Prólogo: Marc y Steven no saben de Jake, ni mucho menos que tiene una vida secreta contigo.

AnyaAgatsuma

Jake hacía un muy buen trabajo manteniéndose oculto de Steven y Marc, incluso había logrado tener una vida apartada de la de ellos que mantenía en secreto.

Y con tener una vida se refería a ti.

Los dos se conocieron gracias a que ambos trabajaban de alguna forma en lo mismo, tu no eras avatar de ningún dios, pero realizabas ciertos trabajos no muy legales.

Al principio si bien las cosas eran solo coqueteo de vez en cuando las veces que se veían, con el tiempo se empezaron a encariñar con el otro y esperaban por esos momentos donde se pudieran ver, y finalmente fuiste tu quien le pidió una cita al latino lo cual le dejó totalmente embobado contigo.

Ya llevaban más de un año juntos, Steven y Marc con su vida, y Jake y tu en la suya propia lejos de ellos... más o menos.

Hace unas semanas Jake te había pedido si podías vigilar a los otros dos, ver cómo eran sus vidas, qué tal les iba, lo que hacían, etc. Y eso es lo que hiciste.

Primero te acercaste a Steven en el museo donde trabajaba como vendedor en la tienda y no fue tan difícil hacerse amigos. Sabías que Marc los observaba sin embargo esperaste hasta que Steven te confesó de él y más tarde se conocieron.

Habían pasado más de cinco semanas desde la última vez que viste a Jake. Steven te había comentado de que sospechaban de otra identidad, por lo que el latino debía ser mucho más cuidadoso de cuando tomaba el control para que no le descubrieran.

Esa tarde habías recibido un mensaje del teléfono de Jake que mantenían oculto de los otros dos diciéndote que te iría a recoger en la noche para salir un rato.

En ese momento Jake había aparcado su taxi fuera de tu edificio y se bajó para fumar un cigarro mientras que esperaba a que bajaras cuando te envió el mensaje de que ya había llegado.

Cuando te vio, una gran sonrisa se formó en su rostro y tiró el cigarro al suelo para pisarlo antes de alcanzarte a mitad de camino donde te abrazó y te dio un par de vueltas en el aire.

–Verga dama no se imagina cuanto la extrañé.–Dijo antes de besarte con fuerza dejando una mano en tu nuca para profundizar en el beso, y su otro brazo lo mantenía alrededor de tu cintura para pegarte aún más.

Sonreíste contra sus labios y envolviste tus brazos alrededor de su cuello besándole de vuelta con la misma intensidad, dejando que su lengua explorara tu boca a su gusto.

Cuando se quedaron sin aire, ambos se alejaron quedando a tan solo unos pocos centímetros del otro pero sin dejar de sonreír.

–Yo también te extrañé... osea vi a Steve ayer temprano, pero no es lo mismo... es el mismo cuerpo pero aún así te extrañaba.–Le dijiste sin dejar de sonreír antes de volver a besarlo.

–Me alegra que haya podido hacerse su amiga dama, gracias por eso.–Te dijo sin borrar la sonrisa de su rostro, manteniendo ambos brazos alrededor tuyo.

–Aún no entiendo para qué me pediste eso, ¿qué acaso no puedes estar co-consciente cuando uno de los dos tome el control?–Le preguntaste acariciando sus mejillas con ternura.

–Se están empezando a dar cuenta y no quiero que sepan todavía... pero le prometo que les voy a decir, y de uste' también. Se lo prometo, mi vida.–Te dijo llevando tu mano a su corazón.

–Van a estar molestos, van a pensar que me acerqué a ellos solo por ti... y a fin de cuentas es cierto...–Le dijiste viéndole algo preocupada.–Los dos son buenas personas y no me gustaría perderlos tampoco. Menos a ti.

–¿Dama qué dice? Uste' nunca jamás me va a perder, no con el amarre que le hice.–Te dijo guiñándote un ojo y haciéndote reír, dejando un beso en tu mejilla.–Pero uste' no se preocupe por eso dama, déjemelo a mi, cuando sea el momento voy a hablar con ellos y les voy a explicar que era solo para asegurarme de que estaban bien, no los va a perder.

–Tu siempre protegiéndolos... tienes suerte de que ahora estoy yo aquí para cuidarte y protegerte a ti.–Le dijiste con una sonrisa acariciando sus mejillas.

–Soy el pendejo más surtudo del mundo mi dama.–Respondió con una gran sonrisa y brillo en sus ojos, antes de volver a besarte.–Ahora ya mejor vayamos que la quiero llevar a un lugar especial y después volvemos aquí a su departamento a recuperar el tiempo perdido.

Jake te robó un último beso haciéndote reír y entrelazó sus manos juntas para guiarte a su taxi donde abrió tu puerta, antes de darse la vuelta y subirse para conducir.