Capítulo 6 : Fiebre
“ 'Cause sometimes you just feel tired, you feel weak. And when you feel weak you feel like you want to just give up but you gotta. “
—Eminem
A la mañana siguiente Yoongi despertó excesivamente pronto en contra de lo que él mismo había planeado. Trabajaba de noche, si no abría el local por las mañanas había un motivo muy concreto pero por supuesto Jimin no sabía nada acerca de sus hábitos de sueño. Así que a ese pequeño idiota no le importaba lo más mínimo dejar sonar su alarma durante minutos.
—Esto no va a funcionar - Yoongi salió de su habitación y tras ponerse una chaqueta fue hacia el salón donde Jimin se había acomodado la noche anterior.
El chico estaba boca abajo y aparentemente completamente dormido, sin ni tan siquiera notar la estridente alarma de su teléfono.
—Jimin, levántate. Tienes que tomar el autobús para ir a clase - Yoongi bufo al ser completamente ignorado y apagó la alarma del móvil antes de agacharse al lado del chico.
Se tomó unos segundos antes de comenzar a remover el cuerpo de este buscando alguna reacción pero freno sus movimientos en cuanto Jimin cambió de posición dejando a la vista sus mejillas enrojecida, ojos hinchados y la frente llena de sudor.
Parecía enfermo a juzgar por lo pálida que se le había puesto la cara y en su barbilla todavía podía observarse la señal de un golpe, probablemente se trataba de ese maltrato que Seokjin le había comentado mientras se duchaba. La reacción del padre de Jimin, cuando este se escapó por primera vez, fue exagerada en la medida en que lo golpeó con demasiada fuerza hasta crearle varios moretones en la barbilla y cuello, su labio además también parecía estar levemente lastimado.
—Realmente tenías que salir de esa casa - la reflexión de Yoongi abandonó sus labios sin tan siquiera pensarlo.
Con cuidado acarició la frente de Jimin para comprobar su temperatura, definitivamente tenía fiebre. Su piel estaba demasiado caliente.
Yoongi se levantó y fue hacia el baño, no tenía demasiadas cosas en el botiquín de urgencias pero estaba seguro de que todavía le quedaba alguna medicina de su resfriado de hace un par de semanas, un bote rojo con jarabe amargo, lo recordaba bien. Cuando al fin lo encontró volvió hacia Jimin con un termómetro para asegurarse de que realmente la temperatura de su cuerpo era alta. El día anterior había dicho que ese chico podía quedarse en su casa pero tendría que buscarse la vida solo. Y ahora no podía evitar ayudarlo, tenía emociones y ver a un muchacho enfermo, sufriendo por tener que salir de su casa y completamente destrozado en cuanto a mentalidad… Simplemente sentía la necesidad de hacer lo posible para que ese momento fuese algo más fácil para Jimin. Él también había estado así en el pasado, Jin lo salvó un día y ahora devolvería el favor ayudando a otros chicos perdidos.
—Yoongi… - Jimin despertó con ojos confusos.
—Creo que tienes fiebre, cámbiate, te traeré algo de ropa e iremos al médico. El termómetro marca casi cuarenta.
Aunque Jimin aún estaba confuso lo cierto es que Yoongi no sabía qué hacer para facilitarle las cosas, era un menor de edad y cualquier movimiento en falso podría derribar todo su trabajo de años si los padres de este decidían denunciarlo por mantenerlo en su casa.
Y de nuevo sus planes fracasaron, Jimin no lograba vestirse con su cabeza y cuerpo tambaleándose por la fiebre. Tener que quitarle y pijama fue difícil pero lo fue incluso más ignorar de nuevo ese cuerpo que llamaba su atención por no parecerse en nada a su cara dulce. Ese muchacho no parecía percibir lo atractivo que era en general. Aún así ese no era el momento para pararse a observar las partes buenas su cuerpo o lo bien que se marcaban esos leves abdominales en su cintura estrecha.
—Es un menor - susurro para sí mismo Yoongi.
—Cumpliré la mayoría de edad en un par de meses..
Jimin lo había escuchado pero si por norma general no encontraba los segundos sentidos de las situaciones debido a la educación que le habían dado sus padres, menos todavía lo haría envuelto en fiebre.
Esa mañana Yoongi salió del apartamento con Jimin en brazos, todavía en pijama y con zapatillas, preocupado y notando como el pobre muchacho parecía empeorar a cada instante sin que el jarabe tan siquiera funcionase.
—¿Te encuentras muy mal? - la mano de Jimin se había posado sobre su brazo mientras conducía.
—Estoy mareado… Abre alguna ventana.
Yoongi asintió y rápidamente se encargó de abrir la ventana para Jimin, a pesar de que no estaban en invierno el ambiente todavía era fresco y eso podría ayudarle con el mareo. Era extraño ver como ahora se encontraba preocupado cuando sólo un día antes habría empujado al chico a patadas fuera de su vida, el simple detalle de saber que estaba en una situación similar a la que él se enfrentó hace años, solo eso, lo animaba a cuidarlo.
Pero el miedo seguía latente, Yoongi siempre acababa demasiado implicado con los chicos que cuidaba y estos siempre terminaban encontrando a una persona mejor que él para rehacer del todo su vida. Eso lo alegraba pero también lo hundía, vivía tratando de engañarse al decir que tal vez las relaciones no eran lo suyo mientras en silencio deseaba que alguien lo eligiese a él, para quedarse. Pero nadie quería al loco activista de lgtbi que acudía a las protestas una vez por semana y llegaba sangrando a casa por las peleas en contra de personas violentamente homofóbicas, y nadie querría salir con él a las calles para compartir su modo de vida. Nadie tomaría su mano y caminaría a su lado con orgullo con las mascarillas puestas y una bandera en alto. O al menos no lo harían durante demasiado tiempo antes de cansarse.
—Calor - Jimin suspiran a y acercaba la cara a la parte por la que entraba el aire desde la ventana. Aún seguía sudando y sujetando el brazo de Yoongi con su mano temblorosa por la fiebre.
—No falta mucho para llegar, tranquilo. Apuesto a que te darán algo que ayudará a bajar la fiebre.
Jimin asintió sin decir nada más, siempre había sido un buen enfermo. A su madre no le gustaba demasiado que se quejase de forma continuada así que había aprendido a ser un chico amable incluso con respecto al sufrimiento, si le dolía algo solo lo diría una o dos veces. Era fuerte, no tan débil como muchos pensaban. Su inocencia en ciertos aspectos no lo hacía un idiota, por suerte había logrado aprender mucho en el instituto.
Cuando llegaron al hospital Jimin insistió en entrar a la consulta por si mismo tras varios minutos de espera en urgencias, le resultaba extraño todavía estar acompañado de otro chico. Sobretodo teniendo en cuenta que fue el responsable de que sus pensamientos homosexual es estallasen. Si bien su fiebre era alta todavía era consciente de su entorno y deseaba un poco de independencia en la consulta médica.
Así que Yoongi esperó sentado en la sala sin moverse. Era raro, habían pasado varios meses desde que no acompañaba a nadie al hospital. Desde aquel día en que el último chico del que se enamoró acabó fue herido en una protesta, desde que decidió no acoger a nadie más, y desde que se rindió en el objetivo de buscar una pareja. Pero ahora estaba allí con Jimin, no por una herida de pelea, sino porque su nuevo protegido había enfermado.
La historia parecía destinada a volver a repetirse pero por nada del mundo quería caer en los complicados brazos de Jimin, lo atraía físicamente y ahí debía quedarse todo. Nada de implicarse por completo hasta caer enamorado, ni de creer que ese muchacho podría ser el indicado para curar su corazón y hacerle creer en el amor de nuevo.
Yoongi sujeto bien a Jimin y lo posó sobre su cama. Habían estado finalmente juntos en la consulta del médico cuando Jimin decidió que podía confiar y estar más seguro con Yoongi que con un médico poco amable y cara de estrés.
Por suerte esa cara no impidió que el hombre fuese profesional en su trabajo y unas horas después estaban de vuelta en el apartamento con un Jimin todavía febril pero mucho más animado. El color había regresado a su cara y a sus labios.
—Sólo dormirás aquí mientras estés enfermo - Le dijo encargándose de quitarle los tennis y los calcetines - ¿Has tomado las pastillas?
Jimin asintió acurrucandose en la cómoda cama y abrazándose a la almohada. Contra todo pronóstico Yoongi era un buen cuidador y esa atención le gustaba, lo había llevado a comprar comida basura. Algo absurdo pero que le hacía ilusión ya que con sus padres solo la podía tener cada quince días aproximadamente e incluso lo había consentido comprandole dulces y esos mangas que sus padres no le dejaban leer sin antes revisarlos.
Yoongi se tumbó al lado de Jimin en la cama cuando este logró ponerse cómodo de nuevo sin ayuda y encendió el televisor.
—¿Tienes alguna de esas series americanas tan famosas? - una pequeña sonrisa abandonó los labios de Yoongi al escuchar a Jimin - En casa no teníamos televisión. Todo lo que he visto ha sido en los ordenadores de la biblioteca pero hay muchas cosas que no podía conseguir.
—Supongo que siempre puedo descargar algo para ti. Los chicos que enferman necesitan ser consentidos - Yoongi estaba siendo amable de forma natural, después de esa mañana había descubierto que la naturaleza amable de Jimin le provocaba buen humor.
—Entonces quiero… alguna serie que un padre excesivamente religioso prohibiría a su hijo.
Yoongi dejó escapar una carcajada de su boca mientras abría la caja de pizza. Jimin parecía encontrarse mucho mejor.
—Supongo que disfrutarás con Juego De Tronos. Ve a ducharte rápido, prepararé las cosas para que puedas ver algunos episodios. Volví a dejarte algo de ropa cómoda en el baño.
Con una enorme sonrisa Jimin asintió. Jin tenía razón en una cosa, Yoongi era realmente amable con aquellos que tenían o se ganaban su protección.
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