Capítulo 11
Despertó sintiéndose un poco mareado y con el cuerpo entumecido. Reconoció que aquella era su cama pero en realidad no sabía cómo había llegado allí pues lo último que recordaba era estar en su estudio inspeccionando los materiales que había recolectado. Percibió entonces una suave brisa que provenía del balcón y al voltear vio que el ventanal estaba abierto. Las telas de las cortinas flameaban sutilmente dejando translucir la luz de la luna y allí fue que halló a Jungkook quien observaba el cielo nocturno, como si... estuviera perdido en sus pensamientos, como si algo le preocupara.
Lentamente se sentó en la cama y las mantas cayeron por sus hombros, fue en ese momento que el frío lo invadió haciéndolo dar cuenta de que tan solo vestía su ropa interior. Tomó entonces la manta blanca de su cama, cubrió completamente su cuerpo con ella y caminó en dirección al azabache quien no se percató de su presencia sino hasta que le apoyó la frente en la espalda.
-Kookie... ¿Sucede algo malo?
El Alfa se encontraba reflexionando tan profundamente que Tae logró llegar hasta él y siquiera lo había notado. Al sentir el toque en su espalda volteó inmediatamente y estrechó el cuerpo del más pequeño entre sus brazos, aferrándolo con gran fuerza como si temiera que pudiera desaparecer en cualquier momento.
-No, ahora... todo está bien.
-¿Ahora?
-Tuviste mucha fiebre, llevas durmiendo dos días- Estaba seguro que Taehyung no recordaba nada de lo que había sucedido mientras el Omega se manifestó o de lo contrario no actuaría con tanta normalidad. Prefería por el momento mantener oculta esa información.
-Acaso... ¿Estabas preocupado por mí?- Cuestionó en tanto se acurrucaba contra el pecho del mayor pues la calidez que le trasmitía ciertamente lo reconfortaba.
-Tae... tuve mucho miedo- Desde luego no se refería a la fiebre sino al hecho de pensar que iba a perderlo, incluso aun al recordarlo le provocaba escalofríos.
-Estoy bien, gracias por cuidar de mí- Sentía el temblor de Jungkook y eso le preocupaba ¿Acaso fue tan grave su estado? De cualquier forma no se sentía mal en absoluto así que suponía que logró mejorar gracias a los cuidados del azabache y eso podía saberlo porque su aroma estaba fuertemente impregnado en toda la habitación. La fragancia de un Alfa era capaz de curar los malestares de un Omega y era un hecho que eso era lo que había ocurrido allí.
-Siempre voy a cuidar de ti- Le besó la mejilla y luego lo cargó en sus brazos para llevarlo de regreso hasta la cama, para abrigarlo nuevamente con las mantas.
Dado que Taehyung ya se encontraba en perfectas condiciones creyó prudente regresar a su propia habitación ya que aun necesitaba reflexionar sobre algunas cosas pero en cuanto intentó apartarse de la cama él lo tomó de la muñeca.
-¿No ibas a... cuidar de mí?- Realmente no necesitaba de más cuidados pero quería de alguna forma retener a Jungkook a su lado, sentía que algo no estaba del todo bien con él y que si lo dejaba ir en ese momento algo malo sucedería, como si algo entre ellos fuera a quebrantarse, eso es lo que percibía en la mirada de Jeon Jungkook.
-Lo haré y... es por eso que te daré algo de espacio- Lo sabía, él era el único responsable de que los instintos animales de Tae hubieran despertado, el único responsable de haberlo lastimado lo suficiente como para que perdiera el control de ellos, como para que pusiera en peligro su vida pero... ¿Realmente valía la pena que Taehyung sufriera por alguien como él? ¿Por una persona tan siniestra como las que describía en su diario? Aunque fuera su Omega y quisiera liberarlo de su deber justo como Seokjin le pidió, eso no significaba que debía corromperlo, no merecía que la pureza de su alma fuera mancillada por alguien que quizá no la poseía.
-Jungkook...- Se sentó rápidamente en la cama y buscó la boca del mencionado, apoderándose de sus labios en un apasionado beso que culminó solo cuando la falta de aire se hizo presente.
-No necesito que... me des espacio. Sé lo que te pedí en los manantiales y quizá pienses que soy un niño inestable que se contradice pero... cuando dijiste que pasarías el día con Jisoo... sentí que mi corazón iba a romperse. No puedo siquiera imaginar que pasarás tu vida con ella, no quiero hacerlo...- Había cometido un error al pedirle tiempo a Jungkook, no imaginaba que algo así lo empujaría directamente a los brazos de su hermana y por sobre todas las cosas ahora comprendía que no quería estar alejado de él. Era su Alfa, finalmente lo había aceptado y no necesitaba que la voz de su Omega lo confirmara ya que la necesidad de estar a su lado era mayor que cualquier cosa.
-En verdad lo lamento, no quise hacerte sentir de esa forma. Ella no me interesa en absoluto, puede que sea muy bonita pero en comparación a ti...- Con ambas manos acarició las mejillas del menor y lo besó ligeramente.
-En comparación a ti ella no es nada. Taehyung... tu belleza no puede compararse y no hablo solamente del aspecto físico sino también del interior de tu alma...- Perdido en aquellos ojos turquesa que lo observaban, enmarcó con su pulgar lo labios del Omega quien para ese entonces denotaba cierto rubor en la mejillas.
-Ahora soy yo quien está asustado. Tae... yo solo voy a hacerte mucho daño, todo lo que mis manos tocan queda marchito.
-No quiero que precisamente tú también me trates como si yo fuera un ser superior, pensé que mi Alfa era diferente al resto... ¿Estaba equivocado?
A Jungkook le tomó algunos segundos asimilar lo que acaba de escuchar, Taehyung no estaba bajo la influencia del Omega y aun así lo había reconocido como su Alfa, en consecuencia podía sentir la felicidad y orgullo de su lobo propagarse en su pecho. Por el momento su mente no dio más lugar a dudas o lamentos y simplemente estrechó al más pequeño contra su cuerpo antes de besarlo de la misma forma en que él lo había hecho.
Tae correspondía a sus besos mordiendo ligeramente su labio inferior, dejándole luego el paso libre a su lengua con la que rápidamente buscó a la ajena. Aun cuando inevitablemente debieron separarse, sus bocas permanecieron unidas por un delgado hilo de saliva que pronto desapareció cuando volvieron a encontrarse.
Utilizando el peso de su propio cuerpo y sin dejar de besarlo, hizo que el Omega recostara la espalda sobre la cama para luego acomodarse sobre él. Fue entonces que sintió como Taehyung tiraba de sus prendas para hacer que se las quitara y así lo hizo, sin embargo cuando afirmó la rodilla entre medio de sus piernas él rompió el contacto de sus labios dejando escapar un gemido.
-Ahh... kook... la tina... quiero ir a la tina- Pidió antes de que la situación pudiera llegar más lejos. Jungkook le había dicho que tuvo fiebre y que estuvo durmiendo durante dos días por lo que evidentemente percibía su cuerpo algo sudado y sucio, no es como si no fuera a quedar así de todas formas pero se sentía incómodo de estar así desde un primer momento.
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Cuando habló de la tina se refería a la que estaba en el baño anexado a su habitación, no imaginaba que el azabache lo cargaría en sus brazos y lo llevaría hasta hasta el otro lado del corredor en donde se encontraban las aguas tibias que llegaban de los manantiales. Habían tenido mucha suerte de que fuera madrugada o de lo contrario habrían sido descubiertos en su trayecto pues no fueron para nada discretos. Ambos tan solo tenían su ropa interior y por su parte se aferraba al mayor envolviendo los brazos alrededor de su cuello mientras que presionaba con sus piernas a los lados de la cadera, y todo aquello sin dejar de besarse ni por un segundo. Así mismo Jungkook lo cargaba sosteniéndolo firmemente de la parte posterior de su cadera, aprovechando para posar su manos allí y masajear en ambos lados. No negaría que aquello era algo extraño pero llegado a esa instancia podía permitir que el Alfa tomara ciertas atribuciones, tampoco era como si le molestara realmente.
Una vez estuvieron dentro del balneario extendió un brazo y tanteó rápidamente la puerta hasta encontrar el seguro, no creía que nadie quisiera entrar allí a esa hora pero prefería no correr el riesgo. Finalmente el azabache lo bajó de sus brazos pero solo fue para que ambos se despojaran de la única prenda que los cubría, evidenciando así que ya sus cuerpos habían reaccionado a las caricias del otro.
Jungkook entró primero al agua y luego con ambas manos tomó la cintura del Omega atrayéndolo allí consigo. No había forma en que pudiera describir lo hermoso que Taehyung se veía, el como su rostro y sus delicadas facciones eran iluminadas tenuemente por las luces que emanaban de unas pequeñas rocas flotantes de color naranja.
-Son rocas solares Jungkook, cargan energía durante el día- Dedicó una pequeña sonrisa a su Alfa tras darle esa breve explicación, había notado como este observaba a su alrededor con curiosidad y de alguna forma eso le resultó encantador, en momentos así parecía ser un pequeño cachorro que intentaba descubrir todo en su entorno.
-Lo siento- Sonrió también antes de robarle un beso al más pequeño.
-¿Por qué te disculpas?
-Por distraerme de ti.
-No me molesta enseñarte nada en absoluto. Después de todo... quiero que aprendas a vivir entre nosotros, que aprendas sobre nuestra cultura y puedas sentirte a gusto para que algún día quizá... decidas quedarte aquí...- Ya con la manos mojadas comenzó a peinar hacia atrás los cabellos azabaches del Alfa como forma de expresarle cariño.
-¿Aun recuerdas lo que dije esa noche?
-Sí, querías que encontrara un motivo para quedarme y también... recuerdo haberte dicho que tú debías darme ese motivo.
-Si puedo darte mi corazón... ¿Eso sería suficiente?- No estaba seguro de si en verdad hacía lo correcto, creía que se debía a las personas de la nación y a su Diosa para así expirar el pecado de haber nacido pero ella era la única que había puesto a Jungkook en su camino, si esa era su voluntad quizá significaba que le estaba dando la posibilidad de ser amado genuinamente o puede que también lo estuviera castigando. Fuera cual fuera el motivo ya no escaparía del destino, para nada creía que ellos se conocieron por casualidad y estaba seguro de que había un propósito detrás de todo eso.
-Es lo único que he querido desde el primer momento en que te vi...
Con calma y tomándose todo el tiempo del mundo, el Omega recorrió el rostro del azabache en una suave caricia, como si buscara grabar en su memoria cada pequeño detalle en él antes de finalmente besarlo una vez más. Su cuerpo pronto sintió la necesidad de buscar el calor del otro y por tanto se apegó más a él mientras deslizaba las manos por el marcado abdomen que poseía, trazando un camino hasta la intimidad del Alfa quien ahogó un suspiro en sus labios.
-Mnh... Tae...- Al abandonar sus labios el menor comenzó a besarle el cuello, subiendo hasta su oreja y finalmente volviendo a bajar pero ahora hasta su pecho. Por un momento creyó que se trataba de la manifestación del instinto Omega pero al observarlo a los ojos verificó que no había rastro de ello. Evidentemente Taehyung sentía curiosidad por explorar su cuerpo y no iba a negárselo, no cuando se sentía tan a gusto ante sus toques pero... debía admitir que no esperaba que atrapara con sus labios uno de sus pezones ni que diera una pequeña mordida. A pesar de ser un completo Alfa aquella acción lo tomó desprevenido y logró arrancarle un pequeño gemido, notó entonces que el menor sonrió de lado como si estuviera disfrutando de ello aun cuando claramente estaba avergonzado y le temblaban ligeramente las manos.
-¿Podrías... sentarte en el borde?- Cuestionó evitando la mirada de Jungkook ya que él claramente comprendería lo que intentaba decir con eso. Aunque no tenía mucha experiencia en aquellos temas creía ser capaz de poner en práctica lo que el mayor había hecho en su cuerpo ¿No había nada de malo cierto? No había nada de malo querer transmitirle las mismas sensaciones que él le había provocado. Estaba seguro que Jeon había sido complacido de esa forma cientos de veces pero eso no significaba que no pudiera intentarlo, después de todo tenía la capacidad de adquirir conocimientos con mucha facilidad.
El Alfa no pudo hacer más que asentir, llegando a dudar de si en verdad esa situación no era producto de una fantasía pero una vez que se sentó en el borde de los cerámicos y sintió la mano de Taehyung deslizarse sobre su erección supo que aquello era la pura realidad. Tragó en secó al sentir el cálido aliento del menor sobre su intimidad y tan solo segundos después cómo es que este repartía sutiles besos en toda su extensión, iniciando en la punta para descender hasta la base y desde allí de regreso reitiradas veces. Se vio obligado a cerrar sus manos con fuerza sobre el borde de la tina para intentar retener los espasmos de su cuerpo, aquella acción lo estaba torturando de tal forma que lo hacía sentir como un niño virgen que experimentaba por primera vez y lejos estaba de serlo. Por si eso no bastaba para enloquecerlo, el Omega comenzó a deslizar su lengua en un ritmo lento al mismo tiempo en que lo hacía con las yemas de sus dedos.
-Ahh... ah... Taeh...mghh...- Cerraba las piernas y tensaba su cuerpo involuntariamente ante la escena más erótica que alguna vez se le presentó, incluso le resultaba imposible mantener en quietud sus pies los cuales permanecían dentro del agua chocando contra la pared que delimitaba el final de la tina. Con el correr de los segundos su cuerpo le exigió imponer un poco más de velocidad pero aquello no estaba en los planes de Taehyung sino que por el contrario, al momento de apresarlo con su boca, continuó torturándolo con aquel ritmo lento pero a la vez constante que lograba robarle gemidos cada vez más audibles.
-Ya... está bien... detente...
Siguiendo la indicación del azabache, Taehyung detuvo su accionar, se apartó un poco y elevó su mirada en busca de la ajena.
-... ¿Hice... algo mal?...- La duda lo consumía y ciertamente esperaba que no fuera la causa de haberlo detenido.
-No, eso estuvo más que bien...- Confesó para luego morderse y relamerse deliberadamente los labios.
-Es solo que... me estás volviendo loco y quiero que terminemos juntos- Bajó nuevamente al agua y abrazó la cintura del Omega para luego voltearlo, para dejarlo de espaldas a él y atraparlo contra el muro.
Taehyung se sorprendió por esa acción repentina y por un segundo temió que el Alfa fuera a tomarlo así nada más, pero nada de eso sucedió sino que comenzó a besarle la nuca y a descender por su espalda. Lo que sucedió después fue que el mayor afirmó las manos en ambos lados de sus caderas... frotando y tocándolo a gusto hasta descender hasta esa misma zona con sus besos, dejando luego pequeñas mordidas sobre su piel.
-No... muerdas allí- Se quejó dado que no imaginaba que haría algo así, sin embargo eso pasó a un segundo plano cuando notó que Jungkook le separó los glúteos y luego... llegó hasta allí con su lengua.
-Ahh... ahh... detente...- Intentó alejarse pero el mayor se lo impidió y pronto se abrió paso con la lengua a través de su entrada. Aquello se sentía sumamente extraño, incómodo y vergonzoso pero contradictoriamente su cuerpo reaccionaba a ese estímulo, percibía como su miembro liberaba ya algunas gotas de semen.
Se encontraba temblando, sus piernas amenazaban con ceder en cualquier momento y por ende debió sostenerse del borde con ambas manos. No había nada que pudiera hacer entonces más que gemir y entregarse al placer que el azabache le estaba proporcionando porque después de todo... sabía muy bien que su negación era tan solo momentánea, si de verdad no lo quisiera siquiera dejaría que lo tocara.
Cuando el Omega logró tranquilizarse y superar la impresión inicial de todo aquello fue que finalmente Jungkook pudo abrirse paso a gusto en aquel lugar que nunca antes había sido explorado. Kim Taehyung era el único merecedor de hacerlo cometer un acto semejante, algo que si se tratara de otra persona sería tan vulgar que siquiera sería capaz de realizarlo pero tratándose de Tae... incluso eso se volvía un acto de lo cual podía deleitarse.
Le habría encantado hacerle saber que incluso allí persistía esa esencia similar a las fresas y a los cítricos que lo caracterizaban pero estaba seguro que de hacerlo echaría a perder todo el ambiente así que decidió guardar ese pequeño detalle para otra oportunidad y en cambio continuar jugando con su lengua. Momentos después notó que de la entrada del menor comenzaba a escurrir el lubricante natural que todos los Omegas poseían y supo de inmediato que ya estaba listo. Fue así como finalmente lo liberó y lo hizo voltear nuevamente para tenerlo frente a él, descubriendo que el rostro de Taehyung estaba complemente sonrojado y que al mismo tiempo sus mejillas estaban cubiertas de lágrimas, lágrimas que sabía que no eran por tristeza sino por los estragos que estaba causando en su cuerpo.
-Iremos despacio con esto ¿Si?- Aunque Tae no le respondió solo bastó que asintiera para saber que había logrado comprenderlo. De esa forma eliminó la distancia entre ambos cuerpos e hizo que sus erecciones rozaran una contra la otra mientras pasaba su mano izquierda hacia la baja espalda del menor.
-Jung...kook...- Apenas si pudo pronunciar esa palabra antes de sentir como el Alfa se abría paso en su interior con uno de sus dedos, de inmediato cerró sus ojos con fuerza y se aferró de la espalda del azabache quien presionaba dentro suyo.
-¿Te duele?- No podía evitar preocuparse ya que nuevamente su Omega estaba temblando pero él rápidamente negó con la cabeza.
Taehyung no sentía dolor alguno, podía percatarse de cómo su propio cuerpo aprisionaba aquella intromisión pero se encontraba tan húmedo allí que Jungkook lograba deslizarse dentro y fuera con mucha facilidad. Lo que realmente ocurría era que nunca creyó que algo así podría sentirse tan bien ni que estaría moviendo ligeramente su cadera para acompañar el movimiento del azabache.
Justo cuando creía que comenzaba a acostumbrarse, el mayor hizo contacto con cierto punto en su interior que lo hizo estremecer y soltar un áspero gemido, provocando que todos sus sentidos se nublaran y que ya no pudiera concentrase en nada más que en la sensación que se propagaba desde allí hasta el último rincón de su ser. Aquello tan solo se volvió más intenso cuando Jungkook comenzó a tocar ese lugar una y otra vez.
Abrumado por la enorme satisfacción que lo estaba invadiendo y ante la necesidad de más atención fue quien tomó la intimidad de ambos en su mano para frotarlas en toda su superficie, buscando hacer que también su Alfa sintiera placer y que terminara al igual que él pues no tardaría mucho.
-Ngh... Jungkook... Ahh~- Soltó un último gemido finalmente sintiendo que toda la tensión de su cuerpo se liberaba, sintiendo que había logrado llegar a la cima del placer. En ese preciso instante se aferró con mucha fuerza de la espalda del azabache, enterrando las uñas en su piel de igual forma que ya lo había hecho en una oportunidad, no quería lastimarlo y sin embargo no pudo evitarlo, era como si de esa forma sintiera que sus cuerpos se volvían uno.
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Para cuando el amanecer llegó ambos se encontraban observándolo mientras permanecían abrazados en el balcón de su habitación, sobre uno de lo almohadones que a menudo utilizaba para leer. No hablaban en absoluto pero se dedicaban a contemplar el firmamento disfrutando de la compañía y del calor del otro, besándose de tanto en tanto y regalándose algunas caricias. Taehyung tuvo la sensación de que esa noche había sido igual de especial que la que tuvieron debajo del cerezo y comenzaba a preguntarse si es que aun le deparaban muchas más al lado de Jungkook, comenzaba a preguntarse si estaba bien que fuera egoísta y que por primera vez deseara algo para sí mismo.
Así llegó la hora de despedirse, pero eso tan solo fue para volver a encontrarse pocos minutos después en el gran comedor en donde los esperaban para desayunar dos de sus hermanos quienes se alegraron de verlo al fin salir de la habitación, ellos también habían estado muy preocupados por él y terminó disculpándose a pesar de saber que no debía. Al preguntar por Jisoo le dijeron que ella tampoco se sentía muy bien y que no los acompañaría ese día. Usualmente se habría preocupado por ella pero de alguna forma pensó en utilizar esa oportunidad para invitar a que Jungkook se sentara a su lado y desde luego que él aceptó rápidamente.
El ambiente se tornó muy agradable y los cuatro terminaron conversando de algunas cosas sin sentido, tal y como chicos normales de su edad lo harían. Todo era risas y alegría por lo que en ese momento pensó que no podía haber nada mejor que compartir algo de tiempo con sus seres amados y desde luego que Jimin estaba incluido en todo eso aunque no estuviera presente en ese mismo instante. Más que nada desearía que todos los días por el resto de su vida fueran de ese modo pero sabía que ese objetivo era algo ambicioso, no imposible pero si algo complejo y que conllevaría de mucho tiempo. De todas formas estaba decidido a luchar por ello, a dar lo mejor de sí mismo para poder quizá tener un brillante futuro. . .
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(Aunque este capítulo es algo corto siento que es bastante intenso y que su vez mostró nuevas determinaciones tanto de Jungkook como de Taehyung. Gracias a todos por leer y voy a tratar de actualizar lo antes posible. Los errores de redacción los voy corrigiendo sobre la marcha porque leo 30 veces y por ahí no encuentro nada pero a la 31 y ya publicado los encuentro. Siéntanse libres de decirme si los encuentran así lo edito)
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