"Me and my husband" (MARC)
Prólogo: Después de salir de un matrimonio en el que no podías valorarte estando sola y necesitabas de tu esposo, Marc trata de ayudarte a quererte a ti misma e intentar apoyarte para que sanes tus heridas.
Narcissa_505
Inspirado en la canción de Mitsiki del mismo nombre en el título, espero me haya quedado bien 😅
Cuando Marc y tu se conocieron, tu ya estabas saliendo con alguien. De hecho estabas casada.
Marc no podía negar el hecho de que siempre se sintió atraído hacia ti, Steven y Jake tampoco. Sin embargo nunca dijeron ni hicieron nada al respecto. Incluso después de que él te revelara la existencia de los otros dos.
Aunque había algo que los tres siempre notaban en ti.
Veían que te faltaba amor propio, que no te sentías suficiente. Pero cuando estabas con tu esposo te mostrabas de una manera distinta, es como si buscaras por su aprobación y te sentías querida y amada cada vez que recibías eso.
Marc deseaba tanto poder mostrarte que no necesitabas de nadie para sentirte suficiente. Que eras hermosa, inteligente, especial y perfecta tal y como eras. Pero no podía, al menos no de la manera en que le gustaría.
Para él no fue sorpresa cuando tu esposo solicitó los papeles del divorcio, aunque eso te dejó destrozada.
Los tres te acompañaron durante noches y noches interminables de llanto donde no te sentías suficiente, donde no querías nada más que desaparecer y sentías que se te venía el mundo encima. Y aún así ellos no se fueron, jamás te dejaron ni jamás lo harían.
—————
A medida que iba pasando el tiempo, ibas mejorando poco a poco con la ayuda de ellos, aún habían cosas que sanar, pero te encontrabas un poco mejor. Incluso habías conseguido salir con alguien.
Marc estaba en su departamento, ansioso y pensando en cómo estarías.
No iba a mentir, se sentía horrible verte querer salir con alguien más, pero estaba feliz si tu lo estabas.
Alguien llamando a la puerta le distrajo de sus pensamientos viendo a la televisión pero sin prestar realmente atención.
–¡T/N! ¿Cómo estás? No esperaba verte hoy, pero pasa. Ven.–Te dijo con una simpática sonrisa, haciéndose a un lado para que entraras y ayudándote a quitarte tu chaqueta.
–Gracias... perdón por venir sin avisar. Tal vez debí llamar... ¿Estás muy ocupado? Porque me puedo ir, realmente no es nada importante. Si, mejor me voy. Perdóname, Marc yo—. Comenzaste a hablar rápidamente, tu mente yendo a mil por hora debido a la ansiedad que sentías, y Marc pudo notarlo.
–Hey, tranquila. Siempre eres bienvenida aquí a cualquier hora, ¿está bien?–Puso ambas manos en tus hombros, provocando que le vieras a la cara.–Solo me sorprendió porque creí que estabas en una cita, es todo.–Dijo mientras caminabas para sentarte en el sillón en un extremo.
Marc sacó del refrigerador dos botellas de cerveza y trajo un plato para entregártelo y servir una porción de la pizza que estaba en la mesita de café.
–Gracias...
–¿Estás de ánimo para hablar acerca de hoy... o prefieres dejarlo así?–Te preguntó con cautela, dando un mordisco a su propio trozo de pizza mientras tú tenías el plato en tu regazo y jugabas con la botella en tus manos.
–No hay mucho de qué hablar, realmente. Charlamos por unos minutos hasta que dijo que debía ir al baño, y en lugar de volver a la mesa, se fue.–Le dijiste con una pequeña triste sonrisa, tratando de contener las lágrimas.–No lo culpo... hace tiempo no salía con nadie así tampoco. Debí haberle aburrido, o simplemente no le parecí atractiva—
–¿De qué estás hablando? T/N eres una mujer muy hermosa, tanto dentro como por fuera.–Te dijo frunciendo el ceño y dejando su plato en la mesita de café, acercándose a ti en el sillón.–Eres una mujer bellísima, inteligente, atenta, cuidadosa, dulce... eres maravillosa, T/N. Y si ese imbécil no pudo verlo, entonces el que está mal es él. Y lo lamento mucho porque no sabe de lo que se está perdiendo.
Eres demasiado para tan poco hombre como él. Y si te soy sincero, no sé si exista alguien que realmente merezca a tal magnífica mujer como tú. Ni si quiera sabría decirte si nosotros somos dignos de merecerte...–Dijo la última parte con una voz más baja y agachando la cabeza, sonriendo avergonzado.
–¿A qué te refieres con eso?–Le preguntaste soltando una pequeña risita nerviosa y dejando el plato y la botella a un lado.
–T/N yo... ya no puedo seguir ocultando esto de ti. No me gusta tener secretos contigo.–Rió ligeramente para después levantar la vista, sosteniendo tu mano en la suya y observándote con un brillo especial en sus ojos.–T/N yo estoy enamorado de ti desde hace muchísimo tiempo. Estoy enamorado por quien y cómo eres, porque te conozco y sé que eres una mujer maravillosa.
También conozco tus miedos e inseguridades, pero eso es parte de ti, y también amo esas partes tuyas. Tu no necesitas de ningún hombre o mujer para brillar porque tu, T/N, tienes un brillo propio, y es hermoso. Jamás debes dejar que nadie apague esa luz, ese brillo tan especial que tienes, ni si quiera nosotros.
Pero es eso... yo— bueno, nosotros, los tres te amamos como no tienes idea. Y si no sientes lo mismo de vuelta, está bien. No tienes porqué tener los mismos sentimientos, solo necesitaba que lo supieras.–Mientras hablaba la sonria no se borraba de su rostro, y tú ya no podías contener las lágrimas que corrían por tus mejillas.
–¿De verdad piensan eso de mi?–Le preguntaste en voz baja y temblorosa.
–Sí... es una de las pocas cosas es que los tres podemos coincidir.–Rió ligeramente agachando la cabeza, para después volver a verte.
Sin realmente pensarlo dos veces, pusiste ambas manos en sus mejillas y estrellaste tus labios con los suyos, besándole con gran pasión.
La repentina acción le tomó por sorpresa, pero pronto pasó ambas manos por tú cintura y te subió en su regazo, besándote de vuelta y acariciando muy suavemente tu espalda.
–Yo también siento lo mismo por ustedes...–Susurraste a centímetros de sus labios y con una gran sonrisa, acariciando su rostro.–Sé que aún me falta mucho por sanar y recuperarme... pero estoy muy segura de que yo también los amo de vuelta.
–Eso es bueno... aunque siempre debes ponerte a ti primero. Los tres queremos que te veas de la forma en que nosotros lo hacemos, y te ames a ti misma. Eso es muy importante. Y te vamos a ayudar en todo lo que podamos, amor mio.–Pasó un mechón de tu cabello tras tu oreja, viéndote como si fueras su mundo entero.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top