Taehyung ya había entrado en la última fase del ritual, en donde se revelaba toda la brujería oscura que se había aplicado en su cuerpo, y la propuesta inocente de Jungkook simplemente había caído perfecto.
Kim llevaba días escuchando voces, sintiéndose extraño, como si no fuera él mismo; comenzó a hablar dormido, debido a que la magia del ritual de Winter se hacía cada vez más fuerte, teniendo que externarse de otro modo.
Deformó como quiso a Taehyung, dándole la apariencia de un demonio, con la voz de una bruja, y el único objetivo de asesinar a Jeon.
El chico murió en manos de su novio, mientras que Tae, al estar totalmente poseído, acabó falleciendo también cuando el ritual dio fin. Su cuerpo ya no pudo soportar más, y sólo pronunció sus últimas palabras sobre el cuerpo de su víctima.
Cuando se enteró de que su objetivo había sido realizado por fin, la voz de Winter resonó por la boca sangrante de Kim, imponiendo su control hasta el último momento:
❝ Du burde ha tenkt deg om to ganger før du såret en heks... Debiste pensarlo dos veces antes de lastimar a una bruja. ❞
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