Capítulo 23: "Adán es nuestro karma"

—Entonces... Ustedes... Ambos —nos señala y asentimos— ¿Son dioses?

—Que sí, Taehyung, no seas estúpido.

—Pero... Pero ¡Kai es que es increíble! —ella nos mira sin expresión alguna, simplemente bebe del café que pidió en completo silencio.

Al igual que los demás. Nadie habla, ni siquiera Nana o Grecia de quienes esperé más reacciones. Jungkook y yo nos miramos y tratamos de comprender la confusión, si esto está siendo difícil de digerir hasta para mí no me imagino cómo están ellos. Aunque sus caras ya nos dan una idea.

Nana carraspea suspirando y poniéndose de pie, literalmente todos están esparcidos por la habitación; Nana e Ikaika están en la cama de la morena, Taehyung está sentado en el suelo, Jungkook y yo en su cama y Grecia y Suni están en la cama de Taehyung. Jimin se quedó de pie cerca de la puerta.

—Chicos es que —comienza a hablar mi jefa en un tono bastante nervioso—, esto es... Demasiado difícil, se supone que un bimbaio solo es eso... Un bimbaio.

—Nana, querida, en un universo como este todo es posible —le digo yo a lo que ella simplemente me mira, no sé si es porque ahora que he revelado mi identidad quizá duda de si sigo siendo igual o no. Pero veo que se siente rara, como si no supiera cómo tratarme, si como una deidad o su soldado.

La verdad es que no lo sé, sigo siendo la misma persona pero ahora con muchos más conocimientos que hace un día... Y muchísimas más responsabilidades.

—Se puede decir que... Nosotros cuatro nacimos siendo bimbaio y eso no va a cambiar hasta dentro de unos años —concreta Jimin, Grecia lo ve como si no le reconociera, como si estuviera frente a una persona distinta y eso a él le duele, pero estoy segura de que cuando recupere sus recuerdos se le pasará—. La diferencia está en que tenemos una misión mucho más importante que cuidar a Terra y a los semidioses.

—Si eres el hijo de la luna y el sol —comienza Suni la cual había estado muy callada dirigiéndose al hombre a mi lado—, entonces sabrás lo que le pasa a la luna ¿No?

Todos ponemos nuestros ojos en él, su mano sujeta la mía, de hecho nunca nos hemos soltado, pero sigue serio, una expresión neutra. Asiente en un solo movimiento.

—Mi madre no es muy predecible, pero es evidente que la luna no brilla porque ella no está ahí.

Y porque quiere llamar la atención.

—¿Inanna está en tierra firme?

—El valle de la luna, sí, y si yo fuera ustedes quitaría la vigilancia. No le gusta que la agobien y tampoco queremos que nos vean cuando vayamos hacia allá.

No queremos que nos vean por la misma razón de siempre, es peligroso y es mucho mejor si nadie sabe que yo existo. Suficiente tenemos con que los brujos nos persigan, y ahora que lo recuerdo, no tardarán mucho en darse cuenta de que ya hemos recordado y recuperado nuestros poderes.

—La reina nocturna está encerrada en un campo de fuerza creado por ella misma, es para protegerse mientras está aquí —explica el rubio—, los espera a ellos... O bueno, a él.

Estuve a punto de rodar los ojos porque sé lo que eso significa, y honestamente no me gusta la idea de visitarla, no soy bienvenida, pero tengo que ir a la reunión y oír lo que tenga que decir. Además, Jungkook quiere ver a su madre y yo no puedo prohibirle hacerlo, tampoco puedo decirle que no a su petición de que asista con él. De igual manera si todo esto está pasando es por mi y por la clara intención suya de protegerme a toda costa. De no ser así, nadie se molestaría en planear nada.

Aunque perderme signifique un descontrol universal y el enojo de un ser superior a todos, nadie se habría molestado en hacer algo con mi situación si no fuera por él, por Yaveh.

—Entonces ¿No los volveremos a ver? —pregunta Taehyung a lo que le miramos, le he tomado cariño a ese hombre, es muy dulce, y me imagino que a Jungkook le da tristeza tener que alejarse de sus mejores amigos tanto como a mí.

Son personas con las que crecimos, tenemos muchos recuerdos juntos. Si casi se echa a llorar cuando los descendientes se fueron a terminar su entrenamiento imagino que esto le costará de igual forma, pero no lo va a demostrar, no frente a tanta gente.

Después de tanto tiempo aún le gusta hacerse el caradura, y eso no va a cambiar.

—Probablemente sí —contesta él—, cuando la guerra contra los Sinya inicie nos uniremos a liderar las tropas.

—¿Estamos preparados para una guerra? —pregunta Ikaika de repente mirando a Nana, ella asiente sin dudarlo.

—Han tenido un buen entrenamiento antes de ser guardianes y en espiritualidad están avanzando rápido, así que sí.

—¿Y cómo será? —cuestiona Suni.

—La caída de los ángeles rebeldes —pronuncio yo, soltando la mano de Jungkook para levantarme— ¿La han visto? No es igual porque no estamos en esa época pero sí tendrá el mismo fin, no solo morirán brujos sino todo tipo de criatura oscura que le rece a Adán o produzca algún tipo de magia negra.

—Pero, sin magia oscura no habrá balance entre bien y mal —refuta Ikaika.

—No realmente —niega Jungkook—, hay tres tipos de magia en este mundo; la demoniaca, la divina y la negra. Sin la magia proporcionada por los demonios superiores no hay balance. La magia negra es la que amenaza a las otras dos, y por eso hay que destruir a quienes la proveen.

—La magia negra es la causante de todas nuestras muertes y reencarnaciones —tomo la palabra—, y también la que envolvió al alma de Yaveh hace mas de mil años antes de lo previsto.

—Es como si existieran dos cajas de Pandora y nos estuviéramos preparando para cerrar una. —dice él, nos miramos y sí, no pudo haberlo dicho mejor.

—Aún no entiendo —Suni es curiosa, Taehyung no se queda atrás pero ella pregunta las cosas sin ningún tipo de filtro— ¿Por qué Adán siempre va detrás de ustedes?

A Jungkook no le agrada recordar esos hechos, mucho menos pronunciarlos en voz alta porque fueron tiempos muy malos para los dos. Éramos dioses jóvenes que sufrían por culpa de un dios mayor a nosotros, y todos los escenarios desagradables llevaron a Jungkook a generar ira, una ira peligrosa que le costó controlar con mi ayuda. Por eso yo me decido por explicar las cosas pero sorprendentemente se adelanta:

—Adán es un enfermo lleno de morbo que va detrás de cada diosa terrenal existente porque son el blanco más fácil para él —también se levanta, cruzando los brazos y sus músculos se marcan al igual que algunas venas—, pero con el paso de los años desarrolló una obsesión especial por Lyra y sus habilidades, sabiendo que es poderosa quiso poseerla en varias ocasiones, la seguía a todas partes y siempre trataba de... De proclamarla suya.

Recuerdos van y vienen en mi mente, recuerdos que preferiría olvidar. Las veces que fui secuestrada y maltratada, las veces que hice lo que pude para resistirme a sus trucos, para evitar que me tocara. Las veces que él terminó herido y lastimado por defenderme a mí. Jungkook, Grecia y Jimin fueron lastimados muchas veces por mi culpa, o por la suya. Pongo mi mano en uno de sus brazos cuando veo sus dedos ejercer fuerza sobre su propia piel, pero aún así no me mira. Tomo la palabra por él.

—Los problemas comenzaron a llegar porque Yaveh lo enfrentaba y viceversa, un día se enteró de algo que no fue de su agrado —mi embarazo para ser exacta, pero eso no lo voy a decir— y decidió que si yo no era suya no sería de nadie.

»Así que prefirió matarnos. Pero no contaba con que no era fácil deshacerse de mí, y yo como soy la única que puede decidir si un alma puede o no reencarnar creé una profecía que dictaba nuestra inmortalidad, hice un ciclo de vida para nosotros cuatro y nos encerré en el círculo de almas para que en cada vida estuviéramos juntos. Pero entonces las cosas no salieron bien porque cada ciclo es completo o de lo contrario no funciona, así que aunque somos dioses también cumplimos con ese ciclo de vida que llevan ustedes y toda criatura mundana mortal; nacimiento, vida, muerte, karma, reencarnación y moksha, que es la liberación.

Se los explico todo porque es algo bueno para ellos que lo entiendan, primero para que sepan de qué va mi existencia, segundo porque les estoy haciendo un favor para cuando su momento llegue no se rehúsen a aceptar la realidad como algunas almas problemáticas con las que mis niñas no pudieron lidiar.

Almas que deambulan sin un rumbo fijo, almas en pena.

—Adán es nuestro karma —concreta Jungkook— y hasta que no hagamos algo para cerrar esa etapa no seremos libres.

Adán me condenó a mí, y yo tuve condenarlos a ellos porque no quería vivir sin su compañía. Yaveh es un tipo de deidad diferente gracias a que yo hice que se volviera así, al ser un dios aparentemente terrenal sí podía morir y no volver a nacer, así que por miedo a no verlo nunca creé esa ley de ciclo vital para dioses terrenales; inmortalidad condicional. Por eso Eva logró renacer, por eso Yao puede renacer, por eso nosotros renacemos tantas veces como podemos.

Por eso Talasea en algún momento vendrá a la vida de nuevo. Yo los necesito a ellos y el mundo me necesita.

—Si tienen más preguntas pues no podemos responderlas —dice Jimin rompiendo el silencio que se había empezado a formar— ya hemos hablado demasiado.

—Guys... We gotta go.

Eso fue suficiente para hacerles entender que ya no podíamos quedarnos, que era hora de retirarnos. Todos se levantaron y uno a uno se fueron acercando, mis ojos se cristalizaron cuando la primera en abrazarme fue Nana pero traté de que ninguna lágrima cayera. Soy consciente de que hacemos esto porque aunque en un tiempo volveremos a vernos ya no podremos hacer esto, la próxima vez que nos veamos yo solo seré una diosa y ellos fieles guardianes. Nana ha sido como una segunda madre para todos nosotros, se encargó de hacer que mi sueño de ser una Moonchild se cumpliera, de entrenarnos, de darnos los conocimientos necesarios y de cuidar de nosotros. Siempre estuvo al pendiente de nuestras necesidades, siempre hemos sido un equipo muy importante para ella.

Y ahora tres de nosotros tenían que partir.

Suni como ya es bastante singular se limita a abrazarme rápidamente y a dar un golpecito en mi frente con su dedo índice, sonrío apenas, hace gestos raros que para ella tiene algún significado importante. Por un momento sus ojos se encienden en un color miel que conozco, su loba también está saludando, o despidiéndose.

Así continuamos lo más rápido que podemos. Jungkook se encarga de sus chicos cuando yo ya me he despedido de ellos, hablan en susurros pero de igual forma mi habilidad sigue ahí y puedo escucharlos con nitidez. Grecia está molesta con todos nosotros y lo entendemos porque ella es un hueso duro de roer, de hecho, ha sido así desde que nació la primera vez. Se despide de los demás sabiendo que no tiene opción, pero una vez eso pasa sale por la puerta sin dirigirnos una mirada.

Si supiera que de todas formas tendrá que quedarse en Italia unos días seguramente nos cae a cuchillazos.

Cuando salimos completamente de la base lo hacemos en uno de los autos de Yeounjun al que Nana nos dio acceso diciendo que haría lo posible para que no dejemos rastro alguno y no nos busquen mientras salimos del país, aunque de todas formas yo puedo encargarme de eso con mi portátil y Jungkook ya debe de haber recuperado su majestuosa habilidad de camuflaje.

Jimin conduce, Grecia está de copiloto a su lado mirando por la ventana en completo silencio y Jeon y yo vamos atrás de nuevo. Nos cambiamos antes de salir con ropa de civil, nada de uniformes. Nuestro estilo es una combinación entre lo elegante, anticuado y moderno. Combinamos muy bien sin intentarlo; el con su camisa blanca encogida en los antebrazos, esos pantalones formales negros, sus anillos, cabello largo desordenado y sus enigmáticos ojos achocolatados que cambian de color según sus emociones. Y estoy yo, que por coincidencia amo los vestidos descubiertos, el color rojo, los huesos y huelo a rosas.

Huelo a muerte, huelo exquisitamente bien.

"Dominus Somniorum y su majestad Hortus Rosa", esa frase la usaban mucho los ángeles para referirse a nosotros.

Pienso que de ahora en adelante podemos seguir como antes, estamos juntos y eso es lo que a mí más me importa. Pero también me preocupa el futuro, lo que pueda llegar a pasar. Se supone que es todo a su tiempo pero siento que si hubiésemos despertado antes nos hubiéramos movido más rápido. Trataré de dejar eso de lado por el momento, tenemos que concentrarnos en llegar a Chile para reunirnos con los demás, hay temas a tratar o más bien, confirmar que son importantes y solo faltamos nosotros.

Ya después de eso podremos ir a casa, nuestra verdadera casa. El hogar que construimos y al que hemos vuelto cada vez. Nuestro templo, en dónde seguramente ella nos espera.

Shao, nuestra leona, la guardiana de nuestra casa, quien custodia sus puertas en nuestra ausencia.

—Te noto emocionada.

—Es que no puedo esperar para volver a casa y castigarte —Jungkook bufa volcando la mirada.

—Y sigues con esa mierda —gruñe— ¿Cuando vas a perdonarme?

—Nunca, lo que hiciste fue terrible —y él lo sabe porque lo conozco y la mirada de culpa no la puede ocultar, pero de todas formas se escuda.

—¿Tengo que decirte lo mismo otra vez? —río sin gracia viendo hacia el frente.

—No es necesario, pero sigo molesta.

—Al menos dime cual es mi "castigo" —asiento lentamente acercándome a su rostro de repente, tanto que nuestra respiración se mezcla y como un acto reflejo sus ojos se quedan un segundo en mis labios.

—Dormir en el sofá, por supuesto —susurro, luego cuando su expresión se trastorna me alejo victoriosa.

Lo normal es que Jimin se ría en estas situaciones porque le gusta joderle la vida tanto como a mí, pero la tensión allá adelante podría cortarla con una tijera. Así que me preparo para la palabrería de Jeon.

—¡Increíble! yo, deidad del Ocaso, creador del Eclipse y de los sueños ¡Hijo de la luna y el sol! tengo que dormir en el sofá porque salvé la vida de mi esposa —ruedo los ojos— ¡Insólito!

Bueno que básicamente sí es eso, pero sigo enfadada, no tenía porqué hacerlo en primer lugar. Fue una estupidez, me generó más traumas de los que tenía y estoy segura de que aunque hubiese luchado con todos esos brujos mi bebé seguiría bien. Pero no, siempre se preocupa demás por las cosas, por mí... Es algo lindo, pero pensar en todo lo que pasé después y sin él le quita lo bonito al asunto. Estábamos ilusionados, habíamos prometido cuidarnos para seguir sobreviviendo a quienes nos perseguían y así poder criar a nuestra niña juntos. Todas las ilusiones que me hice y el anhelo de tener a la deidad de la luz entre mis brazos... Todo lo que desee se fue a la basura junto a sus mentiras y un pedazo de su alma.

De un momento a otro yo estaba sola, con una bebe, un ángel que no sabía cómo proceder y un aquelarre entero de brujas riéndose del sacrificio. En ese momento me sentí más mundana que otra cosa, porque había gastado mis energías, porque mi tristeza no me dejaba actuar como debía.

Fui débil, demasiado, y por un momento no merecí ser llamada deidad. Ni madre, ni esposa, ni santa. Cierro los ojos, todo me resulta increíble. Me siento cansada, agotada mentalmente.

—Técnicamente no soy tu esposa —ataco sabiendo de sobra que eso va a molestarle, y lo hace—, soy tu otra mitad.

—Claro que sí —sus cejas se juntan—, no seas tonta.

—Pues yo no veo ningún anillo.

—No necesitas uno.

—Pero lo quiero.

—Siento que no me estas pidiendo un simple anillo...

Sonrío, por supuesto que no. Se queda viéndome tratando de averiguar que cruza por mi cabeza, y su mirada divertida es acompañada por una sonrisa lenta y algo oscura cuando adivina de que se trata.

—Luego hablamos de eso —y con eso dicho da por terminada la corta conversación.

—De igual manera dormirás en el sofá hasta que aprendas la lección.

—¿Cuál lección? —Bufa— Si soy perfecto, por Juno.

—Que puedo cuidarme sola —resopla, cuando está molesto es intimidante, más de lo que es estando tranquilo y normal. Pero a mí eso me importa muy poco porque yo puedo ser más intimidante que él.

No bueno, no lo soy, mi cara no me lo permite... Pero con él si funciona.

—A Shao no le va a gustar que alguien más ocupe el sofá —murmura Jimin cuando se detiene frente a un semáforo, el último antes de abandonar la ciudad para tomar la autopista.

—¿Ves? No puedes mandarme ahí, Shao me va a morder.

—¿Su majestad le tiene miedo a una leona vieja? —me burlo y sonrío de lado. Él puede ser terco y toda la cosa, podría solo ignorar lo que le digo y hacer lo de siempre; lo que le da la gana. Pero no lo hace.

—Sabes, eras más agradable cuando no recordabas nada —susurra en vano, de todas formas lo escucho y aprieto los labios pellizcando su muslo, se queja.

—Tú... No aprecias a tu existencia lo suficiente.

—Ok vale —se apresura a decir y quita mi mano de su pierna para besarla frenético, se ha asustado—. Olvida lo que he dicho, me encanta tenerte de vuelta —sonríe inocente pero el daño está hecho así que alejo mi mano de la suyas y desvío la mirada hacia la ventana a mi lado, en parte porque quiero ver este camino una última vez.

No volveremos en un tiempo.

—No, nada, ahora te jodes.

—Pero Venus...

—Calla.

—Te gusta que te ruegue verdad —ahora también suena molesto, me importa poco, no le miro.

—Si lo sigues haciendo tal vez te deje dormir con almohada.

—Y de paso sin almohadas...

—¡Saturno! —Exclama nuestro conductor— estoy hasta los huevos de sus estupideces.

No decimos más, aunque Jungkook le lanza su mirada asesina a través del retrovisor. Suspiro, incluso cosas como estas me hacían falta. Será un mes bastante largo porque tenemos que organizarnos, estuvimos mucho tiempo dormidos creyendo cosas que en sí, no somos. Ahora tenemos que acostumbrar a nuestros cuerpos a la carga excesiva de energía, a nuestros dones. Jungkook debió haber estado practicando porque anochece, amanece y atardece sin problema pero eso no es lo único que puede hacer. Ya me imagino que los desastres naturales de antes fueron su culpa y él ni siquiera lo sabía.

En todo caso, mi cuerpo debe de aceptar a su lado más poderoso, a su alter ego, Lyra. Debo entrenar más antes de usar esa corona y ponerme a trabajar. También quiero volver a mi cabello negro.

Respiro más tranquila, estamos de vuelta.

Cuando empecé a escribir esto dije: no tendrá más de 20 capítulos.

Y tooodo lo que falta :/

Por cierto, la caída de los ángeles rebeldes es una pintura y la pueden encontrar en gugul ;)