Capítulo 10

El gruñido de un animal alertó hasta la última persona en el palacio, transmitiéndoles una sensación tan escalofriante que incluso les infundió temor y les imposibilitó moverse. Fue aun peor para los sirvientes que en su mayoría eran Betas u Omegas, sin embargo Seokjin pudo reaccionar luego de unos segundos para dirigirse a la parte exterior desde donde había provenido aquel sonido, Namjoon desde luego lo siguió de inmediato.

Lo primero que vieron fue a su hermana temblando sobre el césped, rodeada de flechas que estaban clavadas a un lado de ella pero rápidamente sus ojos fueron captados por una escena de mayor índole. Un gran lobo negro se encontraba echado en el suelo, rodeando y reguardando a Taehyung quien parecía estar inconsciente.

Intentaron acercarse pero el lobo elevó su cabeza y los observó de forma amenazante. Luego de eso simplemente comenzó a emitir un quejido, más bien una especie de llanto como si de un animal herido se tratara mientras que con su hocico daba pequeños toques en la mejilla del Omega como si intentara despertarlo.

-Intentó matarme ¡Taehyung intentó matarme!- Gritó finalmente Jisoo ya intentando ponerse de pie.

-¿Te volviste loca?- Namjoon no comprendía nada de lo que ocurría y eso lo hacía sentirse nervioso, aun más por la presencia de aquel animal que le impedía acercarse a su hermano.

-Me disparó desde la terraza y luego saltó desde allí.

-Tae... no... haría algo así- A juzgar por lo alterada que estaba su hermana, no había forma de que mintiera pero contradictoriamente se negaba a creer que Taehyung fuera capaz de hacer algo semejante.

Pronto los ojos del lobo se volvieron cristalinos y fue así como segundos después dejó caer una lágrima en la mejilla del Omega quien pareció percibirla.

-Viniste...- Después de hacer un gran esfuerzo apenas si pudo entreabrir los ojos lo suficiente como para distinguir la sombra de su Alfa.
-... por mí...

Al escuchar aquella voz Jungkook regresó a su forma humana, estaba desnudo y tenía frío, no había forma de controlar los temblores de su cuerpo, tan solo podía llorar y observar a Taehyung. Desesperación, miedo y angustia eran algunas de las emociones que se agolpaban en su pecho de la forma más dolorosa posible, como si fuera atravesado por una daga e incluso eso sería leve.
-Tae... en qué... pensabas...- Siquiera podía hablar correctamente, aun estaba asustado, más de lo que alguna vez lo estuvo en toda su vida y es que nada podía compararse al temor de perder a su Omega. Ahora comenzaba a comprender verdaderamente lo que significaba el lazo entre un Alfa y un Omega del que todos hablaban, del mismo que durante muchos años creyó ser tan solo un invento.

Taehyung acunó el rostro del mayor entre sus manos y comenzó a secarle las lágrimas mientras le sonreía para hacerle saber que todo estaba bien.
-En ti...- Tras esas palabras apenas perceptibles, el sueño comenzó a vencerlo y su visión se oscureció, siendo la sombra de Jungkook lo último que logró ver.



-¿Cómo está?- Jungkook se levantó precipitado de su asiento al ver que Namjoon y Seokjin llegaban a la recepción.

-El doctor dice que tiene fiebre pero que además de eso estará bien- Aunque ahora Jin estaba más tranquilo no dejaba de preocuparle el estado de su pequeño hermano pero por sobre todas la cosas le preocupaba no saber lo que Namjoon estaba pensando.

-Quiero que me digas qué fue lo que ocurrió allí. Tae... ¿Él realmente intento asesinar a Jisoo?

-De haber querido matarla lo habría hecho- Jungkook ahora se encontraba en una situación complicada pero de todas formas intentaría lidiar con el otro Alfa.

-¿Dices que solo quiso asustarla?

-Sí, él tenía una posición de ventaja desde la terraza por lo que en verdad creo que intentaba asustarla.

-Y lo consiguió, ella aun no sale de su habitación- Hizo una pausa y suspiró para luego retomar la conversación.
-Supongo que también es cierto que luego se arrojó al vacío.

-Lo dudo... es probable que perdiera la consciencia y cayera al vacío pero por suerte llegué a tiempo...- Para nada fue un accidente, Taehyung saltó intencionalmente desde esa altura pero sencillamente no podía dejar que Namjoon supiera eso y comenzara a sospechar de ellos.

-Sobre eso... tanto Jin como yo estamos agradecidos de que salvaras su vida pero aun no me queda claro lo que ocurrió luego de eso... ¿Tienes algo que decir?

-Durante una expedición... uno de mis amigos cayó desde un barranco. No pude salvarlo en ese entonces y... al ver a Tae caer...- Mentía, desde muy pequeño había aprendido a controlar las expresiones de su rostro y la tonalidad de su voz para poder persuadir a las personas.

-Está bien, no es necesario que continúes, comprendo que es algo que aun tienes muy presente y fue suficiente con que lo recordaras hoy. De cualquier forma debo agradecerte una vez más por salvar a Taehyung y si hay algo que pueda hacer por ti siéntete libre de pedírmelo.



-Jin... deberías ir con Tae, no quiero que esté solo- Namjoon intentaba apartar al Omega que lo abrazaba por la espalda y se negaba a salir de su cama.

-Ya le dieron medicina para la fiebre, va a estar bien pero no puedo decir lo mismo de ti- La única verdad era que no necesitaba quedarse con Taehyung ya que de seguro Jungkook estaba a su lado pero claro que aquello no podía saberlo su Alfa.

-Es que... aun no comprendo por qué hizo algo así. Aunque solo quisiera asustarla eso fue algo extremista.

-No será nuestro pequeño hermanito por siempre y puede que esté madurando...- Entreabrió un poco la bata de seda del Alfa y deslizó las manos por su pecho antes de darle un beso en el hombro.

-Que esté madurando no significa que actúe de esa forma. Es de Taehyung de quien estamos hablando, del mismo que siquiera mataría a un insecto.

-A lo que me refiero es a que él es como todos nosotros, puede enojarse y perder la paciencia, sabes todo lo que Jisoo le ha hecho.

-Ahora que lo dices... estos días incluso le ha respondido de mala forma. Puede que estén en lo cierto y que tan solo intentara darle una lección.

-Exacto, así que ahora vas a relajarte un poco ¿Si?- Separó más la tela haciendo que cayera por los hombros del menor y luego de eso comenzó a masajearle el cuello de forma lenta. De tanto en tanto se detenía a dejar un pequeño beso sobre esa piel morena que tanto le gustaba y proseguía con los masajes.

-Gracias...

-¿Por qué?

-Por estar conmigo- Volteó para ver directamente a los ojos del Omega y acariciarle la mejilla.
-De no ser por ti habría perdido la cordura hace mucho tiempo, te amo. . .



Apenas Seokjin se retiró, Jungkook aprovechó para entrar a la habitación de Taehyung a quien había estado cuidando desde entonces. Se ocupaba de colocarle paños de agua en la frente y de limpiarle el sudor que escurría desde el cuello hasta el pecho.

Aun cuando ya había pasado mucho tiempo ni él ni su lobo lograban tranquilizarse pues aun persistía la horrible sensación de ver a su Omega en peligro de muerte. Por ese motivo en ciertos momentos le besaba las mejillas, los labios o las manos como muestra de afecto, como una forma de saber que estaba realmente a su lado.

Por otra parte no dejaba de pensar en las acciones y en las palabras de Taehyung, estaba claro que él reaccionó de esa forma por su cercanía con Jisoo pero aun así... ¿Qué era lo que intentaba lograr? ¿Demostrarle que no podía vivir sin él? Porque si eso es lo que buscaba lo había logrado. Ahora a su mente llegaban las palabras de su padre cuando hace muchos años supo decirle que jamás debía ver a la clase Omega como algo más que simples herramientas,  porque ellos eran peligrosos y enamorarse de un Omega significaba perder el control de la propia vida.

"...Jungkook... los Alfas podemos dominar a los Omegas con la voz de mando pero eso no tendrá ningún significado si te enamoras. Tu poder pasará a ser circunstancial porque en realidad será el Omega quien controlará tu vida, se volverá tu prioridad y también tu debilidad. Si llega el día en que pienses que un Omega tiene un valor mayor que el resto debes asesinarlo de inmediato, mientras aun puedas hacerlo..."

Tras recordar esa conversación con su padre no pudo evitar sonreír pero con cierta ironía... ¿Asesinarlo? ¿Cómo podría matar a Taehyung cuando ante sus ojos era la persona más hermosa del mundo? ¿Cómo podría matarlo después de sentir que moriría de igual forma si algo le sucedía? No quería lastimarlo, no podría hacerlo porque lo que en realidad quería era cuidarlo, amarlo y hacerlo sonreír por siempre.

Estaba absorto en sus pensamientos cuando percibió la presencia de alguien que se acercaba a la puerta de la habitación, alguien que por el peso de sus pasos identificó como Jisoo. Rápidamente se escondió dentro del gran armario del Omega en donde las prendas del mismo se encargarían de cubrir su aroma, aunque quizá eso siquiera fuera necesario ya que los sentidos de su prometida no eran para nada desarrollados así que se dio el lujo de entreabrir unos milímetros la puerta del armario para así poder observarla.

-¿Intentar matar a tu hermana por un Alfa? Eso si que es caer bajo- Tomó asiento en la cama a un lado de su hermano menor para observarlo.
-Estás tan indefenso ahora que podría vengarme de ti pero no sería divertido. Voy a lastimarte donde más te duele Taehyung, haré que tu Alfa me escoja en lugar de ti así que procura recuperarte pronto, así podrás ver cuando te lo quite todo tal y como lo hiciste conmigo- Dado que no tenía más que decir simplemente se retiró de la habitación y regresó a la suya.

Jungkook sonreía de lado mientras escuchaba a esa mujer, ella quería utilizarlo para lastimar a Taehyung pero lo que ella no sabía es que sería la única utilizada allí. Ahora comprendía a la perfección por qué le había pedido que la acompañara a practicar arquería y debía admitir que era astuta pero no lo suficiente, en adelante continuaría siguiéndole el juego pero bajo sus propios términos y procurando que su Omega no supiera al respecto.



La mañana llegó y Taehyung no parecía mostrar signos de mejoría, sin embargo en cierto momento logró entreabrir los ojos pero al hacerlo notó que no eran de su color turquesa habitual. Recordaba ya haber visto un pequeño matiz rosa en los manantiales pero ahora estaban completamente teñidos con ese color.

-Alfa...- Sonrió y acarició el brazo del azabache.

-¿Tae?- No solo era el color de sus ojos sino que había algo extraño en su mirada y en la forma en la que hablaba, la forma en que se refirió a él como "Alfa" en lugar de utilizar su nombre o un apodo cariñoso, como si... esa persona no fuera realmente Taehyung.

-Te necesito...- Entrelazó su mano con la del mayor antes de sentarse en la cama y robarle un beso.
-Necesito a mi Alfa...- Ni bien terminó aquella frase deslizó su mano hasta la entrepierna de Jungkook y comenzó a masajear aquella zona por sobre el pantalón pero inmediatamente este lo sujetó de la muñeca logrando detenerlo.

-Espera...

-¿No quieres estar conmigo?

-Sí, pero... no ahora, tú no te comportas así.

-Alfa... tú fuiste quien me liberó.

Ante aquellas palabras Jungkook ya no tuvo más dudas, Taehyung no estaba en sí mismo, quien hablaba por él no era otra que la manifestación de su Omega. Usualmente las personas aprendían a convivir con sus instintos de lobo pero Tae los había reprimido tanto tiempo que una vez que se liberaron le fue imposible controlarlos, el ataque a Jisoo fue por la misma razón.
-Debes descansar, aun tienes fiebre. Hablaremos de esto cuando estés mejor...

-Estaré mejor cuando tomes mi cuerpo, te pertenece ahora y puedes hacer lo que quieras con él.

-Y porque me pertenece decidí que lo tomaré en otra oportunidad- En ese estado Taehyung era demasiado peligroso, suponía que después de descansar algunas horas más lograría asimilar a su Omega y volver en sí mismo.

-Alfa...- Al ver que el mayor lo estaba rechazando se apartó un poco de él para después quitarse la prenda superior en su cuerpo. Rápidamente condujo ambas manos hasta su propio abdomen y comenzó a frotárselo deliberadamente.
-Esto de aquí... ya ha madurado lo suficiente como para recibir a tus cachorros.

"Y va a recibirlos ahora mismo"

-Comprendo pero no será ahora- Si lo que decía el Omega de Taehyung era cierto... eso solo significaba que en poco tiempo entraría en celo, cuando mucho en dos semanas pero no planeaba tomarlo siquiera entonces aunque eso fuera en contra de los deseos de su propio Alfa y de aquel Omega. Siendo honesto consigo mismo deseaba unirse con él desde el primer momento en que lo vió pero la realidad es que también deseaba que cuando eso sucediera Taehyung estuviera plenamente consciente y seguro de lo que estaba haciendo.

-En verdad... no quieres tener cachorros conmigo ¿Cierto?- Aquello ciertamente lo lastimaba, sentía el rechazo de su Alfa y no había nada peor que eso.
-¿Es porque... yo no soy una hembra como Jisoo?- Le fue imposible no comenzar llorar ante la idea de que su Alfa quisiera tener cachorros con alguien más.

"Lo estás lastimando"

Jungkook no imaginó que su Omega pudiera sentir tristeza por algo así, que se sentiría tan rechazado al punto de llorar de esa forma. Lo abrazó entonces y comenzó a repartirle besos en las mejillas con los que buscaba secarle las lágrimas, necesitaba hacer algo para tranquilizarlo porque a él mismo le dolía verlo de esa forma.
-Tae... ella no tiene nada que ver en esto. Tan solo te quiero a ti... y tendremos todos los cachorros que quieras pero no es el momento.

-¿Lo prometes?

-Sí, pero primero debes recuperarte.

-Alfa... dime que me amas...

-Te amo- Ni por un segundo dudó en decir aquellas palabras que creyó nunca enunciaría pero Taehyung hacía que todo fuera diferente, que todo fuera especial. Lo supo desde un primer momento... que aquel Omega sería su perdición. . .



Después de cuidar a Taehyung por quien sabe cuánto tiempo finalmente había logrado hacerlo dormir, había logrado apaciguar a su Omega quien prometió que descansaría si permanecía a su lado y así lo hizo. En consecuencia, cuando sintió que la fiebre había bajado pudo finalmente relajarse y quedarse dormido en la cama junto al más pequeño pero pronto la voz de Seokjin lo despertó.

-Jeon ¿Me escuchas?

-Sí..

-Debes regresar a tu habitación.

-No quiero- Se quejó tal y cual lo haría un niño pequeño antes de voltear y abrazar a su Omega.

-Vendrán a revisar a Taehyung y ya no puedo distraer a Namjoon por más tiempo. Luego puedes regresar, ya levántate.

-Fue su Omega- Comentó al mayor en tanto se frotaba los ojos y se sentaba en la cama pues a ese punto sabía que era una persona de confianza.

-¿Cómo dices?

-El Omega de Tae se manifestó y no pudo controlarlo, por eso atacó a Jisoo. Sería prudente que ellos no estuvieran juntos por algún tiempo...

-Crees que...

-Sí, Jisoo está en peligro. El Omega puede volver a manifestarse y quizá Taehyung sea muy pacífico pero él no tiene control sobre sus instintos.

-Aunque eso sea cierto no podemos separarnos dado que todos vivimos aquí.

-Sobre eso... lo estuve pensando y lo mejor será que yo regrese a mi reino por un tiempo, convenceré a Jisoo de que viaje conmigo- Con tal de lastimar a Taehyung ella accedería a dicho viaje, lo que en realidad no sabía era lo que le deparaba una vez llegaran a su propio territorio.
-Además... Tae entrará en celo, su Omega me lo dijo y honestamente... no sé si pueda controlar a mi Alfa.

-Irte y llevar a Jisoo contigo solo va empeorar las cosas. Si quieres mi opinión te diré que debes pasar su celo con él...

-Pero... no quiero hacerlo, no puedo permitirme hacerle daño. Comprendes que puede que mi Alfa reaccione a él y también entre en celo ¿Cierto?

-No hay nada de malo en eso, él querrá estar contigo. El primer celo ciertamente es el peor y si tiene un Alfa pero este no lo asiste... hará que se sienta rechazado. Ya es suficientemente malo soportar el dolor de su cuerpo como para que también se deprima.

-Una vez que inicie estaré encerrado con él al menos tres días y sabes que atacaré a cualquiera que se acerque- Nada más peligroso que un Alfa en celo. Si en estado normal son territoriales, una vez que ese periodo comienza se vuelven aun más agresivos, peor aun si tienen un Omega al cual asistir.

-Voy a ocuparme de que nadie los moleste, déjamelo a mí.

-¿Por qué quieres ayudarme?- Si bien comprendía que Seokjin amaba a su pequeño hermano eso no explicaba por que él estaba dispuesto a dejar que pasaran juntos su celo, hablaba de forma tan natural que era obvio que siquiera tenía miedo de lo que pudiera hacerle a Taehyung cuando incluso él mismo temía.

-Porque eres el único que puede liberarlo de su deber. . .



El día transcurrió sin que Taehyung volviera despertar, ya era de madrugada cuando Jungkook aun permanecía sentado en el borde de la cama, controlando que ya no tuviera signos de fiebre y efectivamente habían desaparecido por completo.

Seokjin le había mencionado que Tae disfrutaba de la lectura y que de pequeño, si es que enfermaba, tanto él como Namjoon se la pasaban leyéndole algunas historias para hacerlo sentir mejor. Dado que no tenía nada mejor que hacer entonces, supuso que quizá sería una buena idea leerle un poco así que caminó hasta la biblioteca de la habitación.

Luego de mirar algunos de los títulos notó que la gran mayoría se trataban de historias románticas, al parecer su Omega tenía un gusto particular por ellas sin embargo algo que llamó su atención fue encontrar una gran cantidad de manuscritos, manuscritos que estaban perfectamente ordenados, una sección completa dedicada al desarrollo e investigación y la otra sección de novelas que por lo visto habían sido escritas por el mismo Taehyung. Debía reconocer que tenía talento para escribir, estaba seguro que de publicar sus relatos estos se propagarían por todas las naciones pero... ¿Por qué no lo hacía entonces? ¿Tal era así su propia inseguridad? Tae era una persona verdaderamente maravillosa y el único problema era que él siquiera estaba consciente de ello.

En el transcurso de los minutos descubrió una libreta escondida en el fondo del estante. Además de un aspecto rústico, esta poseía un pequeño candado que impedía ver su contenido por lo que rápidamente dedujo que se trataba del diario personal de su Omega.

¿Invadiría su privacidad? Desde luego que sí,  la curiosidad era fuerte y sin remordimientos abrió la pequeña cerradura fácilmente como si de un juego de niños se tratara. Comenzó a pasar las primeras paginas cuyas fechas coincidían con la infancia de Taehyung.

"Encontré en el pueblo un gato bebé abandonado, estaba herido y papá dijo que debía sacrificarlo. Nam hyung y Jin hyung me dijeron que me ayudarían a esconderlo hasta que sanara..."

"Jisoo le dijo a papá que lo estábamos escondiendo, por suerte Minho decidió cuidarlo..."

-Y por lo visto siempre has sido una perra- Dijo para si mismo en tono bajo mientras intentaba contener la risa, luego de ello continuó leyendo las anotaciones.

"Papá dice que mi sangre es especial, que puede salvar a muchas personas y que por eso debo compartirla a diario. Ya no quiero mas agujas, me duele mucho y siento que no tengo energía pero no puedo ser egoísta. Lo único bueno de estar en cama es que Jin hyung y Nam hyung se quedan conmigo para leerme muchos cuentos..."

-Estaban experimentando contigo...- Observó al menor con cierta tristeza, dada su condición las personas de los altos mandos lo utilizaban para poder mejorar sus genes, sin embargo sabía a la perfección que era una pérdida de tiempo. La dinastía Jeon investigó en secreto a los Omegas de su tipo en la antigüedad y trasferir su sangre solo significaba una muerte segura para el receptor. Probablemente los Kim pronto descubrieron ese detalle de la peor forma posible.

"Papá me atrapó revisando sus cosas, él siempre se niega a decirme algo sobre mi mamá y pensé que quizá encontraría algo en su habitación pero no había nada.
Creí que iba a castigarme pero en lugar de eso golpeó a Jin hyung por no saber controlarme. Nunca más haré algo así, no quiero que siga lastimando a Jin hyung por mi culpa.."

Jungkook suspiró pesadamente para hacer una pausa y decidió entonces avanzar algunas páginas así como también algunos años en los relatos y curiosamente Taehyung ya no utilizaba el término "papá" como antes lo hacía con frecuencia.

"Aprovecharé que el rey está enfermo para visitar la tribu del norte. Nam hyung me dijo que una vez escuchó a ese hombre mencionar algo respecto a mi madre y el poblado..."

"No sé si hice lo correcto en venir,  quería saber la verdad pero... ahora que la sé no puedo lidiar con ella. Siento asco de mí mismo por llevar la sangre de ese hombre, de ese despiadado ser que secuestró a mamá del poblado..."

"¿Omega sagrado? ¿Descendiente de La Diosa de la Luna? Mi sola existencia fue un pecado, un nacimiento que le costó la vida a una inocente.
Mi muerte siquiera sería suficiente para enmendarlo, es por eso que trabajaré hasta el fin de mis días para compensar a nuestra Diosa, a las personas de mi nación y a mí mismo..."

Jungkook ya no fue capaz de continuar leyendo esas páginas, en cada palabra sentía reflejado el dolor de su Omega como si fuera propio, comprendiendo ahora un poco más del por qué anteponía la felicidad de los otros a la suya. Y a pesar de todo... Taehyung aun era capaz de sonreír, no había palabras suficientes para describir la fortaleza de su alma.

Después de hacer una breve pausa y cuando logró tranquilizarse avanzó un poco más en el diario repitiéndose a sí mismo era lo último que leería por esa noche.

"El rey nos obligó a Jin hyung y a mí a participar por primera vez de una de sus reuniones, nunca imaginamos que se trataba de una subasta.
Alfas, Omegas y Betas, machos y hembras eran vendidos al mejor postor. Los exhibían de pies a cabeza para dar cuenta de su pureza y estoy seguro de que utilizaban algún tipo de hierba alucinógena en ellos, tenían la mirada perdida y siquiera eran capaces de ponerse de pie correctamente..."

"Ese hombre nos dijo que debíamos sentirnos afortunados, que de no ser sus hijos tendríamos el mismo destino que el resto y principalmente por ser Omegas quienes se vendían a un precio mucho mayor que el resto. Yo no me sentía afortunado en absoluto y de haber podido hubiera cambiado de lugar con cualquiera de ellos si es que así podía salvarlos..."

"Ni hyung ni yo pudimos hacer nada al respecto, tan solo observar a los nobles corruptos quienes permanecían sentados cómodamente en sus sillas mientras bebían y reían como si de una celebración se tratara..."

"Aunque sentía deseos de llorar no lo hice sino hasta que regresamos al palacio, porque de haberlo hecho en ese momento le habría dado el gusto a ese despreciable ser..."

-Yo también lo soy... Taehyung...- Susurró denotando cierta melancolía en tanto le sonreía al Omega...

Desde muy pequeños tanto él como Hoseok habían participado de esas mismas subastas. Sus padres les habían inculcado que aquellas reuniones eran una muestra de poder y una costumbre entre los nobles por lo que nunca había sentido el menor remordimiento por ello. Llegó un punto en el que ni Yoongi ni Hoseok pudieron soportar más de todo eso y decidieron apartarse pero por su parte nunca lo hizo.

A pesar de no hacer compras en esas subastas él estaba tan acostumbrado a ese ambiente que siquiera el aroma de un Omega en celo le afectaba. Por ese motivo grande fue su sorpresa al descubrirse a sí mismo desesperado por uno, por Taehyung el día del festival. Él era el único que podía hacer que su lobo se alterara de esa forma, el único que podía provocarle sentir el deseo de expresar palabras de amor pero... ¿Qué pasaría cuando descubriera su verdadero ser? No era muy diferente de esos nobles mencionados en el diario y quizá fuera incluso peor que ellos porque se había ocupado personalmente de entregar el control de poblados completos a su padre y por ende de proveer a las subastas. No tomaba a nadie por la fuerza ya que eso resultaba poco interesante, sus métodos se basaban en doblegar la voluntad de las personas y hacer que ellos mismos se entregaran por cuenta propia, haciéndolos creer que incluso merecían lo que les ocurría. Definitivamente era mucho peor que cualquiera de ellos.

Finalmente había tenido suficiente de ese diario y por tanto lo cerró para dejarlo exactamente en donde lo encontró. En un primer momento pensó en regresar al lado de su Omega, pero de alguna forma no tuvo el valor para hacerlo y en cambió se dirigió al balcón. Una vez allí respiró profundamente y cerró los ojos para percibir la suave brisa en su rostro antes de elevar su mirada hacia el firmamento nocturno, precisamente a la luna que estaba en su máximo esplendor.

-Aun no creo del todo en tu existencia así que... ¿Podrías demostrármelo? Si es que alguien como yo merece el amor de Taehyung... eso solo puede ser la voluntad de una Diosa y honestamente... quiero creer que es cierto, quiero creer que puedo estar a su lado. No necesito nada más. . .



(En este capítulo profundizamos un poco más de lo que fue la vida de Tae y Jk antes de conocerse, fue bastante intenso creo hasta para mí. Espero les haya gustado)

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