Epílogo.
Notas previas. No es necesario leer los párrafos que están después de los tres puntos (contenido +18), así como esto:
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Ejemplo.
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En las próximas notas explico porqué.
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Epílogo.
¡Sorpresa!
La transformación de Mauricio le pareció más larga de lo que en realidad fue. Escucharle gritar de dolor mientras sus huesos crujían y se dislocaban, reacomodándose, hizo sentir miserable y culpable a Julián; pero cuando el hermoso lobo blanco apareció ante sus ojos estuvo muy orgulloso: el cuadrúpedo era magnífico, tan grande como el lobo del joven alfa, sus garras eran fuertes, sus colmillos perfectos. Allí mismo, en la habitación, Julián le había enseñado a caminar, por experiencia propia sabía que andar en cuatro patas no era nada fácil, debía mantener el control, equilibrio y concentrarse en mil cosas más. El joven alfa esperaba en verdad que Mauricio decidiera llamar a su lobo con frecuencia, le entusiasmaba la idea de ir a cazar juntos.
Sin embargo, eso no podría ser aún, porque estaban en la entrada de la casa donde Efy vivía con sus padres.
—¡Sorpresa!— exclamó Mauricio cuando ella fue quien abrió la puerta.
Ella gritó emocionada y se arrojó a los brazos de su amigo, dándole un muy fuerte abrazo.
—¿Por qué tardaste tanto en venir a verme?— reclamó la chica, pero al notar a Julián detrás del rubio, a sólo unos pasos de distancia, dijo, —no me lo digas, ya me puedo imaginar la razón—, sus cejas subieron y bajaron y su sonrisa creció por imposible que pudiera parecer.
El pelinegro rio por lo bajo, un poco nervioso y se acercó.
Efy se paró sobre la punta de sus pies, buscando con la mirada y luego se dirigió a Julián, —¿ha venido Duncan con ustedes?
—No, en esta ocasión no ha sido posible— respondió, el beta se había quedado con su madre debido a los eventos recientes, además del obvio hecho de que no quería ser visto todavía en público con la cicatriz que cruzaba su rostro, aunque esto último las personas cercanas sólo lo intuían, pero no hablaban sobre ello en su presencia.
—Es una pena— ella frunció los labios, —habríamos salido de nuevo los cuatro, en otra cita doble.
—Tal vez en la próxima ocasión, cuando estemos de regreso— dijo Julián.
—¿Cuándo estén de regreso?— indagó Efy, luego miró a su amigo, —¿no se quedarán? ¿Qué harás con la escuela? Sólo has perdido dos semanas de clase, puedes hablar con la directora y..
—Repetiré el curso— le interrumpió él.
—¡¿Qué?! ¿Estás demente?— ella era mucho más baja, pero la rapidez y fuerza con la que sujetó el cuello de la camisa de Mauricio la hizo ver peligrosa, —seguir trabajando en ese bar no te hará bien, ya tenías todo planeado, sólo sería por esta vez y dejarías ese empleo.
—Lo sé, lo sé— Mauricio se liberó de ella, —pero los planes han cambiado.
Efy miró de arriba a abajo a Julián con desdén fingido, —ya veo— dijo, —si ese día no hubiera accedido a compartir la mesa de la cafetería con Duncan y contigo, esto no estaría pasando y mi amigo no dejaría sus estudios.
Julián apretó los labios para ocultar su sonrisa, aún si esa mañana no hubiera compartido la mesa, él habría encontrado la manera de llegar a Mauricio.
—No los estoy dejando— el rubio tomó a su amiga por los hombros, incluso se encorvó un poco para mirarla mejor, —mañana Julián y yo viajaremos a Rilltown, estaremos allí una temporada, luego regresaremos para cuando el curso inicie de nuevo.
Y lo harían, ya que Adolfo había externado su aprobación ante la relación entre su hijo y el, ahora también, lobo; al igual que la de Gina y Bernardo, ya que este último había resuelto hablar con sus padres y contarles lo sucedido entre él y la ex prometida de su hermano, incluso confesó la razón de mantenerlo oculto: tenía miedo; porque era una desconocida, porque la muchacha era mayor que él, y por decenas de pretextos más. Sin embargo, al ver lo que Mauricio había hecho por Julián, se percató de que "nadie tenía asegurada la vida entera junto a su pareja" y decidió no esconderse más.
Tras unos instantes Efy volvió a sonreír, —¿Y traerán a Duncan entonces?
—Eehh— Mauricio frotó su nuca y miró dubitativo a Julián.
El alfa fue a su rescate, —le haremos la invitación, te lo aseguro.
—Con eso me basta— dijo Efy y, colocándose en medio de ambos muchachos, los tomó de sus antebrazos y los hizo pasar a la casa, —ahora comamos, pastel; que no todos los días se cumple años. Por cierto, tienes lentillas de contacto, ¿verdad? Te ves mucho mejor sin esos enormes y molestos anteojos— elogió al rubio.
Curiosamente Efy se parecía más a su padre que a su madre, el hombre con prematura calvicie era bajito y agradable; tanto él como su esposa conocían a Mauricio y no se sorprendieron por el hecho de que llevara a un chico y lo presentara como su pareja. Julián se sintió cohibido cuando la familia de humanos le atacó con preguntas rutinarias para asegurarse de que no era un asesino serial o un drogadicto y que Mauricio estaba en buenas manos.
...
Para cuando el reloj marcó las diez de la noche, ambos se encontraban ya en el estudio que fungía como departamento, el pequeño lugar de Mauricio. Era lunes y Efy debía ir al día siguiente muy temprano a clase, es por ello que la velada no había finalizado muy tarde y abandonaron la casa con la promesa de que se verían de nuevo para despedirse antes de partir de regreso a Rilltown.
—¿Qué tanto miras?— preguntó Mauricio cuando Julián permaneció callado y observando a su alrededor en lo que era la sala de estar, era un lugar sencillo, tenía las comodidades básicas, era cálido y olía a su pareja, eso a Julián le agradaba.
—Lo bonito que es.
—¿Bonito? Han llamado de muchas maneras a este lugar, menos bonito— explicó mientras rebuscaba en las repisas por un vaso, tenía algo de sed.
—¿Han llamado? ¿Quiénes?— Julián estuvo intrigado, por eso preguntó mientras se acercó a la espalda del rubio, ¿quién más había estado allí?
—Efy, Carlos, la vecina y el propietario— enumeró sin prestarle mucha atención en realidad, antes de beber un trago de agua.
—¿Acaso no les gusta?—, exceptuando a Efy, le molestó el hecho de imaginarse a otras personas a solas con él en ese espacio cerrado, pero si el lugar no era de su agrado, mejor, así había pocas probabilidades de que se aparecieran por allí.
—Efy cree que necesita ser redecorado, Carlos dice que es demasiado lujoso, la vecina piensa que pago demasiado por esta pocilga y el propietario opina lo contrario.
A Julián no le importó mucho la explicación, sino que abrazó a Mauricio por la espalda y enterró la nariz en su cuello, le gustaba tanto estar cerca de él, tocarle. Sintió que el rubio se estremeció antes de girar en redondo hasta tenerle de frente y besarle.
Definitivamente el lugar le agradaba bastante, más que bonito, era perfecto, ya que con la inexistencia de paredes que dividieran las áreas, llegar a la cama era mucho más sencillo.
Caricias y más besos, manos torpes que buscaban tocar más allá, jadeos y suspiros; Julián estaba completamente seguro de lo que quería, sobre todo cuando su piel se erizó y su corazón se aceleró ansioso debido a la visión ante él: los ojos de Mauricio brillaban aún en la penumbra y el sonido proveniente de su garganta era más un gruñido, su lobo estaba en la superficie debido a la excitación.
—Márcame— pidió el alfa.
El rubio se elevó sobre sus brazos, puesto que tenía a Julián apresado contra el colchón, ambos ya desnudos, mientras repartía besos por todo su abdomen, descendiendo y sin dejar de mirarle a los ojos. —¿marcarte?
—Hazlo, muérdeme cuando estés dentro de mí.
Y no se refería a sus dedos, ya era hora de superar la etapa de exploración, además, ya habían hablado de lo que implicaba ser marcado.
Mauricio flexionó los brazos hasta descender y besarle en los labios, —no quiero hacerte daño— musitó sobre su boca, sería la primera vez de Julián.
—No será así, confío en ti. Además, algún día tendrá que suceder, y quiero que sea hoy.
Al ver la decisión en su semblante, Mauricio asintió; alargó el brazo y de la mesita de noche sacó el tubo con lubricante que habían usado con anterioridad para la sesión de exploración, los cambiaforma eran resistentes, sí, pero aquel producto, además de aumentar el goce, disminuiría bastante la incomodidad del próximo acto.
Cuando llegó el momento, Mauricio luchó con todas sus fuerzas por ir despacio, su instinto le ordenaba que arremetiera con violencia, que saciara su necesidad, pero no permitiría que su lobo tomara el control, Julián le había enseñado lo esencial para mantenerlo a raya y ahora estaba luchando contra él. Sólo cuando estuvo seguro de que no había dolor, fue que inicio con el vaivén de cadera.
Gruñó cuando sintió el éxtasis cerca, entonces Julián viró el rostro exponiendo ante él su piel, el rubio sintió crecer sus colmillos y por instinto los clavó en el fibroso músculo donde finalizaba el hombro e iniciaba el cuello de su pareja. Casi al mismo tiempo, sintió a Julián convulsionarse por el fuerte orgasmo y él también le siguió.
...
Suspiró e inmediatamente abrió los ojos, la poca luz de la luna menguante que se colaba por la ventana rebotaba por toda la habitación, haciéndola lucir brillante; Julián trató de moverse y sonrió cuando reparó en el brazo que le tenía apresado por su abdomen, estaba sobre su costado, así que tendía que rodar sobre su espalda para poder mirar a Mauricio. Sin embargo, su sonrisa se convirtió en una mueca tosca cuando la punzada en su espalda baja, y más al sur, se hizo evidente.
—Ey— habló el rubio al abrir los ojos, el movimiento de su pareja en la cama le había despertado, —¿cómo estás?
La sonrisa volvió al rostro de Julián, —muy bien.
Mauricio entrecerró los ojos, —en serio, ¿cómo te sientes?
Decir que le dolía el trasero sería un poco vergonzoso.
—Caíste en un profundo sueño— le informó, entonces Julián tocó su cuello, allí estaba la cicatriz.
—¿Te duele, estás bien?— insistió el rubio, elevándose sobre su codo para mirarle mejor.
—No me duele— dijo la verdad en lo que a su cuello se refería, luego ensanchó su sonrisa, —y estoy maravillosamente bien.
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Notas finales. Lo que está redactado entre los tres puntos [...] es algo que realmente no afecta a la historia, sólo lo hice porque hay gente que me anda preguntando ciertos detalles de la relación de ese par, sinceramente ignoro porqué el interés exacto del "cómo sucedió la marca". Y ya sé, ya sé, apesto para las escenas de ese tipo, por eso no lo volveré a hacer, o si lo hago, será de una manera diferente y sin presiones (no necesariamente porque me lo pidan, no se acostumbren).
¡No se vayan! Falta algo más, continúen leyendo, por favor.
***Recuerda que la colección de libros de este Universo sigue el orden:
01. Creciente.
02. Menguante.
03. Moonlight.
04. Sunlight,
05. ¡Sam, me gustas!
06. Clear.
07. Starlight.
08. Hidden.
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