Capítulo 3. Primeros encuentros
Decir que SeokJin llevaba una vida pacífica era una total mentira, aún siendo todo un alfa de 12 años. Su vida era un constante caos y no es porque fuese un niño rebelde, todo lo contrario a ello. Un alfa digno, con calificaciones excepcionales, reconocimientos por parte de los profesores y el de su propio padre. Pacífico y con una inclinación hacía el arte, la literatura y sobretodo los poemas, amaba redactarlos tanto que el rey había elogiado su trabajo y sugerido que en algún momento él así como el príncipe heredero tuviesen una clase juntos para permitir que HoSeok tuviese un panorama bueno de ello.
Todo hasta ahí pintaba a qué la vida de Jin era de lo más interesante, pero no, había algo que le agregaba un toque de emoción así como algunos castigos, TaeHyung. El nombre de su migajita desastrosa y revoltosa, bien decía su madre Dahyun que le haría rabiar cuando creciera.
Amaba mucho a su preciado hermano, daría la vida por él sin dudarlo pero no quitaba que a veces le daban ganas de darle unos azotes en sus tiernas pompis de bebé como el mismo TaeHyung decía cada que se caía. Su querido hermano menor Omega era lo contrario a él, le gustaba ser intrépido, aventurero y sobre todo meterse en problemas.
Aún recuerda cuando Mina junto con Lee terminaron llenos de harina en sus rostros todo porque al pequeño Taecito se le ocurrió hacer mochis. No tenía ni la mínima idea pero ahí estaba, usando a su ama principal y caballero como cocineros. Claro que su padre SeoJoon le dió una reprimenda y hablo seriamente con él, argumentando que no siempre haría su voluntad y existían límites. TaeHyung comprendía ello pero a su edad de 8 años poco podían hacer por sus travesuras.
SeokJin creía que si con su hermano menor no tenía suficiente había otro problema a su lista de "arrebata paz", un Omega se había integrado a su clase. Al principio no le tomo importancia hasta que llegó el momento de la clase de espadas y ballesta. SeokJin a pesar de no tener interés en ello, era bueno. No por nada su madre era buena con la espada, tanto que Jin cómo Tae habían aprendido.
— Se bienvenido.— SeokJin hizo un saludo con una leve reverencia al nuevo alumno, solo eran 12 personas y dos de ellos eran de familia perteneciente a la corona imperial, Jin era uno de ellos.— espero sea grata tu estadía en este lugar.
Esperaba un agradecimiento o algo parecido pero lo único que obtuvo fue una mirada peculiar y nada más. Kim por su parte se mostró confundido pero lo relaciono con que probablemente el chico no fuese de una familia "poderosa" aunque en realidad el no veía de importante ello, es decir si tal vez el lo fuese pero no aseguraba que tuviese modales o fuera amable con las personas, por suerte sus dos padres le habían enseñado de ello.
Pese a la actitud de aquel niño que después descubrió que se trataba de un omega, las cosas resultaron un poco curiosas. Primero se le fue asignado como compañero porque la diferencia de edad no era tanta, solo por 3 meses, segundo el era su hyung así que había ventaja y tercero, a veces aquel chico era un tanto curioso. No es que no fuese bueno en las actividades, al contrario se esmeraba en ello y resultaba solo por debajo de SeokJin, como el segundo mejor, lo que radicaba en la curiosidad es que a veces era un poco perezoso y Jin ya había salvado a Yoongi— nombre que conoció luego del primer reporte entregado— de llegar tarde a alguna de sus clases.
Cuando estaba en casa claro que contaba sus anécdotas de la escuela con alegría a sus padres, siendo el más curioso el pequeño TaeHyung, quien ansiaba conocer a la persona que se la pasaba en boca de su hermano mayor, debía ser muy bonito, pero no tan bonito como él mismo.
— TaeHyung ya te dije que irás más tarde a la ceremonia, padre te llevará con él.— SeokJin quién arreglaba su ropa le mencionaba ello a Tae, pues el niño de ocho añitos quería ir con él pero sabía que no era posible.— te prometo que terminando de eso te comprare algo dulce, pastel de arroz te parece.
— Si hyung lo dice, lo cumple. Tu puedes.— el pequeño TaeHyung abrazo a su hermano para salir corriendo de ahí en dirección a su cuarto.
Cuando hubo más paz, SeokJin se dedicó a pensar como es que el tiempo había pasado y si era sincero, le alegraba en gran manera tener a las personas que amaba a su lado, algunas más se habían añadido y se sentía agradecido con la diosa luna. En especial por su hermano menor, aquel lindo omega llegó a su vida a causar un sin fin de sentimientos y se prometió a si mismo cuidar de el tanto como pudiese.
A veces en su mente rondaban algunas palabras que ya no sabía si se asociaban a un cuento que probablemente sus padres le habían leído o si las palabras fueron reales. Solo recordaba que su hermano menor era el principal personaje de esa historia, pero en su corazón rezaba y pedía que lo que llegase a suceder le permitiera a el cuidar de su hermano.
— Amo SeokJin, es momento de partir a la ceremonia.
Con una respiración tranquila salió de aquella habitación para dirigirse a dónde le esperaban.
🍃💮🍃❄️🍃
Mientras tanto en el palacio real había un caos, el principe de la corona había desaparecido justo después de medirse su traje de graduación. Aunque fuese un año menor que todos aquellos que ese día recibirían sus títulos de acuerdo a las áreas en que se dedicaron al ser el heredero tendía a estar adelantado a algunas clases.
— Debemos preguntar al joven Min si lo ha visto, ya sabes que es su guarda real y ambos están juntos.
Una de las empleadas comento ello a los guardias que buscaban al príncipe.
— El problema radica en qué también el Omega Min está con el príncipe.
No es que fuese un mala broma, pero usualmente Jung se dedicaba a desobedecer alguna que otra regla para sentir un poco de emoción ganándose alguno que otro castigo por parte de su madre omega y a veces Yoongi estaba dentro de esos castigos.
— Príncipe recuerde que la última vez que nos escapamos de algún evento importante a usted y a mí nos mandaron a hacer planas sobre el reino y créame que yo ya no estoy para ello nuevamente.
HoSeok soltó una risa acomodando sus ropas reales en una esquina del templo y miro a su hyung.
— Ya te he dicho Yoongi hyung que no debe decirme con títulos cuando estemos solos, somos como hermanos o acaso padre y madre no te adoptaron.
— Lo se, pero eso no quita que a veces eres un tonto HoSeok. Estamos a nada de que sea la ceremonia real, si madre Tsuyu se entera juro que esta vez no abogare por ti.— Min se cruzó de brazos mientras esperaba a que su mejor amigo, hermano y alma gemela diese marcha a su plan. Si tal vez se enojarían con ellos pero no lo dejaría, oh claro que no.
— Prometo que llegaremos a tiempo hyung, además solo necesito buscar esas flores que vimos la última vez.
Ambos caminaron cuidado de no ser vistos por los guardias reales.
Siendo sinceros para Yoongi estar en la casa real siendo parte de la familia real pero sirviendo se sentía bien, al fin podría ayudar a aquel bonito omega que le ayudaba en ocasiones. Aún recordaba como los guardias del palacio habían llegado a la panadería se asustó tanto que quiso huir junto con aquel joven pero cuando estuvieron a punto de escapar la reina hizo su aparición. Ambos se postraron al suelo en reverencia. Yoongi no pudo evitar asustarse, ¿Había hecho algo muy malo? ¿Alguien del pueblo le había denunciado? ¿Merecía morir a pesar de estar en la miseria?
Muchas dudas invadiendo su mente no permitieron que se diese cuenta que su pequeño cuerpo estaba sufriendo un ataque de pánico no hasta que aquel joven que le cuidaba ocasionalmente le abrazo con fuerza y arrulló. Por su parte la reina observaba dicha escena pidiendo a sus guardias salir y solo esperar. Yoongi no pudo evitar quedarse dormido en los brazos de aquel omega. Y mientras aquel pequeño descansaba en esa habitación se entablaba una conversación que cambiaría el futuro de ambos omegas en especial el de Min Yoongi.
Ahora que veía a HoSeok feliz aún comentiendo ese tipo de travesuras se sentía agradecido con la diosa luna, tenía un hermano, alma gemela y futuro gobernante alfa que le cuidaba aún si también en su corazoncito inocente había alguien más que estaba intentando ingresar de manera tan tranquila. Pero aún era niños así que el amor no precisamente era como el de el Emperador con la reina o de las personas que conocían.
Cuando HoSeok quiso cruzar un muro al que ya estaba acostumbrado no se espero ver al general SeoJoon, juraba que la familia Kim llegaría después y eso le ponía en desventaja. Aquel guardia era el mejor y siempre le encontraba cuando se dedicaba a desaparecer del palacio.
— Yoongi hyung necesito que usted se vaya a esconder, el general SeoJoon está aquí y si nos ve puedo asegurar que 100 planas de castigo no serán suficientes.
Min no lo pensó dos veces y empezó a huir, confiaba que HoSeok llegase junto al el en poco tiempo. Tan concentrado en esconderse y no ser visto por las personas que no se percató de un niño pequeño quien venía de frente solo hasta que chocaron. El Omega se asustó al ver aquel niño sobre el suelo a simple vista y por las ropas se notaba que era de una familia importante.
TaeHyung por su parte formó un puchero, su madre le había advertido de no ensuciarse al irse con su papá y ahora su trajesito estaba sucio. Con cuidado se levantó para ver a aquel que le tiró y su sopresa fue ver a un tierno niño mas grande que el con carita de gatito.
— Eres un gatito.— Tae le dijo mientras embozaba una sonrisa geométrica.
— Porque todos me dicen que soy un gato, no lo soy pero tampoco tengo tiempo de discutirlo.
Yoongi emprendió su huida nuevamente sin pensar el porque un niño estaba por esos alrededores del palacio.
TaeHyung resignado a qué aquel niño con cara de gatito y olor bonito no le ayudará pero no sé rendiría, encontraría a su papá o ambos serían reprendidos por su madre omega.
Mientras aquel pequeño omega intentaba encontrar ayuda, un alfita trataba de esconderse lo mejor posible. Ambos estaban intentando hacer lo contrario al otro y ello fue lo que los llevo a coincidir.
HoSeok estaba tan perdido en sus pensamientos de como esconderse, regresar a su habitación e irse a la ceremonia que solo cuando su cuerpo impacto con algo más bajo que él y este soltó un chillido sus pensamientos se desvanecieron.
Observó cómo un niño muy pequeño a su parecer le veía con enojo y un muy pero muy lindo puchero.
— ¡Me has ensuciado todo! Ahora mamá va a regañarme, es tu culpa.
Aquel pequeñín le señalo y HoSeok en lugar de mostrarse enojado y ofendido solo pudo sorprenderse.
— Pues tu también me has ensuciado, mira.— le señalo una parte de su traje que en realidad no tenía nada.
— Mentira, mentira.
TaeHyung no lo pensó dos veces y se lanzó encima de HoSeok quien sorprendido cayó sobre el suelo con el cuerpo de aquel niño que comenzaba a pegarle, claro que estos golpes no eran lo suficientemente fuertes para dañarle y solo comenzaban a darle risa.
No fue hasta que aquel niño se detuvo y sintió que se acercaba a su cuello olfateando poco a poco.
— Hueles bonito, muy bonito hyung.
Jung se sorprendió por la confianza de aquel pequeño y con discreción también lo olfateo, deduciendo que era un omega cómo su hermano.
Tae se quedó quieto sobre HoSeok sin importarle quien era, si buscaba a su papá o algo, aquel aroma que el alfa desprendía aún siendo poco le agradaba, algo en su interior se sintió bien.
— Eres muy bonito hyung mentiroso.— susurro Tae y comenzó a arrullarse.
HoSeok se sintió en pánico, el debía estar en su habitación o en serio el castigo ahora sería peor. Pero también tendría que lidiar con este niño, sin pensarlo mucho y con la gran fuerza que su padre alfa le decía que tenía aún a su corta edad cargo al pequeño y con todo el esfuerzo del mundo avanzo a un lugar donde los guardias ayudarán al pequeño omega.
Cuando llegaron a ese sitio con cuidado lo coloco sobre la madera y con un poquito de dolor en su corazón se alejo, tal vez se iba a enfermar y tendría que ver al médico real, eso pensaba Jung pero en realidad su alfa interno comenzaba a reconocer al dueño de aquel aroma que logro captar, lavanda.
Mientras un tierno y pequeño omega era despertado por sus padre alfa y llevado a dónde se encontraba su hermano mayor y madre, Jung y Min se encontraban con la reina quien primero se reía de la travesura de sus dos pequeños pero siendo castigados por lo mismo.
— El sol ya ha encontrado a su luna y ya nada regresará a lo que era antes.
La voz anunciando lo que se vendría se escuchaba desde la lejanía.
Hola les dice Bnnie o Laniz.
Primero quiero decir que me disculpo por tanto tiempo sin actualizar pero he pasado situaciones no tan bonitas pero de manera sincera espero poder retomar esto.
Segundo, espero aún sigan esperando está historia y las que tengo pendiente la verdad me suben el ánimo cuando leen, votan y aún más cuando comentan bonitos mensajes. Ustedes hacen posible que yo siga aquí en un intento de redacción.
Tercero, gracias por su apoyo a mis bebés historias HopeV, no saben cuánto aprecio ello.
Espero les guste el capítulo donde vemos uno de los primeros encuentros del HopeV siendo unos niños y sin más me despido y nos vemos en uno próximo.
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