Existió una época en la que las cuatro grandes dinastías estuvieron enfrentadas entre sí, soberanos sedientos de poder que organizaban incontables guerras con la excusa de expandir sus territorios pero todo eso era parte del pasado. Todo en la vida debe cumplir su ciclo y los antiguos reyes ya no tenían el poder que solían, ahora debían dar paso a la próxima generación, a sus hijos.

Las dinastías Kim y Park, tras la muerte de sus soberanos, ahora eran gobernadas por dos jóvenes cuyas intenciones eran buscar la paz entre los reinos mientras que las dos dinastías restantes se estaban preparando para realizar nuevas coronaciones.
Kim Namjoon, Park Seojoon, Jeon Hoseok y Min Yoongi conformaron una asamblea entre las cuatro grandes naciones para firmar un acuerdo de paz, comprometiéndose así a compartir las riquezas de los reinos en lugar de pelear por ellas.

Durante horas, los cuatro jóvenes intercambiaron opiniones y discursos sobre las condiciones del tratado de paz, llegando así a la conclusión de que la alianza se reforzaría si sus pueblos se unían con una boda de linaje real y por tanto ahora intentaban decidir quienes llevarían a cabo esta unión.

-Todos aquí sabemos que los Jeon son los principales enemigos de los Kim así que deben ser ellos- Comentó Min Yoongi para el resto de los presentes.

-Yo ya estoy comprometido pero mi hermano menor Jungkook es un buen partido.

-Hoseok... no quiero parecer insolente pero tu hermano no es precisamente un buen partido y no estoy seguro de querer comprometerlo con ninguno de mis hermanos- Namjoon no podía esconder su preocupación.

-Ahh Jungkookie se ha hecho una mala fama pero en realidad es una persona bastante sensible una vez que lo conoces. Su único problema es ser leal a mi padre pero si lo mantenemos alejado de él es un chico inofensivo.

-Bien, confiaré en tu palabra. Jungkook vendrá a nuestro reino.

-¿Y quién será el afortunado? Creo que Jungkookie haría buena pareja con tu hermano mayor.

-No, Jin no está disponible.

-Ahh por favor, lo vi un par de veces y es un Omega muy hermoso. Además sabe de protocolo y etiqueta, sería la pareja perfecta para el rebelde de mi hermanito, quizá logre apaciguarlo.

-Entiendo tu punto pero de todas formas Jin no está disponible, lo único que puedo ofrecerte es mi hermana Jisoo.

-Decías que mi Jungkookie no es buen partido pero tu hermanita tampoco lo es.

-Precisamente, mi hermana necesita un Alfa que la mantenga en línea. Necesita disciplina, siempre fue la favorita de mi padre y por ende carece de muchas virtudes que Jungkook podría reforzar.

-Bien, supongo que es lo mejor que tienes para ofrecerme pero Park y Min no pueden escapar de esto tampoco.

-¿Eh? No, yo no estoy enemistado con nadie y no tengo pensado comprometerme- Yoongi mostraba su disconformidad puesto que era el único príncipe de su dinastía.

-Sí pero tu clan es aliado de los Jeon así como el mío de los Kim. No digo que me emocione una boda pero si las otras dinastías harán un sacrificio es nuestro deber hacerlo también- Park Seojoon finalmente intervino.

-¿Nuestro deber? Maldición- Yoongi se sentía acorralado puesto que él principalmente estaba interesado en firmar el acuerdo de paz.

-Te aseguro que te llevarás bien con mi hermana Rose.

-¿Roseanne? No me gustan las mujeres Alfa.

-No sé cómo puedes rechazar a mi hermana siendo que tu madre era un Alfa también.

-Tú lo dijiste, mi madre y ese era un gusto de mi padre pero a mí no me gustan.

-Esto no se trata de gustos ¿Comprendes? Se trata de que nuestros reinos se unan y acabar con toda esta masacre.

-Para ustedes tres es sencillo porque comprometen a sus hermanos. Yo soy heredero a la corona y por tanto quien se case conmigo accederá al trono a diferencia del resto así que creo que tengo el derecho de al menos escoger a mi pareja. Comprenderás que no puedo permitir que cualquiera acceda al trono.

-Rose no es una cualquiera, a pesar de ser un Alfa es muy hermosa y delicada.

-La he visto, sé eso pero no me convence, tampoco me convence tu pequeño hermano, no me gustan los hombres pero él al menos es un Omega. Supongo que una vez que entre en celo pasaré por alto que no sea hembra.

-Jimin tiene 18 años y aun no ha tenido su primer celo, es pequeño.

-No lo será para siempre y créeme cuando te digo que no tengo la más mínima intención de tocar a un hombre por lo que puedes estar tranquilo de que no le haré nada hasta que tenga su primer celo.

-Si no cumples tu palabra y le haces daño a mi hermanito juro que te mataré con mis propias manos.

-Tienes mi palabra, Jimin vendrá a mi palacio y será tratado igual que en el tuyo, podrá continuar con sus estudios incluso.

-Asunto arreglado entre ustedes- Hoseok hizo sonar sus palmas.
-Pero ahora siento que me están viendo la cara, si Jimin puede ser comprometido con 18 años podríamos aplicar las mismas condiciones con Taehyung y entregárselo a Jungkook.

-El problema de Taehyung no es la edad, él es considerado una deidad en nuestro pueblo.

-Lo sé y por eso lo quiero para mi hermano.

-Como consejo te digo que es una mala idea a menos que quieras que Jungkook sea asesinado por ese Omega- Yoongi rió sarcástico ante la ignorancia Hoseok.

-¿Eh?- Miró hacia el soberano de la dinastía Kim para esperar una explicación de su parte.

-Taehyung es un Omega Sagrado, porta los genes de la Diosa de la Luna. Matará a tu hermano antes de que pueda profanar su pureza- Namjoon usualmente ocultaba detalles respecto a su hermano menor pero en una situación así se veía obligado a mencionar algo por mínimo que fuera.
-Tan solo acepta a Jisoo por favor y terminemos con todo este asunto, ya me duele la cabeza.

El resto de los allí presentes asintieron, luego de eso finalmente estuvieron listos para firmar el acuerdo que traería esperanza a sus pueblos, un mañana más brillante. . .

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[Palacio Kim]

Después de dos días Namjoon finalmente regresó a su hogar en donde fue recibido por dos de sus hermanos quienes prácticamente se abalanzaron sobre él, era una costumbre para ellos comportarse de ese modo cariñoso y ciertamente eran esos pequeños momentos los que llenaban su vida de alegría.

-¿Y? Dinos todo ¿Firmaron el acuerdo?- Taehyung observaba al Alfa con ojos de cachorro pues estaba impaciente por saber si aquella reunión había dado sus frutos.

-Sí, es un hecho- Solo bastó que dijera eso para que sus hermanos lo abrazaran aun más fuerte al punto de ser sofocante, para cuando quiso notarlo ambos lo estaban levantando en brazos, tirándolo una y otra vez al aire como si celebraran una victoria.
-Ya, ya, me van a golpear, tienen mucha energía hoy.

-Es que estamos felices Namjoon- Agregó Jin finalmente bajando al Alfa y dándole algo de distancia.
-Después de tanto tiempo esto parece ser un sueño.

-Jin hyung tiene razón, es la mejor noticia que hemos tenido en años.

-Sobre todo ahora que no podremos tomar más territorios- Kim Jisoo comentó aquello con un semblante frío mientras se incorporaba a la sala real.

-Nuestro padre ya está muerto y ahora soy yo quien está a cargo te guste o no- Namjoon generalmente era la persona más amable del mundo con sus hermanos pero Jisoo... era un caso particular al cual ya le había perdido la paciencia.

-Lo que Namjoon intenta decir es que no tiene sentido seguir con la idea de nuestro padre cuando ya no está aquí- Jin ciertamente era el diplomático, quien sabía qué hacer o qué decir para apaciguar a todos.

-Nuestro reino es muy próspero, no necesitamos más tierras. Siempre y cuando las personas sean felices nada más importa. Además... ya no quiero ver como nuestros campos de flores perecen con la guerra, como los animales sufren cuando incendian sus nidos, todos merecemos ser felices- Taehyung sentía deseos de llorar con tan solo traer a su mente esas imágenes.

-Y ahí estás otra vez con tus discursos de amor ¿No te cansas? A lo largo de la historia las naciones se formaron en base al poder... ¿De dónde crees que salieron esos brazaletes de oro con que adornas tu brazo? Nuestra tierra es rica en minerales pero primero nuestros antepasados tuvieron que apropiarse de ella.

-¡Jisoo, silencio!- Inconscientemente Namjoon elevó su tono utilizando su voz de mando de Alfa. La Omega solo permaneció estática y observando al suelo.
-Escúchame con atención... y también ustedes dos- Suavizó su tono de voz al mirar a sus dos hermanos.
-Cuando firmamos el tratado de paz establecimos muchas pautas y una de ellas es unir nuestros pueblos con matrimonios. En los próximos días vamos a recibir aquí al príncipe menor de los Jeon, permanecerá con nosotros y aprenderá nuestras tradiciones para ser parte de nuestro pueblo.

-¿Y yo soy la estúpida que se casará con él cierto?- Rió de forma sarcástica.
-Después de todo el culo de Taehyung debe mantenerse virgen y Jin es tu puta personal.

-Cómo diablos te atreves a...- Namjoon ya no soportaba escucharla, sus palabras eran incluso peores que el veneno de una serpiente. Por primera vez en su vida iba a golpear a uno de sus hermanos pero Jin lo detuvo a tiempo, le sujetó el brazo e hizo un gesto de negación con su cabeza e incluso Taehyung lo abrazó por la espalda segundos después por lo que finalmente suspiró y se tranquilizó.
-Ya veremos si puedes hablarle de esta forma a tu prometido, en verdad creo que es el pretendiente perfecto para ti y adivina... no voy a defenderte si él decide ponerte en tu lugar- Dicho eso se retiró de la sala hacia la zona de las habitaciones seguido por su hermano mayor.

-Jisoo...- Con paso lento Taehyung se acercó a su hermana y colocó una mano en su hombro.
-No estoy en tu lugar pero quizá estaría molesto si fuera tú. Arreglaron una boda sin tu consentimiento pero es por el bien de nuestro pueblo. Créeme que si yo pudiera tomar tu lugar lo haría con tal de evitar tu sufrimiento.

-¿Sabes lo que más me molesta de ti?

-No...

-Que siempre eres comprensivo y amable con todo el mundo, deja de ser así de una maldita vez.

-Creo que... eso es mejor que intentar lastimar a otros- No tenía nada más que hablar con ella y por ende se retiró al igual que sus hermanos hacia el corredor de las habitaciones.

Dado que su habitación se encontraba al final del corredor primero tenía que pasar por el resto y al llegar a la puerta de Namjoon escuchó un fuerte llanto que provenía de allí. No era su costumbre escuchar detrás de las puertas pero simplemente no podía ignorar el dolor de Jin.

-No me gusta verte así, por favor...

-Ella tiene razón, si la gente del pueblo supiera de esto.... es lo que pensaría, que no soy más que un vulgar Omega que se acuesta con su hermano.

-Nosotros sabemos que no es así.

-Namjoon... ¿Podrías abrazarme? Por favor... no me sueltes...

-No lo haré, nunca lo haré...

Finalmente Taehyung se apartó de la puerta y fue hasta su habitación en donde se dejó caer sobre la cama, mirando hacia arriba las finas telas de seda que recubrían la parte superior, trayendo recuerdos a su mente de tres años atrás que preferiría olvidar pero que a menudo regresaban. . .

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En ese entonces tan solo tenía 15 años y se encontraba en su habitación mientras Namjoon le leía una leyenda sobre un Alfa y un Omega destinados cuyas almas volvían a encontrarse a través de los siglos, en diferentes dimensiones, tiempos u espacios. Sin importar lo que ocurriera ellos volvían a reunirse y aunque no poseían recuerdos uno del otro, podían reconocerse con tan solo cruzar sus miradas.
Según cuenta la leyenda, incluso al encontrarse en el futuro serían capaces de ver una eternidad reflejada en los ojos del otro, haciendo que sus corazones se unieran nuevamente. . .

-Nam hyung ¿Piensas que esa leyenda puede ser cierta?

-No realmente pero a ti te gusta que te lea esta clase de cosas.

-Pero muchas leyendas de nuestro pueblo son ciertas, además existen Alfas y Omegas destinados, es un hecho.

-Yo no los llamaría "destinados", a mi parecer es una fuerte atracción.

-Y entonces... ¿Qué es lo que causa esa fuerte atracción inexplicable hacia una persona que siquiera conoces?

-Quizá en nuestra mente hay ciertos estereotipos que nos gustan y cuando los vemos reaccionamos a eso.

-Hum... supongo que investigaré más acerca de esta leyenda en mi próxima visita al pue...

Y fue entonces que se escucharon unos fuertes gritos provenientes del corredor, precisamente de la habitación de su hermano mayor y desde luego que sabían el motivo, su padre iba a golpearlo nuevamente. Miró rápidamente a Namjoon, rogándole que salve a Jin de los castigos físicos del rey quien por alguna razón siempre que tenía algún problema se desquitaba con la misma persona. Jisoo era su consentida, Namjoon era un Alfa y él era un Omega Sagrado según todos decían, suponía que jamás se atrevió a golpearlo por miedo a que la corte o el pueblo se enteraran de ello.

-Padre... por favor se lo suplico- El llanto de Jin era ahora más audible.

-¡No me llames padre! Tú no eres más que una maldita escoria. Puede que seas un Omega pero sigues siendo un híbrido entre un Beta y una sucia Omega arrastrada.

Taehyung y Namjoon se miraron sorprendidos al escuchar eso, su padre decía que Jin era hijo de un Beta lo cual solo podía significar que su hermano mayor no poseía linaje real.

-No hable así de mi madre, no cuando... usted la mató.

-¿Y tienes el atrevimiento de hablarme de esa forma? Recibió lo que merecería, la esposa de un rey que lo engaña y se preña de un sirviente, de un Beta.

-Si tanto me odia debió matarme también.

-Todo el pueblo piensa que eres mi primogénito, no puedo permitir humillaciones así que te comportarás como el buen Omega que eres y aceptarás casarte con el primer ministro. Namjoon tomará el trono y ya no habrá más problemas.

-Prefiero morir antes de que ese viejo asqueroso toque mi cuerpo, todo el pueblo sabe que prostituye Omegas.

-Pero tú vas a ser su puta legal ahora que su esposa murió. Además... los sirvientes ya me informaron que estás en tu primer celo y que estás tomando brebajes para calmar tu dolor así que no entiendo por qué te haces el difícil cuando en este momento lo único que quieres es el pene de un Alfa.

-Ya le he dicho que no voy a casarme con él, no lo haré bajo ninguna circunstancia.

-Sabes Seokjin... yo le prometí al primer ministro un Omega pero nunca dije que sería virgen.

-. . . A qué se refiere con . . .

-A diferencia de Taehyung tú no necesitas mantenerte puro así que voy a hacerte un regalo y enseñarte lo que significa ser un Omega.

Lo siguiente que escucharon fue un fuerte golpe como si un mueble se hubiera caído. Más que alarmados, fueron hacia la habitación de Jin.

-¡Suéltame! ¡No me toques!

-¡Padre!- Namjoon gritó haciendo que el rey volteara y descubriera que sus hijos lo estaban observando.

-Deje a Jin hyung, se lo suplico- Taehyung lloraba al ver a su hermano mayor tirado en el suelo boca abajo y a su padre sobre el cuerpo de este intentando tirar de su ropa.

-¡Quietos! Si dan un paso más juro que su querido hermano va a sufrir mucho más- Al decir eso tomó la pequeña daga que siempre llevaba entre su ropa mientras que con la otra mano jaló del cabello de Jin a quien le colocó el filo en el cuello.
-Esto va a servirles de lección antes de que intenten desafiarme. Incluso a ti Taehyung, olvidaré que eres mi hijo y un Omega Superior.

-Padre por favor, entre en razón- Namjoon cerraba los puños con fuerza al observar que el rey desgarraba la ropa de Jin quien solo podía temblar y llorar de miedo.

-Ahora vas a mostrarle a tus hermanos como gritas de placer mientras te lo estoy metiendo- Finalmente logró despojar al Omega de sus prendas, dejándolo desnudo y expuesto ante la mirada del resto.
-¿Ven esto? La muy puta está en celo y toda mojada, ansía ser penetrada- Entreabrió un poco sus prendas para luego frotarse contra el cuerpo debajo suyo.
-Y ahora... el acto principal.

Taehyung cerró sus ojos con fuerza para evitar ver la atrocidad que estaba a punto de cometer su padre sin embargo escuchó el fuerte gruñido de un lobo y el grito del rey. Todo sucedió en una fracción de segundo y para cuando abrió los ojos la habitación estaba cubierta de sangre. Esa fue la primera y última vez que vio la transformación de su hermano Namjoon, un gran lobo con pelaje de color café pero que ahora estaba cubierto por manchas rojas al igual que su boca y sus garras.

Tan solo momentos después Jin abrazó a Namjoon quien recobró su apariencia habitual. A causa de que se había transformado su ropa quedó destrozada y ahora se encontraba desnudo, temblando de rodillas en el suelo y manchado de la sangre de su propio padre cuyo cuerpo yacía sin vida a un lado.

-Qué... qué fue... lo que hi...- El alfa estaba en una especie de shock pero el llanto de Seokjin lo hizo reaccionar.

-Me salvaste, me salvaste de ese ser repugnante que quería abusar de mí. No hiciste nada malo...

-Nam hyung... salvaste a todo el reino también...- Las lágrimas que derramaba no eran por su padre sino por su hermano quien de ahora en más llevaría un cargo de conciencia por el resto de su vida. En ese momento quería abrazar a sus dos hermanos pero su cuerpo se quedaba estático impidiendo que avanzara en las zonas manchadas con sangre. Lo mejor que podía hacer entonces era buscar la ayuda de sus dos oficiales y amigos de la infancia; Minjae y Minho pues necesitaban gente de confianza que movieran el cuerpo de allí y limpiaran la escena.

Lo siguiente que el pueblo supo, fue que su padre había padecido de un virus letal desconocido que le puso fin a su vida en tan solo una semana y que por ese motivo debieron cremar su cuerpo lo antes posible sin siquiera actos funerarios. La muerte del rey a manos de Namjoon era un secreto que tan solo conocían cinco personas que lo guardarían por el resto de sus vidas, siquiera su hermana Jisoo estaba al tanto de ello pues desde el día anterior al accidente ella estaba vacacionando en el palacio Park con su amiga Rose. Para ella su padre siempre había sido un hombre ejemplar, un hombre perfecto que accionaba en consecuencia al poder.

Namjoon asumió el trono pocos días después ya que Jin se había negado, a ellos no les importaba que no fuera realmente su hermano sin embargo él pensaba que no era justo. Suponía que había sido muy difícil para él guardar ese secreto y soportar las humillaciones del anterior Rey, por tanto era comprensible que no quisiera tomar el mando del reino, menos aun cuando ahora tenía la posibilidad de finalmente ser feliz.
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Con esos recuerdos en mente Taehyung no podía conciliar el sueño así que se levantó de la cama y caminó hasta la biblioteca de su habitación. Luego de inspeccionar varios libros y manuscritos que él mismo recopilaba de su pueblo, finalmente encontró la leyenda que su hermano le había leído tres años atrás.

La luna estaba llena y en su máximo esplendor por lo que pensó que sería una buena idea disfrutar de la lectura en el balcón de su habitación para despejar su mente. Luego de sentarse sobre unos de los grandes almohadones que había en el exterior, miró al firmamento una vez más antes de comenzar a leer.

-Me pregunto si... incluso alguien como yo... tiene un Alfa destinado ¿Podrías responderme?- Cuestionó mirando hacia la luna, esperando que quizá su Diosa le de alguna respuesta pues en verdad sabía muy poco sobre sí mismo, siquiera existían demasiadas leyendas ni textos al respecto.
-Supongo que no puedes...- Respondió para sí mismo con una sonrisa.
-Después de todo... mi vida es perfecta justo así, no necesito nada más- A menudo intentaba convencerse de eso ya que a pesar de recibir el amor de muchas personas siempre había sentido que algo en su vida faltaba pero tampoco es como si pudiera quejarse de ello.

Esa noche Kim Taehyung decidió permanecer bajo el cielo nocturno, disfrutando de la suave brisa que movía sus cabellos hasta finalmente quedar dormido... y fue allí que apareció, fue en sus sueños que la tenue imagen de un joven se presentó ante él, un joven al cual no podía distinguirle el rostro pero que reconoció entonces como un Alfa. . .

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