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Bailaba con Josie, pero siendo honesta mi mirada estaba más sobre aquella chica que sobre Josie, cosa de la cual ella se dio cuenta.

- ¿T/n? - Josie intentaba mirarme a los ojos - ¿Podrías concentrarte en no pisar mis pies por favor? -

- Perdón... - Volví a unir nuestras miradas - La vez... Vez esa mirada tan... -

- Penetrante... - completo Josie mientras bailabamos.

Solo asentí y trate de que Josie la viese mejor y me diese su punto de vista.

- Voy con Lizzie, creo que el exceso de el ponche alcolizado ya esta dando efecto - Sonreía mientras se alejaba.

Tenía tanta adrenalina circulando por todo mi cuerpo que en lo único que pensó mi hueco cerebro fue en acercarme y hablarle a aquella chica.

Me tambaleaba un poco por el ponche y aparte por las vueltas que había dado al bailar con Josie.

Llegue a la mesa como pude y empezó el grandioso y más estúpido show del circo, donde yo era el payaso principal.

- Hola... - ize un gesto y por poco me caí encima de la mesa, suerte que ella me sostuvo.

- Cuidado ¿quieres? - me sostuvo de los brazos, haciendome sentar al lado suyo - ¿Qué bebiste?... Me gustaría probarlo - alargó una carcajada mientras se recostaba en el sofá de un lado, mirándome fijamente.

- Ponche... - vi como izo una mueca algo extrañada.

- ¿Te embriagas con ponche?... Gran dato - sonrió y apartó su mirada de mi.

Alce mis cejas algo sarcástica y no pude evitar ver algo de un color llamativo a un lado de la chaqueta qué llevaba puesta aquella chica. Entrecerre mis ojos para ver mejor, como si eso funcionará, y me di cuenta de que era el pequeño lazo de diferencias de mi padre. Ella tenía el lazo de color amarillo, lo que significaba que era humana.

Por un momento olvide ese pequeño detalle y casi hablo sobre los vampiros con ella, de hecho pense que era una, tiene cara de serlo.

- ¿Y cual es tu nombre chica del ponche? - Sonrió irónicamente regresando su mirada a mi.

- T/n Salvatore - abrió los ojos como platos - ¿Y el tuyo? -

- Helen... Helen Rogers -

- Pero si eres hija del nuevo alcalde... Steve Rogers - Me sorprendió que la hija de el alcalde estuviese en una fiesta... Fiesta llena de sobrenaturales.

- Y tu hija de el famosisimo Damon Salvatore, qué por lo que veo es mas famoso en este pueblo que mi padre - bebía un poco de su vaso.

Ambas reímos ante nuestros comentarios, y durante la mayor parte de la noche estuvimos hablando y conociéndonos más. Mientras que yo trataba de simular que era una simple humana.

Pov's Josie

Podia ver desde la barra a Tn y a esa chica hablando, me sorprendió que Tn tuviese la valentia para acercarsele, digo, en situaciones de embriagues es donde se conocen más personas.

Los chicos y yo estábamos en la barra tomando algo de agua. Estábamos de espaldas por lo que no podíamos ver al bartender. Hasta que un quejido venía de la misma dirección de el, acompañado después de un golpe.

Todos giramos a la vez para ver lo que había pasado, encontrandonos con alguien inesperado.

- Ay lo siento - Miraba hacia el piso, donde estaba tirado el bartender - Creo que ya estas suficientemente ebrio... Por que no te vas a descansar... Yo te relevo - Lo miro fijamente y al instante el hombre se paro y se fue, era buena para la Hipnosis.

- Bridgett Lillian Salvatore - la experta en decir los nombres completos hablo. Lizzie la miraba de arriba a abajo.

- Suena mejor sin el Lillian, Elizabeth - sonrió muy cínicamente.

- Ay vamos Gigi si la mejor parte de tu nombre es ese - Kaleb se acercó para darle un abrazo fuerte, abrazo que ella no dudo en aceptarlo.

Bien, Bridgett es algo así como una hermana para nosotras. Ella es hija de Stefan Salvatore y como la mayoría lo sabe mi madre y el se casaron, pero Bridgett fue una hija fuera de ese matrimonio. Sin embargo mamá la considera como una hija y nosotras como una hermana.

Respecto a su madre biológica, no sabemos nada más que se fue a Europa después de la muerte de Stefan.

Un dato curioso sobre ella es que su segundo nombre fue dedicado a su abuela, Lillian Salvatore.

Los cinco nos fuimos hasta la cocina de la casa para hablar mejor sin tanto ruido, con la magnífica excusa de traer más bocadillos de atún para la barra.

- ¿Y bien que tal Canadá? - Lizzie pregunto mientras cogía un cuchillo para empezar a preparar los bocadillos.

- Mucho mejor que este atún - Bridgett miraba la tabla de nutrición de un atún haciendo varias muecas.

- Es casa de Damon Salvatore que nos podríamos esperar - Dije sacando más atúnes de la alacena.

- Tienen razón... Es casa de Damon, pero también mía - Elena sonreía desde la entrada.

- No queríamos... - Kaleb iba a pedir disculpas.

- No se preocupen... Solo que esos son los atúnes que el compra... - Se acercaba a un cajón alejado de los demás - Estos son los que yo compro - Elena abrió el cajón y fue como un resplandor. Atún de buena calidad y no de los que solo traen aceite en vez de pescado.

- Sabía que mi madre jamás me decepcionaria - Bridgett hablo y luego se abalanzo sobre Elena en un dulce abrazo.

- ¡Gigi! - Elena acariciaba su cabello - Estás más guapa... Y sin una sola arruga -

Todos reímos a la vez y nos quedamos en la cocina preparando los bocadillos, pero esta vez con ayuda de la grandiosa chef de la casa Salvatore.

Pov's Damon

Durante la noche, baile con mi mujer, ize bromas inocentes y mi mejor parte, tome sin embriagarme, en mi opinión los tragos estaban muy suaves.

Me senté en la barra admirando la grandiosa fiesta que habíamos montado, y viendo como mi ponche ya tenía a más de uno en el suelo, estaba pensando seriamente en poner un puesto de este ponche, sería un éxito.

Pero desde hace un siglo mi persona se ha vuelto más responsable y trabajadora. Por lo que me mantengo muy ocupado, más de lo que quisiera.

Estaba tomándome un tequila tranquilamente, hasta que una llamada me interrumpió mi momento de gloria.

- Damon necesito los papeles, ahora - decía la otra persona.

- ¿Ya sabes algo de ella? - pregunte levantándome y caminando hacia mi oficina.

- Solo... Solo pasame toda la documentación de Bridgett ¿quieres? -

Colgó y en cuanto entre a la casa me asegure de que ninguno humano me estuviese viendo y utilize mi super velocidad.

Llegue hasta la oficina y me tome la tarea de buscar cada uno de los papeles de Gigi. Pero fue absurdo, no encontré nada.

Recuerdo perfectamente que los papeles de las chicas los guarde uno a uno en un cajón en especifico, con candado, pero ahora ya no están, Elena era la única que tenia las llaves de ese cajón, tal vez ella los había movido de lugar y no me lo dijo.

Iba asalir ya de la habitación, hasta que me detuvieron.

- Veo que buscas esto - Hope Mikaelson agitaba los papeles que buscaba en sus manos, y sonreía cínicamente.

Ella venía acompañada de dos hombres lobos y una chica morena veía detrás de ella.

- Hope Mikaelson... Mis sueños de matarte se reavivaron al verte - la mire fijamente con una media sonrisa - Vete... No te lo repetiré dos veces -

- Ay Damon, siento que tu sueño no se podrá volver realidad, soy invencible, lastima que tu no lo seas - se acercó más a mi.

- Te equivocas... Con la ayuda de Caroline y de sus hijas, tengo en mi poder el último trozo de madera qué si te puede matar - observe como se sorprendió pero lo supo ocultar.

- Dame ese estúpido trozo de madera, Damon- las venas de sus ojos se marcaron.

Me puse firme ante ella dándole a entender que no se lo daría por nada.

Ella se acercó al ventanal donde se podía ver al patio de la fiesta, y donde estaba Elena - Elena esta hermosa hoy... ¿No lo crees? - Dijo devolviendome la mirada.

Apretaba mis puños para contenerme.

- ¡Papa! - entro Tn algo emocionada pero en cuanto vio a Hope su mirada cambió.

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¡Actualización!

Hola amigos ¿como están?...

Volvemos con nuevo capítulo, capitulo que por cierto está un pelín más largo.

Espero lo disfruten y como les digo que en los próximos capitulos van a tener más de Hope y de ustedes, va hacer algo cardíaco jejeje.

Gracias por leer este capítulo no olviden comentar y votar 〘💌💭〙