Capítulo 3 : Roce
"I saw this coming from the start. The shake, rattle and roll"
CAPÍTULO 3
La mirada perdida de Jimin se posó por unos instantes sobre la mano de Yoongi quien parecía tenderle ayuda para levantarse. Tras un momento de duda el menor de los dos decidió aceptar la muestra de amabilidad.
-No deberías haber venido aquí, no conoces el lugar ni las personas que lo frecuentan. Es viernes por la noche así que hay muchos depredadores.
Jimin entendía del todo las palabras de Yoongi, había vivido demasiado tiempo en la cárcel que sus padres construyeron para él alejandolo de la realidad. Pero aún así no era idiota, sabía que caminar solo de noche por las calles podía conllevar riesgos.
-Gracias por ayudarme - dije levantándose del suelo. Sus rodillas dolían y el pantalón blanco tan sumamente bien planchado ahora estaba roto y manchado de sangre debido a la caída. En las palmas de su mano algunas piedras le habían atravesado la piel.
No quería llorar, no quería ser como un niño pequeño delante de aquel muchacho y aún así no pudo evitarlo. No se trataba del dolor, tampoco de su chaqueta rasgada o sus pantalones rotos en la zona de las rodillas... sus lágrimas le habían cubierto los ojos debido principalmente al miedo que instantes atrae había sentido. Estaba llorando de alivio.
Pero eso era algo que Yoongi no lograba adivinar y quizás fue el motivo de su mirada confusa. No tenía ni la menor idea de que decirle a ese muchacho de mejillas hinchadas que ahora dejaba salir lágrimas de sus ojos mientras se agacha y se abrazaba las rodillas. Así que haciendo honor al ser humano tan sumamente bruto que siempre había sido, tironeó un poco más de su chaqueta instandolo a levantarse de nuevo.
El sonido de la tela resquebrajandose un poco más lo advirtió al instante y cambió de estrategia, esa vez se limitó a hablar.
-Levántate, necesitas limpiar tus heridas. En el baño de mi local hay un botiquín. Entra y curate.
Jimin sólo lo miró, sus ojos repletos de lágrimas y enrojecidos en extremo parecían atacar la faceta dura de Yoongi. Ese muchacho era el enemigo, un religioso obsesivo que incluso acudía a protestas contra el mundo lgtb. Aún teniendo tanta información negativa sobre Jimin, no logró evitar la idea de ayudarlo, al fin y al cabo no era de ese tipo de personas que pueden ignorar el sufrimiento de otros sin obtener mala conciencia a cambio.
-Voy a arrepentirme de esto. Sé que me arrepentiré.
Yoongi bufó antes de tomar a Jimin de la muñeca para levantarlo y llevarlo de nuevo al interior del local, incluso si le chico parecía tener problemas para caminar bien entre el tumulto de gente en ningún momento lo apartó o se negó a seguirlo. El agarre de Yoongi era apretado, quizás demasiado, sin embargo Jimin no se sentía mal con eso. En su mente mantenerse sujeto al chico implicaba también mantenerse seguro.
Tan pronto como llegaron al baño Yoongi lo tomó con leve fuerza por la cintura para sentarlo en la repisa del lavamanos, era fácil manejar a ese pequeño chico, ligero y delgado pero con una leve capa de músculos que se notaban a través de la rotura de la camiseta, había algo en él que muchos no podrían ignorar, era bonito por si cara y sensual por la forma de su cuerpo. El tipo de chico que siempre captaba la atención de Min Yoongi, y por supuesto tenía reacciones que le hacían pensar en gran cantidad de actos sucios. Lo único malo era su mentalidad. Alguien que protesta por los derechos del colectivo jamás podría ser un buen partido para Yoon, ni tan siquiera un amigo o conocido. Alguien como Jimin era en la mente de Min, un completo y total deshecho humano. Solo basura.
Jimin sintió un cosquilleo extraño que lo obligó a respirar con fuerza cuando las manos de Yoongi se posaron sobre su cintura, para ayudarlo a sentarse en la repisa, ni siquiera su madre tocaba una sola parte de su cuerpo. A Jimin no le agradaba que otras personas invadieran su espacio lo que incluía caricias o besos. De no ser porque Yoongi llevaba en su mente desde el día de la protesta probablemente lo hubiese apartado molesto. No sólo le estaba afectando notar las manos del chico dejando a cámara lenta su cintura para ir hacia el botiquín, sino que también le estaba provocando el ver lo bien que se adaptaba al cuerpo de Yoongi esa camiseta de color negro. Le gustaba eso, había descubierto en algún momento de su vida que la ropa oscura hacía el cuerpo de los hombres mucho más atractivo. Tal vez fuese su cansancio ante la ropa clara que su madre siempre compraba para él, Jimin sólo sabía que el estilo de chico que le gustaba tenía que vestir con colores oscuros.
-Quítate la ropa rota, te dejaré algo para cambiarte niño.
Jimin no se movió. Tal vez si fingia ni haber escuchado podría evitar tener que pasar por la vergüenza de exponerse demasiado ante Yoongi.
-Me llamo Jimin.
Yoongi ignoró las palabras de Jimin y simplemente tomó una gasa para comenzar a limpiar de gravilla las rodillas del chico.
-Duele si haces eso - por supuesto que Jimin no era un quejica, pero Yoongi no estaba teniendo ni un poco de delicadeza mientras limpiaba con prisa la sangre y piedras de sus heridas.
-Dolerá más si sigues protestando niño.
Sin embargo, en contra de su actitud y palabras, Yoongi fue más delicado después de escuchar la queja de Jimin.
-Dame las manos.
Jimin miró confundido a Yoongi pero hizo rápidamente lo que este le pedía, no quería enfadarlo. Había comprobado que en contra de lo que había imaginado durante la semana anterior, mientras soñaba despierto con Yoongi, el chico era más huraño de lo que creía.
En el instante en que Jimin estiró las manos notó la forma cuidadosa en la que Yoongi quitaba la gravilla y limpiaba las zonas lastimadas.
-Tienes suerte de haberte topado con alguien que no ignora el sufrimiento ajeno - dijo Yoongi terminando de cubrir las heridas con una gasa - de lo contrario habrías estado en un problema.
Jimin ni siquiera podía hablar, estaba perdido en el toque de Yoongi. Se sentía como un chico enamorado e idiota, que simplemente cae ante la persona que le robó el primer beso. Y así era en realidad, había pensado en Yoongi y creado su propio sueño a partir de un beso que no implicó ningún tipo de significado real para el otro.
-Es suficiente, creo que ya puedo irme - Jimin se bajó de la repisa y miró a Yoongi unos segundos antes de tratar escabullirse.
-Ten - Yoongi simplemente le lanzó su chaqueta - llamarás demasiado la atención si vas con la ropa rota y manchada de sangre por la calle. Podrían detenerte.
En esos instantes ninguno de los dos dijo nada más, Yoongi volvió a su trabajo y Jimin se puso sobre su ropa la chaqueta que este le había dejado.
Cuando salió del cuarto de baño la música volvió a captar su atención y decidió que era el momento adecuado para camuflarse entre las personas sin que ese chico volviese a echarlo del local. Seguía curioso y necesitado de conocer a personas exactamente iguales a él. Pero su sueño no tardó demasiado en acabar.
-Yoongi me ha pedido que te lleve a la parada de autobús, vamos, no creo que sea un buen lugar para ti. No somos algo con lo que tú quieres lidiar.
Recordaba al chico, se trataba de Seokjin. El chico que lo ayudo a llegar hasta el local, así que simplemente sonrió ampliamente y accedió a que lo llevase a la parada.
-Sólo quiero aclarar que estaba en la protesta por mis padres - Jin lo miró confuso - Yoongi me beso en el día del orgullo. Estaba en la zona de la protesta pero no tengo nada en contra de los homosexuales, son mis padres quienes lo tienen.
Seokjin asintió mientras se subían al coche.
-¿Entonces por qué estabas allí? Puedes decidir por ti mismo lo que apoyas y lo que no. Si Yoongi te beso fue parte de algo que hicimos para molestaros. ¿No habrás venido hasta aquí por eso?
-Parecido... Mis padres forman parte de la religión extremista así que son sensibles con todo. Siempre he tenido dudas en cuanto a mi sexualidad... Cuando Yoongi me beso alguien gritó su nombre, busqué información sobre él porque sentí que era quien lideraba al grupo de personas que nos atacaron con los sprays.
-¿Por qué no le dijiste eso a él? - Jin sonrió - Sí, es algo similar a un líder. Es uno de los defensores del sindicato para nuestra protección en Seúl. Cada vez que alguien necesita consejo o refugio por su condición sexual, Yoongi intenta ayudar y los acoge en su casa. Si estás aquí porque tienes dudas sin duda él es la persona adecuada para ayudarte.
Jimin suspiró y miró por la ventana. El local seguía lleno de gente y él seguía necesitando escuchar esa música que jamás podría escuchar en su casa. Todo lo que veía le causaba curiosidad pero Yoongi era el dueño del local, y él no lo quería ahí.
-No me ha dejado hablar.
-Entonces insiste, cuando sepa que estás aquí porque vives en un entorno malo para que tu sexualidad se forme con naturalidad, apuesto a que te aconsejara y escuchara.
-Sí, lo intentaré de nuevo en otra ocasión - susurró Jimin desanimado.
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