La trampa

Prólogo: Eres secuestrada y ponen una trampa para matar a los chicos.

La letra negrita y cursiva mezcladas van a representar cuando la otra persona hable por teléfono.
Alexaaajcs

¡¿PERO QUÉ PUTAS PASÓ AQUÍ?!–Exclamó Jake una vez Marc abrió la puerta del departamento y encontró todo desordenado.

Busca a T/N.–Le dijo Steven asustado.

¡¿T/N?!–Invocó el traje y comenzó a buscar alrededor desesperado, cuando su teléfono sonó.

Es inútil que la busque, Señor Spector. Su esposa no se encuentra en su departamento. Está aquí conmigo.

–¿Quién eres y qué quieres?–Le preguntó intentando mantenerse lo más calmado posible.

Vengaza, tal vez. Usted le quitó la vida a mi esposo, y si no hace lo que le pido, su esposa pagará las consecuencias.

Venga a la dirección que le voy a enviar en dos horas con los documentos que recuperó de su misión de hoy, y la Señora Spector no tendrá que sufrir ningún daño. Le estaré esperando.–Le dijo el hombre con voz muy calmada desde el otro lado de la línea.

Marc haz lo que te pide. Ni se te ocurra poner en riesgo la vida de mi dama. Más te vale que no hagas ninguna pendejada, cabrón. Mira que soy capaz de tirarnos de un precipicio, y no recibiremos ninguna recompensa por esa mamada.

Tal vez haya algo más que podamos hacer. Rastreemos la dirección de la que nos llamó, y tal vez podemos buscarla y sacarla de ahí antes.

Marc estaba pensando en muchas cosas al mismo tiempo, y el hecho de que los otros dos no paraban de hablarle, no le dejaba concentrarse.

El pequeño usb lo llevaba en el bolsillo y rastreó la llamada, para después irse a aquel lugar lo antes posible.

Cuando llegó, revisó cada rincón que había, haciendo su mayor esfuerzo posible para no ser notado.

Uno a uno fue derribando a quienes estaban custodiando el lugar, y a pesar de que Jake se ofreció para hacerlo, los otros dos se lo prohibieron ya que lo último que querían, era llamar la atención.

En un momento llegó a una habitación que tenía la puerta cerrada, y cuando desde dentro escuchaste que la iba a abrir, el miedo comenzó a crecer dentro de ti.

Estabas sola encerrada en aquella sala, amarrada a una silla, con la boca amordazada y tu ropa manchada con algo de sangre.

Junto a ti, había un arma que se dispararía al momento en que Marc abriera la puerta.

Marc la abrió, y justo cuando se disparó, te balanceaste hacia el lado para que la bala impactara en tu hombro, cayendo al suelo en ese mismo instante.

¡¡¡T/N!!!

Marc corrió a tu lado y te quitó la mordaza de la boca, sujetándote en sus brazos.

Mi amor, mi amor por favor mantente despierta. Quédate conmigo. No cierres los ojos, te lo suplico, por favor.–Su voz era temblorosa, mientras te desataba y te tenía en sus brazos.

Tenías los ojos entrecerrados, y tratabas de quedarte despierta lo más que podías.

–Definitivamente esto no era parte del trato, Señor Spector. Se suponía que primero tendríamos una conversación nosotros dos.–El hombre se le acercó y puso la punta de su pistola tras la cabeza de Marc.

Lo último que viste antes de caer inconsciente, fue como Jake forzaba un cambio y su traje se convertía en el suyo propio.

Después de eso, escuchaste por última vez a los dos pelear, y ya luego todo estaba en negro.

(.....)

La luz que provenía de la ventana comenzó a molestarte en los ojos.

Al sentirte, Steven levantó la mirada y se sentó a tu lado en la cama de hospital, sin soltar tu mano de la suya.

¡Querida! Estábamos tan preocupados... creímos que no ibas a despertar...–Te dijo con el miedo evidente en su voz.

–¿Dónde estamos...?–Le preguntaste aún algo dormida, con el ceño fruncido y los ojos cerrados.

Marc forzó un cambio y tomó tu mano con ambas de las suyas.

Después de que Jake se hiciera cargo de la situación, te trajo lo más rápido posible al hospital... estábamos tan preocupados... creí que... yo...–Ya las ganas de llorar no se las podía aguantar, y empezó a sollozar, aferrándose a tu mano.

–Hey... tranquilo... aquí estoy...–Susurraste haciendo que se recostara a tu lado para abrazarlo.–Todo está bien...

Mi dama nos asustó muchísimo...–Habló en voz baja, escondiendo su rostro en tú cuello.

–Pero ya estoy bien, y es gracias a ustedes... mis caballeros de luna personales.–Pusiste tu mano en su mejilla para hacer que te viera, ofreciéndole tu mejor sonrisa adormilada por los medicamentos.

Jake se acercó y besó tus labios, para después volver a abrazarte y quedarse ahí, sin querer moverse por miedo a que tal vez desaparecerías.

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