[Palacio Kim] [5 días después] 

Por esos días comenzaba a percibirse algo del aire frío de otoño que se aproximaba, en las lejanías del palacio la nieve era visible no solo en las cumbres de las montañas sino que acaparaba casi la mitad de ellas.  Su mente se encontraba divagando en miles de cuestiones que involucraban no solo a sus padres sino a toda su familia en general, por lo que mirar aquel paisaje desde la torre del palacio  era una buena forma de buscar algo de paz y tranquilidad. 

El sol estaba asomándose en el horizonte y junto con él un carruaje bastante peculiar, propio de la dinastía Min en su diseño. Eso solo podía significar que su Omega estaba de regreso, la emoción que sentía era tal que sencillamente se quitó toda la ropa para no desgarrarla y tomó su forma de lobo para lanzarse desde esa altura y correr hasta interceptar el carruaje que desde luego se detuvo ante su presencia.  

-Vante- Apenas puso un pie sobre el césped, su Alfa se acercó a él y comenzó a frotar la cabeza contra su abdomen, emitiendo ligeros sonidos como si fuera un perro que se alegraba de ver regresar a su dueño. El lobo movió la cabeza hacia atrás para indicarle que se subiera a su lomo, comprendió claramente esa indicación y subió en él para afirmarse de su pelaje. Vante comenzó a correr a toda velocidad pero no hacia el palacio a donde suponía que irían sino hacia la profundidad de los valles. 

El tiempo transcurría y azabache no parecía querer detenerse, no tenía la menor idea qué era lo que le ocurría o qué era lo que quería mostrarle, la única certeza que tenía era que cada vez se acercaban más a las montañas nevadas que se observaban en las lejanías del castillo. Comenzó a tener algo de frío y a temblar ligeramente, fue entonces que su Alfa aceleró la velocidad, llegando a cierto lugar en dónde los árboles estaban ligeramente cubiertos de nieve.  

Finalmente el mayor se detuvo frente a un lago, y al otro lado de él una cabaña de madera iluminada en el exterior con algunas rocas solares. Aun no comprendía del todo lo que ocurría sin embargo era evidente que su pareja estaba aguardando ansiosamente su llegada para llevarlo allí. 

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-¿Te gusta? Es decir... quizá no sea un lugar demasiado lujoso pero creo que es bastante acogedor- Preguntó el Alfa una vez estuvieron dentro de la cabaña y ambos tomando un pequeño baño. De haber tenido más tiempo habría pedido que mandaran a preparar algo más lujoso, sin embargo la sonrisa que le dedicó su Omega al entrar a la cabaña le dio algo de confianza en que no estaba del todo mal. 

-Estoy muy feliz de que... hayas pensando en mí de este modo. Eso significa que estabas aguardando por mi regreso. De hecho... fue muy tierno que me buscaras en el carruaje en tu forma de lobo. 

-Te extrañé, me hiciste mucha falta- Confesó con cierto pesar mientras abrazaba la espalda de su pareja y daba pequeños besos en la marca de unión que había establecido ya hacía muchos años atrás. 

-¿Sucedió algo malo mientras no estuve?- Volteó para quedar frente a su Alfa y tomarlo con ambas manos de la mejillas. Así fue que pudo establecer un contacto en su mirada que reflejaba muchas cosas, pero por sobre todo tristeza y miedo.

-Taeguk, nuestro cachorrito, él... llegó hace unos días al palacio y entonces... formó un lazo con Baekhyun.

-Te conozco, puede que eso te alterara un poco pero no estás así por eso ¿Cierto?- No le sorprendía en lo más mínimo lo que el azabache le había dicho, después de de todo Taeguk y Baekhyun siempre habían sido muy unidos, una relación que estaba más allá del "cariño". Lo realmente preocupante era el estado de su Alfa que parecía estar a punto de llorar. 

-Te amo, quiero sepas que en verdad te amo y que haría cualquier cosa por protegerte a ti y nuestros cachorros- Besó los labios del Omega y luego llevó una mano hacia su abdomen para acariciar al pequeño cachorro que apenas estaba creciendo allí. 

-¿Protegernos de qué? ¿A qué puedes tenerle tanto miedo cuando nuestra familia porta los poderes de los Dioses? 

-Precisamente a eso... 

-Vante...

-Cuando derrotamos a la antigua diosa fue porque mi madre... utilizó la reliquia que ellos poseían para renovar sus poderes. En unos meses los astros estarán en un mismo rango y... ellos van descubrir lo que hizo. 

-Amor, sea lo que sea vamos a solucionarlo, no dejaremos que un montón de imbéciles buenos para nada decidan nuestro destino. 

-Claro que no pero... te quiero fuera de esto. Esta vez no se trata de una sola deidad y en caso de que algo salga mal... quiero que cuides a nuestros cachorros, que guíes a Taeguk y Baekhyun en su ascenso al trono. 

-¿Y me trajiste aquí para darme un momento romántico e intentar convencerme de eso? Sabes que no soy precisamente un Omega sumiso y que no servirá siquiera tu voz de mando. Además querrán lastimarnos a todos nosotros, eso incluye a nuestros cachorros y no me quedaré sin hacer nada al respecto- Ahora estaba un poco molesto pues su pareja intentaba doblegar su voluntad y eso para nada iba a suceder. 

-No, no te traje aquí por eso sino porque... quiero pedirte que seas mi esposo- Tras esa frase extendió su mano hasta el cuenco que estaba junto a la tina y entre los frutos secos tomó dos alianzas de oro en las que estaban grabadas desde el exterior con el nombre de ambos mientras que en el interior portaban los nombres de sus cachorros. 

-Yo...-Había quedado sin palabras, eso era algo que ciertamente no esperaba y menos en un contexto tan caótico como el que se avecinaba, sin embargo... la forma en que Vante lo miraba... hacía parecer como si eso fuera una súplica. 

-Jihyun, no sé lo que pueda pasar así que por favor... cásate conmigo antes de que... sea demasiado tarde-Posó la frente contra la de su amado y luego dejó escapar una pequeña lágrima. 

-Me casaré contigo pero... no será ahora. No vas a morir, ninguno de nosotros lo hará y cuando todo este problema se resuelva... entonces te prometo que seré tu esposo- Después de dedicarle una sonrisa, tomó la alianza con su nombre y la colocó en el dedo anular de su prometido quien también imitó su accionar. Segundos después, Vante lo sujetó con firmeza de la cadera y elevó un poco su cuerpo, seguramente con la idea de adentrarse en él pero la voz de su instinto animal manifestó una vez más aquel deseo que persistía desde hace mucho tiempo. 

-¿Qué ocurre?- Preguntó al ver que su Omega evitó un beso suyo y que luego le colocó las manos en el pecho para alejarlo un poco. A decir verdad no recordaba alguna vez en que hubiera rechazado tener intimidad con él de ese modo, puesto que era evidente que estaba nervioso y dudaba al respecto. 

-Hay algo que... también quiero decirte...

-Dime...

-Desde que estoy esperando a nuestro cachorro... mi lobo se ha manifestado constantemente- Se sentía sumamente avergonzado e intimidado, inseguro de que su Alfa lo rechazara pero en algún momento debía comunicarle su deseo y seguramente era oportuno hacerlo ahora. 

-¿Y qué es lo que te dice? 

-Quiero marcarte, es abrumador y desesperante. Necesito ver mi marca en tu cuello y...- Vante no le permitió seguir hablando ya que silenció con un beso. 

-Hazlo, nuestro lazo será aun más fuerte que antes... mi precioso Omega. 

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-Dime si te incomoda ¿Si?- Anunció tras rozar su dedo medio empapado de saliva hacia la entrada de su Alfa quien estaba arrodillado en la tina, sosteniéndose con ambas manos al borde de la misma y elevando la cadera fuera del agua para darle un mejor acceso. 

-Sí...nhh...-Al sentir la intromisión, por inercia tensó el cuerpo y eso provocó que sintiera una punzada de dolor bastante intensa. Su Omega pareció notarlo y retiró su dedo para aguardar unos segundos antes de presionar nuevamente, esta vez llegando un poco más profundo. Poco a poco la molestia fue desapareciendo ya que Jihyun había logrado dar en el lugar más sensible de su interior, ese mismo que estaba siendo estimulado y que enviaba oleadas de placer hacia el resto de su cuerpo, específicamente hacia su miembro que estaba completamente erecto liberando algo de su esencia. 

-Vante, estás lubricando aquí atrás- Nuevamente había retirado su dedo medio con el objetivo de mojar su índice y adentrarlo también. Sin embargo al retirarlo junto con este, escurrió un líquido espeso que desde luego conocía a la perfección por ser un Omega. No hubo respuesta  de su prometido así que imaginaba que debía estar muy avergonzado a causa de esa situación, por ende prefirió no decir nada más por el momento y lamer su dedo para probar el sabor persistente allí. 

-La cama, vamos a la cama- Dijo rápidamente al darse cuenta de que no eran dedos lo que ahora se frotaba contra su entrada. Si iba a ser penetrado y marcado al menos quería hacerlo en una posición diferente en la que pudiera observar los ojos de su Omega sin importar lo vergonzoso que resultara. 

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-Jihyun... duele... siento que... voy a desgarrarme...- El menor estaba entre sus piernas y embistiéndolo sutilmente, pero en cuanto empujó más profundo lo hizo soltar un áspero gemido y aferrarse a la espalda con sus uñas.  

-Eso no va a suceder... estás muy mojado, intenta relajarte amor porque... se siente condenadamente bien estar dentro de ti y... quiero que te sientas de igual forma- Inició un lento vaivén que en esta oportunidad procuró que fuera un poco más duradero antes embestir más fuerte buscando un punto en específico, supo que lo halló cuando Vante por cuenta propia comenzó a mover la cadera acompañando sus movimientos entre tanto gemía y extendía la cabeza hacia atrás como un claro indicio de satisfacción. 

-Márcame... ahh... hazme tuyo...- Rogó cuando ya no pudo soportar más, cuando necesitaba correrse con desesperación y sentirse parte del Omega ya que su propio Alfa pedía aquello una y otra vez. 

-Te amo... Vante, eres el amor de mi vida...- Notando que alcanzaba el clímax llevó sus dientes al cuello del Alfa y los clavó con fuerza consumando finalmente la unión que tanto ansiaba. A su vez algo diferente surgió, una punzada intensa y placentera en su miembro que nunca había experimentado pero que reconoció como un nudo similar al de un Alfa. Sabía que su cuerpo había sufrido cambios, sin embargo, no esperaba ser capaz de anudar y el escuchar las lágrimas de su amado lo hizo pensar que quizá le había hecho daño. Afortunadamente eso quedó descartado cuando Vante lo abrazó.

-Jihyun... desde el momento en que te vi... e incluso ahora... mi único deseo es permanecer contigo por siempre... -Sus lágrimas no eran por tristeza sino de felicidad, no tenía una explicación certera para ello pero sentía como si el lazo con su Omega ahora fuera mucho más fuerte que antes y siquiera el universo en sí mismo podría evitar que permaneciera a su lado. 

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(Hoy les traje un capítulo bastante corto pero que se debía desde que Jihyun mencionó a Jimin sus ganas de marcar a Vante. Si recuerdan toda la conversación que tuvieron bueno... van a entender otras cosas a futuro) 

(Actualmente entré en 3 semanas seguidas de parciales y me estrés subió a las nubes, me hizo bien venir acá a escribir un poco a pensar de lo cansada que estoy, es la única forma en que mi mente si libera un poco y no piensa en miles de cosas sin sentido, también viendo los programas de BTS claro) 

(La batalla con los otros dioses se va a dar pero todavía hay algunas cosas antes que quiero escribir, espero que me tengan paciencia con eso porque además ya he dicho que me cuesta mucho escribir las escenas de batalla. Puede que en estos tiempos suba OneShots rápidos o cosas así cuando necesite sacar mi estrés, aunque claro no van a tener nada que ver con Moonchild, espero que les gusten también)