[6]

Despertó algo desubicado, fácilmente podría apostar que en esos momentos sufría un tremendo dolor de huesos, en especial su cráneo después de tal ataque de furia de Fell. Trató de adivinar en donde estaba pero todo parecía dar vueltas a su alrededor haciéndole difícil el simple hecho de estar parado.

Retrocedió unos cuantos pasos hasta que tropezó con un bulto que se encontraba tirado. Cayó de sentón una vez más, solo que esta vez logró escuchar un ligero "crack", pero aquel sonido no creyó provenía de su cuerpo, sino del bulto en el suelo que rápidamente se levantó y soltó un pequeño quejido.

Cross tardó un poco en reconocer al monstruo frente a sus ojos, pero lo logró. No era ni más ni menos que Dust, quien no se veía para nada contento.

— Ups –dijo Cross, Dust volteó su mirada irritada directamente a el– supongo que me la debías.

— ¿Que se "supone" que te debía? Me duele el cráneo y mis costillas –frotó su nuca tratando de aligerar el dolor–

— Lo siento, tropecé contigo –trató de evitar el tema acerca de que Dust provocó una de sus muertes y posiblemente también su insensibilidad al dolor-

— ¿Cómo caíste? –preguntó simulando simple curiosidad–

— De "nalgas" –hizo presión en su boca aguantando la risa–

Dust no dijo nada, solo se levantó y con cuidado ayudó a que Cross hiciera lo mismo. Cuando ambos estuvieron ya parados Dust se agachó detrás de Cross y bajó su short hasta las rodillas dejando a la vista desde el conducto sacro hasta su cóccix, el cual tenía unas cuantas grietas, acercó más su vista y notó como poco a poco estas se cerraban, pero salía una pequeña flor púrpura. Entonces recordó que en la frente de Cross habían otras dos flores más y su nuca estaba aún más llena que antes. Suspiró frustrado, debían regresar a su Universo pero ya para cuidar de Cross como se merecía. Luego atendería su costilla astillada.

— No es por molestar pero, me estoy excitando –comentó Cross con un ligero color en sus mejillas–

— Lo siento –volvió a subir el short de su pareja y rodeó sus hombros con uno de sus brazos– en mi casa lo continuamos.

— La probabilidad de llegar a tu Universo es de 26%

— Pff, que nerd –burló Dust–

— Te recuerdo que somos lo mismo pero diferente, sé que incluso ese porcentaje pasó por tu mente

— Algo así –una sonrisa ladina se asomó en el rostro de Dust– Y ya que es tan bajo, ¿por qué no mejor continuamos aquí?

Cross no respondió con palabras, sino con movimientos haciendo chocar sus dientes con los de su pareja. Ambos tenían unas sonrisas algo perversas plasmadas en sus rostros, ansiosas por saber quién sería el activo en esta ocasión. Dust estaba a punto de corresponder a la invitación que le daba Cross a colocarse entre sus piernas hasta que escucho un sonido alterante cerca de ellos.

— ¡Bruh, no olviden estos! –gritó Epic a la vez que metía a la fuerza unos cuantos condones en la boca de Dust, alejándolo de Cross– Evitará que te contagien enfermedades

— ¡Dude!

El monocromático trató de lanzarse encima de Epic, pero Dust fue más rápido y logró detenerlo. No eran celos, no podía sentirse inseguro ante Epic por ninguna razón, ni de chiste, confiaba en Cross. Pero si de algo estaba seguro ahora es que tendría mucho trabajo con Cross cada que llegara ese meme andante, pues siempre que se encontraban esos dos amigos era necesario que su pareja terminara con muchas heridas.

— Oh vamos, polvoriento querido, préstamelo por un rato –aunque no se podía decir lo mismo de Epic–

— No puede –señaló las flores púrpuras–

— ¿Que tienen las flores? Se ven algo gay...

Algo incómodo, Cross trató de explicarle a su amigo lo que le pasaba, claro que se saltó algunos detalles que se encontraban de más, como sus múltiples heridas y muertes que llevaba hasta el momento, luego se las comentaría cuando Dust no los escuchara. Entre toda la conversación aprovechó para pedirle que los llevara a Dusttale. Epic no comentó nada ni interrumpió a Cross en ningún momento, de verdad le estaba dando preocupación su amigo.

Ni siquiera cuando ya estaban en Dusttale y Cross se despidió de él dijo algo, solo se acercó a la pareja de su amigo y con un aire de comprensión apoyó su mano en uno de sus hombros. Abrió su boca con la intención de comentar algo, pero mejor la volvió a cerrar y se retiró.

Al día siguiente regresó con unas cuantas flores y macetas.

— Yo creo que eh... bruh... necesitas algo con que distraerte, ¿no?

— ¿Es algún tipo de terapia o algo así? -preguntó Dust-

— Si

— No la necesito –negó Cross–

— Muy pronto lo harás.

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