El arenero en el parque (JAKE)

Prólogo: Jake pierde a su hijo de vista en el parque y recibe un castigo por ello.

AlmaDamiano

N/T/H = Nombre de Tu Hijo.

Jake jamás había creído que podría llegar a ser feliz. Siempre se había visto a sí mismo como el protector del sistema y que no merecía ser amado por nadie, sin embargo tu le probaste lo contrario.

Al principio se le hacía extraño que te preocuparas y cuidaras de él ya que Jake se veía a sí mismo como la persona que debía de cuidar de ti, no al revés. Pero a medida que fue pasando el tiempo, se fue acostumbrando a la idea de que alguien cuidara de él y eso fuera mutuo.

Un par de años después, estaban casados y tenían un pequeño niño de dos años.

—————

Jake había salido a caminar por el parque con N/T/H mientras te esperaban a ti que estabas haciendo algunas diligencias en el banco cerca de ahí.

Mientras caminaban, Jake se encontró con dos de sus amigos del trabajo y se puso a conversar, y no se dio cuenta cuando su pequeño se escabulló lejos de ahí.

–Oye Jake, ¿dónde está N/T/H?–Le preguntó uno de sus amigos confundido.

Jake dónde está nuestro hijo.–Dijo Marc desde el espacio mental con tono de voz irritado.

Jake frunció el ceño y vio a su alrededor, sintiendo una gran sensación de miedo recorrerle de pies a cabeza.

Verga... ¡¡¡N/T/H!!! ¡¿Mijo dónde 'stás?!–Exclamó viendo hacia todos lados.

¡¿CUÁNTAS VECES TE TENGO QUE DECIR QUE DEBES TENER CUIDADO?!–Exclamó Steven desde el espacio mental, entrando en pánico.

–Deberías tener más cuidado.–Le reprochó uno de sus colegas.

cierra el pinche hocico que perfectamente pudiste haberme avisado si el chamaco de iba. Así que más les vale al par de culeros que me ayude a buscar al niño antes de—

–¿Antes de qué?–Le preguntaste con tono molesto desde detrás de él, de brazos cruzados y ceño fruncido.

Mierda...

M-mi dama...–Tartamudeó nervioso.

–Mejor nosotros nos vamos...–Dijo uno antes de ambos irse de ahí.

Traidores...–Murmuró viéndoles mal, para después voltearse hacia ti.–Mami yo le prometo que lo estaba cuidando, pero en un momento me volteé y cuando lo fui a ver ya no estaba. Le juro que fue solo un poco que yo—. No pudo continuar cuando levantaste tu dedo índice para hacerle callar.

–Ni una sola palabra más, Jake Lockley. Continuaremos con ésta conversación en casa. Ve a buscar a tu hijo que está en el arenero allá.–Le dijiste aún con la misma expresión molesta y cruzándote de brazos, señalando con un ligero movimiento de cabeza al niño que está a jugando donde dijiste.

A Jake se le iluminó el rostro y una gran sensación de alivio le recorrió el cuerpo, acercándose para tomarlo en sus brazos.

¡No vuelvas a hacer una mamada así, hijo! No puedes irte de donde esté yo, ahora tu mamá me va a regañar.–Le susurró mientras caminaba a su taxi donde le estabas esperando.

(.....)

El viaje a casa a pesar de ser corto, a Jake se le hizo eterno al ser tan silencioso. Ni si quiera su hijo hablaba ya que se había quedado dormido en su silla.

Una vez llegaron, desabrochaste y bajaste del auto a N/T/H y lo llevaste a su habitación en la casa, mientras Jake iba temeroso a esperarte en el sillón de la sala de estar.

¿Todo bien con—. Te iba a preguntar en voz baja y algo temerosa cuando te vio llegar, jugando con sus manos y la cabeza agachada, evitando tu mirada.

–No hay sexo para ti por dos meses.–Le dijiste cruzándote de brazos y viéndole seriamente.

¡¿QUÉ?! ¡¿CÓMO QUE—. Se levantó del sillón al oírte hablar, pero le interrumpiste.

¡Jake Lockley mira lo que hiciste!

¡¿Por qué siempre tenemos que pagar por tus estupideces?!

–¡Baja la voz!–Le regañaste entre medio gritando y medio susurrando.

Perdón... ¡¿Cómo que dos meses?! ¡Mi dama eso es mucho! ¿Enserio nos va a dejar a Marc, Steven y a mi así por DOS MESES?–Te preguntó afligido.

–Yo jamás dije que a Steven y Marc los iba a dejar así, fue a TI quién se le perdió el niño, así que no los metas a ellos dos en tu problema.–Le dijiste dándote vuelta para caminar hacia su habitación.

Te salvaste de

De que nos tirara por un acantilado, idiota.

¡Mi dama 'pérese! ¡No puede hacerme esto!–Exclamó mientras te seguía a la habitación donde tomaste tu pijama de encima de la cama.–Mi dama no haga esto, por favor se lo pido... yo la necesito para vivir.–Prácticamente te suplicó, arrodillándose ante ti y abrazándose a tus piernas.

–¿Quieres que sean tres meses?–Te diste vuelta hacia él con una mirada desafiante.

¡NO! ¡No, mi dama por supuesto que no!–Respondió levantándose lo más rápido que pudo, ya temeroso porque sabía que eras capaz de cumplir lo que acababas de decir.

–Bien.–Volviste a darte vuelta y te encerraste en el baño para cambiarte de ropa y que no te viera.

Jake se sentó a los pies de la cama y se dejó caer hacia atrás, pasando ambas manos por su rostro.

Chingada madre...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top