Capítulo 28
[Palacio Kim]
Ya habían pasado cuatro días desde que que su mejor amigo y Yoongi habían llegado al palacio. Se suponía que iban a planear lo antes posible una forma de intervenir en las subastas ilegales pero, dado que su hermano era el Rey había estado muy cargado de actividades ese tiempo, recién ahora podían sentarse todos juntos en el comedor.
A pesar de que se trataba de una reunión muy importante Jungkook no dejaba de sujetarle la mano por debajo de la mesa, dedicarle alguna sonrisa o besarlo de tanto en tanto, ganándose así las reprimendas no solo de Namjoon sino también del mayor de los Alfas por no concentrarse en su labor.
-Ay por favor, ya dejen de hacer eso, comienzan a distraerme incluso a mí- Protestó Min Yoongi al ver cómo Jungkook besaba nuevamente a ese Omega.
-Él tiene razón, esto es serio- Namjoon respaldó aquel comentario.
-No es mi culpa que ustedes sean tan poco atentos con sus Omegas, estoy perfectamente concentrado.
-Apoyo el comentario de Jungkook sobre que no son atentos- Seokjin intervino en la conversación mientras fijaba su mirada en el moreno.
-Uff... no comiences con eso Jin. Jungkook, gracias por abrir tu boca y decirle a Min Yoongi que tengo un Omega.
-Supe que era tu Omega cuando te negaste a comprometerlo con Jungkook durante el tratado de paz, no necesité que él me diga nada. De todas formas no me interesa y esa información no puedo usarla en tu contra porque no es tu hermano realmente, es un híbrido.
-¿Tienes algún problema con mi raza? ¿Es lo que intentas decir?
-Para nada, es solo que los reyes suelen tener híbridos como concubinos pero jamás como sus Omegas- Y aquello lo decía por la obvia razón de que esa raza en particular tenía problemas para concebir por lo que para un Rey que necesita dejar descendencia aquello era poco práctico.
-Yoongi, eres un idiota- Replicó Jimin ante la actitud de su prometido.
-¡Ya!- Fue Taehyung quien finalmente levantó la voz, había perdido la paciencia con toda esa discusión sin sentido que para nada le agradaba y que hacía que su cachorro se sintiera incómodo incluso.
-¿Cómo se supone que vamos a organizar todo esto si no podemos siquiera compartir una mesa en paz?
-¿Quieres que compartamos la mesa Kim Taehyung?- Preguntó Yoongi denotando cierta perversidad en sus palabras.
-Hum... si con eso prometen trabajar en paz ... quizá lo considere...
-¿De qué están hablando ahora?- Namjoon había perdido completamente el hilo de la conversación.
-Ahh no te preocupes por eso, ahora volvamos a lo que nos incumbe- Jungkook no esperaba que Taehyung respondiera de esa forma pero debía admitir que resultaba divertido.
-Bien, volvamos a lo importante. No tengo idea de quien diablos es su primer ministro pero puedo imaginar que vive en una de las edificaciones de la realeza. Eso significa que los planos de construcción deben estar aquí mismo.
-Iré por ellos- Sin perder más tiempo Seokjin fue en busca de lo que Min Yoongi había pedido, regresando poco después para desplegar el plano en la mesa.
-Yo estuve en su despacho pero allí no hay más que libros viejos.
-Quizá los registros estén en otro estudio anexo o algo así- Namjoon imaginaba que algo de suma importancia como eso debía estar bien protegido.
-¿Seis imbéciles y no pueden deducir que guarda los registros en su habitación?- Kim Jisoo había escuchado toda la conversación desde la entrada hasta finalmente hacerse notar.
-¿Cómo estás tan segura y por qué quieres ayudarnos ahora?- Cuestionó rápidamente Namjoon.
-Porque nuestro padre hacía exactamente lo mismo y en cuanto a tu otra pregunta no intento ayudarlos. Estoy harta de que ese vejestorio se me insinúe en cada una de las celebraciones, es todo lo que pienso aportar para esto.
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-Kookie... ¿En verdad tienen que ir hoy mismo?- Mencionó con la mirada baja en tanto acomodaba las prendas negras que su Alfa utilizaría esa noche.
-Tú eres unos de los principales interesados en esta causa ¿Por qué dudas ahora?
-Porque temo que te suceda algo y además... sé que a ti realmente no te importa nada de esto, te estás arriesgando solo por mí.
-En eso te equivocas, ahora lo hago por los tres, quiero vivir pacíficamente contigo y nuestro cachorrito de ahora en más pero eso no será posible si no arreglamos el sistema- Hizo una breve pausa para acariciar la mejilla de su Omega y luego besarle la frente.
-No sucederá nada malo, Yoongi también viene conmigo así que será muy sencillo.
-Pero... hace un tiempo supiste decirle a Jiminie que él...
-Si comparas mi habilidad física con la suya está en desventaja pero no significa que no sepa luchar. Además no es como si realmente necesitara de tal destreza.
-¿Y eso por qué?
-Porque controla a la perfección su voz de mando y hay muy pocos que puedan resistirla. Si entrenaras la tuya probablemente llegaría a su nivel o incluso a uno mayor.
-Soy un Omega Jungkookie, no tengo tal cosa- Sonrió ante el comentario del azabache pensando que se trataba de una broma pero al ver la expresión en su rostro supo que no era así.
-¿Eso es siquiera posible?
-Contigo absolutamente todo lo es.
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-Yoongi ¿Puedo pasar?- Luego de que el príncipe del clan Jeon apareciera en la habitación de Taehyung, prefirió darles un tiempo solos por lo que se dirigió al cuarto que ocupaba Yoongi.
-No tienes que pedir permiso- Hasta entonces estaba de pie frente al espejo terminando de arreglar su ropa.
-Pensé que quizá iba a molestarte que viniera de la nada, no estás de muy buen humor últimamente.
-¿Y cómo quieres que esté?- Volteó a ver a su Omega y avanzó hacia él hasta acorralarlo contra la puerta que ahora estaba cerrada.
-¿Al menos te das cuenta de que es tu culpa?
-No, no comprendo qué es lo que he hecho mal.
-Nada en absoluto, es mi culpa por ser un estúpido- Cuando pensaba apartarse Jimin se lo impidió sujetando su brazo.
-Yoongi... yo no estoy en tu mente para saber qué es lo que te sucede a cada momento, no puedo saberlo si no me lo dices.
-Dejé todas las obligaciones que tenía en mi reino para venir aquí contigo y no esperaba que me lo agradecieras pero tampoco que me ignoraras como si yo no existiera. Tú te sientes muy a gusto por estar con Kim Taehyung pero ¿Qué hay de mí?
-Yoongi... cuando regresemos estaré encerrado otra vez solo para ti, tal y como querías.
-Esto es lo que gano por ser amable- A decir verdad se sentía muy frustrado ya que a pesar de estar unidos a través de una marca, Park Jimin no hacía el menor esfuerzo por estar a su lado, lo hacía sentir como un perro faldero que corría detrás de él todo el tiempo. Era imposible no sentirse molesto y en un impulso levantó la palma de la mano delante del rostro del Omega, dispuesto a darle un fuerte golpe en la mejilla pero al ver como este cerró los ojos bastante asustado, fue incapaz de hacerle daño.
Lo que Jimin esperaba era algo muy diferente a un beso y por tanto se sorprendió ante el roce de los labios ajenos contra los suyos, pero por sobre todas las cosas quedó muy confundido al sentir una lágrima correr por su mejilla, una que no le pertenecía él sino a su Alfa a quien por segunda vez había hecho llorar.
-Yoongi...
-No quiero encerrarte, quiero.... estar contigo, eres mi Omega. Quiero que... llegues a amarme tanto como a Kim Taehyung pero eso es imposible.
-Yo no...
-Puedo notarlo, no tiene sentido que lo niegues...
-Lo amo pero no de la misma forma que a ti.
-¿Qué acabas de decir?- Claro que lo había escuchado pero necesitaba que él lo dijera claramente, que lo reconociera de una vez por todas.
-Que... a los dos... los amo de una forma diferente...- No había tenido tiempo de pensar adecuadamente lo que había dicho con anterioridad pero decir aquello fue muy similar a confesarse directamente.
-Sabes que eso no es lo que quiero escuchar- Susurró cerca de los labios de su Omega mientras encontraba su mirada con este.
-Yoongi... te quiero...- Comenzó con esa frase solo para poder tomar valor por lo que diría a continuación, porque no era simple para él dejar al descubierto sus emociones.
-Te amo... Min Yoongi...
-También yo...
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-¿Seokjin? ¿Otra vez aquí?- El oficial Minho nuevamente encontró al mayor de los príncipes Kim en el establo al igual que hacía unos días atrás.
-No estoy llorando esta vez, tranquilo.
-Quizá no pero te sientes mal por algo en particular ¿Quieres decirme por qué?
-Es una tontería, lo cierto es que quizá yo dejo que todo me afecte.
-No es una tontería y aunque lo fuera no me molestaría escucharla.
-A Min Yoongi solo le bastó verme para saber que yo era un híbrido y mencionó delante de todos que le sorprendía que fuera el Omega de Namjoon porque los reyes solo utilizan a mi raza como concubinos, como prostitutas en pocas palabras.
-Es igual o más cínico que Jungkook pero no le des importancia. Esa clase de personas no son felices con sus vidas y creen tener el derecho de ir por ahí agrediendo a otros.
-Quizá tengas razón...
-¿Qué te parece si damos un paseo? Igual que la otra vez.
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-¿Algo bueno te sucedió Suga? Lo digo por la estúpida sonrisa que traes en el rostro- Pasada la media noche Jungkook ya se encontraba junto príncipe de la dinastía Min frente a la residencia que tenían como objetivo, precisamente entre los arbustos del lado este en el extenso parque que separaba la entrada de la edificación en sí misma.
-¿Tiene alguna importancia? Concéntrate en tu trabajo y trae a ese Beta de la izquierda.
-Entendido- Siguiendo las indicaciones del mayor escondió su esencia y se acercó sigilosamente hacia quien había marcado como su objetivo. Luego de eso se colocó detrás él colocándole el filo de su espada en el cuello
-Si volteas tendré que cortar tu garganta- Advirtió en un tono bajo modificando un poco su voz. Tal y como esperaba el otro hombre no opuso resistencia así que lo arrastró hacia el interior de los arbustos de regreso con Yoongi.
-Ahora vas a decirme cuántas personas trabajan aquí exactamente
-No les... diré nada, qué diablos quieren...
-Digamos que tu jefe me debe dinero así que vine a cobrármelo pero no es el punto sino que si no comienzas a hablar ahora mismo te arrancaré uno a uno los dedos de la manos- No tenía sentido aun utilizar la voz de mando a menos que tuviera que lidiar con al Alfa de buena categoría.
-Hazlo y gritaré tan fuerte que todos van a escucharte.
-Este no hablará- El mayor de los Alfas arrancó algunas ramas y algunas enredaderas para forzarlas dentro de la boca del Beta para que no emitiera sonido alguno antes de sujetar con fuerza su muñeca, obligándolo a extender la palma de la mano.
-Veamos... ¿Cuál de estos cinco necesitas menos?
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-Si íbamos a amarrarlo de todas formas no era necesario que hicieras eso Yoongi ¿Dime cuál es tu obsesión por cortar extremidades?- No era como si realmente le molestara lo que el otro hacía porque ya era una costumbre suya en las misiones, simplemente le parecía que aquello era desperdiciar algunos segundos.
-Sabes que soy partidario de enseñar lecciones de vida, debió colaborar con nosotros.
-Comprendo tu punto de vista pero no podemos ir mutilando a todos los guardias que nos crucemos, espero que ya estés satisfecho por hoy.
-Todo este problema es por tu culpa así que deja que al menos me divierta un poco, hacía mucho tiempo que no trabajábamos los dos juntos.
-Bien, supongo que podemos divertirnos un poco- Sonrió de lado mientras observaba al mayor hacer lo mismo.
-Por los viejos tiempos.
-Precisamente- Con esa última palabra extendió su brazo y cerró su puño para hacerlo chocar con el de Jungkook.
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Desde que su pareja partió, Taehyung se encontraba sentado en la terraza junto a Jimin, observando los alrededores del palacio desde aquella altura para tener una mejor visión, para aguardar pacientemente hasta poder divisar a sus Alfas apenas si estos regresaran. Sin embargo no fue a ellos a quienes vieron rondar en el jardín sino al mismísimo Kim Seokjin en compañía de su primer oficial Minho. La madre de aquel beta había llegado allí poco tiempo después de perder a su esposo en la guerra, fue contratada como personal de limpieza por la encargada principal de ese sector quien se compadeció debido al embarazo que la joven portaba. Minho había nacido y crecido en ese lugar por lo que en su infancia solían jugar todos juntos por largas horas, no resultaba extraño que estuviera en compañía de algunos de los miembros de la familia real pero sí era un poco confusa la forma en que Jin caminaba sujetándolo del brazo y aun más a esa hora de la noche.
-Minho... gracias por animarme otra vez hoy, en verdad no sé cómo debería agradecerlo.
-No necesito nada a cambio, me basta con saber que ya estás mejor Jin.
-Créeme que harás muy feliz a una persona el día de mañana cuando decidas casarte.
-Eso es un poco lejano, tengo demasiados deberes como para pensar en tener una relación con alguien.
-Minjae también pero aun así deja algo de tiempo para su vida personal, deberías hacerlo también.
-Mira, estuve todo el día contigo y no trabajé realmente así que eso debería contar como un tiempo de recreación personal. Quizá incluso me esté aprovechando de que tengo la autorización del príncipe para escapar de mis obligaciones- Eso último lo dijo como una pequeña broma con la cual soltó una risa leve al igual que el Omega.
-Eso es imposible viniendo de ti.
-Quiero que me prometas algo...
-Dime...
-Qué no volverás a dudar del valor que tiene tu alma, del resplandor que tiene y que a menudo ocultas...
-Está bien, es una promesa.
Park Jimin quien también atendía a toda esa situación, volteó a ver a su mejor amigo para verificar que ambos estuvieran observando lo mismo y efectivamente era así. Entonces decidió abrazarlo por la espalda y permanecer así por unos segundos hasta que este decidiera romper el silencio.
-Jiminie, creo que Jin hyung...
-Dudo que esté engañando a Namjoon, tranquilo.
-Aun no lo hace...
-¿Desde cuando eres tan negativo? Puede que esto sea solo un malentendido, Seokjin ama mucho a su Alfa.
-Pero el amor se pone a prueba constantemente, es similar a una planta, requiere de un cuidado continuo hasta que florezca. Eventualmente el ciclo iniciará nuevamente pero si uno deja de cuidarla ya no volverá a florecer, se marchitará completamente.
-Estás diciendo que...- Algo en el discurso de Taehyung lo hizo pensar en su situación con Min Yoongi. Si reflexionaba sobre sí mismo puede no estuviera contribuyendo realmente a que la relación prosperara. Era cierto que ese mismo día le había dicho que lo amaba pero no fue algo que surgiera espontáneamente sino porque se sentía presionado por haber lastimado a su prometido. Quizá era hora de recapacitar y pensar en lo que podía hacer para alegrarlo ya que su Alfa parecía buscar constantemente la forma de hacerlo, no solo le hacía de comer sino que también le había regalado una mascota, le mostró su apoyo en la corte, le compuso una canción en incluso lo había acompañado hasta otro reino.
-No lo sé y realmente no quiero pensar en eso ahora, tan solo... quiero que Jungkook regrese pronto. . .
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