━ five: an unwanted wedding.
𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎
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❝ 𝐔𝐍𝐀 𝐁𝐎𝐃𝐀 𝐍𝐎 𝐃𝐄𝐒𝐄𝐀𝐃𝐀 ❞
Elia se miraba en el espejo una y otra vez después de haberse puesto el vestido para la ceremonia de boda entre su padre y Lady Anna. No le gustaba en absoluto como se veía. El vestido era insulso y de un sucio grisáceo, no era digno de la ocasión, parecía más el vestido de una criada que el de una dama y además, le hacía verse más gorda de lo que realmente estaba. Pero, desgraciadamente, por mucho que le disgustase no podía cambiárselo, pues había sido elegido por su futura madrastra.
Escuchó un par de golpecitos en la puerta y tras darle permiso a quien fuera para pasar, su hermano Eikar apareció con una cara de disgusto similar a la suya. Él tampoco estaba nada conforme con el vestuario que Lady Anna había escogido para él. A pesar de que aún era un niño, Eikar ya era considerado bastante atractivo y tenía una presencia imponente, justo como su padre, pero aquella ropa cargada de volantes innecesarios —era completamente lo contrario al vestido de Elia— le quitaban todo su encanto y dejaban una impresión ridícula.
—Voy a serte sincero: te ves horrible —fue lo primero que comentó Eikar y Elia ni siquiera pudo ofenderse porque era la verdad.
—Tú también —arremetió ella y él dejó escapar una pequeña risa. Su hermana solía ser una niña tímida, así que cuando de vez en cuando se volvía mordaz, no podía evitar alegrarse porque eso le hacía pensar que ella estaba saliendo del cascarón y tomando valentía—. Pareces más animado de lo que esperaba.
Eikar suspiró mientras se rascaba la nuca.
—Bueno, no es como si ya pudiera hacer nada para detener a padre, ya que es un hombre muy terco.
—Igual que tú —le interrumpió ella, haciendo que él frunciese el ceño. No le gustaba la idea de parecerse a su padre en ese aspecto.
—Puede ser —admitió de forma vaga—. Así que, como no puedo hacer nada, al menos voy a intentar disfrutar que habrá mucha y buena comida.
Elia se permitió soltar una risa. Era bueno que su hermano intentase verle el punto positivo a todo aquello cuando claramente estaba totalmente inconforme con la boda.
Después de aquello, Eikar le tendió un brazo a Elia, al cual ella se aferró de inmediato y ambos se dirigieron hacia la entrada del castillo para recibir a los invitados. Se encontraron con Delian allí, hablando con Lord Tesseo Walmar, señor actual de la casa Walmar, que había llegado junto a su esposa, Lady Freira, hacia tan solo unos minutos. Los dos hermanos los saludaron cordialmente antes de escuchar el relinchar de un caballo y encontrarse montado en él a Lord Eddark Stark. Los ojos de ambos se iluminaron y pequeñas sonrisas asomaron. Junto con su padre, se dirigieron a darle la bienvenida a Ned, cuando este hubo desmontado y entregado su cabello, junto con el de su hijo Jon —quien lo acompañaba— a un sirviente.
—¡Bienvenidos al Claro de la Luna! —exclamó Delian con una sonrisa radiante mientras se acercaba para estrechar entre sus brazos a su amigo.
—Bienvenidos, Lord Stark y Jon —dijeron los dos hermanos prácticamente al unísono mientras hacían profundas reverencias; Jon les devolvió el gesto de inmediato.
—¿Robb no os acompaña? —inquirió Eikar, extrañado de no encontrar a su amigo.
—Lo cogió la fiebre hace una semana y está en cama —informó Ned con disgusto. Su plan inicial era llevar tanto a Robb como a Jon al Claro de la Luna para que lo vieran por primera vez, pero sus planes se habían torcido justo antes de emprender el viaje.
—Así que las fiebres han llegado hasta allí —murmuró Delian, recordando que Eikar la había tenido hacia tan solo unos meses atrás.
—Espero que mejore pronto —comentó Elia con clara preocupación, aunque también podía verse un deje de decepción en su mirar, pues había estado esperando reunirse con Robb.
—Él también deseaba veros —indicó Ned, intuyendo lo que ella pensaba y provocando que un ligero rubor cubriese sus mejillas.
Entonces, le dio un pequeño golpe a Jon en el brazo y este en seguida comenzó a buscar algo entre sus ropas. A los pocos segundos, sacó un pergamino bien doblado y sellado con el emblema de la casa Stark.
—Robb nos pidió que te entregásemos esto —dijo mientras se lo tendía a Elia.
La pequeña lo tomó con cuidado y sonrió al ver su nombre escrito con la letra de Robb en una esquina del pergamino. Se había tomado la molestia de enviar a Lord Stark y Jon como mensajeros para ella y no podía evitar sentirse feliz por ello.
—Jon, ya que es tu primera vez aquí, ¿te gustaría que te enseñásemos el lugar? —sugirió Eikar mirando a su amigo.
Los ojos del mencionado se llenaron de emoción, pero antes de responder miró a su padre como pidiéndole permiso y cuando este asintió, los tres pequeños abandonaron a los mayores y emprendieron la marcha; aunque Elia se mantuvo rezagada mientras se disponía a leer el pergamino de Robb.
«My lady:
Lamento tardar tanto en responderos. Tenía la intención de hablar con vos en persona, pero he tenido la mala suerte de enfermar y ya no puedo acompañar a mi padre a vuestro hogar. Lo lamento mucho, tenía ganas de veros de nuevo.
Hablé con mi padre sobre el tema del compromiso de Lord Emberth y él también parece disgustado con la noticia. Mencionó que no había mujer más adecuada para vuestro padre que vuestra madre, Lady Alysanne. Sin embargo, dijo que cree saber porque lo hace y no hay forma de que pueda cuestionárselo.
Honestamente, no sé qué opinar sobre el tema, no conozco a Lady Anna como para saber si es adecuada para Lord Emberth o no. Pero me deja preocupado que me mencionases que no te trataba especialmente bien. Espero que esto no sea así una vez se convierta en vuestra madre, pero si sigue así, por favor, no dudéis en decírmelo y haré lo que este en mi mano para ayudaros.
También espero que Eikar ya esté más calmado y haya vuelto a hablar con vuestro padre, aunque entiendo perfectamente que esté en desacuerdo, pues recuerdo con claridad lo mucho que amaba y seguramente aún ama a vuestra madre.
De nuevo, lamento no poder estar allí y deseo que podamos tener otra oportunidad para reunirnos pronto.
Cordialmente,
Robb Stark.»
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Delian y Eddard se quedaron solos y el lobo miraba a la luna con ojos entrecerrados y una mueca en los labios.
—¿No estás de acuerdo con mi decisión, verdad? —preguntó Delian con una pequeña y amarga sonrisa.
—Por supuesto que no, no veo la necesidad de que te cases con Lady Anna —confirmó Ned para luego dejar escapar un suspiro—. Eres un buen padre y has criado a tus dos hijos de forma excelente hasta ahora, no entiendo por qué de repente piensas que no puedes seguir educándolos solo.
—Elia es una mujer y cada día crece más, hay cuestiones y asuntos que no sé como enseñarle... Necesita a una madre que pueda ayudarla en su camino hacia la adultez.
—Entiendo esa preocupación —reconoció su amigo. Educar a una niña siempre era más complicado para un hombre que educar a un niño—. Pero, ¿de verdad consideras que una mujer que no la ha parido, la aceptará y criará como suya, cuando todo el mundo considera que está maldita? —cuestionó con preocupación y pudo ver la duda reflejándose en los ojos del contrario.
—Anna me ha prometido que los criará a ambos como suyos y quiero confiar en ella —respondió Delian, pero Ned no quedó del todo conforme.
—Esperemos que cumpla su palabra —repuso con el entrecejo fruncido—. Porque si no será mucho más duro para la pequeña Elia.
Delian asintió, sabiendo que tenía razón. Había hablado con Lady Anna en reiteradas ocasiones sobre Elia, convenciéndola de que no estaba maldita e indicándole que solo se casaba con ella porque consideraba que sus hijos, sobre todo Elia, necesitaban una madre para crecer bien, y aunque ella le había prometido que se esforzaría por ser una buena madre para ellos y él quería creer en ella, la duda seguía rondando el corazón de Delian.
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Mientras tanto, Eikar y Elia habían comenzado a enseñarle el lugar a Jon, quien lo miraba todo con suma fascinación porque era más hermoso de lo que había imaginado y escuchado de su padre. El Claro de la Luna, pero sobre todo la residencia de los Emberth, era espectacular.
La visita guiada se vio interrumpida cuando alguien llamó en voz alta a los dos hermanos y cuando ellos se giraron para ver de quien se trataba, sus expresiones se iluminaron y grandes sonrisas en las que mostraban sus dientes surgieron. Un hombre robusto y alto, de cabellos rubios claros y hermosos ojos azules, y con una fina barba cubriendo su rostro, se acercaba hasta ellos con una sonrisa igual de radiante.
—¡Tío Jorah! —exclamaron los dos hermanos al unísono antes de echar a correr hacia los brazos del hombre, quien se agachó para recibirlos.
Una vez lo alcanzaron, su tío los rodeó fuertemente mientras reía y depositaba un par de besos entre los cabellos de Elia. Ellos correspondieron al abrazo como bien pudieron, pues los brazos de ninguno alcanzaban a rodear al mayor. Estuvieron así durante un par de minutos, para disfrutar de la acogedora sensación y porque que se habían echado muchísimo de menos, ya que hacia algo más de un año desde la última vez que se habían visto.
—¿Cómo han estado mis sobrinos? —cuestionó Jorah mientras rompía el abrazo, pero depositaba una mano en el cabello de Eikar y otra en la mejilla de Elia, y comenzaba a mirarlos de arriba a abajo—. Parece que ambos habéis crecido mucho, sobre todo tú, Eikar, al ritmo que vas serás más alto que tu padre.
—Esa es la intención —respondió el menor y ambos rieron.
—Pero... —Dudó antes de continuar— debo decir que esas ropas no os favorecen en absoluto —mencionó en un murmullo mientras seguía recorriendo las prendas intentando encontrarles algo bueno, pero fracasando en el intento.
Las expresiones de los dos hermanos cambiaron al instante, mostrando una de completa desgana, como diciendo que ya lo sabían.
—Lady Anna las escogió —le informó Elia por lo bajo.
—Ya decía yo que vuestro padre no tenía tan mal gusto —rio entre dientes. Al contrario, aunque Delian fuera despreocupado con su aspecto, solía tener bastante buen gusto.
—¿Te... Te parece bien lo de Lady Anna? —se atrevió a cuestionar Eikar entonces, queriendo saber la opinión de su tío con respecto a las inminentes nupcias.
—Delian me escribió una detallada carta explicándome su decisión y aunque no puede gustarme del todo la idea de que se despose con alguien más después de mi hermana, sé que ella hubiera querido que continuase su vida y fuese feliz, así que no puedo oponerme. —Una pequeña sonrisa apareció en sus labios, pero detonaba amargura al recordar a su adorada hermana.
—¿Se puede ser feliz incluso si no hay amor? —cuestionó el menor con una ceja alzada y la sonrisa del mayor aumentó, desapareciendo a su vez la amargura. Estaba claro que Delian había criado a sus hijos con un buen sentido romántico.
—El amor puede venir después —contestó tras tomarse unos segundos para escoger las palabras—. Vuestro padre no amó a mi hermana desde el primer momento en que se conocieron, al contrario de ella, fue muchos años después que se enamoró, así que podría suceder lo mismo con Lady Anna.
—Eso espero, me gustaría que padre fuera feliz —comentó Elia con una pequeña sonrisa, para luego mirar a Eikar quien estaba haciendo una mueca.
—Aunque se case con otra mujer, Alysanne siempre será vuestra madre —comenzó a decir Jorah, mirando más a Eikar— y vosotros seguiréis siendo mis sobrinos favoritos, nada cambiará eso.
Después de escucharle, Eikar asintió, pese a seguir un tanto disgustado, mientras que Elia se emocionó y una lágrima se escapó de sus ojos. Jorah, al darse cuenta, depositó un beso en su frente antes de cogerla en brazos e incorporarse cargando con ella. Fue entonces cuando se dio cuenta de que había niño de cabellos negros y rizados justo al lado de ellos, que no dejaba de mirarlos atentamente y en silencio, pues no quería interrumpir.
—Ah, él es Jon Snow, el...
—El bastardo de Eddard Stark —terminó Jorah por Eikar.
Jon hizo una reverencia con la cabeza a modo de saludo y Jorah se le acercó, depositó una mano en su hombro —tras sujetar bien a Elia solo con un brazo— y le dio un ligero apretón.
—Pareces un muchacho fuerte —se limitó a decirle con una sonrisa.
Sin decir nada más, Jorah acompañó a los tres niños por la visita del lugar, mientras les contaba alguna de sus batallas y se ponía al día con sus sobrinos.
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La boda no comenzó hasta que el anochecer llegó, pues era tradición en la casa Emberth realizar las ceremonias importantes bajo la luz de la luna. Nadie podía negar que Lady Anna estaba reluciente, lucía muy hermosa en su vestido de novia, y que Delian, quien había cambiado sus ropas por unas más elegantes, también lucía increíblemente bien; los años no parecían haberle hecho perder ni una pizca de su encanto y atractivo.
La mayoría de los invitados lucían expresiones alegres mientras los escuchaban intercambiar sus votos, sobre todo Lord William Belnir, señor actual de la casa Belnir y hermano mayor de Lady Anna. El hombre tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras contemplaba a su hermana. Sin embargo, Eddard Stark, Jorah Mormont y Eikar y Elia Emberth permanecieron serios durante toda la ceremonia. Elia sujetó con fuerza una de las manos de su hermano, pues podía notar lo mal que lo estaba pasando, y a Jorah se le escapó una lágrima —que rápidamente limpió—, pues no había podido evitar recordar el día que entregó a su hermana en matrimonio y lo hermosa y resplandeciente que se veía mientras unía su vida a la de Delian, al que había amado desde que apenas era una joven de doce años. Los cuatro hicieron el intento de sonreír en más de una ocasión, por Delian, pero ninguno fue capaz, pues aquella no era una boda deseada para ellos y seguían sin estar seguros de sí traería buenas consecuencias.
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Varios asuntos:
1) La próxima actualización no será un capítulo, sino un anexo con la información de la casa Belnir a la que pertenerce Lady Anna.
2) Estoy pensando en hacer un vídeo edit de la casa Emberth (ya empecé a recolectar el material) y para ello voy a cambiar al actor de Delian de George Clooney a Santiago Cabrera, que siempre fue mi primera opción para él, pero no lo puse porque al compararlo con Sean Bean, el actor de Ned, era bastante más joven y se supone que tienen la misma edad. Sin embargo, Santiago es mi imagen perfecta de Delian, por lo que al final me he decidido a ponerlo a él, solo imaginároslo algo más mayor (?).
3) También voy a cambiar el fc de Lady Anna porque sinceramente Amy Brenneman nunca me terminó de convencer, a partir de ahora su fc es Catriona Balfe.
4) Para los que se preguntan como se vería Alysanne, yo me la imagino como Miranda Otto.
5) También voy a hacer un cambio estético en la historia, pero ya será cuando haya preparado algunas ediciones.
Y eso es todo. Espero que os haya gustado el capítulo. ♥
Marie Weasley.
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