Iba a iniciar el partido, Ya todos estaban en posición para jugar, por su parte Hikaru Matsuyama tenía en sus manos aquella cinta blanca bordada con el Número 10 que Yoshiko Fujisawa habia hecho para el antes de partir a Estados unidos. Un lindo gesto que demostraba el amor que esa chica siente por el y que el demostraba al usarla o llevarla todos los partidos que el tuviera, era como su amuleto de la buena suerte, por el podía sentir como si ella estuviera a su lado apoyandolo a pesar de la distancia. Su amor se había mantenido intacto y eso lo pudo comprobar cuando Jugaron el campeonato mundial juvenil al enfrentarse al equipo Americano en Estados unidos y verla allí en el estadio fue motivo de felicidad para el, anotó un gol y ella lo llamó desde la tribuna, el la saludó feliz con la cinta  en mano, fue relativamente poco tiempo el que se vieron pero inolvidables para ambos.

Todo ese tiempo se habían comunicado casi que a diario por medio de mensajes y llamadas, sin embargo Hikaru anhelaba el regreso de ella a Japón pero sabía que por el momento era algo casi imposible, mas esto no lo deprimía en cambio lo impulsaba a mejorar cada día mas en aquel deporte que los unió, el futbol.

El Arbitro sonó el silbato dando inicio al partido, Matsuyama vió por una vez mas la cinta en sus manos y recordó que una vez su mejor amiga lo había visto con la cinta  puesta y le había dicho que parecía un pandillero, la guardó con cuidado y sonrió al recordar la respuesta que le dió a Su amiga. con eso en mente jugó el partido.

" si parezco pandillero, entonces seré su pandillero por amor "
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Había escrito esto hace tiempo, y hasta hace poco me enteré que la película en la cual me basé no es canon, pero no quise cambiar lo que ya había escrito, asi que tomen esto como un Au

Antes tenía otro título pero después de releerlo varias veces decidí cambiarlo