Capítulo 48

Por un breve momento antes de abrir los ojos creyó que todo se había tratado de un sueño, sin embargo al abrirlos se encontró en la misma habitación en donde había tenido su primera experiencia sexual con el Omega a quien no encontraba ahora. El estar desnudo delataba que todo era tan real como el hecho de haber sido aceptado en el teatro y es que aquello era lo más importante de todo.

Aun negado a dejar la cama, se removió un poco y se cubrió con las mantas, tan solo unos minutos más e iría a tomar un baño, sin embargo pronto la puerta se abrió y allí vio una vez más a su compañero el cual se sentó rápidamente junto a él.
-Buenos días...

-Querrás decir buenas tardes.

-Lo lamento, es que... hacía dos noches que no dormía en realidad.

-¿Por tu trabajo?

-Sí, pero eso no importa ya ¿Y que hay de ti? ¿Cómo te encuentras?

-A decir verdad me sentía un poco adolorido al despertar pero nada grave. Ahora vamos a tomar un baño y luego te mostraré las instalaciones.

-¿Vamos? ¿Pretendes entrar al agua conmigo?

-Dado que ya nos hemos visto desnudos no debería haber problema.



Tal y como esperaba, habían terminado teniendo sexo nuevamente. Esta vez con el Omega de rodillas en la tina mientras que él arremetía contra este desde atrás.

Una vez que todo culminó, salieron del baño con una bata. El más pequeño se colocó las prendas que tenía con anterioridad pero en cambio, por su parte, ahora caía en cuenta de que las únicas prendas que había llevado allí eran las de su trabajo y que por el momento estaban completamente cubiertas de polvo.

-Creo que tendrás que esperar unas horas para enseñarme el lugar porque tengo que lavar esto y esperar a que se seque.

-¿Y si mejor tiras todo eso? Puede que sea más pequeño pero tengo algunas ropas amplias que te sentarían de maravilla.

-No es necesario, créeme que no.

-Tonterías, ven conmigo- Buscó la mano del Alfa para entrelazarla con la suya y de esa forma guiarlo hasta su habitación que desde luego era un poco más amplia y lujosa que la del resto.

-¿Incluso tus sábanas son de seda?

-Me gusta como se siente al tacto de mi piel ¿Hay algo de malo en eso?

-No realmente pero... aunque el teatro entretiene a la alta sociedad es poco común que sean ellos quienes trabajen aquí, en general son personas de clase media quienes lo hacen.

-Estoy aquí por el mismo motivo que todos, porque me gusta todo esto- Respondió al momento de separarse del azabache para ir hasta el armario y comenzar a buscar alguna prenda que pudiera ofrecerle.

-Y a decir verdad quedé fascinado por tu baile pero... ¿Tu familia lo aceptó así nada más?

-Uno de mis padres es un gran pianista y compositor mientras que el otro es un bailarín de categoría, él me contó que de joven solía incluso bailar en las plazas públicas.

-Tiene sentido ahora que me cuentas eso, llevas el arte en tu sangre.

-¿Y que hay de ti? ¿Tus padres eran músicos callejeros o algo así?

-No lo sé, de hecho no los conocí.

-Lo siento mucho, no debí preguntar.

-No te habría preguntado de tu familia en primer lugar si no estuviera dispuesto a conversar del tema.

-¿Y cómo fue que aprendiste a tocar la guitarra?

-En la calle, cuando tenía doce años encontré una guitarra rota que reparé y utilicé por un tiempo para obtener algunas monedas.

-¿No se supone que... a esa edad debiste estar en un hogar de niños?

-Lo estuve hasta que uno de los Alfas mayores del grupo intentó aprovecharse de mí porque dijo que mi aroma era mejor que el de un Omega. Cuando eso sucedió entré en una crisis de nervios, me trasformé y desgarré su garganta al punto de dejarlo agonizando, desde luego que me expulsaron porque no querían a una bestia peligrosa como yo cerca de los otros niños.

-La única bestia allí fue ese enfermo que quiso abusar de ti, es increíble que incluso te culparan. Me siento indignado de solo escucharlo, dime cómo era el nombre de ese hogar y de su director.

-¿Por qué quieres saber eso?

-Para denunciarlo claro, por incumplimiento de su deber de cuidar a los niños. Si hay problemas con uno de ellos deben informar a las autoridades superiores, es un decreto y una ley que no pueden dejarlos en la calle.

-¿Crees que alguien tomaría en cuenta una acusación así?

-Si es por mi parte sí.

-Ahora estoy intrigado de saber qué tanta influencia tienes en este lugar.

-Eso no tiene relevancia ahora- No había forma aun de que pudiera decirle de su verdadera procedencia. Si ya de por sí lo abrumó con el hecho de ser un "noble", si es que supiera que tenía linaje real de dos de las cuatro grandes dinastías eso haría que impusiera una gran barrera. Prefirió entonces dejar de mencionar el tema y concentrarse en buscar algo perfecto que hiciera resaltar al azabache.



-¿Ya puedo abrir los ojos?- El más pequeño insistió en que no debía abrir los ojos sino hasta que terminara de vestirlo y peinarlo pero dado que lo sintió alejarse supuso que ya estaba listo.

-Sí, y te advierto que no vas a reconocerte.

En primera instancia estaba de espaldas al espejo pero cuando volteó a verse, por unos cuantos segundos, no daba crédito de que ese fuera su propio reflejo. Tan solo un pantalón negro y una camisa blanca pero... en conjunto con el pañuelo de seda en su cuello y la rosa negra en su pecho... daban la sensación de que era alguien de la realeza.
-Esto es demasiado...

-Es ropa nueva, es un regalo y por tanto no puedes devolverlo porque eso sería irrespetuoso.

-Aunque agradezco tu amabilidad... no quiero que sientas lástima por mí.

-No se trata de eso, si vas a salir conmigo necesitas estar acorde ¿No lo crees?

-Volveré a decir que eres muy lindo pero yo no quiero estar en una relación que durara una semana.

-Durará más que eso. Te lo dije anoche, eres algo único.

-Aun así esto no llegará a nada, somos de mundos muy diferentes.

-En lo que a mí respecta ambos estamos en el mismo teatro y mis padres se sentirían mucho más aliviados de que saliera con alguien como tú en lugar de todos esos niños ricos buenos para nada. De todas formas no tienes que darme una respuesta ahora pero ten en mente que tengo un interés por ti.

-Si ese es el caso deberíamos conversar un poco más de nosotros ¿No lo crees? Podemos hacerlo mientras me enseñas este lugar.

-Me parece un muy buen plan- De solo ver lo apuesto que lucía el más alto con esa ropa era suficiente para hacerlo sonreír. Definitivamente nadie creería que era el mismo campesino cubierto de polvo que llegó el día anterior.

-Ya deja de hacer eso, me estás poniendo nervioso- Sentía sus mejillas arder y sus manos temblar ligeramente por la forma en que el Omega le sonreía, como lo observaba de pies a cabeza con la mirada clavada en él.

-Es que en verdad luces como un príncipe.



Ya habían recorrido más de la mitad de las instalaciones, también habían tenido tiempo para hablar sobre gustos personales, comida, música y demás. Entre esas conversaciones descubrió que su instructor tenía la misma edad que él a pesar de parecer menor por el aspecto de su cuerpo. A medida que hablaban parecía encontrar más cosas en común de lo que hubiera esperado, resultando particularmente interesado en los asuntos del pueblo a pesar de ser un noble, como si con cada pregunta quisiera saber sobre la vida en ese reino desde el punto de vista de alguien común y corriente.

Por ese momento el Omega estaba enseñándole la sala de ensayo que también funcionaba como depósito de los instrumentos cuando de pronto se escuchó una especie se murmullo o más bien gritos provenientes del corredor. Tan solo segundos después la puerta se abrió de par en par resonando con intensidad. Apareció entonces un chico de cabellos grises seguido por un hombre un poco mayor con quien aparentemente estaba discutiendo desde los corredores y quien tiró con fuerza de la muñeca del menor para hacerlo voltear pero este lo apartó.

-¡Ya déjame en paz!

-¿Qué te deje en paz? Fuiste tú el que se apareció ayer en mi habitación.

-Y fue un error, no vuelvas a mostrarme tu cara a menos que decidas casarte conmigo de una vez por todas.

En verdad no comprendía qué era todo ese alboroto y por si eso no fuera poco su instructor se mostró muy molesto, también intervino en todo eso empujando al mayor de todos hacia afuera que no dejaba de maldecir incluso cuando la puerta fue cerrada en su cara. Después de unos segundos pareció desistir, dar un fuerte golpe y finalmente alejarse del lugar.

-No comprendo por qué vas con él si sabes que solo es un maldito cobarde.

-No necesitaba que me defendieras, y métete en tus asuntos. Que seas mi hermano mayor no te da derecho a eso.

¿Hermano? ¿Acaba de escuchar bien? ¿Ese chico de cabellos grises era hermano de su... bueno... aun no podía decir que era su novio. De todas formas eso parecía ser una charla familiar en la que él no tenía lugar y por tanto pensó en retirarse por lo que se aproximó a la salida.

-Quédate, aprovecharé a presentarlos a ambos.

-¿Es tu nuevo novio acaso? ¿Y quieres aconsejarme cuando te tiras todo lo que se mueva?

-Al menos a los que me tiro no tienen a dos zorras ni a una hija viviendo consigo.

-Ehm... en verdad no me siento nada cómodo con ustedes dos discutiendo así. Yo no comprendo nada de lo que sucede aquí. Tan solo quiero llevarme bien con todos ¿Sería eso posible?- Extendió su mano al menor de todos quien luego de soltar un largo suspiro aceptó finalmente su saludo.



-Maldito mocoso, intenta volverme loco- Hoseok protestaba y frotaba su frente mientras caminaba por las calles de regreso al palacio. Toda esa situación lo tenía por demás alterado y no era para menos. Sin embargo a unas pocas calles del teatro divisó una figura oscura que caminaba en su dirección y que solo le pertenecía a alguien que conocía, alguien que su solo andar hacía que las personas a su alrededor se alejaran unos cuantos metros. Puede que en aspecto Jungkook no hubiera cambiado, que aun cuando hubieran pasado 18 años desde esa tragedia este se viera exactamente igual de joven que antes, pero definitivamente era su alma lo que había cambiado o más bien lo que parecía haber perdido.

-Das pena, eres un asco Hoseok.

-Lo sé, gracias por recordádmelo pero dime ¿Qué haces por este lugar?- Desde ya hacía algunos años su hermano no tenía la costumbre de simplemente pasear, si es que salía solo lo hacía a la madrugada para ir a beber a las cantinas pero no para embriagarse sino para esperar a que algún idiota quisiera desafiarlo para probar su coraje.

-Seokjin me pidió un favor, me llevará un poco de tiempo terminar porque su teatro es muy amplio.

-¿Puedo saber de qué se trata? Si quieres contarme claro- Para su sorpresa, Jungkook estaba hablando más de lo acostumbrado así que imaginaba que quizá estaba relacionado con Taehyung.

-Lo sabrás el día de la inauguración y por tu bien te conviene darle una respuesta a ese chico pronto, ya me tienes harto.

-No es tan sencillo.

-¿Prefieres que se lo diga a Yoongi? Porque él te va a cortar los testículos y sabes que realmente lo hará.

-Está bien, pensaré qué hacer con él y Jungkook... me alegra verte animado.

-¿Animado? Por favor, eso es simplemente absurdo. Si quieres verme animado entonces encuentra la forma de matarme...

-Sabes que no me gusta que digas esas cosas y dudo que a él le habría gustado.

-Quiero... tener la esperanza de morir para verlo o quizá para encarnar en otra vida y volver a encontrarlo pero... siquiera eso se me permite. . .



(Quiero que me digan opiniones de este capítulo. Acá ya tienen el dato que pasaron 18 años desde que Tae hizo volar el palacio Jeon <--- ya lo reconstruyeron otra vez obviamente)

(Y en cuanto a Hoseok... ¿Recuerdan que su prometida era Lisa que era Alfa? Pero Lisa había marcado a Jenny como su Omega... sin embargo Jenny estaba embarazada de Hoseok y tuvo una hija claro) (A lo que voy es que Hobi no marcó a nadie)

(Los que no entiendan de qué habla JK y Nam en el anterior cap piensen en las conversaciones con IU <-- ahí está la referencia)

(Como dije, ahora ven que hay muchos fragmentos de Black Swan metido en esta segunda parte del fic por así decirlo)

https://youtu.be/0lapF4DQPKQ

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