Prólogo: Eres parte de un pequeño grupo de baile, y le muestras tu coreografía a Marc.

Alexaaajcs

–¡Amor ya llegué!–Dijo Marc cerrando la puerta de entrada del departamento, dejando las llaves a un lado y quitándose la chaqueta y su gorra.

–¡Que bueno que estás aquí!–Te acercaste a él y le diste un beso en los labios, para después tomar su mano y sentarlo en el sillón.

Habías despejado un pequeño espacio en el departamento que podía ser considerado la sala de estar, y dejaste el sillón en una esquina para cuando Marc llegara, y también para así poder practicar.

–¿Qué es todo esto?–Soltó una pequeña risita, sentándose mientras te veía alejarte hasta una de las repisas donde estaba tu teléfono con un pequeño parlante junto a él.

–¿Recuerdas que te comenté que estaba ensayando con un amigo un baile para una presentación por el grupo en el que estamos?

–Así es... Steven también me comentó que él te ayudaría a hacer tu traje.–Te dijo tomando un plato con palomitas de maíz que habías dejado junto al sillón en una repisa.

–Exacto. Y ahora te lo quiero mostrar, si no te molesta, claro...–Te pusiste frente a él, jugando nerviosa con tus manos.

Marc dejó el recipiente a un lado y tragó lo que tenía en la boca, sentándose en el borde del sillón para tomar tus manos en las suyas y besarlas.

–Claro que quiero ver tu baile. ¿Por qué no lo querría? Estoy seguro de que es maravilloso.–Te dijo con una gran sonrisa.

–¡Okey!–Exclamaste como una niña pequeña emocionada, haciéndole reír y dejando un rápido beso en sus labios.

Comenzaste a reproducir la canción "Unholy" en tu teléfono, y luego te situaste en el medio de la sala.

Marc se apoyó atrás en el sillón y comenzó a comer las palomitas nuevamente, viéndote bailar.

A medida que la canción avanzaba cada vez más, el baile se volvía más sensual que antes. Incluso tuvo que dejar de comer al sentir que se estaba ahogando con las palomitas, y tuvo que ponerse un cojín del sillón en el regazo para ocultar el bulto en sus pantalones.

Una vez terminó la canción, se te quedó viendo con la boca abierta y sin saber qué decir.

–Chingada madre pero que mujer más sexy, cabrón. ¡Dile algo, pendejo! ¡Dile que se veía deliciosa y—. Estaba hablando desde el reflejo de la pecera de Gus II. Mientras que Steven tenía la boca abierta y no podía decir una sola palabra.

–¿Y qué te pareció?–Le preguntaste acercándote a él una vez apagaste tu teléfono, algo nerviosa otra vez y jugando con tus manos.

–¿Q-qué si me gustó?–Te preguntó sin dejar de verte a la cara, aún boquiabierto.

–P-pues si... t-tal vez hay algo mal, o podría cambiar algo. O quizás—. Marc te interrumpió colocándose de pie y besándote con pasión y salvajidad al mismo tiempo.

Si no fuera porque sabías diferenciar muy bien a cada uno por su lenguaje corporal, pensarías que era Jake quien estaba en control.

Te tomó en sus brazos y se sentó en el sillón nuevamente contigo en su regazo, dejándote sentir el bulto en su pantalón lo cual te hizo gemir en su boca.

Una vez se quedaron aire, se separaron ligeramente pero quedando a centímetros del otro, respirando de forma agitada y con grandes sonrisas en sus rostros.

–Asumiré que esto significa que sí te gustó.–Reíste mientras seguías intentando recuperar el aire perdido.

–Nos encantó, mi amor... es increíble. Y tú te ves... te ves maravillosa... y muy sexy. Jake dijo otras cosas más, y Steven aún no sabe qué decir.–Acarició tu rostro con ambas manos, sin dejar de sonreír.

Volviste a reír ligeramente, llevando tus manos a sus mejillas, para después besarlo mientras Marc comenzaba a pasar sus manos por tú cuerpo sin descaro.

Definitivamente le había encantado tu pequeño baile. Y Jake se aseguraría de que le dieras un baile privado. Y Steven eventualmente también, si es que lograba recuperarse.