[4]

  Ambos esperaron un rato más en silencio tratando de ordenar todas sus ideas y perturbaciones, en especial Dust, quien a pesar de no ser el afectado tenía un nuevo esqueleto a su cargo, otro individuo que cuidar, un adulto. Frisk ya había regresado, ya había reseteado todo el Universo que, por suerte, regresó a la normalidad, siendo ella la única con el deber de cargar aquel tormentoso recuerdo que Nightmare sembró con tanta avaricia en su mente, al igual que en Cross.

— Deberíamos regresar a tu Universo –dijo Cross– no quiero ir con Nightmare aún.

— Si, tienes razón. Además, debemos ser más precavidos de ahora en adelante, ¿no? –respondió Dust mientras se levantaba del césped–

Cross se levantó igualmente del césped guardando silencio, prefería dejar por terminada su corta conversación. Pero, se les olvidó un pequeño detalle.

— ¿Cómo se supone que llegaremos?

— Esa, es una excelente pregunta, crucecita.

Olvidaron el pequeño detalle de que Nightmare era quien usualmente los llevaba de un Universo a otro, a excepción de algunos ya que Cross conocía el camino. Dusttale era uno de los pocos que desconocía, nunca se había tomado la molestia de ir, a pesar de que su pareja literalmente vive allí.

— ¿Puedes llamar a Ink? –preguntó Dust–

— No por ahora.

— ¿Y eso porque...? –dejó la pregunta en el aire–

— Lo traicioné Dust, bastante hizo explicándome de esto –señaló las flores en su cráneo– estaremos aquí un tiempo, supongo.

Ambos volvieron a tomar asiento en el suelo, solo que ahora con los ánimos completamente por los suelos, pesándoles justamente en sus párpados quienes cedieron complacidos ante las súplicas del sueño y la flojera una vez más.

El polvoriento dio un tremendo salto cuando escuchó un golpe seco junto a él, no supo cómo reaccionar, el causante del sonido había sido su pareja, pero este parecía no haberse dado cuenta del dolor, estaba como si no se hubiera caído, Dust volvió a tener horribles pensamientos, esperaba que su deducción no fuera cierta.

— Cross, dime que te dolió...

— ¿Qué clase de broma de mal gusto fue esa? –respondió algo indignado–

— Hablo enserio –dijo a la vez que tomaba al contrario por sus hombros, hizo una fuerte presión en estos– dime que esto te duele.

— No siento nada –la Cruz apoyó sus manos encima de las ajenas– no siento que aprietas –trató de apartarlas, fue así como notó la fuerza que aplicaba contra sus hombros– no siento dolor...

El monocromático pateó la columna de su pareja para separarlo ya que este parecía no querer reaccionar en unos cuantos minutos. Los huesos de ambos esqueletos temblaban, tanto, que era posible escucharlos chocar entre sí.

Nuevas flores nacieron en el cráneo de Cross.

— Esto lo dificultará las cosas –soltó Dust–

Por lo menos sabían dos cosas nuevas:

1) Ahora era incapaz de sentir dolor

2) Por cada golpe que recibiera, obtendría otra bella flor púrpura.

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