Un vaso de jugo (Moon boys x hija adoptiva)

Prólogo: Tu papá biológico era violento contigo, lo cual dejó bastantes consecuencias en tu las cuales aún son visibles después de ya vivir poco más de un año con los chicos.

SpectorGrant16

Advertencia: menciones de violencia intrafamiliar.

Cuando los chicos te adoptaron, la asistente social les explicó acerca de cómo te trataba tu papá biológico. Lo violento y abusivo que era con los golpes y palabras, lo cual les partió el corazón pero no les hizo arrepentirse acerca de querer adoptarte.

Obviamente al principio tenías algo de miedo y te sentías insegura. Habías ido a vivir a la casa de un extraño del cual pronto descubriste que no era solo una persona en el cuerpo, si no que eran tres. Pero la verdad es que de a poco fuiste sintiendo más confianza y te volviste bastante cercana a los tres.

Steven y tu leían mucho y luego hablaban de sus libros, sobre mitología, les gustaba ir a museos, él te llevaba y te contaba y explicaba todo y además cocinaba contigo.

Jake también cocinaba contigo, veían telenovelas juntos, cuando ninguno de los dos podía dormir se iban a conducir por la ciudad de noche escuchando música y cantando, te enseñó a conducir también, a él le gustaba dibujar y a ti escribir, por lo que dibujaba acorde a tus historias.

Marc veía películas de terror o suspenso contigo, salían a caminar y se sentaban en las bancas del parque a comer mientras observaban a la gente e inventaban historias para cada uno de ellos, iban a parques de diversiones, y él por sobre todo intentaba darte la vida que a él le hubiese gustado tener.

Habían momentos difíciles en los que tenías pesadillas recordando tu pasado, pero los chicos siempre estaban ahí para ti. Era un departamento pequeño, por lo que podían notar de inmediato cuando estabas soñando, y se quedaban a dormir contigo o tu te ibas con ellos.

—————

Jake estaba planchando la ropa que estaba limpia en su cama mientras tú estabas en la cocina sirviéndote un vaso de jugo, pero por accidente al voltearte lo empujaste y cayó al piso, rompiéndose en mil pedazos.

Al instante en que el vaso se rompió, un miedo tremendo te recorrió de pies a cabeza pensando que los chicos estarían ahora enojados contigo por ello.

¡¿Mija 'tá bien?!–Exclamó Jake corriendo hacia la cocina donde te vio en el suelo juntando los vidrios con tus manos temblorosas.

–Se-señor Lockley, lo siento. Perdóneme por favor, no fue mi intención, se lo juro, f-fue un a-accidente, lo prometo.–Comenzaste a disculparte al borde de las lágrimas y juntando los vidrios.

Al oírte llamarle "señor", Jake frunció el ceño. Ya llevabas viviendo con ellos poco más de un año y te habías acostumbrado a decirle papá. A lo mucho "papá Jake", lo cual se le hizo extraño.

Jake se agachó frente a ti para tomar tus manos y alejarlas del vidrio.–Princesa no se preocupe. Deje eso ahí que se puede cortar. A ver, déjeme—. Dijo poniéndose de pie para estirar la mano y tomar la escoba tras de ti, pero al verle levantar la mano desde tu posición en el suelo,te encogiste y apartaste el rostro como si te fuera a golpear.

Jake te quedó viendo con el ceño fruncido y el corazón se le apretó al verte así.

¿Qué pasó? ¿Por qué hizo así?–Preguntó Steven preocupado.

Porque pensó que la iba a golpear...–Le dijo Marc con voz triste, recordando todas las veces que hizo lo mismo al ver a su madre.

T/N... mija no... y-yo no le voy a pegar...–Te dijo con un nudo en la garganta y agachándose lentamente frente a ti.

Al darte cuenta de tu error, le quedaste viendo confundida y luego a tu alrededor.

–Pe-pero rompí el vaso y derramé el—

Hija eso no importa. Es solo un vaso, podemos comprar otro, y el jugo se limpia.–Te dijo acercándose a ti al otro lado por encima del vidrio para tomar tus manos y verte a los ojos.–Aquí nadie te va a golpear, nadie te va a hacer daño. Ya no estás con él, ¿si? Estás con nosotros.

Al oír sus palabras, comenzaste a llorar aún más fuerte y lo abrazaste con fuerza, escondiendo tu rostro en su pecho mientras Marc acariciaba tu espalda y dejaba besos en tú cabeza.

Ya... shhh... tranquila, princesa. Aquí estamos, no te vamos a dejar sola jamás. ¿Te lastimaste?–Te habló con suave, a lo que tu respondiste negando con la cabeza, aún en sus brazos.–Bien, eso es bueno. Tu quédate tranquila, corazón. Aquí estamos, no pasa nada...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top