Capítulo 54
[Reino Kim: Tierras del norte]
Para cuando el incendio comenzó Jeon Jungkook se encontraba en el centro del corazón que el fuego conformaba, sentado en una roca aguardando porque la dichosa Diosa de la Luna se dignara a presentarse, y desde luego que no pasó mucho tiempo antes de que eso sucediera.
El viento comenzó a soplar con mucha fuerza avivando las llamas de algún modo, y al mismo tiempo un aura hostil. Tan solo segundos después la niña apareció frete a él, conservando la distancia de unos cuantos metros en tanto lo observaba demostrando una clara molestia en su rostro.
-Has ido demasiado lejos Jeon, atacar las Aldeas de la Luna fue tu sentencia de muerte.
-Y la tuya fue cuando te llevaste a Taehyung.
-Está donde pertenece y es conmigo, tú solo debías ayudarlo en mi objetivo. Por eso cuando me habló preguntándome si poseía un Alfa destinado reflejé en su mente una imagen tuya.
-Debiste saber que si lo marcaba ya no sería tuyo, tal parece que no eres tan lista ¿Cierto? Pero eso no importa ahora...- Tomó de entre sus prendas las dos espadas de oro que rápidamente unió conformando su lanza y la alzó en dirección de la Diosa, sin embargo se vio obligado a bajarla cuando vio que ella movió la mano con la cual produjo un pequeño resplandor, cuando ante él poco a poco apareció la imagen de Taehyung hasta materializarse por completo.
-Por favor... vete mientras puedas...- Sentía las lágrimas correr por sus mejillas, siendo preso del miedo de que su Alfa fuera asesinado.
-No dejaré que Jeon escape con vida- Cerró la palma de su mano e hizo que Omega cayera de rodillas al suelo, al estar conectados podía ejercer cierto tipo de control hacia él aunque Taehyung había sido el más problemático de todos los Omegas Sagrados con respecto a eso, sencillamente fue un error permitir que el príncipe Jeon lo marcara pero una vez que lo matara esta desaparecería.
-Ya déjalo, esto es entre tú y yo maldita perra.
-Que insolente, en el pasado muchos han intentado desafiarme y nunca ha terminado bien. Ahora te enseñaré la diferencia entre nosotros.
-Te dije que te largaras de aquí- Demasiado tarde, su advertencia no sirvió de nada pues de momento a otro el color de cabello de la niña se tornó celeste al igual que el suyo y tan solo segundos después comenzó a tomar la verdadera forma de lobo, una propia de un Dios...
-Aquí vamos- Solo bastaba verla para saber que su tamaño era quizá diez veces mayor al de un lobo normal y por si eso no fuera poco de ese pelaje celeste, emanaba pequeños destellos de fuego. Soltó un gran aullido y en ese preciso instante se abalanzó hacia él, agradecía que sus reflejos aun fueran rápidos y lograra evadirla pasando por entre sus piernas, blandiendo su lanza para provocarle un corte en la pata trasera pero este de inmediato sanó. Lo que hizo entonces fue aprovechar la distracción de la Diosa para ir por Taehyung pero antes de que pudiera hacerlo ella lo atacó nuevamente.
-Ya déjalo, por favor. Te daré mi alma pero no le hagas daño...- Se sentía totalmente impotente por no poder hacer nada, por estar paralizado por una fuerza mayor que lo abrumaba y siquiera le permitía ponerse de pie, no obstante divisó como a toda velocidad se acercaba un gran lobo negro que en un abrir y cerrar de ojos lo tomó de las prendas con el hocico lanzándolo hacia arriba de su lomo. Debió sostenerse fuerte para no caer pues la velocidad que tenía era demasiada, mucho mayor a la que recordaba de Jungkook. Cuando pudo reaccionar supo rápidamente que se trataba de su cachorro, el color de su pelaje y el aroma que portaba lo delataban.
-Mi cachorrito... eres tú, en verdad eres tú...- Le habría gustado detenerse y abrazarlo, llorar junto a él un buen tiempo pero eso era imposible dado que ahora tenían un problema mucho mayor, una Diosa que los estaba persiguiendo y que parecía estar a punto de alcanzarlos.
-¡Vante!- Jungkook elevó su voz dándole la indicación a su hijo de que desviara su trayecto hacia un lateral, imposibilitando que la Diosa disminuyera la velocidad a tiempo y tocara con sus patas unos hilos de alambre que detonaron una nueva explosión en cadena. Sabía que eso no la dañaría demasiado pero aquello fue más bien una distracción, unos segundos de ventaja para que Yoongi llegara hasta él en su forma animal, lo dejara montar en su lomo y luego lo acercara a su enemigo por el lateral derecho. Al otro lado, en el lateral izquierdo, Jihyun llegaba sobre su hermano menor portando una espada. Una vez estuvieron en posición tanto él como el Omega se impulsaron y saltaron hacia la Diosa, fue allí que empuñaron sus armas directamente a los ojos de esta, provocando que soltara un fuerte chillido de dolor.
-Regenera esto maldita- Dijo aquello mientras retiraba su arma y regresaba al lomo de Yoongi al igual que Jihyun lo hacía a Seohyun.
-Te adoro Jungkook, solo tú me dejarías apuñalar a la Diosa- Sonrió Jihyun mientras hacían uso de ese tiempo para alejarse lo mayor posible de esa bestia.
-No te emociones tanto que le hará mal a tu cachorro.
-Está tan feliz como yo.
-¿Y Park? Dime que si pudo ayudar a salir a las personas de la aldea a tiempo. No me gustaría que después de todo este trabajo mi Omega no quisiera hablarme- Se refería a Tae quien claramente no iba a perdonarlo si alguna de esas personas había resultado herida.
-Sí, lo hizo y nuestros rastreadores ayudaron en las otros poblados.
-Es un alivio- Mientras decía todo eso Yoongi apresuró el paso mientras que Vante lo disminuyó y fue entonces que se abalanzó sobre el oscuro lomo de su cachorro, sintiendo como su cuerpo se estremecía con cada centímetro que lo separaba de Taehyung, el mismo quien le sujetó la mano y lo ayudó subir hasta allí.
Cuando sus ojos se encontraron fue como si el mismo mundo se hubiera detenido, como si todo el dolor y el sufrimiento a lo largo de esos años solo hubieran provocado que lo amara aun más. Perdido en la pureza de aquellos ojos acortó la distancia buscando besarlo pero lo que recibió no fue eso sino un fuerte golpe a puño cerrado en su mejilla.
-¡Te dije que no me buscaras! Mira lo que haz hecho, tú solo... tan solo siembras el caos a donde quiera que vas y aun así...- Con cada palabra dejaba atrás un poco de su fuerza de voluntad llegando a un punto en que ya no pudo soportarlo más, en que nuevamente dejó que las lágrimas corrieran por sus mejillas.
-Te amo...- Incapaz de mentirse a si mismo se aferró con fuerza de su Alfa y unió aquellos labios a los suyos en un beso por el que llevaba aguardando casi dos décadas, en un beso cargado de emociones que se alborotaban en su pecho y que no podía contener. Entreabrió un poco su boca permitiendo el paso de la lengua del azabache a quien notaba llorar también pero que aun así se apoderaba de sus labios mucho más apasionadamente de lo que recordaba que lo hacía. A ese punto sentía su cuerpo débil y tan solo podía corresponder a las acciones de su amado...
-No quiero interrumpir su tan hermoso reencuentro pero tenemos un problema- Indicó Jihyun mientras señalaba a la Diosa que nuevamente iba a hacia ellos.
-Aun puede escucharnos y olernos.
-Jungkook... espero que antes de desafiarla descubrieras la forma de matar a un Dios- Comentó Taehyung apenas se vio obligado a dejar sus labios.
-Esperaba que tú me lo dijeras ¿Pasaste casi veinte años con ella y no lo descubriste?
-Claro que sí pero no es tan sencillo, solo otro Dios puede matarla y aunque nosotros tres tenemos algo de su poder eso no es suficiente.
-Entonces dime por favor que sabes como volvernos un Dios completamente.
-No, pero puedo absorberla. Yo soy una parte de ella pero funciona en amabas direcciones. Es por eso que todos estos años trataba de manifestarme solo en sueños y no de forma física, para guardar energía suficiente y poder incorporarla a mí.
-¿Y crees que ya acumulaste suficiente?
-Hay que ponerlo a prueba.
-Yoongi, tú llévate a estos tres cachorros de aquí. Intentaré acercar a Taehyung hasta esa perra- A pesar de lo que dijo, Vante sencillamente lo ignoró y fue él quien dio la vuelta acelerando el paso para llevarlos en dirección a su enemigo. Aunque no quería ponerlo en riesgo a decir verdad él era el más veloz de todos allí y eso les daría una oportunidad de atacar de forma sorpresiva.
-Estarás castigado cuando esto termine, por desobedecerme- Dijo aquello en forma de broma, no era el mejor momento para hacerlo pero notó que su Omega también soltó una risa.
-Definitivamente estarás castigado cachorrito pero ahora... llévanos hasta ella- Afirmó una mano en la lanza dorada de Jungkook y luego le robó otro beso por si acaso algo salía mal... por si acaso ya no podía hacerlo otra vez.
Al ir de frente hacia su objetivo este los atacó con fuego que expulsaba directamente de su hocico pero por fortuna los reflejos y la velocidad de su cachorro eran algo de otro nivel, de ese modo este tomó impulso con sus cuatro patas y saltó lo más alto que pudo.
-Ahora- Al despegarse de Vante, movió con fuerza su arma a la cual Taehyung estaba aferrado, enviándolo directamente hacia el lado izquierdo de aquella bestia. Su Omega se trasformó en un lobo cuyo pelaje era blanco con pequeños matices turquesa hacia el final de sus cabellos, cuyos ojos eran de un rosa intenso casi rojos como los de la Diosa a quien Taehyung pronto le clavó los los colmillos en la garganta. Así mismo, para debilitarla, se aferró con fuerza de ese pelaje con una mano mientras que con la otra elevó su lanza y atravesó de lado a lado la cabeza de esa bestia que se desplomó en el suelo.
Taehyung mordía con más fuerza el cuello de la Diosa hasta que el cuerpo de esta comenzó a desintegrarse en pequeñas partículas de luces, las mismas que una a una fueron hacia el Omega y se fusionaron con él. Solo cuando todas fueron absorbidas Taehyung regresó a su forma humana quedando de inmediato inconsciente en el suelo, lo último que llegó a ver antes de cerrar los ojos fue la imagen de su Alfa y de su cachorro junto a él, abrazándolo con fuerza y pronunciando cosas que no comprendía bien pero que aun así lo hicieron sonreír pues si ellos estaban a salvo nada más le importaba.
•
•
•
Aun entre sueños percibió las caricias sobre sus cabellos, la forma en que los dedos de su Alfa lo despeinaban en tanto lo escuchaba tararear en voz baja una melodía, una que no había forma de que olvidara pues era la misma de hacía tantos años atrás cuando Jungkook supo proponerle matrimonio.
-Kookie...- Le tomó varios segundos lograr abrir los ojos, visualizar que estaba tendido de lado y abrazando el pecho del azabache. Al girar un poco la vista cayó en cuenta que aquella era su cama, su habitación en el palacio Kim que parecía estar de la misma forma en que la había dejado como si el tiempo no hubiera transcurrido. Y es que aquella sensación la tenía porque ahora se encontraba junto a su amado allí mismo como antes, como si todo se hubiera tratado de un mal sueño del que acaba de despertar aunque sabía no era así.
En ese mismo momento su Alfa besó su mejilla y luego su frente antes de tomar un poco de distancia para observarlo.
-Te extrañé... cada día de mi vida pensé en ti, en que quería tenerte en mis brazos otra vez...
-Lo siento... jamás quise hacerte daño y...- Antes de poder continuar hablando, le fue robado un beso que fue seguido por otro un poco más pequeño.
-No te lo permito, no voy a dejar que te culpes de nada. Estamos juntos ahora Taehyung y es lo que importa...
-Quiero que... me demuestres... lo mucho que me has extrañado- Sonrió con esa última frase a pesar de que dejó escapar una lágrima y allí fue que su Alfa nuevamente lo besó solo que esta vez de una forma más demandante. En respuesta a ello pasó amabas manos por el cuello del mayor regalándole una caricia con la que descendió recorriendo cada centímetro en su piel, fue entonces que notó realmente que debajo de las mantas tan solo tenían la ropa interior, probablemente Jungkook hubiera permanecido todo el tiempo a su lado desde que perdió la consciencia intentado transmitirle su calor para reconfortarlo.
Jungkook de igual modo pasó sus manos por el cuello de su Omega y sin dejar de besarlo se acomodó sobre su cuerpo. Taehyung aun estaba débil pero era ya evidente que ambos necesitaban aquello, que los sentimientos en ellos eran mucho más fuertes y debían buscar alguna forma de expresarlos.
Como si fuera la primera vez, buscó enmarcar con sus manos cada rincón de su Omega a quien lo sentía estremecer ante el simple roce de sus dedos. En ese mismo acto se tomaba su debido tiempo para grabar en su memoria cada detalle en él o más bien para rememorarlo, ambas cosas al mismo tiempo dado que no quería dejar pasar nada por alto.
Para ser honesto consigo mismo por unos segundos temió quizá no poder hacer lo que pensaba, precisamente porque desde aquel fatídico día parecía como si sus instintos hubieran desaparecido, como si su lobo hubiera muerto. Desde entonces siquiera había vuelto a tener un celo, sin embargo todas y cada una de esas ideas quedaron a un lado cuando el aroma a cítricos y fresas de Taehyung llegó hasta él, cuando ese perfume lo deleitó una vez más.
-Kookie...- Tras mencionar de forma cariñosa el nombre de su Alfa, invirtió posiciones para quedar sobre él, deteniéndose a observar sus ojos por unos segundos antes descender por el pecho de este con ligeros besos. Nada podía compensar el padecimiento que le había causado por creer que estaba muerto pero al menos intentaría demostrarle su cariño de ese modo, por lo tanto lo despojó de la única prenda que portaba liberando así la intimidad de este que aun no estaba completamente erguida, sin embargo se ocupó de que eso sucediera en poco tiempo al apresarlo en su boca. Se ayudó con sus manos para masajear aquella zona dando pequeños toques y roces en tanto procuraba jugar un poco con su lengua también, obteniendo como respuesta suspiros que pronto se trasformaron en gemidos del mayor.
-Tae... espera... ah...- Si le pedía que se detuviera tan solo era porque estaba particularmente sensible, no recordaba que fuera de ese modo o al menos no recordaba ser capaz de llegar tan pronto, y desde luego que no quería hacerlo pero su Omega no solo lo ignoró sino que parecía más empecinado en terminar su labor. Debió sujetar de sus cabellos deliberadamente y apartarlo un poco para hacer que lo observara.
-Aun no... Taehyung... antes que nada... quiero que terminemos juntos...- Dicho eso, su pareja alcanzó sus labios y luego de ello invirtieron posiciones nuevamente, haciendo uso de ese tiempo para desnudarlo y darse el lujo de contemplarlo completamente. El miembro de Taehyung ya se encontraba erecto debido a todo ese juego previo así que solo lo frotó un poco y pasó a rozar la entrada, sin embargo la persona debajo suyo hizo un gesto de negación con la cabeza.
-Hazme tuyo otra vez...- Expresó susurrando casi contra los labios de Jungkook a quien no mucho tiempo después sintió acomodarse entre sus piernas e ingresar lentamente en su interior. Fue imposible retener sus lágrimas y sencillamente se aferró con fuerza de la espalda de su Alfa, clavando sus uñas allí en un inútil intento por calmar los temblores de su cuerpo. Solo cuando estuvo completamente dentro, su pareja le acarició y besó las mejillas secándole las lágrimas en tanto le dedicaba una hermosa sonrisa.
-Te amo... te amo más que nunca...- Y con esas palabras dio inicio a un lento vaivén que enmarcaba con su cadera, teniendo mucho cuidado de no causarle demasiado daño a su Omega que por cierto estaba muy estrecho, quizá tanto como la primera vez que hicieron el amor y que aun recordaba a la perfección pese al paso del tiempo, pese a que alguien intentó hacer que todo quedara en el olvido. Aunque nada de eso realmente importaba ahora, sino que finalmente Taehyung y él se habían encontrado nuevamente.
-Jungkook... ahh... - En cuanto el azabache logró dar en el punto exacto, fue que también acompañó los movimientos de este con su cadera, ignorando por completo el dolor que lo invadía y concentrándose solamente en el placer que le estaba ocasionando, en la forma en que Jungkook arremetía contra él cada vez más apasionado y demandante. El Alfa se apoderó completamente de él, de todos y cada uno de sus sentidos que se predispusieron para el momento en que ambos se volvieron uno solo otra vez, en el momento en que fundieron sus cuerpos y su almas. Jungkook lo reclamó como suyo al igual que lo había hecho la primera vez, la marca en su cuello que era apenas visible ahora era una herida abierta por donde deslizaba un delgado hilo de sangre y aun así aquello era el acto de amor más puro que podía recibir...
-Te amo... te amo tanto... no me cansaré de decirlo.
-Tampoco yo... porque no soy nada sin ti, porque... nunca dejaré de amarte ni aunque pasen mil años...- No había palabras que alcanzaran para describir su felicidad, una que nacía de los más profundo de su ser y que era provocada por el hecho de poder volver a unirse a su Omega, de haber cumplido el más grande anhelo de su corazón... y ese era el mismo Kim Taehyung... su verdadero y único amor. . .
•
•
•
(Y al fin tuvimos el tan esperado encuentro definitivo... como podrán notar este es uno de los capítulos finales ya pero no el último.... me falta uno o dos quizá más un par de extras)
(Cosas a mencionar, Jihyun con cachorro y todo se dio el lujo de clavarle algo a la Diosa, es de familia Min se nota) (Kook no tenía la menor idea de cómo matar a la Diosa y se arriesgó suponiendo Tae sabía... aparte de eso no fue tan malo y planeó ayudar a salir a las personas de las distintas aldeas antes de que volaran en pedazos... lo hizo solo para hacer que la Diosa se manifestara en su mundo)
(Muchas gracias por el apoyo de siempre y espero que este cap les haya gustado a pesar de que quizá me falta aprender a desarrollar un combate)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top