29. Cuidados

Temática: Diferencia de edad.
Relación: Alfa x Omega.


KyungSoo nunca creyó que aquel musical cambiaría su vida...

ChanYeol era ese tipo de alfas que sacrificaría cualquier compromiso o necesidad solo para mantener contento a su esposo, BaekHyun. La ahora pareja de esposos, se habían conocido durante el primer año de la universidad y como sucedía con todas las parejas destinadas, se reconocieron al instante como si estuvieran bajo un hechizo. BaekHyun resultaba ser el mejor amigo de KyungSoo, y desde que se enlazó al alfa de extremada altura y sonrisa radiante, no dejaba de organizarle citas a ciegas con alfas que creía podían ser el destinado de KyungSoo... pero ninguno de ellos lo era.

¡Es más! KyungSoo ni siquiera estaba demasiado interesado en encontrarlo, claro que su amigo ni siquiera lo escucharía, y seguía presentándole encantadores alfas. KyungSoo era un omega con su empresa propia que contaba con 15 empleados a su cargo, tal vez no era demasiado grande, pero se enorgullecía de su trabajo; era atractivo y aparentaba unos diez años menos de lo que en realidad tenía.

Regresando al punto de partida, donde Chanyeol era un alfa complaciente, llegó el día en el que debió cancelar la cita con su querido esposo. La apertura de una nueva temporada del musical Bluest Paradise, el más esperada y codiciado en el año, y cuyas entradas eran difíciles de conseguir, o bueno, eso le había expresado Baekhyun malhumorado cuando llamó a KyungSoo para quejarse de su incumplido esposo.

—Y si digo que no me interesa a ver mujeres y hombres bailando en leotardo —comentó aburrido.

—Te haré ir a esos sitios de citas rápidas.

Esa misma noche, KyungSoo acompañó a su mejor amigo al musical. Sintió algo extraño en su interior, a medida que sus ojos eran cautivados por las piruetas y saltos de los bailarines, su corazón se agitaba y se emocionaba, manteniendo sus labios entreabiertos, mientras sus pies querían dar pequeños brinquitos y su lobo  seguía moviendo la cola de un lado a otro.

—¿Estás bien? Te veo feliz, eso es...inusual —preguntó extrañado durante la primera pausa del musical.

—No ha estado tan mal.

Se encogió de hombros intentando restarle importancia, pero Baekhyun le miraba incrédulo.

—Son omegas. Tal vez sienta un poco de envidia debido a su flexibilidad —agregó.

Su amigo intentó ocultar una risa pero no lo logró.

—¿Sí sabes que el protagonista del musical es un alfa, verdad?

—¿C-cómo? —KyungSoo creía que todos eran omegas, pero y si-.

—¿Te sientes atraído por la estrella del musical?

Las luces volvieron atenuarse y el segundo acto comenzaba frente a sus ojos, los cuales inevitablemente siguieron al protagonista, cuya presencia escénica era bastante fuerte acompañada de un aura intensa que contrarrestaba con movimientos suaves y precisos que hacía su cuerpo al bailar,  contando una historia  a través de su expresión corporal.

Uno de los reflectores proyectando una luz anaranjada, se posó en el centro del escenario, donde el alfa estaba y en seguida empezó a cantar. KyungSoo que lo veía, sintió una emoción combustionando desde su pecho, deseaba correr al escenario y que aquel alfa le abrazara mientras le cantaba dulcemente. Ahogó un jadeo y sus mejillas estaban ruborizadas.

—Creo que encontraste a tu pareja —BaekHyun, a su lado, apretó una de sus manos que colgaba del reposabrazos.

KyungSoo asintió con la vista sobre el alfa.

—Veamos —continuó BaekHyun mirando el folleto con la programación del musical—, ¡lo encontré! Se llama Kim JongIn.

—Kim JongIn —murmuró KyungSoo.

—No sabía que te gustaran jóvenes, de haberlo sabido hubiese buscado a tu alfa en el instituto.

No reparó en lo que decía su amigo, seguía encantado viendo la presentación de aquel alfa. En lo que duró el espectáculo, su mirada siempre estuvo sobre él. Puesto que estaban apartados del escenario, el aroma del actor ni siquiera hubiese sido percibido por el omega, que entristeció ante este hecho.

—Hey, KyungSoo relájate, me estás poniendo ¡ansioso!

Los asistentes abandonaba el lugar, excepto por el par de omegas que parecían clavados en su sillas. KyungSoo estaba nervioso como nunca antes, sus piernas temblaban, y en sus feromonas se percibía las emociones que se arremolinaban en su interior; además sentía un nudo en su estómago.

—Llamaré a ChanYeol —comentó preocupado con el celular en la oreja.

—Tengo que ir- —KyungSoo se puso de pie caminando hacia el escenario.

Estaba empecinado en conocer aquel alfa que lo había dejado en tan mal estado, intentó ingresar a los vestidores pero fue detenido por dos alfas de aspecto intimidante que no se lo permitieron. Estando tan cerca, pudo percibir levemente un aroma refrescante como la mente y dulce como el chocolate, su lobo se inquietó de inmediato.  


Dos semanas pasaron y finalmente fue ChanYeol quien consiguió una entrada para el musical, BaekHyun no mentía cuando le dijo que era bastante popular. KyungSoo por primera vez le agradeció al esposo de su amigo sin burlas, ni comentarios sarcásticos de por medio, genuino agradecimiento.

Por recomendación de su amigo,  compró un bouquet de rosas rosadas y había impregnado su aroma sobre ellas, las cuales fueron recibidas por el staff del musical, con la esperanza de llevarlas al camerino de la estrella principal; también había deslizado una tarjeta con su nombre. Si eran destinados, JongIn debía percibirlo con su aroma, o eso esperaba.


KyungSoo sentía una extraña sensación en la boca de su estómago, su piel ardía; prácticamente se sentía enfermo. Se encontraba apoyado sobre una de las paredes de ladrillo al lado de la puerta de emergencia del teatro. El musical había terminado un par de minutos atrás, así que decidió salir, y si ese alfa resultaba ser su-.

—¿KyungSoo? —alguien lo llamó.

Rápidamente fue sacudido por ese aroma que hacía feliz a su lobo. Miró a su lado, y allí estaba el alfa, la estrella del musical, con las rosas en sus manos y una expresión de asombro.

El omega apenas pudo asentir con la cabeza, sus piernas estaban temblando y creería que había perdido todo color en su rostro. Se sintió como en esos dramas cuando todo pasaba en cámara lenta, el alfa se acercó, mostrándole una bella sonrisa hasta quedar frente a él.

—Eres tú —dijo suavemente tomando una gran bocanada de aire a su alrededor—. KyungSoo —murmuró bajo, acercándose más.

Su corazón latía aceleradamente, su boca se sentía sedienta, podía sentir los pequeños ojos del alfa sobre sus labios.

—Mío —murmuró JongIn acercando sus labios para robarle un corto beso al adorable omega.

Miel, el sabor del omega tenían un sabor tan acogedor, JongIn se sintió dichoso explorando con su lengua la boca del más bajito, su aroma era especial, estaba hecho para él. El alfa lo había sentido durante el show y por eso se sentía inquieto sin saber a quién le pertenecía, era una fragancia que él ya había percibido semanas atrás, aquella vez se sintió terrible al no encontrar aquella persona y hoy, tras finalizar el musical, en su camerino fue recibido por esa mismo aroma proveniente de un par de rosas que fueron dejadas allí.

JongIn lo supo de inmediato, se trataba de su pareja destinada.




Cuando JongIn, un estudiante prodigio de último año de Artes Escénicas, conoció a KyungSoo, se imaginó que el omega de ojos grandes y contextura pequeña, tendría una personalidad que encajaría con su apariencia, es decir, que fuera suave, tierno y dulce; en su lugar, había dado con un omega, testarudo malhumorado y difícil de complacer. Tal vez era por la brecha de edad, el alfa apenas cumpliría 20 años y KyungSoo tenía 32 años; que no eran compatibles, sus intereses distaban y cortejar al de mayor edad resultó en una tarea compleja, ya que ni los ositos de peluche, ni ese reloj con diseños de pingüinos, le habían gustado. 

Llevarle rosas al trabajo parecía buena idea, hasta que JongIn fue a visitarlo en esa misma mañana y le compró el desayunó, pudo notar la molestia en sus ojos cuando lo vio entrando a su oficina, y eso había herido su corazón, su lobo bajó la colita y se sentó. La expresión amarga del omega solo se había suavizado un poco cuando tomó el pequeño rostro de KyungSoo y lo besó con fuerza haciendo que su espalda chocara contra la pared... solo cuando compartían momentos íntimos, el omega actuaba como uno.


—Te he dicho que no comas en el sofá —KyungSoo entró a su casa y lo primero que vio fue a JongIn comiendo frituras— para eso tengo un comedor, JongIn —agregó evidentemente molesto.

No hacía mucho que JongIn pasaba la mayor parte de su tiempo libre en casa del omega. Todo era bastante reciente para ellos, KyungSoo fue siempre solitario y no había tenido la oportunidad de convivir con alguien más, excepto por ese periodo de 82 días en el que Baekhyun y Chanyeol tuvieron una fuerte pelea y su amigo vivió con él, todo un desastre. Fuera de esa oportunidad, no había estado con alguien más, por lo que a veces, a le tomaba de sorpresa ver a alguien más en su hogar.

—Hola Soo —saludó al malhumorado omega.

—Hola JongIn —indicó, manteniendo el entrecejo fruncido.

El alfa suspiró cuando su pareja entró a su habitación sin saludarlo  debidamente. El omega también era un obsesionado por la limpieza, a veces parecía estar viendo a su madre a través de KyungSoo. JongIn entendía que el omega era bastante maduro e independiente, y que él apenas estaba en la flor de su juventud, pero no había manera que su compañero le tratara como un niñito.

El omega pasó por su lado, vistiendo un pantalón cortó y una camisa blanca sin mangas. Se veía demasiado atractivo, su figura era fenomenal y hacía que JongIn se sintiera caliente.

—Te he dicho que la ropa delicada y los jeanes no se lavan juntos —exclamó desde el área de lavado.

JongIn cabizbajo, limpió las migajas que habían caído en el sofá y recogió las que estaban en el suelo, antes que KyungSoo lo notara y soltara otra retahíla de regaños. Se puso de pie y se acercó al mayor, que ahora estaba en la cocina. Con todo y los puntos malos de su personalidad, el omega  era bastante apuesto y JongIn vivía enamorado de él.

El alfa besó su frente para que relajara su expresión.

—Perdón, bebé —manifestó con un puchero—. Tendré más cuidado.

Eso pareció derretir al omega cuyas mejillas se colorearon y le esquivaba su mirada,

—Es-tá bien. —A KyungSoo se le escuchaba nervioso—, pero no lo vuelvas a hacer.

JongIn besó sus mullidas mejillas y lo abrazó fuertemente.

—Te quiero mucho, Soo.

—Yo también —dijo secamente.

Lo que provocó que JongIn le empezara hacer cosquillas, el omega rio, una encantadora risa que bendijo sus oídos.

Casi una hora después, luego que KyungSoo le mandara a barrer y trapear, JongIn regresó a la cocina donde el omega cocinaba para los dos.

—¿Qué hay en esa bolsa? —preguntó JongIn curioso.

—Oh, no es nada —contestó sin apartar la mirada de lo que revolvía en la olla—. Son unos energizantes y vitaminas para ti, tienes que cuidarte, entre tus clases y musical no quiero que enfermes.

La sensación de algo bonito empezó a crecer en el pecho de JongIn. El omega sí tenía corazón y se preocupaba por él. Abrazó la cintura de KyungSoo y apoyó su mentón sobre su hombro.

—¿Cómo dices que no es nada? — preguntó conmovido con el gesto.

—Ya... JongIn ¿puedes preparar la mesa?

—Eres el mejor —dijo tomando entre sus manos uno de sus nalgas para después soltarla con una palmadita.

KyungSoo jadeó en respuesta con sus mejillas arreboladas.




—¿Así  que aún no...? —preguntó BaekHyun  con una mirada traviesa dirigida  a su amigo.

—Sí —respondió KyungSoo seriamente—. Ya lo hemos hecho.

—¡Por supuesto que sí! Son pareja destinada  y JongIn ¡ya es legal!

KyungSoo rodó los ojos ante el comentario.

—No, no me refería a eso —agregó— lo decía por la ausencia de una marca  de mordida en tu cuello.

—Oh. —El omega se avergonzó de repente—. JongIn está ahora ocupado con el musical y sus clases, hemos decidido... ya sabes, esperar.

—El musical termina este viernes —indicó BaekHyun.

—Lo sé —dijo tensionado. No había dejado de pensar  en ello.

Lo que no había querido mencionarle a su amigo en esa salida, era que JongIn entraría en celo la siguiente semana y las cosas, podrían descontrolarse un poco. De solo pensar en ello, sintió un cosquilleo en la parte baja de su vientre, inconscientemente había mordido su labio inferior y el calor se hizo notorio en sus mejillas.

Intentó controlarse ante la mirada curiosa  de su amigo, sus feromonas lo estaban alertando.

—Mejor hablemos de otra cosa —intervino su amigo.



JongIn vio cuando el telón del escenario bajaba, tras bambalinas, todos aplaudían  y se felicitaban por un cierre exitoso del musical. Su sonrisa solo se agrandó cuando al llegar a su camerino, luego de agradecer a sus compañeros de reparto, encontró a KuyungSoo quien lo esperaba radiante  con un ramo de rosas rosadas en sus manos, justo como la primera vez.

—Felici-.

Ni siquiera le dejó terminar, el menor lo besó apasionadamente, tomándolo de su cintura mientas los brazos del omega se enrollaban sobre su cuello. Su aroma iba intensificándose, tenía muy presente lo que venía a continuación, y no podía esperar para llegar a casa y hacer suyo a su pareja. Su lobo estaba más que entusiasta con la idea, lo había querido hacer desde la primera vez que lo vio.

Sus labios se separaron con un chasquido, los ojos de KyungSoo se mantenían cerrados y en sus labios había un sonrisa dibujada. JongIn no pudo resistirse, era adorable, y entre risas, fue dejando pequeños besos en todo el rostro del omega.

—Me muero por llegar a casa —indicó con la promesa de lo que pasaría.


El mayor empezaba a sentirse nervioso una vez llegaron a casa.

—Hey Soo —JongIn le sonrió con afecto, dejando un beso en sus manos entrelazadas—. Te amo.

El alfa besó su frente y se prometió protegerlo y ser el alfa que su omega necesitaba.

KyungSoo estaba llorando, no había esperado esa confesión.

—No era para que lloraras, mi amor —dijo con un gesto cariñoso.

—Yo te amo, JongIn —dijo con voz trémula  debido a sus emociones a flor de piel.

El alfa besó dulcemente a KyungSoo, había encontrado a su pareja, o su omega lo había encontrado a él, y era simplemente afortunado.

Besó la piel de su amado,  deleitándose entre la suavidad  y su dulzura; la sensación cálida empezó a llenar  su cuerpo, pero JongIn se tomó su tiempo para desnudarlo y ver la obra de arte que era KyungSoo rodeado entre las sábanas blancas y con una capa de sudor marcaba su piel levemente rosácea.

Le dio atención a sus pezones, KyungSoo  gemía su nombre en la punta de la lengua, los saboreó y chupó haciendo retorcer del placer al omega bajo él. Las yemas de sus dedos tocaban sus muslos, y se movieron  a su trasero directamente en su entrada, la cual parecía lista para él.

Volvió a besar sus tentadores labios, apoderándose de su boca de  manera demandante, succionado su lengua  para luego morder su regordete labio inferior, provocando que el mayor gimiera con mayor intensidad.

Su polla  se ubicó sobre su entrada, ahogaron un respiro cuando el falo se introdujo en el interior de KyungSoo, quien lo recibió gustoso. El omega mantenía los ojos cerrados y entre jadeos le pidió que empezara. JongIn empezó  con estocadas que fueron subiendo de velocidad  y fuerza.  En cada embestida, KyungSoo le pedía por más, y el interior del omega lo recibía gustoso.

En el momento más intenso de la noche,  JongIn besó su cuello, deleitándose con sus aromas mezclados. Con la aprobación de su compañero, el menor dejó un casto beso, antes de morder su cuello.

KyungSoo  jadeó, sabía que podía ser doloroso, pero ante todo momento, había intentado  ser cuidadoso. Besó el área afectada pidiendo perdón en su mente si le había hecho daño.

—Estoy bien, bebé... —dijo el omega cuando sus miradas se encontraron—. No me hiciste daño.

—Te amo —JongIn se sentía aliviado y besó sus labios sellando con este acto sus palabras.

—Te amo, JongIn. Me haces feliz.

El alfa siguió su carrera en el interior de KyungSoo con fuerza renovada, no tardó demasiado en depositar su semen dentro de su omega, quién también había llegado  a su liberación.

—Tú también me haces feliz.

Expresó radiante, una vez su respiración  se calmó, llegando a un estado de relajación  total, con el omega entre sus brazos  y la marca adornando su cuello.

JongIn se encargó de darle mimos  a su omega, besos cortos en su rostros y caricias en su cabello mientras murmuraba palabras cargadas  de miel y que hacían sonreír al mayor . Se dio cuenta que  pronto se quedaría dormido y no podía hacerlo aún.

—No te duermas, cariño. —JongIn besó el puente de la nariz.

KyungSoo murmuró algo entredormido, convirtiendo sus labios en un mohín. El alfa no se cansaba de besar  a su omega.

Por mucho que le hubiese gustado quedarse allí con su pareja, debían bañarse antes de dormir y descansar por un rato.

JongIn se puso de pie y cargó  a KyungSoo hasta el baño, abrió la llave y esperó unos segundos para que el agua  estuviera tibia, y así introducirse dentro del agua con su pareja que no lo soltaba.  El alfa se encargó de bañar al omega, pasando la esponja de baño por su cuerpo y teniendo precaución en su cuello sobre la mordida.  No sabía que KyungSoo podía verse más adorable bañado completamente en  espuma. 

Desde que se conocieron, se había sentido protegido por el omega, quien lo cuidaba amorosamente con pequeñas acciones que nadie nunca había tenido con él. Ahora podía devolver parte de sus cuidados y le complacía hacerlo.

Una vez que su cuerpo estaba seco, lo visitó con una sudadera suya, KyungSoo más despierto ahora, le agradecía los gestos que tenía con él, pero no tenía que hacerlo.

Cuando se acomodaron en la cama con sus piernas enredadas y la cabeza del mayor reposando sobre su pecho, empezaron hablar de los lugares que podrían visitar en un futuro cercano.  JongIn le comentó sobre un plan turístico, y se quedó esperando su opinión pero esta nunca llegó, KyungSoo se había quedado dormido, al percatarse de esto, no tuvo otra  opción que apagar la lampara y acercar el cuerpo del omega al suyo y dormir plenamente.

Se sentía como el alfa más  afortunado con KyungSoo entre sus brazos.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top