Prólogo: Estás enamorada de Jake y él lo sabe. Coqueteas con él para tal vez enamorarlo de vuelta, pero Jake simplemente no cede. 

SweetNut1807love

Tu atracción por Jake era muy notoria. Y de hecho, ya se lo habías dicho, solo que él te había rechazado porque según él, no sentía lo mismo. Pero la verdad es que solo quería mantenerte alejada y a salvo de su tan complicada vida.

Pero tu no te ibas a rendir tan fácil.

Si es verdad que eso al principio te dolió, pero pronto te recobraste y le aseguraste de que ibas a hacer que se enamorara de ti de igual forma.

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Era tarde por la noche cuando saliste del trabajo. A tu jefe se le ocurrió la genial idea de dejarte más tiempo haciendo el trabajo que se suponía que era suyo.

Lo bueno es que Jake te te dijo que pasaría por ti ya que no quería que te fueras sola tan tarde a tu casa.

Cuando saliste de tu trabajo, lo viste apoyado en su taxi, su boina, chaqueta y guantes puestos mientras fumaba un cigarro.

La simple vista de eso hacía que tus hormonas se revolvieran. Porque aparte de guapo, era muy sexy el hombre. Muy asesino podía ser, pero es que de verdad que era demasiado atractivo. Eso lo compensaba.

–Pero bueno... que guapo te ves...–Le dijiste con voz coqueta, acercándote a él con una sonrisa en el rostro.

–Usted también se ve hermosa. ¿Nos vamos?–Dijo botando el cigarro al suelo para pisarlo.

–Sí. Pero primero te tengo una pregunta.

–A ver. Con qué cosa me va a salir ahora.–Rodó los ojos para ocultar la sonrisa que se estaba abriendo paso en su rostro.

–Es una duda que he tenido hace bastante tiempo. Y es que siempre me he preguntado en dónde tengo que bajarme, o qué ruta debo tomar para llegar a gustarte, bebé.–Le guiñaste un ojo, sin borrar la sonrisa se tu rostro.

Jake solo comenzó a reír, haciendo que te le quedaras viendo con un brillo en los ojos.

–Ya mejor súbase al auto y deje de andar hablando puras mamadas.–Te abrió la puerta mientras seguía riendo.

–Admite que te gustó al menos.–Te apoyaste en la puerta abierta del auto, quedando muy cerca de su rostro.

–Sí, si me gustó, pero ya súbase rápido.–Puso su mano en tú cabeza y te hizo meterte dentro del auto, para después cerrar la puerta.

Se dio la vuelta y se subió en el asiento del conductor, encendiendo el coche y comenzando a manejar a tu departamento.

–¿Cómo le fue hoy?–Te preguntó con la vista fija en el camino.

Una de las cosas que habías notado de Jake, es que cuando conducía estando contigo, intentaba hacerlo lo mejor posible.

–Me gusta como te ves cuando conduces.–Le dijiste volteada en dirección a él, ignorando su pregunta.

–Eso no fue lo que le pregunté.

–Lo sé, solo quería que lo supieras.–Le dijiste con una pequeña sonrisa, sin poder dejar de mirarlo.–Déjame llevarte a una cita. Si después de eso sigues pensando en que no me ves de esa forma, entonces me olvidaré del tema.

–Mi dama, ya le dije que eso no es posible. Yo no la veo de esa forma.–Se volteó hacia ti una vez llegó a la luz roja.–Si acepto a ir a esa cita con usted, va a hacerse ilusiones y va a terminar decepcionada.

–Dices que no te sientes atraído hacia mi, pero sigues llamándome de distintas formas y nunca por mi nombre. ¿Cómo esperas que no me ilusione? ¿Cómo esperas que no crea que existe una pequeña parte de ti que me quiere de la misma forma en la que yo te quiero?–Le hablaste sin dejar de verle a los ojos, con una pequeña sonrisa, que parecía algo triste.

Jake no te dejaba de ver, y soltó un pequeño suspiro, volviendo a mirar hacia la calle.

Tu te enderezaste y te sentaste bien, viendo hacia adelante también.

El resto del camino fue silencioso. Miles pensamientos corrían por tu cabeza. Preguntas que solo hacían que tu corazón doliera aún más. ¿Qué te faltaba? ¿Qué es lo que tenían las otras chicas que tu no? ¿Por qué ella si y tu no?

Y por otro lado, Jake sólo podía pensar en ti.

Una vez aparcó fuera de tu edificio, tomaste tus cosas y te desabrochaste el cinturón.

Pusiste la mano en la manilla de la puerta para abrirla, pero antes de eso, te quedaste quieta en tu lugar, mientras Jake te observaba atento.

–¿De verdad no existe ninguna posibilidad de que haya algo entre nosotros más que amistad?

–Lo siento mucho, T/N.

–Okey...–Susurraste aguantando las lágrimas y con una triste sonrisa.

Levantaste la mirada y le quedaste viendo a los ojos. Mientras que Jake sentía como se le partía el corazón de tan solo verte conteniendo las ganas de llorar por su culpa.

–Entonces dejaré de insistir. Nos vemos, Jake. Gracias por traerme.–Te despediste, para luego abrir la puerta y cerrarla, caminado hasta la entrada.

Jake se apoyó atrás en el asiento y te quedó viendo con un nudo en la garganta.

–¿Por qué le dijiste eso?

–¿Por qué te cuesta tanto aceptar que tu también la amas?

–Aceptar que la amo no es lo que me cuesta más. Lo que es difícil, es mantenerla alejada de mi mientras ella insiste en formar parte de mi vida. No puedo arriesgarme a que salga lastimada por mi culpa. Simplemente no puedo.–Cerró los ojos por un momento, tratando de recomponerse.

–Yo creo que lastimada ya resultó. Y con lo que pasó hoy, créeme que ya la alejaste por completo.

–Jake... la vida es una sola. T/N sabe muy bien a lo que te dedicas y lo que haces. Si hubiese tenido miedo de que algo le pasaría, habría desaparecido en el preciso instante en que le contaste la verdad.

Jake soltó un suspiro, para después abrir los ojos y encender su taxi y largarse de ahí lo más rápido posible.