Prólogo: Eres la hermana de Matt y también eres abogada, asi que debes viajar a Londres por un caso. Pero una noche en un bar, conoces a un tal Jake Lockley.

JFSY09

Ya llevabas un par de días en Londres como viaje de trabajo.

Habías tenido que viajar para representar a un cliente en la corte, por lo que tu presencia era altamente requerida en ese lugar del mundo.

El juicio había sido todo un éxito, así que fuiste a celebrar tu sola a un bar por la noche.

Estabas sentada en una mesa con tu trago frente a ti, mientras hablabas por teléfono con tu hermano para contarle cómo te había ido.

–Sí, así es. Ganamos el caso y el abogado del acusado no pudo presentar pruebas concretas para probar la supuesta inocencia de su cliente.–Reíste ligeramente, tomando un sorbo de tu bebida.

–Me alegro mucho por ti. ¿Ya sabes cuando vas a volver? Aquí en Hell's Kitchen hay bastante trabajo con el que podrías ayudarnos. Y no hablo solo en el ámbito legal.–Te dijo tu hermano por teléfono, donde prácticamente podías imaginarte su sonrisa mientras hablaba.

–Aún no lo sé. Estoy buscando a unos tipos aquí en Londres que se dedican a la venta de antigüedades robadas. No puedo dejar que se vayan así como así.–Hablaste viendo a un hombre en la barra del bar que no te quitaba los ojos de encima mientras bebía su trago con una sonrisa coqueta.

Tenía puesta una boina y una chaqueta negra, junto con guantes en sus manos y un cigarro en el cenicero junto a él.

El hombre le dio un último uso a su cigarro, para después apagarlo y beber lo que le quedaba en el vaso, y pidió otros dos más, para luego caminar hacia ti.

–¿Sabes...? Ya me tengo que ir... hablamos luego.–Te despediste sin perder de vista al tipo.

–¿Tan pronto? Ni si quiera me has dado detalles de—. Ni si quiera alcanzó a terminar, cuando ya habías colgado la llamada.

–¿Este lugar está ocupado, bella dama?–Preguntó sujetando ambos vasos en sus manos.

–No, a no ser que tu quieras ocuparlo.–Respondiste con una sonrisa y tono de voz coquetos.

Él se sentó y deslizó un vaso hacia ti, para luego quitarse los guantes y extender su mano derecha hacia ti.

–Jake Lockley, para servirle, señorita.

–T/N Murdock, para servirle, apuesto caballero.–Respondiste con el mismo tono, estrechando su mano.

Jake llevó tu mano a su boca para besarla, sin romper el contacto visual.

–El nombre hermoso definitivamente le rinde honor a su perfecto rostro, mi dama. Me sorprende que se encuentre tan sola.–Comentó dejando ir tu mano para beber un sorbo de su trago.

–¿Alguna vez te han dado resultado esas frases de ligoteo? Porque creo que soy la tercera "dama" con la que coqueteas ésta noche.–Le respondiste con una sonrisa arrogante, también llevando el vaso a tu boca.

–Pero sin duda usted es la más bella.

–¿Tal y cómo le prometiste lo mismo a la rubia de ojos verdes?–Le desafiaste sin quitar la mirada de la suya.

–Touché... definitivamente es la que me está haciendo el trabajo más difícil, mami. Eso me gusta. Un pequeño desafío no me espanta.–Sonrió sin dejar de verte.

–¿Qué te puedo decir? Me gano la vida desafiando a jueces en la corte.–Te apoyaste en el respaldo del asiento, volviendo a beber de tu vaso.

–Interesate... ¿debería llamarla entonces, abogada Murdock? Porque... ¿qué pasa si le digo que hay un asunto "legal" con el que necesito asistencia en mi taxi aquí afuera? ¿Usted estaría dispuesta a ayudarme?–Apoyó ambos brazos en la mesa y se inclinó hacia ti.

También te inclinaste sobre la mesa, y dejaste tu rostro a centímetros del suyo, viendo por un segundo hacia sus labios y haciéndoselo notar, para después levantar la vista hacia sus ojos.

–Tal vez. Solo debes saber que cobro bastante caro por la hora.–Le hablaste en voz baja, con una sonrisa dibujada en el rostro.

–Estoy dispuesto a pagarle, bella dama. En carne con mi cuerpo o en billetes, usted decide. Eso se lo puedo asegurar. Así que entonces... ¿me puede ayudar... o tal vez debería buscar a alguien más?–Habló viendo a tus labios, y una vez terminó, levantó la vista hacia tus ojos.

Soltaste una pequeña risa, para después tomar su mano y levantarte del lugar para caminar hacia la salida con él.

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Después de aquella noche, no esperabas seguir viendo a Jake.

Se fueron a su taxi y después de pasar un momento bastante acalorado ahí, te llevó hasta tu hotel donde se quedó contigo por la noche continuando con lo que empezaron en el coche.

A la mañana siguiente no esperabas verlo recostado ahí contigo, sin embargo sucedió.

Después de eso, siguieron en contacto. A parte de pasar momentos sin ropa, o al menos sin la parte de abajo, Jake te llevó a conocer la ciudad y otros lugares por ahí.

Él se sintió tan seguro contigo, que eventualmente decidió contarte acerca de Marc y Steven, y le sorprendió cuando le dijiste que te gustaría conocerlos.

A pesar de ser poco el tiempo que ibas a estar ahí, tuviste algo con los tres al mismo tiempo ya que la atracción que sentían era muy fuerte.

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Era tarde por la noche, y Jake se encontraba con su traje como avatar de Khonshu peleando contra unos tipos que habían robado antigüedades.

Cuando de pronto, alguien con un traje muy parecido al de un diablo llegó y empezó a pelear contra ellos también.

Una vez terminaron, Jake comenzó a luchar contra esa persona, hasta que logró quitarle la máscara que llevaba puesta en un rápido movimiento.

–¡¿T/N?!–Exclamó sorprendido al ver que eras tu, haciendo desaparecer su máscara también para acercarse a ti.–¡¿MI dama, qué está haciendo aquí?! ¡Y vestida así!

–Al parecer no soy la única que tiene una doble vida. Lindo traje, por cierto.–Tomaste la máscara de su mano riendo ligeramente.–¿Sorprendido de que no soy solo una abogada?

–Más que eso. ¿Qué está haciendo usted aquí? ¿Por qué persigue a estos pendejos?–Preguntó ya más calmado al ver que no estabas molesta ni que dabas señales de estar herida.

–Llevo meses persiguiendolos. Venir a Londres con mi cliente fue la excusa perfecta para seguir rastreándolos. Se dedicaban a robar antigüedades de museos o de emboscadas a arqueólogos por todo el mundo. Pero mi trabajo aquí ya está hecho.–Le dijiste con una sonrisa, dando un vistazo alrededor, para después volver la mirada hacia él.

–¿Eso qué significa? ¿Ya es hora de que se vaya de Londres?–Te preguntó intentando no sonar tan triste como lo estaba en realidad.

–Sí... me voy mañana por la noche.–Le respondiste agachando la cabeza y jugando con la máscara en tus manos.

–Entonces supongo que tenemos un par de horas para disfrutar juntos. Marc y Steven quieren lo mismo... ¿qué me dice?–Se acercó y tomó tu mano izquierda en la suya, llevándola a sus labios para besarla con una sonrisa coqueta dibujada, sin dejar de verte a los ojos.

Una sonrisa traviesa también se formó en tu rostro, y pusiste tu mano derecha en su nuca, aún con la máscara en ella, y estrellaste tus labios con los suyos, deslizando tu lengua dentro de su boca con posesividad.

Jake gimió involuntariamente en medio del beso, y llevó sus manos a tu cintura para pegarte aún más a él, llevando la derecha para apretar tu trasero y hacerte gemir a ti ésta vez.

Una vez se quedaron sin aire, se alejaron quedando a centímetros del rostro del otro.

–Tendremos que aprovechar las últimas horas que me quedan.–Le dijiste con una sonrisa, acariciando su mejilla derecha con tu mano izquierda.

–Créame que lo vamos a hacer, mami.–Te respondió con una sonrisa, para después tomar tú mano y salir de donde estaban y llevarte a su departamento.