Capítulo 62.5 [EXTRA FINAL]

Todos y cada uno de los días que pasaba junto a sus padres eran especiales, ellos se ocupaban de hacer que lo fueran incluso con pequeñas cosas que quizá pudieran parecer simples pero que en realidad cargaban con profundos significados. Ese día no era la excepción, ellos mencionaron tener una sorpresa para él y vaya que lo fue.

No existían palabras suficientes para describir la belleza real del paisaje ante sus ojos, y por tanto, quedó sin habla cuando Taehyung quitó las manos de su rostro para permitirle finalmente ver.

Aunque era la primera vez que visitaba ese lugar, sus padres habían hablado de él muchas veces ya que era muy especial para ellos. Por esa misma razón el que lo llevaran allí no era algo casual. Ese día precisamente, al igual que cada año, durante la noche ocurría un fenómeno bastante particular que las personas denominaban como "aurora boreal" que más bien eran luces de diversos colores que aparecían en el cielo sin explicación alguna. Bajo ese contexto, suponía que estaban en el mar para poder contemplar aquel suceso de una forma un poco diferente a lo usual. Aun así no tenía la certeza de nada en realidad por lo que decidió no preguntar por demás y tan solo dedicarse a disfrutar del día.



Después de haber nadado lo suficiente y ya bastante exhaustos, tanto él como su madre retornaron a la arena en donde su padre los esperaba ya con la tienda armada en donde pasarían la noche. Dado que Luna se encontraba durmiendo dentro de esa misma tienda, creyó que Taehyung entró allí para verla sin embargo, él salió nuevamente a los pocos segundos portando en sus manos lo que claramente era un regalo. Se trataba de una tela violeta atada con un listón blanco en el extremo que desató ni bien el Omega le dio la indicación.

-Si quitas la parte de circular del collar se convierte en una llave- Rompió el silencio finalmente Jungkook al ver que su cachorro no decía nada, que tan solo remarcaba con sus dedos los presentes que le habían obsequiado como intentando descifrar el significado de los mismos.

-¿Una llave?

-Sí, Jungkook y yo... hemos estado pensando en muchas cosas últimamente por lo que... llegamos a la conclusión de que necesitábamos unir nuestras historias, que tú conozcas la nuestra.

-Todos nuestros diarios y manuscritos están en una bóveda en el palacio. Eso que tienes en tus manos una de las cuatro llaves que existen, le daremos también una a Luna cuando sea mayor.

-¿Dejarán que... lea algo tan íntimo para ustedes?

-Necesitamos que... nuestro amado cachorrito sepa quienes somos, lo que hemos transitado en esta vida y que desconoces.

-Vante, también nos gustaría saber de ti. Puedes escribir algunas cosas en el diario que te obsequiamos si así lo deseas pero... tampoco te sientas obligado o condicionado a eso.

-Sé que no quieres hablar de tu pasado para no lastimarnos, nosotros pensábamos de la misma forma pero... nos dimos cuenta de que las heridas ya están allí así que... debemos trabajar para que finalmente puedan sanar.

-Nuestro legado será un regalo de cumpleaños para ti- Sonrió al otro Alfa y luego le acarició la mejilla pues este parecía estar a punto de llorar.

-¿Hoy es... mi...- Nunca supo realmente cuándo nació, tan solo sabía que su edad avanzaba año tras año como la de todos. No había un día especial para él, no existía una ocasión en la cual celebrar su cumpleaños y aunque creía que eso no le afectaba o no tenía relevancia para él... ahora se daba cuenta de que no era cierto.
Los brazos de Taehyung rodearon su espalda con mucha fuerza y percibió los besos que dejaba en la parte posterior de su cabeza, de igual forma, Jungkook lo abrazó desde el frente.

-Es hoy y... de ahora en más... Jungkook y yo haremos que cada año este día sea especial.

-Ustedes hacen que cada día lo sea...



A medida que el sol se ocultaba en el horizonte, notaba que el agua que bañaba la costa reflejaba miles de luces resplandecientes que daban la impresión de ser miles de estrellas. Su madre no se equivocaba al decir en sus relatos que aquello era algo único de ver, por tanto agradecía desde lo más profundo de su corazón que sus padres quisieran enseñarle las maravillas de ese mundo que aun desconocía.

Con la fogata ya encendida, fue en busca de su guitarra y comenzó a tocar una melodía que llegó a su mente en ese preciso momento gracias a la inspiración que el entorno le brindaba. Los tres permanecían en silencio, tan solo disfrutando de la compañía de los otros hasta que Taehyung fue el primero en hablar.

-Pronto será la hora, el cielo va a iluminarse y si quieres... puedo ir en busca de tu Omega para que también compartas con él este momento- Pensó que su cachorro daba por sentado que también Jihyun estaba incluido en todo eso, que también iría con ellos pero antes de partir del palacio descubrió que no los acompañaría, que siquiera estaba allí para comenzar sino camino a la dinastía Min. Quizá debió mencionarlo antes para que Vante lo invitara allí. puede que incluso se sintiera en parte responsable.

-No, así está bien.

-¿Eso significa que... tú no quisiste invitarlo?- No salía del asombro de lo que acababa de escuchar mientras que su amado Alfa sonreía de lado como si ya lo supiera, algo normal en él desde luego.

-Amo a mi Omega pero... hay cosas que solo quiero compartir con ustedes. Quizá sea desconsiderado de mi parte pero no puedo evitarlo.

-A decir verdad pienso que...

-No, no discutiré esto. Los respeto mucho a ti y a papá pero mi pareja no funciona del mismo modo que la suya. Ustedes están juntos constantemente y me parece adorable sin embargo si Jihyun hiciéramos eso probablemente terminaríamos asfixiándonos.

-Lo lamento, no era mi intención meterme en los asuntos de mi cachorrito...

-Tampoco debes sentirte mal, él seguramente irá a visitar a sus padres también pero ahora... es un momento solo nuestro ¿Si?

-Tienes razón... por eso es que... te daré el mejor obsequio de este día- Sonrió a su cachorro de la forma más hermosa que pudo y luego elevó la mirada al firmamento nocturno, al mismo que apuntó con sus brazos como si pudiera tocarlo.

-Eras tú...- La luces en el cielo aparecieron entonces, revelando consigo una verdad que causaba repercusiones en lo más profundo de su ser, que lo dejaba indefenso cual pequeño cachorro arrojándose a los brazos de su madre.
-Todo el tiempo... fuiste tú, lo hacías para mí...

-Solo para ti, esto es solo tuyo y de nadie más. Si pudiera... movería incluso las estrellas para grabar tu nombre en el cielo, nunca nada ha sido suficiente para decirte lo mucho que te amo- Lloró, al igual que cada año lloró tras crear esa estela de luces para Vante sin embargo... esta vez no era por tristeza sino por la felicidad de poder tenerlo entre sus brazos, de poder transmitirle su cariño al igual que Jungkook quien ahora los abrazaba con fuerza también.

-Te amamos, cada día más que antes. Eres precioso, incluso más que todo lo que el firmamento pueda reflejar.

-Por favor... necesito que... me abracen un poco más, por favor no dejen de hacerlo...



[Residencia Min]

En vista de que Vante había planeado un pequeño viaje familiar, pensó en aprovechar la oportunidad para visitar a su padres. Siendo honesto consigo mismo también necesita estar con ellos, porque quizá fuera un Omega independiente pero eso no significaba que no los extrañara. Además de eso, transitar un embarazo lo hacía dudar sobre muchas cosas en general, hasta lo hacía tener miedo en algunas ocasiones... ¿Cómo no estar asustado de llevar en su vientre el cachorro de un "Alfa" que siquiera parecía ser tal sino más bien algo así como una nueva raza indefinida? Ni Vante, Taehyung, Jungkook o IU podían transmitirle una tranquilidad real al respecto.

Mientras su mente divagaba en cientos de preguntas, finalmente su carruaje se detuvo indicando que había llegado a su destino. Después de caminar un pequeño tramo, llegó hasta la puerta de su hogar que pensaba golpear antes de escuchar el ladrido de un perro al otro lado. Eso en verdad resultó muy extraño porque luego de la partida de Holly, su padre se negó a llevar otra mascota a su hogar pues aunque quisiera negarlo era el más apegado a ese cachorro.

La puerta se abrió de momento a otro y a su encuentro acudió muy emocionado ese pequeño animal que se asemejaba a Holly. No... ese pequeño animal era Holly, pudo reconocerlo al elevarlo en sus brazos y observarlo a los ojos.

-¿Piensas quedarte ahí afuera?- Cuestionó Min Yoongi al menor de sus hijos quien reflejaba desconcierto en su rostro y comprendía por qué.

-Es Holly... ¿Cierto papá?

-¿Acaso no lo reconoces?

-Sí, por eso es que lo pregunto...

-Eres mi hijo, deberías entender algunas cosas sin que te las explique.

-Taehyung...



-¿Le dirás a tu madre qué es lo que te sucede? Puedo notar que no te sientes bien ¿Es por Vante otra vez?- Tanto su cachorro como su esposo y también Holly estaban acurrucados en la cama intentando de alguna forma conciliar el sueño, aunque claro eso era imposible considerando lo inquieto que Jihyun se sentía.

-No, a pesar de todo él... siempre me hace sentir especial, me hace sentir amado. Tan solo... tengo miedo...

-A ti no muchas cosas te asustan- Comentó el Alfa volteando hacia el lado del más pequeño que se acurrucaba en el pecho de Jimin.

-Es que... él no es un Alfa común y corriente. llevo a su cachorro y entonces...

-Tesoro, dejaste de ser un Omega común y corriente desde el mismo momento en que se conocieron- Lejos de querer abrumarlo, lo que Jimin intentaba era transmitirle seguridad, hacerle saber que nada malo sucedería.

-¿Incluso... antes de tener su marca?

-Independientemente de los intereses de la Diosa de la Luna... Tae inconscientemente escogió a Jungkook como su Alfa apenas lo vio, fue igual contigo y Vante. Él te escogió como su Omega, por tanto... ahora eres como todos ellos ¿Comprendes?

-Eso significa que... ¿Puedo jugar con la vida y la muerte? Creo que eso me asusta aun más- Y desde luego que hacía referencia específicamente a Holly. Desde luego que estaba feliz de tenerlo, de que su padre recuperara a su tan preciada mascota pero sencillamente había algunas cosas que eran difíciles de asimilar.

-Lo que Jimin quiere decir es que no debes temer, no te sucederá nada por llevar a ese cachorro en tu vientre. Yo no estaría tranquilo de saber que algo malo pudiera ocurrirte.

-No dejaremos que nada malo te suceda, siempre estaremos para ti, no lo olvides nunca...

-En verdad... muchas gracias... los quiero...



[Territorio Jeon]

Después de contemplar las estrellas y con la noche avanzada, se dirigieron al interior de la tienda en donde Jungkook se acurrucó junto a Omega y sus cachorros para descansar un poco. Dado que los más pequeños estaban en medio de ambos, aprovecharon a obsequiarles algunas caricias hasta quedarse dormidos. Percibir la dulce fragancia de su familia era una de las cosas que lo llenaban de paz y que lo ayudaban a conciliar fácilmente el sueño, sin embargo... si eso faltaba todo era muy diferente.

-¿Tae?- Preguntó en voz baja para no despertar a sus cachorros mientras tanteaba el otro extremo de las mantas verificando que su Omega no estaba allí. Aun recordaba la última vez que estuvieron en ese lugar, cuando ocurrió algo similar en la madrugada en que presenció a la Diosa de la Luna junto a Taehyung. Rápidamente se asomó hacia el exterior pero esta vez su esposo siquiera estaba a la vista, y desde luego que eso lo alarmó lo suficiente como para salir de la tienda. No estaba seguro de cuándo ocurrió, pero para cuando quiso notarlo ya se encontraba en su forma de lobo corriendo mucho más rápido de lo que nunca hizo, rastreando desesperadamente el perfume de su Omega que lo llevó bastante lejos hasta unas rocas salientes de superficie casi plana en donde chocaban las olas del mar. Allí fue que lo encontró, sentado justo en el borde de uno de los montículos abrazando con fuerza sus propias rodillas.

_______________

-Jungkook... no me sigas...

-Por favor...- Recuperó su forma humana y se abalanzó hacia Taehyung para apresarlo con fuerza entre sus brazos.

-Déjame ir, te lo suplico...

-Lo prometiste, le prometiste a Vante... también a mí que... estaríamos juntos siempre...- Su voz se había quebrado, su llanto se hacía cada vez más audible y su cuerpo temblaba sin control alguno.

-No habrían sido felices, de no haberles mentido... no habríamos disfrutado de tiempos tan maravillosos como lo hicimos, perdóname...

-Estás... poniendo fin a nuestras vidas, moriremos de tristeza. Primero lo harán nuestros cachorros y luego yo, finalmente... seguirás tú... ¿Es lo que quieres?- Su amado volteó a verlo y le acarició las mejillas buscando secarle las lágrimas en esa misma acción.

-Nuestro lazo no se romperá, ustedes estarán bien porque... siempre los voy a cuidar. No mentí en eso mi amor...

-Pero... ¿Quién cuidará de ti? Taehyung... no dejaré que apartes de mí, te seguiré a dónde quieras que vayas y si es necesario... mataré a todos y cada uno de esos Dioses.

-No puedes cambiar el universo en sí mismo...

-Puedo, y lo haré de un modo u otro. Si ellos intentan dañar a mi familia, si intentan llevarte con ellos... no lo dudaré ni por un segundo.

-Kookie... tengo miedo de que los lastimen...

-Si intentaran dañarnos... ¿Qué es lo que harías?

-Los mataría... borraría todo rastro de su existencia...

-Es por eso que estamos conectados, existimos el uno por el otro.

-Lo sé...

-Si estamos juntos... nada malo puede suceder...

-Te amo... más que a mi propia existencia...

-También yo...

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-¿Taehyung?- Estaba totalmente perdido, no tenía noción de lo que ocurría ni dónde estaba hasta que notó que sus cachorros dormían junto a él en la tienda de la playa. Acaba de despertar de una pesadilla que en realidad no parecía tener fin pues su Omega no estaba con él. Al igual que en su sueño, comenzó a correr por la arena como si su vida dependiera de ello. Debía encontrar a Taehyung antes de que fuera tarde porque no tenía la menor duda ya de que sus sueños conllevaban miles de significados. Sin embargo... cuando logró hallar a su amado... aun a unos cuantos metros de distancia pudo distinguir ese aroma a fresas y cítricos de forma muy intensa, tanto así que siquiera el viento era capaz de dispersarlo.

-Kookie... por favor...- Era más que evidente que había asustado a su esposo al alejarse tanto de la tienda pero no tuvo otra opción, no podía dejar que sus cachorros percibieran el aroma a celo impregnado en él. Al igual su primera y única vez en ese estado, tan solo se presentó repentinamente como un calor sofocante que se propagaba en todo su cuerpo así como también la necesidad de ser tomado por su Alfa. No era el lugar ni el momento más adecuado para que su celo llegara mas no era algo que pudiera controlar, seguramente el poder regresar junto a su familia, el sentir una verdadera estabilidad provocó que sus hormonas recobraran su ciclo habitual. Sentía mucha vergüenza de transitar esa etapa nuevamente y por ese motivo era que ocultaba el rostro entre sus manos.

El temor de perder nuevamente a su Omega persistía en Jungkook pero la exquisita fragancia de Taehyung muy pronto lo hizo olvidarse de todo, una que hacía casi dos décadas no percibía y que aun así recordaba a la perfección pues lograba acaparar todos sus sentidos, conduciéndolo directamente hacia su lado. Con su boca, comenzó a dar ligeros toques en los brazos de su amado hasta lograr acomodar su cabeza entre ellos y hacer que fijara la mirada en la suya.

-Alfa...- Era una súplica ahogada entre sollozos, quería y necesitaba sentir al azabache sin embargo no imaginó que este lo empujaría y lo dejaría tendido en el suelo, mucho menos que utilizaría las garras y los colmillos para desgarrar sus prendas. La lengua de su Alfa se deslizó sobre su piel, causándole espasmos involuntarios con cada centímetro que avanzaba y eso solo empeoró cuando lo sintió lamer por debajo de su abdomen.

"Omega... voltéate"

La conexión que tenía con Jungkook facilitaba que escuchara sus pensamientos como si estuviera hablándole. Aquello no se trataba de la voz de mando y aunque lo fuera tenía la opción de desobedecerlo pero no lo hizo, al contrario... tal y como su Alfa lo indicó, terminó volteando. Tendió todo su cuerpo y simplemente elevó la cadera exponiendo todo de él a su Alfa, siendo bastante consciente de lo que sucedería al hacerlo. El celo no anulaba completamente su capacidad de razonar, no podría excusarse con eso porque a decir verdad... su curiosidad era lo que lo motivaba.
Pronto la lengua de su esposo pasó a través de su entrada, la saliva que derramaba allí se sentía mucho más tibia y espesa pero lejos de sentirlo incómodo era algo que lo excitaba de sobremanera al punto de que su miembro se encontraba palpitando y chorreando líquido pre-seminal.

-Alfa... eso se siente bien, muy bien...- Confesó a pesar de la vergüenza pues lo que estaban experimentando era algo nuevo e incierto para ambos, por eso quería hacerle saber a su pareja que aquello no le desagradaba en absoluto. Debió entregarse a sus instintos también en el preciso instante en que la lengua del azabache abandonó su interior, no obstante, decidió permanecer así aun sabiendo que el Alfa lo superaba por mucho en tamaño. Estaba seguro de que recibirlo en ese estado dolería como el infierno, que la duración del nudo se extendería más de lo habitual y que probablemente saldría lastimado de eso, sin embargo su cuerpo tenía la capacidad de sanar casi al instante así que sencillamente se dejó hacer. Llevó ambas manos hacia atrás y separó sus propios glúteos para facilitarle la entrada a su Alfa, una que tal y como esperaba, fue por demás dolorosa y lo hizo llorar. Jungkook le lamió la espalda entonces en un acto que fue más bien una caricia para tranquilizarlo, él se estaba conteniendo para no moverse a pesar de que sus instintos le ordenaban hacerlo, así que cuando asimiló un poco mejor el dolor dio la indicación de que podía continuar.
Cada embestida le arrancaba un nuevo grito que no solo era por dolor sino por placer porque desde el comienzo su esposo se abrió paso hacia su punto más sensible. Sinceramente agradecía estar en medio de la nada pues así podían gemir y chillar a gusto sin que nadie los escuchara, cometer algo que para sociedad sería considerado como vulgar e impuro, casi un pecado de la peor clase que contrariamente para ellos era extremadamente satisfactorio.

-Ahh... Alfa... Al... voy a... terminar...- Gracias a las salvajes estocadas de Jungkook, las uñas de sus manos se transformaron en garras con las que arañaba y dejaba marcas incluso en una superficie rocosa como esa. Así mismo sus pezones friccionaban contra ese frío suelo causando que eventualmente liberara leche materna en efímeras cantidades. Todas los estímulos que recibía eran tan intensos que logró correrse sin la mínima necesidad de masturbarse. En ese momento cayó rendido al suelo notando el vacío en él, notando que su esposo no había llegado al límite así que en ese contexto volvió a elevar sus caderas y a sentir la intromisión una vez más pocos segundos después.
Progresivamente su miembro volvió a erguirse y ahora sí buscó aliviar el cosquilleo con su mano derecha mientras que su amado ahora lamía cerca de su cuello. Eso era un claro indicio de lo que buscaba, por lo que no se sorprendió cuando éste finalmente clavó sus dientes allí pasados algunos minutos. El pene del Alfa se ensanchó, expandiendo dolorosamente sus músculos internos para luego soltar una dosis de aquella esencia blanquecina que, al igual que la saliva, parecía ser mucho más espesa y caliente de lo habitual. El dolor pasó a tener menor relevancia en comparación a todo el resto, en comparación al ser tomado por su amado y ser marcado por él una vez más.



-Kookie... ya... por favor... intenta tranquilizarte- Había perdido la noción del tiempo que transcurrió desde que fue anudado pero lo que sí sabía es que estaba tomando mucho más de lo que se suponía. Se llevó una gran sorpresa también al descubrir que su Alfa, a pesar del nudo, podía descargar más de una vez dentro de él, que estaba tan excitado que apenas sí se movía liberaba nuevamente otra dosis de semen.
-Mi vientre... duele... está lleno...- Avergonzado y humillado, no podía pensar de otro modo al verse obligado a decir esas palabras. No estaba responsabilizando a su esposo, la forma en que actuaba era una respuesta natural a su celo, imaginaba que también era difícil para él lidiar con algo así después de 19 años.

-No quería...- Ni bien la inflamación de su miembro bajó y pudo tomar su estado habitual, se disculpó con Taehyung que estaba tendido y temblando. Nunca estuvo en sus intenciones hacerle daño pero sus instintos fueron más fuertes, la necesidad de su Omega fue más fuerte.

-Sí, tú y yo... ambos lo quisimos... está bien...- La incomodidad se hizo presente cuando su esposo salió de él, cuando de su entrada comenzó a escurrir gran parte de la esencia que contenía dentro. Sin embargo eso no impedía que quisiera tranquilizar a su Alfa que por lo visto comenzaba a arrepentirse de haberlo tomado de ese modo y eso para nada era una opción.

-Tae...- Tomó su Omega por los hombros para invertir posiciones y dejarlo reposar en su pecho. Lo abrazó lo más fuerte que pudo en tanto le besaba parte de la frente y las mejillas.
-Cuando no te vi a mi lado... pensé lo peor, tenía tanto miedo que corrí a buscarte. Cuando te encontré me sentí más tranquilo pero luego de eso... lo que ocurrió fue que... perdí la calma.

-No te preocupes, se sintió increíble... ¿Cierto?

-Sí pero... no quería...

-No es tan grave, solo te pedí que te tranquilizaras porque de seguro a ti también comenzaba a dolerte y por otra parte... yo no podía acaparar más. Me hiciste un desastre Kookie...

-Haz un desastre de mí también Taehyung...



-Ahh... quiero... hacerte un cachorro Jungkook...- Hasta ese momento su Alfa se encontraba sentado sobre él, dando pequeños saltos sobre su miembro y penetrándose a sí mismo pero se detuvo de momento a otro al escuchar lo que acababa de decirle.

-¿Qué?...- Toda la excitación y la satisfacción del momento desapareció de un segundo a otro, Taehyung lo tomó con fuerza de la cadera tirándolo al suelo antes de acomodarse entre sus piernas.

-Te anudaré y te haré un cachorro- Sentenció firme en tanto arremetía contra su Alfa quien nuevamente gemía y se estremecía gracias a sus atenciones.

-Eso es... imposible...- A pesar de ser un Alfa Puro, se sentía sumamente confundido de que existiera la mínima posibilidad de que aquello fuera verdad y que su Omega le engendrara un cachorro.

-Kookie... quiero un cachorro y no puedo tenerlo con la medicina nueva que IU me dio. Tú sí puedes, sé buen esposo y acepta que te anude- Entre cada estocada, el azabache se removía y clavaba con fuerza las uñas en su espalda, tan fuerte que la sangre brotaba de ella pero poco importaba entonces.

-Estás en... ahh... celo, también yo pero... contrólate...

-Disfrutas que te lo haga pero no quieres mis cachorros, es injusto...

-Kim... Kim Taehyung, si continúas golpeando en mí voy a...

-Termina para mí, aprisióname dentro de ti para que pueda anudarte- Como si fuera una especie de provocación tomó impulso y arremetió con mayor fuerza el cuerpo de Jungkook que inevitablemente llegó a su límite en cuestión de segundos.

-Tae... Taehyung...- Fuerte y claro gimió el nombre de su Omega en el mismo momento en que fue marcado por él, en que aquellos dientes se clavaron en su cuello reclamándolo una vez más como su pareja. No había sensación en el mundo más placentera que esa, aun sabiendo que recibiría un cachorro era imposible no rendirse ante ello. Por ende, simplemente cerró los ojos y atrajo a Taehyung hacia él, para permanecer en sus brazos todo lo que fuera necesario.



-Admítelo, fue gracioso ver cómo te asustaste al pensar que te había hecho un cachorrito- Momentáneamente los estragos del celo estaban apaciguados por lo que podía reír y jugar un poco, salpicar agua en el rostro de su esposo con quien estaba sumergido hasta por los hombros en el agua.

-No, eso fue una broma de pésimo gusto- Inflaba las mejillas como si de un niño se tratara mientras continuaba con la guerra de agua que su Omega había iniciado.

-Aunque quería molestarte, a decir verdad... mi instinto pedía a gritos que lo hiciera a pesar de saber que eso no era posible ¿Hubieras odiado que eso sucedería?- Dejando los juegos de lado, su pregunta se tornó bastante seria pues de algún modo lo lastimaba la idea de que su amado sintiera repulsión o disgusto por él.

-Taehyung... te amo, amo todo de ti, todo lo que provenga de ti. Es solo que.... me tomaste por sorpresa, no tuve tiempo de asimilarlo- Esa era la única verdad y para demostrarle que no había ninguna clase de duda en él, posó la frente contra la suya permitiéndole encontrar la certeza en sus ojos.

-Eres tan hermoso, siempre... me haces sentir amado...

-Tae... antes de encontrarte... soñé que...- Para nada quería arruinar ese momento especial que estaban compartiendo, pero ahora que estaba lo suficientemente tranquilo para hablar al respecto debía hacerlo.

-Algo malo me ocurría ¿No es así?

-Soñé que... intentabas regresar al mundo de los Dioses para protegernos de ellos.

-Fue una pesadilla, sé que en el pasado tus sueños fueron visiones y no puedo negar que tienes esa capacidad al igual que yo pero eso no significa que todo sea realidad.

-Quizá... ya no puedo distinguir entre lo que es real o no, durante muchos años... me han atormentado esa clase de cosas.

-Mi amor... es justo como lo que le dije nuestro cachorrito hace unas horas, sobre que hay heridas que están presentes en nosotros y que debemos trabajar para que puedan sanar.

-Tae...

-Cuando nos comprometimos en este mismo lugar... creamos uno de los recuerdos más maravillosos de nuestras vidas y sin embargo... eso fue contaminado con la presencia de la Diosa de la Luna. Por eso estamos aquí, para crear más recuerdos hermosos que podamos atesorar, como el cumpleaños de nuestro cachorrito, o el que estamos así ahora... juntos...

-Por siempre...



En ese último tiempo Jungkook había dejado crecer su cabello, enmarcaba su rostro dándole un aspecto mucho más adorable, realzando el brillo en esos ojos que por momentos parecían ser los de un tierno cachorro y por ese motivo... Taehyung no podía evitar querer consentirlo. Fue así como adquirió la costumbre de jugar con sus mechones, peinarlos y despeinarlos infinidad de veces mientras entonaba alguna que otra canción para él. Justo en ese momento, aquello era lo que su Alfa necesitaba y así lo hizo, lo apegó contra su pecho y como forma de caricia enredó sus dedos en las hebras azabaches antes de comenzar a entonar una ligera melodía, un canto que para los dos se transformó en una promesa de amor eterno. . .

¿Por qué... las lágrimas fluyen tan intensamente?

Oye, quédate a mi lado y entonces... sonríe.

Un futuro sin ti es un mundo sin color...

Lleno de frío y monocromía.

Incluso la oscuridad que vemos es tan hermosa,

quiero que confíes en mí.

Miraré directamente solo hacía ti...

para que no puedas irte a ningún lado.

Tus ojos expectantes son tan coloridos...

Tú me enseñaste que...

algún día esa tristeza nos uniría.

Tus ojos dicen...



-Taehyung... me tienes a mí y cuando te veo sueño que te tengo a ti dentro de las noches oscuras...

-Jungkook... la luz que vimos el uno en el otro tenía un mismo significado y es por eso que... brilla intensamente incluso en una noche oscura...

-Juntos brillamos a nuestra propia manera...

-Brillaremos de la forma en que somos, nuestro amor... es eterno. . .

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