Prólogo: Después de que Jake hace tratos con la mafia, estos te llevan a ti para cobrar su deuda.

winter_soldier1941
Advertencia: Menciones de tortura, secuestro, muerte, final triste.

Los chicos estaban desesperados.

Habías desaparecido hacía cinco días, y lo único que sabían de ti, era lo que las personas que te llevaron les enviaban. Lo cual solo eran videos y fotografías de cómo te lastimaban.

Jake se sentía mayormente culpable por la situación. Al fin y al cabo, había sido él quien se metió con la mafia. Y que para acabar con su deuda decidieron llevarte con ellos.

Se lo llevaron así por al menos unos dos meses, mientras ellos te torturaban y les enviaban videos a los chicos para que ellos hicieran lo que les pedían. Lo cual era mayormente información, y Jake se hacía responsable de todo ello. No quería que Steven y Marc pagaran por las consecuencias de sus acciones.

En un momento que Marc logró tomar el control, y también en un momento de mucha desesperación, llamó a Layla y le pidió su ayuda para poder traerte de vuelta con ellos. Y ella sin pensárselo dos veces aceptó. A pesar de que ya no estaban juntos, y que ni si quiera era tu mamá, ella te quería muchísimo e incluso eran grandes amigas.

Pasaron otras tres semanas más hasta que Jake reunió todo lo que le pidieron y fue a verse con ellos para intercambiar la información por ti. Y Layla lo acompañó, pero se quedó escondida con su traje puesto en algún lugar por ahí.

–Aquí está todo lo que me pidieron. Ahora denme a mi hija, bola de imbéciles.–Jake le entregó una memoria usb a uno de los siete hombres que habían ahí.

El jefe recibió el pequeño dispositivo y lo observó por un par de segundos, para después dar la orden de traerte de donde estabas escondida en el coche.

Layla estaba observando todo desde la distancia, y a través del comunicador que tenían, le habló a Jake.

–Hagas lo que hagas, ni se te ocurra moverte de forma brusca o intentar atacarlos. Deja que te entreguen a T/N ellos mismos.

Te empujaron y te hicieron arrodillarte frente al jefe viendo en dirección a Jake, con un saco negro puesto en la cabeza, tus manos amarradas y muchos golpes, moretones, rasguños y heridas en tu cuerpo. Junto con tus ropas rasgadas.

Al verte, Jake pudo sentir su corazón latiendo con aún mucha más rapidez. Tanto, que sentía que se le podría salir en cualquier momento. Además del nudo que se le formó en la garganta al verte de esa manera. Quería tanto matar a todos y cada uno de ellos, pero no podía.

–¡Pequeña! Por favor Jake, ten cuidado... no hagas nada estúpido, te lo suplico...–Le dijo Steven asustado desde el espacio mental.

–Jake, déjame tomar el control. No estás pensando con claridad.–La voz de Marc era más seria, pero a la vez demostraba su preocupación en ella.

El jefe te quitó el saco de la cabeza, y al fin pudieron ver todo el daño que tenías en el rostro.

–Mi pequeña... tenemos que sacarla de aquí lo antes posible.

–Ya tienes lo que querías, ahora devuélveme a mi hija. Es lo único que te pido, por favor...–Habló con la voz temblorosa, resistiéndose a caminar hacia ti.

–Papá...–Sollozaste cerrando los ojos, y sin poder dejar de temblar.

–¿Sabes? Cambié de opinión.–Dijo con una sonrisa burlona, tomando su pistola y disparándote en un rápido movimiento.

–¡¡¡NOOOOOOO!!!–Gritaron los tres al mismo tiempo, pero la bala ya había atravesado tu cabeza, y caíste muerta a sus pies.

El jefe se puso a reír burlesco, mientras Layla intentaba hablarle a Jake y acercarse a él. Pero él no escuchaba a nadie. Ni a Marc. Ni a Steven. Ni a Layla.

A pesar de ya no tener el traje que Khonshu le otorgaba ya que no era su avatar, comenzó a pelear contra todos y cada uno de los hombres. Matándolos uno a uno, sin importarle si le llegaban balas, golpes, patadas, y más.

Mientras Jake hacía eso, Layla se acercó y peleo contra algunos, pero él los asesinó. Así que se acercó a tu cuerpo y te tomó en sus brazos, llorando en silencio y dejando besos en tú cabeza.

Una vez acabó con todos, dejó al jefe vivo pero inconsciente para torturarlo más tarde.

Se acercó a donde Layla te tenía, cubierto de sangre y lágrimas en sus ojos.

Cayó arrodillado al suelo, sin dejar de verte mientras lloraba.

Los otros dos habían dejado de hablar hacía unos minutos, ninguno de los dos pudiendo procesar lo que acababa de pasar.

–Esto no es tu culpa, Jake.–Le dijo Layla tomando su mano, sin importarle quedar con sangre de otras personas.

–Sí lo es... si no hubiese hecho un puto trato con ellos, mi princesa todavía... t-todavía seguiría viva... ¿cómo pude ser tan pendejo de creer que la dejarían ir viva...?–Te tomó con cuidado en sus brazos, y comenzó a llorar sobre tu cuerpo.

Pronto comenzó a llorar más y más desesperado, aferrándose a tu cuerpo sin vida, casi que quedándose sin respirar.

Layla comprendió que ya no era Jake quien estaba en control, si no que era Steven.

Ella se acercó a él y lo abrazó, llorando en silencio mientras él se aferraba a tu cuerpo, sintiendo un dolor que jamás pensó que podría llegar a experimentar.

Marc ni si quiera se atrevía a tomar el control. Ya había perdido a su hermano cuando pequeño, y tener que revivir un dolor así, con su hija además, no era algo que podía afrontar en esos momentos.

—————

Jake se llevó al jefe y lo torturó por meses, y entre ese tiempo, fue tu funeral.

Los tres se tomaron turnos durante tu funeral, al cual Layla también fue.

Jake fue el primero, no soportaba la idea de que te hubieras ido por su culpa, y de hecho no quería ir, pero los otros dos le convencieron de hacerlo.

Luego fue Steven, quien lloró durante horas y horas en los brazos de Layla junto a tu tumba.

Y por último fue Marc.

Él se quedó sentado viendo hacia tu lápida.

"En memoria de T/N Spector Grant Lockley. Amada hija y una pequeña princesa. 200X - 20XX"

Layla estaba sentada junto a él, haciéndole compañía en silencio para que no estuviera solo. No le molestaba en lo absoluto, ella también quería quedarse un tiempo más ahí contigo.

–No importa cuantas veces lea eso. Aún no creo que ella ya no esté aquí con nosotros.–Le dijo con la voz ronca por todo el tiempo que Steven estuvo llorando.

–Lo sé... yo tampoco puedo creerlo aún. Y es que no parece real...–Ambos tenían la mirada fija en la lápida, sentados frente a ella.

–Jake ya no quiere tomar el control. Se siente culpable. Dijo que terminaría con ese... ese hijo de perra, y luego desaparecería por un tiempo.

–Deben darle tiempo. Jake lo necesita...–Layla pasó su brazo alrededor de los hombros de Marc, y lo atrajo hacia ella para abrazarlo.

Él simplemente se dejó, y se quedó observando tu tumba sin expresión en el rostro, y ya sin lágrimas que derramar.