Prólogo: La amistad de Marc con Layla te hace sentir insegura, y eso solo aumenta cuando te enteras de que ella es su ex esposa.

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Advertencia: Quiero decirles que no tengo nada en contra de Layla. Es todo lo contrario, ella es mi esposa y yo la amo más que a mi misma. Dicho eso, continuemos con el capítulo.

Marc y tu llevaban más o menos saliendo ya casi cinco meses, y aún habían cosas de su pasado las cuales sabías le costaba un poco hablar o abrirse contigo, por lo que tu le dabas su espacio para que te contara cuando estuviera listo.

Sin embargo algo que no te esperabas, es que su gran amiga "Layla", de la cual en múltiples ocasiones te había hablado, era realmente su ex esposa.

Saber eso solo provocó que tus inseguridades crecieran con respecto a ella.

Tu conocías a Layla, Marc te la había presentado, y siempre supiste que había algo especial entre ellos, lo cual te hacía sentir insegura de que tal vez él te dejaría por ella. Y saber que era su ex esposa, fue como una cubeta de agua fría para ti.

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Marc había ido aquella noche a tu departamento a quedarse contigo.

Ésta era la primera vez que le veías después de tu descubrimiento, y estabas tratando de hacer tu mayor esfuerzo posible y no dejar que tus inseguridades pudieran controlarte. Ya tuviste malas experiencias en relaciones pasadas, eso explicaba tus inseguridades, y de verdad esperabas que con Marc fuera distinto.

–¡Oh! Y también me encontré con Layla hoy. Nos quedamos tomando un café y charland—. Te iba contando mientras los dos comían, pero al momento en que la mencionó, perdiste el control de tus emociones.

–¡¿PUEDES DEJAR DE HABLAR DE TU EX ESPOSA POR TAN SOLO CINCO MINUTOS?!–Exclamaste dejando los utensilios en la mesa, visiblemente molesta.

–¿Q-qué? ¿Cómo—. Marc frunció el ceño confundido, tragando la comida que tenía en la boca.

–¡Lo que escuchaste, Marc! Ya estoy harta de escuchar todo el día "Layla esto", "Layla lo otro". "Layla me ayudó con esto", "a Layla se le ocurrió aquello". ¿Te haz puesto a pensar cómo eso me hace sentir a mi? ¿Cómo me hizo sentir el saber de que tu tan amada y preciada amiga "Layla" es en realidad tu ex esposa?–Le preguntaste molesta y con lágrimas en los ojos.

Marc no sabía qué decir, sólo te observaba sin saber cómo reaccionar.

–Si tanto te gusta estar con ella, tomar café y charlar con ella, salir con ella, ¡¿Por qué no rompes conmigo y te vas con Layla y se acaba el asunto?! ¡Marc estoy cansada de sentir que debo estar a la altura de ella para estar contigo!

Llevamos saliendo cinco meses, ¿y de verdad me vas a decir que no se te cruzó en ningún momento por la cabeza decirme que ella era tu ex esposa? Lo único que haz hecho ha sido mentirme. Una y otra vez cada vez que decías que solo era una amiga.–Le dijiste mientras ya no podías contener las lágrimas.–Entiendo que hay cosas de las que no te gusta hablar, y tampoco te fuerzo a ello, pero pudiste haberme dicho que ella era tu ex esposa y no una amiga cualquiera.

–Es que linda, Layla es solo una—. Trató de decirte con voz suave, pero azotaste ambas manos en la mesa y te pusiste de pie.

–¡NO MARC, NO LO ES! ¡LAYLA ES TU EX ESPOSA DE LA QUE AÚN SIGUES ENAMORADO Y NO PUEDES SUPERAR!

–Claro que la superé, bonita...–Se levantó y caminó hacia ti para posar ambas manos en tus brazos, pero te apartaste.

–¡No, Marc, no lo haz hecho!

–¡Claro que si! ¡Estoy contigo porque te quiero, T/N!–Exclamó desesperado, sintiendo un nudo en su garganta.

–Marc no es así, entiendelo. Estás enamorado de Layla. Tu la amas a ell—

–¡No, T/N! ¡Yo te amo a ti!–Exclamó viéndote a los ojos.

Al escucharlo, te quedaste en silencio. Ésta era la primera vez que Marc te decía una cosa así. Era la primera vez que decía que te amaba.

–¿Qué dijiste?–Le preguntaste en un susurro, viéndole a los ojos mientras que las lágrimas seguían corriendo por tus mejillas.

–Yo te amo, T/N. Más que a nadie en el mundo. Te amo incluso más de lo que alguna vez pude llegar a amarla a ella... y perderte me aterra. Me da miedo pensar en que tienes la posibilidad de encontrar a alguien mejor y me aterra pensar que algún día te vas a dar cuenta de eso.–Te dijo mientras que pequeñas lágrimas caían de sus ojos.–Me da miedo hablarte de mi pasado porque estoy seguro que apenas sepas todo te vas a ir... y no vas a querer verme nunca más...

Marc agachó la cabeza y se sentó en la silla, jugando con sus manos mientras que las lágrimas no dejaban de caer.

Soltaste un suspiro y te sentaste en la otra silla frente a él para acercarla y tomar sus manos en las tuyas, provocando que levantara la vista hacia ti.

–Marc... yo también te amo, más que a nada ni nadie en éste mundo. Pero debes dejarme entrar en algún momento. Yo jamás podría juzgarte por tu pasado porque yo sé que no es algo de lo que estés orgulloso. Pero si de verdad quieres que esto funcione, entonces vas a tener que confiar en mi...–Le hablaste con voz suave y dulce, acariciando sus manos.

Marc soltó un pequeño sollozo y agachó la cabeza mientras asentía con ella.

Tu te acercaste y lo abrazaste, pero Marc te tomó de la cintura para sentarte en su pierna y así esconder su rostro en tú cuello, a la vez que acaricibas su cabeza mientras él lloraba.

–Perdóname, T/N... yo te amo, de verdad que sí...–Sollozó abrazándote con fuerza.

–Está bien, Marc... está bien... yo también te amo...–Le susurraste de vuelta dejando un beso en su cabeza, sin dejarlo ir de tu abrazo.